domingo, 30 de julio de 2017

Ciudades británicas en sus banderas

Notables banderas de ciudades británicas

Bandera de Londres (1381)

Por  Miguel Carrillo Bascary

El Reino Unido evidencia una Vexilología de mayor variedad y de gran tradición. Como entidad rectora en la materia desde 1971 existe The Flag Institute que desarrolla un completo registro de las banderas de este origen y que también extiende su actividad hacia países, particularmente de la Comunicas Británica.

Entre las banderas registradas difundidas desde su pagina Web (https://www.flaginstitute.org) extracto algunas cuyos diseños me agradaron particularmente a las que agrego otras de diversas ciudades.

Esta subjetiva determinación no obedece a ningún criterio en especial, simplemente “a mi me parecieron lindas”. Las comparto con ustedes.

Appleby – 2012      

Belfast – 1890     

Bloxwich – 2017    

Bristol – 2012    

Calne – 2009      

Cardiff – 1906    

Edimburgo – 1732  

Evenley – 2014    

Flore - 2012     

Pewsey – 2014

Preston – 2012

La técnica Vexilográfica podría señalar evidentes defectos a estos diseños, pero ellos tienen razones de tradición que los justifican.

Y también me permito destacar la bandera del The Flag Institute, de notable factura que fue elaborada por dos destacados miembros de la entidad: Graham Bartram y Philip Tibbetts. Fue adoptada formalmente en el año 2016; obviamente es una fracción de la Union Flag pero la novedad está en el dinamismo conseguido.


El diseño que mostramos remplazó al anterior que fue preparado por el reconocido experto William Crampton en 1971.



viernes, 28 de julio de 2017

Bibliografía destacada

“La divisa punzó y la bandera federal”, de Adolfo Mario Golman


Por Miguel Carrillo Bascary

Nuevo aporte en materia de Vexilología argentina, obra del reconocido investigador Adolfo Mario Golman residente en Bariloche.

Un precioso pequeño gran libro que analiza un complejo tema de la historia de la Bandera nacional argentina objeto de polémicas ideológicas con casi dos siglos de debate.

Es un libro que “engaña” en sus 60 páginas ilustradas con 9 imágenes a todo color nos expresa una amplia investigación que se pone de relieve apenas se consulta la amplia bibliografía reseñada.

Golman expone con palabras sencillas, claras; sólidamente documentadas, sobre la evolución del diseño de la bandera argentina durante uno de los periodos más confusos de la historia nacional. Lo hace de una manera muy profesional, sin intentar exponer una identificación política, como es su estilo y costumbre.


El autor desanda este trayecto que explica muy bien de cómo la enseña creada por el general Belgrano en Rosario (27 de febrero de 1812) utilizando los colores blanco y celeste derivo en un subido tono de azul turquí cuando Rosas llego al poder en la provincia de Bs. Aires.

Todo comenzó con la “divisa punzó” la escarapela de rojo subido que distinguió a los partidarios rosistas de aquellos que sustentaron la idea unitaria y empleaban el celeste para identificarse.

Llegado el punto referido específicamente a la bandera usada en los tiempos de la Confederación, con toda habilidad Golman plantea al lector varias preguntas: ¿Por qué Rosas suprimió el uso del celeste? ¿En qué sustentó Rosas el cambio por el azul? ¿Debemos hablar de azul; azul-celeste o celeste? ¿Por qué el uso del azul turquí?

Posteriormente analiza las características de la bandera federal.

Incidentalmente nos explica de cómo durante el gobierno de Rosas es posible caracterizar la divisa del partido federal como un verdadero símbolo.

En suma, este Blog recomienda ampliamente la lectura.

Otras obras del autor:

miércoles, 26 de julio de 2017

Vexilología y los colores

El negro en la tradición americana y su manifestación en las banderas


Por Miguel Carrillo Bascary

Es conocido que el negro es el color luctual (funerario) de las sociedades europeas.

