martes, 30 de noviembre de 2021

Banderas de la Isla Mariposa

Un paraíso en busca de su identidad 

Guadalupe y sus banderas 

Por Miguel Carrillo Bascary 

Cuando se habla de Guadalupe se piensa en una isla, pero en realidad se trata de un archipiélago. Es parte del arco insular de las Antillas Menores, cuyas costas bañan el Mar Caribe y el Océano Atlántico, verdaderos paraísos para el turismo. Las islas mayores: Basse-Terre y Grande-Terre, están separadas por un estrecho canal marítimo, su imagen satelital revela una curiosa conformación que se asimila a una mariposa con las alas extendidas. A ellas se les suman:  Marie-Galante, La Desidérade, el grupo de Les Saintes y algunos islotes menores[1].

Posición de Guadalupe en las Antillas Menores 

En francés, su idioma oficial se la nombra como Guadeloupe; en creole, la lengua local se la designa Gwadloup y también Gwadloupéyen, aunque popularmente se la llama Gwadae. 

Precisamente, la vinculación entre las islas mayores suma nuevas designaciones. Así Basse-Terre corresponde a Karukera, “isla de las hermosas aguas”, como se referían a ella los arawak sus primitivos habitantes que desaparecieron víctimas de un auténtico genocidio a manos de los kalingos (caribes) que eran antropófagos. Mientras que Cibuqueira, “isla de los gomeros”, designa a Grande-Terre. 

Tan variadas formas de mención prefiguran un conflicto de identidad que se traslada a las banderas. 

Fue Cristóbal Colón quien, durante su segundo viaje en 1493, le dio su nombre en español, en honor al monasterio real de Santa María de Guadalupe, de esta manera cumplió la promesa que realizó a sus monjes cuando les pidió para que oraran a Dios por su feliz retorno a España. 

Antigua colonia francesa, desde 1946 Guadalupe forma un departamento de ultramar que integra la República Francesa y como tal, la bandera oficial de Guadalupe es la tradicional tricolor.

Bandera de Francia 

En 1982 se creó la región de Guadalupe, que al año siguiente originó el Consejo Regional de Guadalupe en 1983, cuya enseña es propiamente el logo de la entidad aplicado sobre un paño enteramente blanco, con un cuadrado celeste y verde sumado a un circulo amarillo y el perfil de un ave en vuelo, bucólica referencia a la belleza natural del archipiélago y de su potencial turístico.

Enseña del Consejo Regional de Guadalupe 

La composición étnica de su población (algo menos de medio millón de habitantes) indica un predominio de afrodescendientes y mestizos, blancos y una importante minoría de asiáticos. Lo que implica no pocas tensiones. 

Banderas extraoficiales 

El deseo de los guadalupanos de exteriorizar su identidad, tanto con fines turísticos como en las competencias deportivas inspiró el surgimiento de una bandera extraoficial basada en el escudo de armas de su principal ciudad, Basse-Terre.

Está formada por tres flores de lis en oro, aplicadas sobre una banda superior azul que aluden a la monarquía francesa, mientras que el resto del paño es negro, color que expresa el origen africano de la mayor parte de la población. Carga un gran Sol sobrepuesto a un manojo de cañas de azúcar, principal producción de la isla en tiempos coloniales y aún en la actualidad, aunque se encuentra en crisis. Este diseño refleja el pasado colonial, circunstancia que conspira contra la aceptación general del símbolo.


Variedad azul/negra – Blasón de Basse-Terre 

Como variante se utiliza otra bandera similar en un todo a la ya descripta, pero con la porción más amplia del paño en rojo, con lo que remite al escudo y a la enseña de la ciudad de París,


Variedad azul y roja comparada con el pabellón parisino 

La legislación francesa no prohíbe la adopción de símbolos, lo que explicaría la aceptación de emblemas guadalupenses, aún en ámbitos oficiales. Cuando se emplean acompañan al pabellón de Francia. También se usan para distinguir a delegaciones deportivas y en embarcaciones afectadas a la navegación local. 

