miércoles, 17 de mayo de 2023

El centenario del 25 de mayo de 1812, en Jujuy

Crónica de la conmemoración cumplida en 1912

 
"Belgrano hace jurar a sus tropas..." (imagen basada en el óleo de Luis de Servi)

Por Miguel Carrillo Bascary 

Los argentinos sabemos (o deberíamos saber) que el 25 de mayo de 1812 tuvo lugar en la ciudad de Jujuy una gran ceremonia en la que se celebró la formación del Primer Gobierno Patrio ocurrida en Bs. Aires en la misma fecha de 1810.

Sintetizando, en la oportunidad el general Manuel Belgrano se hallaba al frente de un ejército que solo tenía el nombre de tal a consecuencia de las dramáticas condiciones en que se encontraba, falto de poder de fuego y pertrechos, pero por sobre todo de hombres en armas diezmados por la reciente derrota en Huaqui (20 de junio, 1811) a manos de los realistas, las deserciones y enfermedades.

Sin embargo, Belgrano que asumió el comando a comienzos de marzo había empeñado toda su capacidad para reconstituirlo, comenzando por insuflar espíritu patriótico suficiente para enfrentar al disciplinado ejército realista que avanzaba desde el Alto Perú. Paralelamente hacía lo propio con el ánimo de la población. Es así, que cumpliendo con lo ordenado por el Gobierno dispuso congregar ese día al pueblo jujeño en la plaza principal de la ciudad, hizo formar a la tropa y, terminado el Te Deum presentó la Bandera Nacional que había izado por primera vez el 27 de febrero de 1812, en el poblado de Rosario.

El prócer dejó una detallada y muy descriptiva relación de aquella jornada, labrada con su propia caligrafía y signada por su mano. Consta en el oficio que desde Jujuy dirigió al Gobierno, fechado el 29 de mayo de 1812[1].

Es indudable que el marco de la ceremonia en Jujuy contó con todo el boato y las formalidades que por entonces eran de práctica. Esto se encuentra plenamente documentado.

De acuerdo a la tradición, algunos señalan que la primera bendición de la Bandera ocurrió en Rosario. Si a la memoria local se suma la religiosidad de Belgrano la hipótesis se torna muy factible, aunque no exista ninguna constancia documental. De todas maneras, debe señalarse que se tratan de dos piezas diferentes, por lo que es perfectamente posible que cada una haya sido bendecida, por lo que este acto religioso no se reiteración.

La bandera que se izó en Rosario quedó en la misma, mientras que la presentada en Jujuy es otra, que Belgrano hizo confeccionar a tal efecto. El contexto indica que ambas tuvieron el mismo diseño, blanco y celeste, en dos paños, tal como resulta del óleo que pintó el artista Françoise Carbonnier teniendo a Belgrano como su modelo en vivo.

Una vez que el canónico Gorriti hubo bendecido el vexilo Belgrano tomó a su tropa el juramento de práctica. Una corriente historiográfica señala que ya se había concretado en Rosario, pero en este punto la afirmación se aparta totalmente de lo que el prócer dejó escrito en el famoso oficio que cursó al Gobierno con fecha 27 de febrero. Si se analiza el documento[2] se verá que el compromiso que Belgrano requirió a su tropa fue:


“Soldados de la Patria: (…) Juremos vencer a los enemigos interiores y exteriores y la América del Sur será el templo de la independencia, de la unión y de la libertad. En fe de que así lo juráis, decid conmigo: ¡Viva la Patria!”.

La simple lectura de la formula revela que el sujeto del juramento no fue la Bandera, sino la independencia, la unión y la libertad de América del Sur. En esto no hay duda alguna, la verdad sea dicha, y no cabe seguir repitiendo interpretaciones que se aparten de los hechos documentados.

En consecuencia, es indefectible que el primer juramento a nuestra actual Bandera Nacional ocurrió en Jujuy, el 25 de mayo de 1812, como el mismo prócer dejó escrito para la posteridad.

Puntualizando:

  • En Rosario se mostró e izó la Bandera nacional. Es factible que en la misma ocasión haya sido bendecida. Pero, el primer juramento ante sus pliegues, bendecidos minutos antes con todas las formalidades, ocurrieron en la ciudad de San Salvador de Jujuy.
  • Así, Rosario se honra con el título de “cuna de la Bandera Nacional”, mientras que Jujuy también merece ser llamada “abanderada de la Patria”, con toda justicia.

El Programa oficial, en concreto

Seguidamente, exhumo del polvo de las bibliotecas el programa con que se conmemoró el primer centenario de la ceremonia que se cumplió en Jujuy aquel año de 1812. Está contenido en “El Monitor de la Educación Común”, publicación y órgano oficial del Ministerio de Educación de la Nación[3], Nº424 del 31 de mayo de 1812.

Comienzo por el texto de la Ley Nº8.220 donde se dispone un riquísimo programa de festejos, al más alto nivel, como que el mismísimo Presidente de la Nación Victorino de la Plaza se comprometió al efecto.

Cabe señalar que el primer acto programado (23 de mayo), que consistía en el emotivo encuentro en la Posta de Yatasto de las dos más preciadas enseñas históricas, la Bandera nacional de la Libertad Civil y la insignia del Ejército de los Andes no pudo concretarse ya que por aquellas fechas afectó al país una enorme huelga ferroviaria que impidió los respectivos traslados.

A ellas se sumaría la llamada "bandera de Abra Pampa" o "de la Puna" o "del comandante Estopiñan". Es en realidad un trozo textil, sobre el que no existe documentción en concreto pero sus características permiten suponer que pudo ser una ens que dataría de los tiempos de la Independencia[3].

Una verdadera pena, hubiera sido un acontecimiento memorable.

Más allá de esta frustración el programa de festejos se concretó con todo brillo y la provincia de Jujuy tuvo la gran celebración que se merecía como justo merecimiento al protagonismo de su pueblo en el proceso de emancipación de la Patria.

Seguidamente las imágenes pertinentes:


[1] Archivo General de la Nación. División Nacional. Sección Gobierno, Bandera y Escarapela. 1812-1818. Ref. X-44-8-29).

[2] Ídem.

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