domingo, 29 de junio de 2025

Vinchina, en sus banderas

Un diseño verdaderamente telúrico

Bandera del departamento Vinchina (La Rioja, Argentina)

Por Miguel Carrillo Bascary

Vinchina es un departamento, organización de tipo municipal que abarca varios centros poblados. Se ubica al Norte de la provincia de La Rioja (Argentina). Su ciudad cabecera es la  Villa San José de Vinchina. La jurisdicción tiene algo menos de 3.000 habitantes, se halla a unos 345 km de la capital provincial y a unos 1.100 km de Bs. Aires. Tiene un perfil netamente agrario. El clima de montaña presenta una gran amplitud térmica.

Recientemente se dio a conocer que el diseño de los jóvenes Bautista Casas y Yalén Abarca, presentaron bajo el seudónimo “Colores de la Memoria”. Fue seleccionado como bandera de la localidad, de entre once proyectos, en un concurso que promovió meses atrás el Concejo Municipal.

Se basa en la llamada “estrella diaguita”, el más significativo  de los geo glifos[1]  que se encuentran en las cercanías. El mayor mide 10 metros de diámetro. Completa el diseño el perfil de los montes aledaños.

La diaguita es una de las culturas originarias del Nor Oeste argentino, por esto Bautista explicó que la estrella representa a la historia local.

Mientras que el celeste remite al límpido cielo del lugar, en tanto que el amarillo alude al suelo y al polvo que desprende el viento zonda que sopla fuertemente en la región. 

El medio que tomo como fuente de la noticia, “Nueva Rioja[2]”, informó que el emblema se presentará oficialmente el próximo 9 de julio, durante los actos oficial en los que se conmemorará la Independencia nacional.

El Facebook de FM “La Troya” difundió el pasado 18 de junio los tres diseños que se juzgaron más destacados. Se reproducen[3] los identificados con los números 2 y 3, el 1, que se muestra al inicio, fue el seleccionado:

Diseño 2 

Diseño 3 

Cumplo en referenciar que Wikipedia daba cuenta de una eventual bandera de Vinchina elaborada y difundida “Polifemo Campos” desde el 17 de junio de 2024, que también tomó como referencia la estrella diaguita:

Propuesta de Polifemo Campos

La iniciativa finalmente seleccionada presenta varias virtudes entre las que destaca la originalidad, su referencia con la cultura local y el atractivo equilibrio de colores. En lo persona hubiera sumado un muy fino perímetro blanco a la estrella para que destaque sobre el fondo.


[1] Mayor información en: Adriana Callegari, Gisela Spengler y Silvia de Acha. “Estrellas Riojanas. Geoglifos del norte de la provincia de La Rioja, Argentina”. En Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino. Vol. 24, Nº1. Santiago de chile. Junio,  2019. https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-68942019000100011

sábado, 28 de junio de 2025

El Ceremonial de estado, más allá de los conflictos

200 años de relaciones argentino/británicas

Por Miguel Carrillo Bascary

Advertencia

La imagen que abre esta nota y otras que le seguirán plantean una polémica de la que no escapará mi comentario. Desde ya pido disculpas si molestara a algunos y, al mismo tiempo, reclamo el respeto pertinente propio del análisis profesional de la temática.

Todavía están demasiado abiertas algunas heridas, a más de 40 años de la Gesta de Malvinas y tampoco pueden soslayarse las antinomias propias de las relaciones entre Argentina y el Reino Unido, tal como lo expresa la historia.

Alguien me dijo una vez que ambas naciones se asemejan a una pareja, donde en relación tóxica y, al mismo tiempo, mutuamente enriquecedoras, donde sus miembros estrechan vínculos, una y otra vez, pero otras tantas se disgustan, se celan, pelean, se odian y, también, se anhelan.

No me detendré a reflexionar sobre esto, mi enfoque se limitará al estudio de las fotografías desde la perspectiva del Ceremonial, que es la temática del Blog.