La bandera de la mariposa

Un ejemplar de morpho 

Este insecto es símbolo de transformación y del renacimiento constante inspira el símbolo con directa referencia a la forma de coleóptero que define a Guadalupe. Precisamente, también se ha propuesto representara las islas mediante un ejemplar del género morpho que se caracteriza por su gran tamaño y el lindísimo celeste brillante orlado de negro de sus alas. 

Bannière papillon 

Se lo aplica sobre un círculo azul oscuro, representación del mar y dos grupos de tres estrellas en amarillo cuya armónica disposición implica la unidad y confianza que reina entre las respectivas poblaciones de las islas Cibuqueira (Grande-Terre), Karukera (Basse-Terre), Aïchi (Marie-Galante), Oüaliri (La Désirade) y Caaroucaëra (el grupo de las islas de Saintes), que integran el archipiélago. 

El paño rojo que contiene este emblema remite a la sangre vertida a lo largo de la historia de estas islas en pro de la libertad, en directa alusión al levantamiento encabezado por el mulato Luis Delgres que resistió la reimplantación de la esclavitud, a comienzos del siglo XIX. 

Variantes políticas 

Las expresiones más radicales han intentado expresarse a través de otras banderas para Guadalupe. 

En 1963 el GONG (“Group de Organization Nationale de Guadalupe”), comenzó a utilizar una bandera que remite inmediatamente a Cuba y Puerto Rico. 

Bandera para Guadalupe propuesta por el GONG 

En 1978, la independentista UOLG (“Union Populaire par la Liberation de Guadaloupe”) grupo de ideología izquierdista, afín a pautas culturales rastafaris, corporiza sus aspiraciones se en una bandera que se asimila de la de la vecina Suriname y utiliza los colores panafricanos. 



Bandera auspiciada por la UPLG y la del estado de Suriname 

El diseño registra una variante, que suma el perfil de las islas mayores en el lado del vuelo.


La dimensión internacional 

Como circunscripción del estado francés Guadalupe también es parte de la Comunidad Europea, de manera que no es poco usual ver que su bandera ondea en las islas. 

Bandera de Europa

Desde 1994 Guadalupe integra la AEC, “Asociación de Estados del Caribe” (en francés: “Association des États de la Caraïbe”) organismo que promueve la integración regional en materia económica y el desarrollo sustentable.


Bandera de la AEC 

Conclusión


Esta variedad de banderas para tan pequeño territorio certifica que el de Guadalupe es un pueblo en busca de su definitiva entidad. 

Nota: una excelente síntesis sobre Guadalupe puede verse en http://lasislasdelmundo.blogspot.com/2017/10/guadalupe.html



[1] La isla de Saint-Barthélemy (San Bartolomé, en español; Ouanalao, en lengua arawak) forma una comunidad autónoma desde el año 2007 y cuenta con una bandera extraoficial. 

San Bartolomé 

Lo propio ocurre con Saint-Martin (San Martín), en la que se registra el uso de las siguientes, aunque la tercera, que aparece referenciada en Internet, sería ficticia. Se valorará toda información ampliatoria.

Bandera del Fénix

Logo como bandera 

¿Ficticia?

domingo, 28 de noviembre de 2021

Bandera de los Amerindios de la Guayana

Un símbolo multicultural

Dos miembros de la etnia hacen flamear su bandera

Por Miguel Carrillo Bascary 

La Guayana Francesa, es una región y departamento de ultramar de Francia, por lo que oficialmente se identifica con su bandera, aunque también se ha postulado adoptar una enseña particular, sobre la que podrá ampliarse en un anterior estudio http://banderasargentinas.blogspot.com/2016/03/guayana-francesa-labandera-mas-joven-de.html

Fue en 1946 cuando alcanzó su actual status departamental, superando definitivamente el carácter de colonia que detentaba.