Con el mismo se representan conceptos antitéticos. Entre los negativos podemos citar: la muerte (obviamente), el odio, el castigo, lo marginal, la la guerra; la anarquía, el mal, la negación, los conservadores, los fascistas y la perversión. Entre aquellos a los que la sociedad otorga un sentido positivo alude a: la austeridad, la humildad, la elegancia, el lujo, la vanguardia cultural y la autoridad. También hay referencias neutras, como: la noche; el fin; lo universal o la nada.
La estudiosa del color Eva Heller en su “Sicología del Color” (GC Ediciones, Barcelona,2000) identifica 50 caracterizaciones del negro en el uso popular.

Un documento de interés

En este post quiero partir un testimonio que asevera el uso del negro entre los pueblos andinos, dentro de la esfera de influencia de lo que llamamos cultura inca. El texto dice lo siguiente: 

Del propio modo, se prohíben y quitan las trompetas o clarines que usan los indios en sus funciones, a las que llaman pututos, y son unos caracoles marinos de un sonido extraño y lúgubre, con que anuncian el duelo, y lamentable memoria que hacen de su antigüedad; y también el que usen y traigan vestidos negros en señal de luto, que arrastran en algunas provincias, como recuerdos de sus difuntos monarcas, y del día o tiempo de la conquista, que ellos tienen por fatal, y nosotros por feliz…”

El documento se debe a José Antonio de Areche (1731 – 1789), Caballero de la real y distinguida orden española de Carlos III, del Consejo de S.M., en el Real y Supremo de Indias, Visitador General de los tribunales de justicia y Real Hacienda de ese reino, Superintendente de ella, Intendente del Ejército, Subdelegado de la Real Renta de tabacos, Comisionado con todas las facultades del Excmo. Virrey del Perú para entender en los asuntos de la rebelión ejecutada por el vil traidor Tupac Amaru (II)”, según consta aclarando su firma. Se trata de un alto funcionario colonial español de triste memoria por cuanto encabezó la brutal represión de ese levantamiento indígena.

Justamente, se trata de la sentencia que condenó a muerte a Tupac Amaru II (José Gabriel Condorcanqui), datada el 15 de mayo de 1781 en la ciudad de Cuzco (hoy Perú). En la misma también se impuso una serie de restricciones contra su pueblo, lo que de hecho implicó un duro intento de suprimir toda manifestación de la cultura originaria hasta el punto de que el texto hoy sería una clara manifestación de etnocidio. Desde la Ciencia Jurídica estos dictados son absolutamente estentóreos, ya que el fallo imponía penar a todo un pueblo en forma indiscriminada, sin importar si habían participado de la rebelión o no.

Tupac Amaru

De lo expuesto resulta que en el virreinato del Perú estaba extendida entre los naturales el uso del negro en señal de luto, por esto se prohibía usarlo en las prendas, para evitar que de esa manera se mostrara pesar por la muerte del líder indígena.

El negro y la Vexilología

Su uso es francamente restricto. Son escasas las banderas del mundo que lo utilizan. Entre las mas conocidas podríamos mencionar algunas en Europa, comenzando por Alemania, que lo emplea como herencia de la Orden de los Caballeros Teutones, de donde pasó a Prusia; siguiendo por Bélgica, en donde alude a blasones medievales, esta raíz también se refleja en un significativo numero de entidades subnacionales de la Europa central y también se expresa en la insignia imperial rusa (blanca, amarilla y negra).

Además lo hallamos en las enseñas de muchos países musulmanes, en recuerdo de la dinastía abásida, y particularmente en los estados subnacionales de Malasia, así como en la insignia de Timor.

En el África aparece en los paños de Botswana; Zimbabwe, Sudáfrica, Mozambique, Tanzania, Malawi, Kenya, Santo Tomé y Ghana, con directa referencia a la raza que predomina en ellos; al igual que ocurre en el Caribe, donde podemos individualizar las enseñas de Trinidad Tobago, Bahamas, Sta. Lucía, Barbados, St. Kitts, Antigua, Dominica y Jamaica.