Lo cierto es que los doscientos años de relaciones diplomáticas entre Argentina y el Reino Unido, tal como se expresó en el “Tratado de Amistad, Comercio y Navegación”, suscripto el 2 de febrero de 1825, es tiempo más que suficiente para tener mucha historia en común, con todo lo que esto significa: bueno, regular y malo.

Ese acto formal ocurrido hace dos siglos, fue lo que dio lugar al evento que se realizó en el emblemático Teatro “Colón”, que también sirvió como despedida de la embajadora británica, Kirsty Hayes, ya terminada su gestión en el país.

Destaco por sobre todo que, si bien la actividad se cumplió en la ciudad de Bs. Aires, la diplomática oficio de anfitriona, una condición que definen los comentarios que seguirán.

De lo dicho, a los hechos:

Foto 1

En la toma destaca el isotipo del encuentro. La referencia al emblema británico aparece a la derecha, lo que ab initio implicaría una señal de precedencia respecto del que identifica a la Argentina, lo que a algunos podría molestar. Sin embargo, esto es lógico ya que, como se dijo, la anfitriona es la embajadora británica.

Destaco un aspecto aparentemente menor, pero que no puede pasar desapercibido, el Sol es el que define la normativa nacional para nuestra enseña patria (Decreto Nº1.650/ 2010); es lo correcto, no siempre ocurre.

 

Foto 2

Aunque se trataba de un evento social, no puede soslayarse, por, sobre todo, que fue una actividad oficial, propia de la Embajada del caso. Por esto es lógico y natural que se dispusieran las banderas que vemos.

Acá cabe destacar que los vexilos corporizan tanto a los pueblos que identifican como a los gobiernos que estos se han dado en ejercicio del derecho de representación. Dicho de otra manera, más allá de los anfitriones e invitados, también ambos pueblos estuvieron presentes en la ocasión.

En cuanto al armado del dispositivo de ceremonial, la ubicación de las banderas se corresponde con el centro de atención de los presentes, conformado por el espacio donde se ubicó el solista y el piano que lo acompañó.

Analicemos la forma en que se ordenaron las precedencias. La Unión Flag ocupó el centro del conjunto, disposición correcta por oficiar de anfitriona, sin embargo, la Enseña argentina debió ir a la derecha de la anterior, ya que así correspondía, toda vez que la representativa de la CABA es de rango inferior. Una desatención grave, dado el ámbito formal del evento y el compromiso profesional en materia de Ceremonial que cupé exigir. Esta negativa responsabilidad debe cargarse a la organización.

Interesa señalar que la presencia de la bandera de la CABA estaba justificada, por cuanto el Teatro “Colon” es administrado por el gobierno local, a través de su Ministerio de Cultura, si bien lo opera un ente autárquico oficial.

Otras observaciones merece la presentación de los vexilos. Se observará que los tres utilizan astas idénticas, munidas de la moharra de reglamento para la Bandera argentina, como corresponde. También muestran corbatas, de conformidad con la normativa nacional, la correspondiente al lábaro argentino y al de CABA, según es de practica. A esto se suma la que luce el británico que, aunque no está prescripto en los usos de origen, se justifica en la ocasión para no desentonar con los restantes, lo que también es correcto.

Empero, aparece una falla que hace poco favor al profesionalismo de los responsables de la organización, esta radica en la falta de armado de los paños que se visualizan sin el volumen que les debió aportar el uso de expansores, con ello pierden presencia; nunca debió ocurrir.

Un punto positivo a destacar es que, el paño de la Bandera argentina es el normado por el Decreto Nº1.650/ 2010, no siempre ocurre así, aún en ámbito oficiales. Por su parte, la Union Flag muestra un fondo azul cerúleo en vez del oscuro tradicional, tal como se viene empleando en este estado desde hace varios años.