Su población es inferior a los 300.000 habitantes y su composición étnica presenta un panorama sumamente complejo en la que pueden distinguirse grandes grupos:

  • Los criollos: que si bien son nativos de poseen rasgos físicos fuertemente identificados con los afrodescendientes, que componen aproximadamente el 40% de la población.
  • Los cimarrones, descendientes de antiguos esclavos africanos y llegados de otras regiones de América.
  • Los metropolitanos, un término que abarca a los profesionales que trabajan en la Base Espacial francesa, empresas de este origen y sus familias.
  • Los miao o hmong, originalmente un pueblo de montañeses de Laos que llegaron hacia 1977 a consecuencia de las practicas genocidas que experimentaron a manos de los comunistas que predominaron en su país.
  • Aquellos de raíces brasileñas; y finalmente,
  • Los “pueblos autóctonos” que mantienen vívidos lazos de clan, que se agrupan en seis grupos principales, Lokono Arawak, Kali’na, Teko, Paykwenhe, Wyapi y Wayana. 

Sobre la bandera

Se mostró públicamente por primera vez el 9 de agosto de 2012 en oportunidad de inaugurarse el “Monumento Chamane” en Maotury, población satélite de Cayena, la capital oficial.

Es una forma de afirmar la identidad de los pueblos autóctonos guyanenses, de expresar sus intereses comunes y de plasmar una reivindicación del origen americano de la población guyanesa, bajo el amparo del Convenio Nº169 de la Organización Internacional del Trabajo.  

El lábaro fue propuesto por el dirigente Jean Phillipe Chambier de la etnia lokono arawak de Moury, presidente de la “Federación de Organizaciones Autóctonas de Guayana”.

La enseña se basa en una rosa de los vientos que descompone el paño en seis segmentos, cada uno representativo de uno de los principales pueblos de la Guayana, que se enuncian con sus nombres y con símbolos propios de cada cultura, conformando un verdadero caleidoscopio de colores, encerrado por una bordura de triángulos y círculos, multicromáticos.

La Vexilología nos advierte lo inadecuado de la extrema complejidad del diseño, sin embargo, su uso se ha divulgado ampliamente.

sábado, 27 de noviembre de 2021

El primer barco comunista en llegar a Bs. Aires

La incógnita de su bandera

El "Belluno", amarra en el puerto de La Boca (Bs. Aires)

Por Miguel Carrillo Bascary

La antigua revista “Atlántida” que fundó Constancio C. Vigil en el año 1918, fue un magazine ilustrado que marcó una época en Argentina y en América. La variedad de sus notas era asombrosa y se presentaba con una impronta humanista muy particular. El éxito que alcanzó fue clamoroso. 

De su número 119, aparecido el 8 de julio de 1920, rescato la combinación de cuatro fotografías integradas en un conjunto que lleva por título el que encabeza esta breve nota (ver foto al final).

Este título me intrigó hasta al punto que en un primer momento pensé que se trataba de un barco de bandera comunista. A poco verifiqué que se trató de un mercante con el nombre de “Belluno” que nos remite a una provincia y ciudad del Norte de Italia, enclavada en la región del Véneto, sita a unos 80 Km de Venecia.

Belluno (en rojo), posición relativa con Italia

Más precisamente se trata de una región interior surcada por el río Piave, es una de las tantas ciudades medievales de la península, que reconoce antecedentes de la época romana.

Puede decirse que Venecia fue la cuna del Partido Socialista Italiano fundado en 1892, desde allí extendió su acción a la zona circundante y obviamente a Belluno, lo que certifica la formación de una importante comunidad izquierdista en la comarca. 

Apunto que, recién en 1921 se fundaría en Livorno el Partido Comunista Italiano, pero más allá de esta referencia objetiva no puede admitirse que en la Italia de la época no hubiera ya una intensa actividad de personas que profesaban esta ideología y que se identificaban como tales. 

En este marco general, hacia 1920 se habría constituido en Génova una cooperativa de comunista que desarrolló el ambicioso proyecto de armar un barco que fletó a Bs. Aires. Sería interesante conocer mayores referencias, pero convengamos que mi tema de estudio son las banderas y no otro.

