El armado de banderas y otros detalles a considerar
Por Miguel Carrillo Bascary
Continúo aportando ocasiones para el
análisis en la sección “Talleres de Ceremonial”, en este caso la octava versión del
ciclo 2022-2023.
Recordemos: la consigna es, analizar las fotos que les presento e ir anotando todo lo que les sugiera, tanto errores como aciertos. Luego será el momento de comparar sus conclusiones con las mías. Si constatan diversos criterios formulen el pertinente comentario y también si encontraran algún aspecto que yo haya pasado por alto.
Sobre la Foto 1
Aquí sí que vemos las banderas “armadas” aceptablemente. Empero, si se me permite, la percha debió quedar unos 10 cm más abajo para que no se generen quiebres en los pliegues.
Destaco que el asta y la
moharra son las reglamentarias, según lo define el Decreto Nº1.650/ 2010.
El conjunto de la foto indica que se trata de una “foto oficial”
donde el funcionario busca expresarse apelando a una aparentemente bien cuidada presentación con el propósito de mostrar el poder que encarna. Obsérvese que, no solo lucen las banderas, también
lo respalda el escudo provincial y la leyenda “Poder Legislativo/ Formosa”.
Sin embargo, hay varios detalles que desmerecen el dispositivo ceremonial y que ponen de manifiesto
cierta falta de profesionalismo en
los responsables lo que se traduce en disminuir
la prestancia del funcionario.
Veamos donde está lo cuestionable:
¿Qué hace ese plato vacío? Si se mira la toma ampliada se constatará que estaba
destinado al vaso, que en la foto se mimetiza con la botella. Esto
señala la poca consideración del funcionario para con el mobiliario pues el
vaso seguramente que dejará una marca de agua sobre el lustre de la mesa.
¿Qué hacen la botellita de agua, el vaso, el plato y el alcohol? Estos elementos
son netamente funcionales, pero eminentemente poco ceremoniales. Se justifican si
el funcionario está desarrollando una exposición o en una sesión de trabajo, pero nunca en una fotografía formal.
Se debieron quitar.
¿Qué esconde el legislador bajo sus manos? Imposible saberlo, pero es indudable que se evidencia, por lo que tampoco corresponde a una foto formal.
¿Y qué me dicen del micrófono? El artificio puede ser válido para remarcar el rol de autoridad del funcionario, pero se pasó por alto un detalle- Lo correcto hubiera sido inclinarlo un poco más, ya que si bien no tapa el rostro desplaza la atención del observador. No hubiera ocurrido si se colocaba unos centímetros más abajo, en el punto resaltado con verde, de manera que quedara cerca de la abotonadura de la camisa.
¿Pudo estar mejor armado el moño de la corbata? ¡Claro que sí!
Veamos otro detalle negativo, cuál es que el mal armado crea un quiebre en el lateral de ambas banderas (señalo el efecto con lineas rojas), mientras que se debió quidar el correcto alineamiento, tal como lo referencia el trazo de guiones amarillos.
Sobre la Foto 2
Si la comparamos con la Foto 1 es evidente que en la segunda falta el debido profesionalismo, en la forma en que se muestra la bandera.
La misma debió presentarse “armada”, para que se visualice el Sol con toda claridad, con lo que el vexilo lucirá toda su prestancia de símbolo nacional.
En su defecto la imagen expresa una bandera paupérrima, escuálida, esmirriada.
A falta de dispositivos expansores, ¡qué poco hubiera costado colocar por detrás del paño la consabida percha fijada al asta, de tal modo que se expandiera el paño!
Finalmente, entiendo que se me podrá acusar
de ser excesivamente detallista, pero si
queremos evidenciar el profesionalismo en materia de Ceremonial hay que tener
en cuenta este tipo de cosas. ¿No les parece?
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