Foto 3 - El Secretario de Finanzas del gobierno nacional, Lic. Pablo Quirno

Ya entrando en detalles, se advirtió que la mayoría de los funcionarios del gobierno nacional llevaron en las solapas de sus sacos pequeñas banderas nacionales. Algo sumamente válido y oportuno, dada la ocasión. No ocurrió lo propio con otros invitados argentinos, como en el caso del Ministro de Justicia, un olvido que no debió ocurrir bajo ningún aspecto. Esta ausencia también se advirtió en las damas, aunque justo es reconocer que varias llevaron prendedores con los colores nacionales.

Foto 4 – La embajadora saliente y el Ministro de Justicia de la Nación

Numerosos invitados aceptaron un pequeño pin que reprodujo el isotipo del acontecimiento.

               Foto 5 - El embajador de Italia, Fabrizio Lucentini

En resumen

- Hubo varios aciertos, pero también errores, algunos francamente inaceptables considerando que se trataba de un ámbito diplomático.

- Sirva la experiencia para advertir que lo que pudo pasar desapercibido en el momento, cobra dimensión en las imágenes generadas que se difunden por los medios magnificando las faltas de profesionalismo.

- Un aspecto importante, los funcionarios argentinos tendrían que extremar sus cuidados en aquello que se relaciona con la imagen institucional que invisten, lo que debió ser considerado muy particularmente dada la historia bifronte de las relaciones argentino-británicas/ británico-argentinas. 

¿No les parece?

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Notas:

La viñeta de apertura está tomada del diario La Nación (Bs. Aires) https://www.lanacion.com.ar/opinion/el-reino-unido-y-la-argentina-un-vinculo-que-trasciende-el-tiempo-nid02022025/

Las fotografías son de Jaime Olivos, fueron tomadas del medio Infobae https://www.infobae.com/fotos/2025/06/26/40-fotos-la-celebracion-del-bicentenario-entre-el-reino-unido-y-la-argentina-en-el-teatro-colon/

viernes, 27 de junio de 2025

Nacimiento de Belgrano y la prueba del absurdo

Por favor, ¡basta de fantasías!

El niño Manuel y su madre, María Josefa (imagen referencial)

Por Miguel Carrillo Bascary

En las últimas semanas se difundió ampliamente un documento que aventura que el general Manuel Belgrano nació en 1767 y no en 1770, como lo acredita la historia.

La noticia se presentó con caracteres sensacionalistas y no faltaron algunos que creyeron poder reescribir la historia del gran hombre[1]. Como muestra reproduzco un titular, de los que hubo parecidos: “Un descubrimiento que cambia la historia argentina”. Ni más, ni menos.

Captura de pantalla de la emisión

Varios amigos y lectores me solicitaron un parecer al respecto, lo que hago en las siguientes líneas.

Bautismo del futuro prócer

Desde ya, ratifico con certeza basada en documentos, que el Manuel Belgrano, al que reconocemos como padre de la patria, nació el 3 de junio de 1770 en la ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Santa María de los Buenos Aires, hoy CABA[2].

Sus felices padres, Domingo Belgrano Peri y María Josefa González Casero, en nombre de su octavo hijo, pidieron a la Iglesia que fuera bautizado. Estoy ocurrió precisamente el 4 de junio de 1770. Como católicos bien formados, quisieron que el niño recibiera el sacramento lo antes que sea posible, para que no quedase sin la gracia de Dios ni un solo día.

Ese 4 de junio el canónigo Juan Baltazar Maciel[3] impuso a la criatura los santos óleos y el agua bendita que prevé el ritual, dándole el largo nombre que todos conocemos, sobre el que seguramente habrán cavilado sus causantes. Seguidamente se tomó razón de los dichos del progenitor, quien afirmó que el pequeño había nacido “… ayer, 3 del corriente (sic). Así consta en el acta registrada en el Libro de Bautismos de la parroquia. Este asiento comprueba, tanto el nacimiento aseverado como el sacramento discernido con efectos ante la ley civil y la religiosa.

Dicho de otra forma, fue entonces que el párvulo quedó registrado como súbdito del Rey de España y como miembro de la Iglesia Católica.