La crónica aporta muy poca información y se centra fundamentalmente en mostrar a la numerosa tripulación del “Belluno”, a la oficialidad y a la gran cantidad de personas que se acercaron al muelle de La Boca para recibir la embarcación fletada por una cooperativa, toda una novedad para la época, donde los armadores marítimos eran empresas netamente capitalistas.

Interesa ahora definir por qué se conceptuó al “Belluno” como de “bandera comunista”. 

Si ampliamos su fotografía amarrado en La Boca es factible distinguir que lleva pabellón mercante del Reino de Italia, que por entonces gobernaba Víctor Manuel III, de la Casa de Saboya.

Pabellón mercante del Reino de Italia (hacia 1920)

¿Cómo se explica entonces el título que empleó la revista?

La explicación surge a partir del Derecho Marítimo, que, aplicado al caso, nos indica que la “bandera comunista” a la que se refiere la crónica corresponde a la insignia de la armadora, en este caso la cooperativa comunista genovesa que es la que se observa ondeando en el palo de mesana (ver foto inicial). No es factible advertir sus características, pero previsiblemente debió ser roja, quizás con algún aditamento que la particularizara. 

En conclusión, asumo por mi parte que “Atlántida” buscó atraer el interés de sus lectores identificando a la embarcación de tal forma que, a su sola lectura, despertara la inquietud por ver de qué se trataba.

En cuanto a mí, lector con más de cien años de demora, el título cumplió su objetivo, hasta el punto que me llevó a estudiar aquel lejano acontecimiento.



jueves, 25 de noviembre de 2021

Taller: banderas de escritorio

Detalles que suman y restan

 

Por Miguel Carrillo Bascary

 

En este sencillo taller analizaremos tres casos vinculados a la disposición de las llamadas “banderas de escritorio” o “de mesa”, dispositivos sumamente útiles para el trabajo cotidiano de ceremonialistas y organizadores de eventos.

 

Como casi todo en Vexilología la presencia de estas pequeñas banderas es funcional para indicar la pertenencia de oradores y funcionarios en ambientes reducidos o que justifican una particularización, pero por sobre todo para circunstancias en las que se realizarán fotos o tomas televisivas, lo que incluye la modalidad zoom y aplicaciones similares que se han hecho tan comunes por la pandemia. Asimismo, contribuyen a orientar la ubicación de participantes cuando son varios, facilitándoles que encuentren sus lugares.

 

En otra oportunidad me dedicaré a un análisis orgánico de estas particulares banderas, hoy les propongo que nos centremos en tres problemas concretos.

 

Caso 1 

Corresponde a la fotografía que abre esta nota. Se trata del despacho personal del presidente de una Legislatura de provincia, donde resulta evidente que la bandera argentina está colocada a la izquierda, en contraposición a la regla de la derecha posición que ocupa la gran lámpara. 

En la toma no parece haber nada que justifique esta posición. Con toda lógica, tratándose de un ámbito formal como lo evidencia la referencia y el estilo del mobiliario, por lo que el pequeño vexilo debió colocarse a la derecha de la ubicación de quien ocupe el sillón. 

Caso 2 

En esta toma vemos a un recurrente gobernador que se está dirigiendo a la audiencia desde una mesa de sitio donde, además de la bandera de Formosa que identifica al funcionario la organización dispuso tres elementos netamente funcionales: una copa, una botella de agua (adviertan que está parcialmente oculta por el paño) y un dispensador de alcohol, como impone la pandemia. 

Aparentemente todo muy inocente, sin embargo … lo que podría admitirse desde la óptica de un organizador de eventos, no es si lo analizamos con la perspectiva de un ceremonialista. 

Veamos, la bandera está correctamente presentada y en el lugar que corresponde, a es decir la derecha del expositor. El problema aparece con los otros elementos, ya que si se observa bien la botella y la copa compiten con la bandera por la atención del auditorio. Sus presencias desmerecen la imagen del vexilo, con lo que lo adecuado hubiera sido colocar la botella y la copa sobre la izquierda. 