Ocasionalmente se ha usado en banderas para demostrar un pesar generalizado, como en la Georgia o coloreando de esta forma los pabellones de México, Guatemala y Cuba. También representa el humus (Estonia) y el arte ancestral (Papúa-Nueva Guinea). Desde mediados del siglo XIX el negro identifica al anarquismo y últimamente lo empleó el Estado Islámico (ISIS).

La difundida imagen del poncho salteño

Ningún estado de Latinoamérica incluye el negro en sus pabellones, pero es en la bandera de Salta; una de las provincias norteñas de Argentina donde (según algunos) el negro expresa su sentido luctual mas evidente ya que por tradición se afirma que el agregado de dos listas negras y un moño al poncho color borra vino o sangre de toro (como también se lo llama), tendría por causa el sentimiento de dolor por la muerte del caudillo y gobernador de la provincia Martín Miguel de la Mata y Güemes, general de los ejércitos patriotas en la brava lucha por la libertad de las Provincias Unidas (hoy Argentina). El hecho ocurrió el 17 de junio de 1821 y recientemente fue puesto de relevancia mediante la ley.

Por entonces Güemes contaba con amplio apoyo popular y tenia a su cargo la defensa de la frontera Norte de las Provincias Unidas del Río de la Plata, lo que hacia con eficacia al mando de sus gauchos salteños, jujeños y tarijeños, que lo endiosaban.

Salteños emponchados

Lamentablemente esta caracterización constituye un error de apreciación por falta de adecuada información. Las franjas negras del poncho salteño son relativamente tardías con respecto a la fecha de la muerte del prócer, lo que la tradición sí relaciona con el duelo sería el cuello y el moño negro, pero no las franjas.


El típico poncho salteño

Al parecer se habría generado cuando el artista italiano Aristene Papi 1877 - 1954 ilustró a  varios gauchos de poncho rojo con listas negras en su celebra composición “La muerte de Güemes”, ejecutada en 1910. La difusión popular hizo el resto, fueron protagonistas señalados de este fenómeno destacados folkloristas salteños, como “Los Fronterizo”, por caso.

“La muerte de Güemes" - Detalle

Cuando en 1996 la provincia buscaba una bandera que la representara se convocó a un concurso. La profesora Nélida Baigorria imaginó una propuesta basada en un poncho que ya era reconocido como “típicamente” salteño, sus alumnos coincidieron con la idea que finalmente se consagró como emblema oficial de Salta por medio de la ley Nº6.946 (1997).

Bandera de la provincia de Salta

Una voz autorizada

La profesora María Cristina Fernández, conocida como “Macacha”, amplia difusora de las tradiciones vernáculas y de Salta, en especial, explicó en su presentación ante el “XXI Congreso Internacional de Vexilología” (Bs. Aires, 2005):

      “El poncho salteño fue descripto en los relatos de viajeros en el siglo XIX. Importantes hallazgos arqueológicos avalan la teoría del uso de sus colores en la región en el año 1500, como en el caso de los denominados "Niños del Llullayllaco" en cuyos mantos se aprecian bandas negras y rojas. Dichos colores provenían de tinturas obtenidas de recursos propios de la región. El historiador Carlos Gregorio Romero Sosa, quien estudió los ponchos andinos, sostiene que previo a la llegada de los conquistadores al territorio de los antiguos quechuas, éstos utilizaban una manta cuadrada roja. Cuando Atahualpa fue salvajemente asesinado por los codiciosos europeos, los nativos le agregaron dos franjas negras a la manta en señal de luto y rebeldía. La manta se convirtió así en poncho enlutado, como dolido homenaje al Inca”

También agregó:

       “Según el Prof. Antonio Sorich, el segundo luto del poncho (alude al moño y al cuello negros) le fue agregado en 1921, al cumplirse el primer centenario de la muerte del prócer. Lo concreto es que el poncho rojo con guardas, cuello, corbatín y flecos negros, es de uso popular en Salta y de gran difusión en todo el país. Si bien la simbología de los colores es arbitraria, subjetiva y cambiante de acuerdo a los países, épocas y culturas, el salteño en general reconoce que el rojo representa la sangre vertida por sus antepasados y el negro el luto por los caídos. Las guardas laterales representarían el luto por todos los caídos durante la lucha por la independencia, el corbatín el luto por la muerte del general Martín Miguel Juan de Mata Güemes y los flecos a cada uno de los innumerables gauchos que integraron sus tropas y que ofrendaron su vida a la Patria”

Una poética explicación que refleja profundas tradiciones.