Antigua pila bautismal, Catedral de Bs. Aires
(no consta que haya sido la usada para bautizar a Belgrano)

Cabe destacar que en aquellos tiempos el acta de baptismo era el documento que acreditaba la identidad de una persona. Así continuó ocurriendo hasta 1884, en que la Ley N°1.565 creó el Registro Civil. Cuando los nacidos con anterioridad necesitaban acreditar su nacimiento bautismo[4] a los efectos de algún trámite debían pedir una constancia en la parroquia del caso, que se extendía en forma de certificado, un documento que usualmente se llamaba “partida” o “fe de bautismo”.

Se transcribe el texto del asiento referido a Manuel Belgrano que obra en las fojas 43 y 44, tomo 1769-1775, del Libro de Bautismos, de la Catedral de Buenos Aires[5]:

En cuatro de junio de mil setecientos setenta años el señor Doctor Don Juan Baltasar Maciel, canónigo magistral de esta Santa Iglesia Catedral, Provisor y Vicario General de este Obispado, y Abogado de las Reales Audiencias del Perú y Chile, bautizó, puso óleo y crisma a Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús, que nació ayer 3 del corriente: es hijo legítimo de don Domingo Belgrano Peres[6] y de doña María Josefa González. Fue padrino Don Julián Gregorio de Espinosa: de que doy fe=testado=Con mi licencia el Señor Provisor=no vale=Doctor Miguel de Leyva” [rúbrica]

Acto seguido se reproduce la imagen del asiento, que se fraccionó entre el fin de una página y el comienzo de la posterior.


Acta de bautismo del niño Manuel Belgrano Pérez

Belgrano estudiante

Cuando recientemente se presentó como una “noticia-bomba” el documento que probaría que Belgrano nació en 1767 y no en 1770, se concretó de tal forma que algunos desatentos pudieron pensar que era el propio interesado quien lo suscribió.

En realidad, el joven porteño no firmó ese certificado, simplemente porque no le correspondía. De su contexto queda en claro que cuando terminó sus estudios universitarios, solicitó a la Chancillería de Valladolid que se lo habilitara para el ejercicio de su profesión, petición sí que suscribió de su puño y letra. En la oportunidad acompañó los otros requerimientos de práctica, entre los que se halló la partida que probaba la inscripción de su bautismo en el registro parroquial, en donde consta que vio la luz en 1767. Se transcribe y reproduce el folio pertinente:

"El bachiller[7] Manuel Belgrano Pérez, natural de la Ciudad y obispado de Buenos Aires, digo que estoy graduado en la Facultad de Leyes en la Real Universidad de esta ciudad. Y he cumplido los cuatro años de prácticas que previenen nuestras reales leyes[8]. Como consta, de certificación del grado y demás documentos, cuáles en la fe de bautismo, presento y juro. Solicito recíbame de abogado ante su Alteza, suplico se sirva, se me dé pleito, en qué recibiré mercedBachiller Manuel Belgrano” [signatura]

Al final del folio obra la constancia de recepción, con la firma del Secretario de la Chancillería.

Se transcribe acto seguido la certificación sobre el bautismo de Belgrano que se acompañó con la solicitud ante la Chancillería de Valladolid, la que reza:

El Dr. Don Juan Cayetano Fernández de Agüero, cura Rector más antiguo de esta Santa Iglesia Catedral de la muy noble y muy leal ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Santa María de los Buenos Ayres, examinador sinodal de este Obispado del Río de la Plata, comisario jubilado del Santo Oficio de la Inquisición. Certifico en cuanto puedo, que en el Libro parroquial de Bautismos de personas españolas que empezó desde el año mil setecientos sesenta y seis, y acabó en el de mil setecientos setenta y cinco, se halla al final de la Página cuarenta y tres y principio de la cuarenta y cuatro la fe de bautismo del tenor siguiente:

En cuatro de Junio de mil setecientos sesenta y nueve años, el Señor Don Juan Baltasar Maciel canónigo magistral de esta Santa Iglesia Catedral, Provisor y Vicario general de este Obispado, y Abogado de las Reales Audiencias del Perú y Chile, bautizó puso Óleo y Crisma a Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús, que nació ayer tres del corriente; es Hijo legítimo de Don Domingo Belgrano Perez, y de Doña Josefa González. Fue padrino Don Juan Gregorio de Espinosa, de que doy fe. Doctor Miguel de Leyba.- Como del citado Libro parroquial consta y concuerda esta copia con su original, a que me refiero, y en el que se halla firmada la Partida, a fe de mano y letra según parece del expresado Cura Rector (...)”