 Detalle

Se podrá justificar la posición mostrada en el hecho de que, si el expositor es diestro le resultará más fácil tener la copa en ese lugar, un argumento en principio válido, pero a mi juicio no suficiente para justificar que se disminuya el protagonismo que debe tener la pequeña enseña provincial. Mirémoslo desde otro punto de vista, si el orador juzga pertinente apoyar su presentación con la representatividad que le da la bandera, es justo que en contraprestación resigne la comodidad de tener la copa y la botella a su izquierda. 

¿Cómo se pudo proceder? En mi entender se debió colocar no una copa sino un vaso de adecuado tamaño (ni muy grande ni demasiado pequeño) y con buena provisión de agua a la izquierda del funcionario, algo más a su alcance que el dispensador de alcohol. De esta manera se elimina la consabida botellita que tan mal luce en las fotografías y que, además, implica una publicidad algo que corresponde evitar en ámbitos oficial, salvo que la empresa proveedora auspicie el evento. En el caso se tuvo el tino de quitar la etiqueta del envase, un punto para destacar.

Atención, tal proceder implica la necesidad de contar con un auxiliar de protocolo que esté bien atento desde una posición discreta, de manera que si el expositor consume el líquido durante su charla, se pueda acercar con discreción y volver a llenar el recipiente. 

En cuanto al dispensador sanitario, lo natural es que el expositor acuda al mismo al sentarse o al terminar su intervención, cuando se disponga a retirarse, nada justifica que lo use durante su alocución, por este motivo es válido que pueda estar sobre la izquierda, algo más lejos que la copa o vaso, para que no compita con la bandera, reitero. 

Al respecto, veo muy acertado el formato elegido para el dispensador cuya amplia base, en relación a su altura, permitirá operarlo sin necesidad de emplear las dos manos. 

Volvamos ahora a la copa, en principio estos recipientes son muy elegantes y contribuyen a dar una impronta de calidad del ambiente, por lo que llevan todas las de ganar con relación a un vaso. Sin embargo, también hay que considerar otros factores, como por ejemplo que el evento tenga la potencialidad de generar una discusión vehemente entre los participantes, en cuyo caso su menor base de sustentación puede generar inoportunos vuelcos, por algún arrebato del orador. 

También es pertinente conocer las peculiaridades expresivas de los expositores, hay algunos que tienen una gestualidad muy efusiva de manera que cuando se dirigen a la audiencia hacen amplio uso de sus manos, lo que a veces origina que volteen las copas, las que obviamente tienen mucha menos estabilidad que un vaso. He conocido varios oradores que eran “de temer” en estas circunstancias. 

Complementariamente habrá que elegir con sumo cuidado el estilo y la forma del vaso, para que tenga buena estabilidad y que no desmerezca la calidad del ambiente. 

Caso 3 

En el presente vemos a un alto funcionario (1) de la provincia de Tierra del Fuego, acompañado por la bandera nacional y la de su provincia, ambas colocadas a la derecha, lo que es correcto. 

El problema que se evidencia en la errónea disposición de sus paños, ya que si se observa con detenimiento la foto se verá que la de Tierra del Fuego muestra su reverso, un descuido de quien así las dispuso que desnuda su falta de profesionalidad.


Detalle

Otra referencia de interés, en casos donde haya dos banderas a la derecha del expositor, es una opción muy válida colocar la enseña de mayor jerarquía en la posición más cercana al mismo y la de segundo valor a la derecha de esta, pero unos centímetros más retrasada, resaltando así el debido orden protocolar en beneficio de la primera, lo que corresponde reforzar mostrándolas de tal manera que el paño de la segunda quede levemente oculto por el de la principal. 

Esta disposición es muy válida, particularmente cuando se realizan tomas fotográficas o planos televisivos al expositor, ya que ninguna enseña queda expuesta al “recorte” que resulta tan habitual en el manejo mediático de un evento y aquella que tiene precedencia destaca netamente respecto de la otra. 