“Macacha” Fernández





jueves, 20 de julio de 2017

¿Abanderados sentados?

¡Desde  cuando!

Serie: Errores de Ceremonial

  ¡Así, no!

Por Miguel  Carrillo Bascary

En el permanente recorrer Internet buscando aprender suelen surgir verdaderos hallazgos, como el que comparto.

No interesa la situación; tampoco la entidad responsable, pero resulta imperioso explicar que es absolutamente improcedente que los abanderados y escoltas se sienten durante un acto.

El Ceremonial universal rechaza unánimemente esta “comodidad”. El abanderado y los escoltas tienen el rol de destacar a la bandera por sobre todas las cosas, el primero es un verdadero mástil viviente que “no puede darse el lujo de cansarse.”

Es obvio que los jóvenes que vemos no tienen responsabilidad por el desatino mostrado, pero no podemos decir lo mismo sobre la institución organizadora.

En la eventualidad de que el acto sea excesivamente prolongado; para que esto no afecte a los alumnos de la escuadra corresponderá que en el lugar asignado a la bandera se coloque un pie, para que la última pueda colocarse allí. Esto permitirá que el abanderado y los escoltas se retiren hasta el momento en que vuelvan a buscarla, próximo ya el fin del evento.

Hay otras dos opciones factibles pero ambas son tan poco ortodoxas que las desaconsejamos:
a) luego de cierto tiempo, intercambiar roles entre los miembros de la escuadra, de manera que el primer escolta tome la bandera y que el abanderado pase al lugar del anterior; o bien,
b) reemplazar a la escuadra completa por un nuevo trío de alumnos.

¡Así, sí!

En este segundo caso hallamos que uno de los escoltas parece haberse cansado pues lo vemos sentado, mientras que el abanderado permanece correctamente de pie. Cualquiera podría señalar también que el portador ha colocado la enseña patria sobre su izquierda y que tanto el tahalí esta en posición invertida.
  
20 de mayo de 2008

El caso adquiere particular destaque si observamos que se trata de un acto oficial, organizado por una entidad del Gobierno nacional y que, además el evento es de tanta importancia que participa el mismísimo Emanuel Ginóbili. Debería suponerse que la entidad aludida cuenta con la experiencia y la sapiencia necesarias para no dar lugar a desatenciones como las apuntadas.

domingo, 2 de julio de 2017

¿Cómo donar una bandera?

Donación de banderas, implicancias


Por Miguel  Carrillo Bascary

Es tradicional que las instituciones públicas o privadas que deseen distinguir o promocionar a otras entidades les donen un ejemplar de bandera o de un conjunto de bandera y asta.
Usualmente esto se concreta en una ceremonia especial o como parte de aquella que se realice para conmemorar alguna fiesta cívica o una circunstancia académica. La ocasión servirá para destacar los vínculos entre el donante y la donataria; todo esto se vuelca en un acta formal de donación.
En principio este documento es muy sencillo y admite incluir un apartado específico en donde se destaquen los acontecimientos que relacionan a las dos entidades o donde se relaciona la iniciativa que permitió concretar la donación.
Corresponde que la firma del acta se concrete en el curso de la ceremonia, inmediatamente después de que se entregue y reciba la pieza.
La locución informará lo pertinente a todos los presentes y se invitará al titular de la entidad donante para que suscriba el acta en primer lugar, seguido del titular de la donataria; inmediatamente después lo harán quienes los acompañan.