Con lo que queda expresada la parte pertinente, continuando el documento según resulta de la imagen reproducida. Se hace evidente entonces que el documento certifica que es copia de la partida previamente expedida, con la notoria diferencia en el año atribuido al nacimiento de Manuel. La ampliación de la imagen[9] permitirá apreciar la correspondencia con la transcripción realizada.


Resumiendo

Para desarrollar la temática se tomaron como referencias el acta obrante en el Archivo de la Catedral, y la copia de la partida, tomada del documento pre mencionado, actualmente habida en el Archivo de la Chancillería.

Es obvio que, atento a lo expuesto, el asiento de la primera debe prevalecer, por constituir un documento público de probada autenticidad, lo que implica que Manuel Belgrano nació el 3 de junio de 1770, incuestionablemente.

Por esto, el año consignado en la constancia guardada en Valladolid no se corresponde con la verdad, sin perjuicio de todas las especulaciones que puedan hacerse al respecto.

En Derecho, lo que vale es el documento, no su copia. Así también lo entiende el sentido común.

Prueba del absurdo

Podrían volcarse numerosas consideraciones sobre esta evidente contradicción y traerse a colación otros documentos, pero no entraré en tal análisis. 

Me bastará recurrir a una prueba irrefutable que acredita la verdad fáctica y para esto me valdré del absurdo.

Si se tiene presente que el matrimonio Belgrano–González casero tuvo dieciséis hijos, hay que verificar cómo se dieron estos nacimientos. La siguiente imagen consigna los datos genealógicos de la esposa de Domingo Belgrano, las referencias sobre su casamiento y la extensa descendencia de ambos [10].

En lo pertinente, se verá que en 1767 nació la sexta hija de la pareja, María Josefa Anastasia, con lo que resulta imposible que Manuel haya venido al mundo el 3 de junio del mismo año[10].

Conclusiones

-   Fuera de toda duda, el documento legalmente válido es el acta que consta en el Libro de Bautizos de la catedral porteña, que señala a 1770 como año de nacimiento de Manuel Belgrano, como siempre se ha sabido.

-   El nacimiento de María Josefa Anastasia en 1767 invalida en forma absoluta que, en ese año, casi dos meses después haya visto la luz su hermano Manuel.

-   La trascripción de la partida que presentó Belgrano ante la Chancillería de Valladolid yerra en afirmar que el nacimiento del prócer ocurrió en 1767.

-   De donde, no hay nada novedoso en el documento sedicentemente revolucionario que se difundió recientemente. De hecho, no hay ninguna nueva Historia que escribir. Lo escrito, bien escrito está. 



[1] Entrevista de Adrián Cragnolini, a Javier Carles Urclé, nota de Cadena 3, https://www.youtube.com/watch?v=TG4FthoR0-8; que fue levantada por otros medios. Por ejemplo: https://www.canal26.com/historia/2025/06/20/con-la-firma-de-manuel-belgrano-un-documento-en-espana-revela-un-dato-que-cambia-la-historia-argentina

[2] Para quienes no sean argentinos la sigla corresponde a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

[3] Es curioso que el canónigo fue tío de Cosme Maciel (1784-1850), regidor de tercer voto de Santa Fe, a quien la tradición sindica como la persona que izó por primera vez la Bandera nacional, el 27 de febrero de 1812, en la batería "Libertad", poblado de la Capilla del Rosario.

[4] Por ejemplo: para recibir los sacramentos de la confirmación, el orden sagrado o para bendecir un matrimonio.