Un detalle, mínimo pero muy evidente, es el descuido con que se armaron las pequeñas banderas, observen que ninguna está “al tope”, lo que es más acentuado en el caso de la argentina. Más aún, hay otra desprolijidad ínfima en principio, pero que se apreciará con claridad en las fotografías o tomas, se trata de dos pequeñas hilachas, en el vértice inferior del paño. 

Detalle

Aún encuentro otra objeción en la fotografía que estamos analizamos, esta radica en las bases de los mástiles, de evidente desproporción con relación al asta lo que implica una masividad que luce decididamente tosca. 

Conclusión 

Hemos analizado así tres casos prácticos, merecedores de diversas observaciones, algunas más evidentes que otras, pero que en toda circunstancia exponen la profesionalidad del responsable del armado del espacio en presentaciones oficiales de alto nivel y, que además compromete la imagen institucional de la entidad organizadora del evento y de quien eventualmente sea el expositor.

Nota: recojo la observación de uno de nuestros lectores que me indica que el funcionario fueguino no es el gobernador, como originalmente se publicó. También me indica que los colores de la bandera provincial no son los reglamentarios, en lo que corre con razón ya que son mucho más claros que los legítimos, al respecto no destaqué este aspecto por considerar que los tonos claros que muestra el ejemplar podían tener causa en un efecto técnico de la pantalla, lo que suele ser común. Siempre tendré presente el privilegio que me correspondió de ser iniciador de la Ley Nº458 que estableció esta bandera cuyo diseño, elaborado por la arq.  Teresa Martínez, fue establecido por el Decreto Nº1794/ 1999. Así como la enorme emoción de estar presente en su primer izamiento, invitado por la Gobernación de aquél entonces. Asimismo, el diseño del Sol de la bandera argentina no se corresponde con el oficial que fue definido oportunamente por el Decreto Nº1.650/ 2010.

martes, 23 de noviembre de 2021

Origen formal de la ley del “día de la Bandera argentina"

Breve crónica del proyecto y de la bandera que ondeó en la oportunidad

 Proyecto de ley enviado por el presidente Justo 

Por Miguel Carrillo Bascary 

Para los argentinos nacidos con posterioridad a 1938 es natural celebrar el “día de la bandera”, que para aquellos lectores que no tengan esta nacionalidad se conmemora el día del fallecimiento de su creador, el general Manuel Belgrano (1770-1820). 

También los argentinos también tienen internalizado que se trata de un “feriado nacional”, de hecho, un día de fiesta popular, a despecho de lo que se expuso sobre el deceso general Belgrano. 

Sin embargo, puede ser de interés general conocer cuáles fueron los fundamentos con que el Ejecutivo de entonces, a cargo de Agustín Justo (1876-1943), ingresó el proyecto al Congreso en junio de 1937, como forma de dar respuesta al pedido que a fines de 1933 le había hecho la “Comisión pro-día de la Bandera” que formaban decenas de rosarinos, que impulsaban la idea a partir de una propuesta de la "Junta de Numismática e Historia Americana". Así se observa en la foto que preside esta nota, aunque en el texto no preveía que fuera feriado.

Agustín P. Justo 

De hecho, en mayo de 1935, el diputado santafesino Rafael Biancofiori (1876-1941) presentó primer proyecto de ley que en justicia corresponde sea destacado. Ahí se estipulaba que se celebrara el 20 de junio, aniversario de la muerte del prócer. 

Por esas cosas de la política fue el mensaje del Ejecutivo el que llegó a ley, con el aditamento de la declaración de feriado que se le sumó durante el debate. 

El inspirador de la recordación había sido una personalidad de aquel tiempo, Calixto Lassaga (1857-1954), quien lo postuló durante una intervención en el “Jockey Club de Rosario” y así lo difundió desde las páginas del diario “La Capital” el 30 de mayo de 1935. 