A tal fin la organización deberá disponer de una mesa que se colocará en un lugar destacado del ámbito en donde se realice la ceremonia. Quienes deban firmar se sentarán ante la misma para suscribir el documento, dando posibilidad para que un fotógrafo documente la ocasión. No resulta elegante que la firma se concrete de parados.


Es factible que también puedan suscribir el documento los asistentes que deseen hacerlo, esto que se concretará luego de que finalice la ceremonia para no alargarla en demasía y por razones de orden.

Cuando se done una bandera de ceremonia con su asta, se presentará armada; si el objeto de la donación es solo el paño, este se colocará sobre una bandeja de buena presencia, también podrá ser entregada cargada en los brazos del donante. 

Luego de ser recibida por el titular de la donataria siempre se pasará al abanderado y a los escoltas designados. 

En circunstancias menos formales la entrega puede concretarse presentando el paño en una caja que lo contenga pero la ceremonia pierde mucho lucimiento; en su caso la caja debe estar destapada, para que se observe la bandera. Compara la foto anterior con la siguiente y se comprenderá cabalmente lo expuesto.

Si se trata de una bandera de flameo se presentará encanastada, en brazos del donante o bien, en un cofre vidriado. Luego que la recibe el titular de la donataria se la pasará al abanderado y escoltas designados.


Cuando por alguna circunstancia se desee mostrar la enseña a los participantes, esto ocurrirá luego que sea recibida. El titular de la donataria la desplegará ayudado por algunos de sus acompañantes, cuidando muy especialmente que el paño no toque el suelo. Eventualmente es factible que las autoridades poseen para los fotógrafos con la bandera desplegada. Finalizada la sesión se deberá encanastar o doblar el paño con los debidos cuidados.

A continuación se ofrece un texto orientativo sobre el contenido del acta aludida. Sin perjuicio de lo expuesto nos comprometemos a evacuar toda consulta que fuere menester.

Texto guía:
ACTA DE DONACION DE UNA BANDERA

En la ciudad de (…) a los (…) días del mes de (…) del año (...) siendo las (…) horas; en el Despacho de (nombre completo de la entidad huésped), sito en (dirección; localidad, provincia y país) ante el/ la Señor/a Director/a (cargo; nombre completo y número de documento de identidad) de la (nombre completo de la entidad que recibe la donación); en este estado se hace/n presente/s (se mencionan los nombres de los donantes o de sus representantes, consignando sus respectivos cargos o funciones y haciendo mención de la entidad a la que representan, según corresponda y sus respectivos números de documentos de identidad) con el objeto de entregar en carácter de donación (se determina la bandera y sus accesorios, en su caso, con aquellas referencias que indiquen su origen). En este acto el/ la Señor/a Director/a recibe la/las pieza/s indicada/s; que una vez completados los requisitos de práctica será/n afectada/s al uso de la institución. No siendo para más y para constancia se labra la presente en dos ejemplares idénticos que una vez leídos firman las personas aquí mencionadas. Conste.-

Indicaciones para las firmas: 
  •  Firma en primer lugar luego, sobre la izquierda de la hoja, el titular de la entidad donante o de su representante; luego, el/la directora/a del establecimiento que recibe la donación (a la derecha); bajo ellos, los respectivos secretarios y luego las demás autoridades.
  • Las firmas llevarán los sellos aclaratorios e institucionales de los funcionarios que suscriben el acta. Si alguno de ellos circunstancialmente no dispone de su sello personal, aclara su firma y función de su puño y letra.
  •  El uso consagra emplear tinta de color negro.
  •   Lo correcto es que las firmas se acomoden formando dos columnas (una por cada parte), si se termina el espacio disponible en el anverso se continuará en el dorso, manteniendo el encolumnado. No se colocarán firmas en los márgenes.
  •  Cuando la donación tenga relativa importancia económica se aconseja la intervención de un escribano (notario).
Nota: El presente material ha sido confeccionado expresamente con referencia al Programa “Rosario, Cuna de la Bandera” (Municipalidad de Rosario, Secretaría de Gobierno), a solicitud de una escuela interesada.