[5] Para facilitar la entelequia de los documentos transcriptos se modernizó su redacción.

[6] En su origen, el segundo apellido de Domingo Belgrano era Peri, que al radicarse en los dominios hispanos se transformó tanto en Pérez como en Peres.

[7] El de bachiller era el grado menor de los estudios universitarios, que franqueaba al ejercicio de una profesión sin necesidad de llegar a los grados mayores, la licenciatura y el doctorado.

[8] Esto se acreditó con dos certificados que dan cuenta del ejercicio de sendas pasantías que Manuel Belgrano cumplió en dos estudios jurídicos.

[9] Imágenes tomadas del Archivo de la Cancillería de Valladolid, Secretaría del Acuerdo, Caja 23.46.

[10] https://www.genealogiafamiliar.net/getperson.php?personID=I8796&tree=BVCZ

[11] Con el tiempo, la citada casó con José María Calderón de la Barca con quien concibió once hijos y entregó su alma al Creador el 22 de junio de 1834, a sus 67 años https://gw.geneanet.org/gentuc?lang=es&n=belgrano+gonzalez&p=maria+josefa+anastasia

María Josefa Belgrano González


miércoles, 25 de junio de 2025

1824 - Tempranos honores al General Belgrano

En la pluma de “Un Inglés”

Por Miguel Carrillo Bascary

Todo argentino sabe que el 20 de junio de 1820 murió en Bs. Aires el general Manuel Belgrano, prácticamente ignorado excepto por su familia. Recién al cumplirse el primer aniversario se le rindió el digno homenaje que merecía, en el que participó prácticamente toda la ciudad.

En aquel entonces no existía la costumbre de recordar a un gran hombre con un feriado, pero esto no fue obstáculo para que el pueblo lo hiciera de manera espontánea, sin necesidad de que lo dispusiera una ley o un decreto. Así se desprende de la reseña que nos dejó uno de los tantos "viajeros ingleses" que estuvo por nuestro país en 1824.

Se trata de George Thomas Love, quien bajo el seudónimo “Un Inglés”, escribió “Cinco años en Buenos Aires. 1820-1825”, un verdadero clásico de las crónicas históricas. Love formó parte de la nutrida colonia de británicos que vivían por entonces en el Río de la Plata, en número aproximados a los 3.500. En su relato, que deja entrever cierta perspectiva irónica, expone las costumbres porteñas, describe el ambiente económico y social de aquel entonces. En sus líneas tuvo la iniciativa de volcar anécdotas, apreciaciones culinarias, deportes, supersticiones, trabajo, religión y hasta comentarios sobre los uniformes, sin olvidar las modas en el vestir.

Transcribo el breve, pero significativo párrafo que dedica al prócer, de cuyo contexto se refiere al año 1824:

El general Belgrano, nacido en la provincia, y muy celebrado por sus campañas contra los españoles, tiene asignado un día fijo en el que se rinden honores fúnebres a su memoria: esto sucede en junio, mes en que murió”.

Queda patente así que hace 201 años, al menos en la ciudad de Bs. Aires, se conmemoraba al prócer el día de su fallecimiento. Un lejano precedente del que se estableció con referencia a la Bandera nacional, mediante la Ley Nro.12.361 que se aprobó en 1938.

La primera edición de la obra citada se publicó en Londres, en 1825, con el siguiente título: “A five years in Buenos Aires, during the years 1820 to 1825, by as Englishman[2]”. Traducido más tarde al español se difundió en 1940, prologado por el académico Alejo B. González Garaño, editado por Solar, y desde entonces la frescura se sus memorias y la capacidad de describir su experiencia de vida generó numerosas reediciones.

Más tarde fue Rafael Alberto Arrieta (1889-1968) escritor, traductor, director del Colegio Nacional de Bs. Aires entre 1928 y 1932, quien atribuyó la autoría de la obra a George Thomas Love, quien fundó el periódico "The British Packet and Argentine News", que circuló en idioma inglés entre 1826 y 1858, editado en Bs. Aires. Love era londinense y había nacido en 1792, tenía un excelente don de gentes y llegó a presidir la “Sala Británica de Comercio”. Falleció en Bs. Aires en 1845.