También en 1938 tuvo entrada un proyecto similar al del Ejecutivo que presentó el diputado por la Capital Federal, Daniel Varela Dorna (1887-1971), este sugería el 20 de julio en razón de ser la misma fecha de 1816 en que el Congreso reunido en Tucumán oficializó la Bandera como símbolo de las Provincias Unidas de Sudamérica.

Calixto Lassaga 

Al año siguiente, precisamente el 20 de junio,, un grupo de ciudadanos auto titulado como "Comité Popular de la Juventud Argentina de homenaje a la Bandera y su creador General Belgrano" conformado por Luis Agote Robertson, Eduardo Videla Dorna y su hermano Daniel (diputado nacional), Ramón Oscar Castilla, Luis María Ferraro, Carlos Rojas Torres, Raúl y Alfredo Etcheberry, Ricardo Alberdi y Jorge Seré  quisieron desagraviar a la Enseña nacional que había sido mancillada durante el acto del 1º de mayo protagonizado por las izquierdas, como resonancia de las pasiones que sacudían España aquejada de su guerra civil. 

Ellos compraron una inmensa bandera de 15 metros de largo y, en presencia del presidente de la Nación y de otras altas autoridades, la izaron en un mástil ubicado al lado del Obelisco, en el sitio donde se izó por primera vez en la ciudad de Bs. Aires, el 12 de agosto de 1812. Este acontecimiento determinó la iniciativa de ley que luego presentó Videla Dorna.

Durante el trámite del proyecto se debatió cuándo debía conmemorarse, si el 27 de febrero (creación del símbolo), el 3 de junio (nacimiento de Belgrano), otro día a determinar,  el 20 de junio o el primer domingo posterior. 

Agotado el debate terminó convertido en ley el 8 de junio de 1938, a tiempo para concretar su primera celebración a nivel nacional. Fue en su transcurso que se le adicionó el carácter de feriado nacional, a propuesta del diputado por Bs. Aires, Matías Sánchez Sorondo (1880-1959), con lo que el artículo 1º de la Ley Nº12.361 finalmente quedó redactado así: 


“Artículo 1º - Declárese Día de la Bandera, el 20 de junio, que será feriado en todo el territorio de la República.”


Roberto M. Ortiz

Ya para entonces Justo había cesado en su cargo y desde el 20 de febrero de 1938 era presidente Roberto M. Ortiz (1886-1942), a quien le correspondió promulgar la ley.

Llegado el 20 de junio de 1938 unos 80.000 escolares estuvieron presentes en la “Plaza de Mayo” (Bs. Aires), con las banderas de sus escuelas y colegios, que fueron unas 1.200, reunidos en derredor del monumento ecuestre del prócer y de "Pirámide de Mayo". Así conformaron una imagen alegórica impresionante destinada a quedar en la Historia.

La única nota discordante fueron unos 10 jóvenes que se formaron para hacer el saludo nazi, ante la repulsa de la generalidad de los otros asistentes, los que fueron detenidos por la policía, que de esa forma evitó que el incidente llegara a mayores (Corresponsalía del diario “El Orden” de Santa Fe, 21 de junio de 1938).

Primera conmemoración oficial del "día de la Bandera" (1938)

El citado "Comité Popular de la Juventud" entregó en custodia esa histórica bandera a la Municipalidad de Bs. Aires, en su momento integró la colección del Museo "Brigadier General Cornelio Saavedra", de la ciudad de Bs. Aires, hasta que fue cedida al Museo Histórico Nacional por el Decreto Nº13.096/ 1961, que la recibió según acta del 20 de diciembre de ese año.

Diez años más tarde esta gran bandera  fue destinada al Monumento Nacional levantado al símbolo, en la ciudad de Rosario, donde se la recibió el 23 de octubre de 1971, allí permanece en una vitrina de la "Galería de Honor de las Banderas de América".

La histórica pieza

Nota: sobre la primera celebración del "día de la Bandera", ocurrida en 1910 puede ampliarse en: https://banderasargentinas.blogspot.com/2018/06/eldia-de-la-bandera-y-su-primera.html