[1] Miniatura del general Manuel Belgrano ejecutada en óleo, sobre marfil. La pieza pertenecería a la colección de H. Porcel.

[2] A quien tenga interés en leerlo en su versión original le bastará clikear en: https://books.google.com.ar/books/about/A_Five_Years_Residence_in_Buenos_Ayres.html?id=OvARNxpJF24C&redir_esc=y

martes, 24 de junio de 2025

De cintas a corbata

El caso de la bandera de La Rioja (Argentina)

 Imagen reciente, se destaca la corbata actualmente en uso 

Por Miguel Carrillo Bascary

Esta nota integra la serie dedicada a las corbatas de banderas (1), elementos que las complementan. Un tema tan particular que muchos ni siquiera lo consideran pero que en este Blog tiene cabida. Les comparto los hechos recopilados y les presento mis reflexiones.

Cuando en 1986 sesionó la Convención Constituyente de la Provincia, se dictó una resolución que creó la bandera que la particulariza. En el segmento pertinente se lee:

“Art. 2º.- […] Del cuello de la moharra una cinta con ambos colores azul y blanco y en letras negras la inscripción «LA RIOJA POR LA UNIDAD NACIONAL Y LATINOAMERICANA»”.

La expresión manifiesta la contribución que el pueblo riojano se fija como objetivo: la unidad nacional y de Latinoamérica.

Lamentablemente, en el debate del proyecto de resolución que determinó la adopción del vexilo no consta qué razones se invocaron para justificar la inclusión de los colores que forman el paño de la enseña.

Imagen original de la bandera según se difundió (1986) (2)

En la disposición se indica, con exactitud, que será blanco y azul. Sin embargo, la práctica revela una mutación normativa ya que la bandera consta en blanco y celeste; este fenómeno trascendió a la cinta que la complementa.

En cuanto a la leyenda expresada, la normativa consigna que deberá llevar una inscripción “en letras negras” y, por la forma en que consta en la redacción, que se expresarán en mayúsculas.

Nuevamente se constata una práctica irregular, ya que en algunos de los primeros ejemplares que se confeccionaron las letras fueron rojas, más tarde se volvió a lo normado.

Imagen que consta en la impresión con que se divulgó la 
Constitución reformada (1986)

Con los años, aquellas cintas divididas en blanco y azul, en origen, variaron hasta conformar una corbata, similar a la que emplea la Bandera Oficial de la Nación, es decir, celeste, blanco y celeste. En estos casos sí se respetó el color de las letras, el negro. Esta nueva mutación dataría, al menos, desde el año 2001. Como razón inspiradora de este cambio podría ser que se haya querido aprovechar la amplia producción de corbatas propias de la Bandera argentina. No se visualiza otra.

Aspecto que presenta la corbata desde el año 2001

En esta corbata se observan varios errores de construcción.
La leyenda está invertida, sus primeras palabras debieron ir en el brazo derecho y las otras en el izquierdo, bordando estas con el mismo sentido que las anteriores, de manera que el conjunto pueda ser leído sin problemas

De lo expuesto resulta una evolución con aspectos inorgánicos en el diseño de la bandera y la corbata de la provincia de La Rioja.

Para sanear lo expuesto se impone dictar una ley que defina taxativamente el exacto color del paño y cómo debe ser la corbata a usar en la versión de ceremonia de la bandera provincial. En su caso el celeste debería ser idéntico al previsto para la Bandera Oficial de la Nación (Decreto Nº1.650/ 2010): Pantone 16-4132 TC (textil), 284 C/284 U (gráfico) y Q 300-4-1 (plástico)

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(1)  Puede verse al respecto: https://banderasargentinas.blogspot.com/2025/06/las-corbatas-de-banderas.html

(2) Los colores han virado con el tiempo por efecto de la mala calidad de la publicación.