martes, 29 de julio de 2025

Buenas intenciones, pero un medio equivocado

El caso del chaleco-bandera

Pristina, un chaleco de trabajo sustituye la bandera soberana de Kosovo

Por Miguel Carrillo Bascary

La información

Oficina de Pristina, Fundación Friedrich Ebert dixit[1]:

"Hoy, en el Día Internacional de Conmemoración de los Trabajadores (28 de abril, 2025), en el centro de Pristina, reemplazamos la Bandera Nacional por un chaleco de trabajo.

Este chaleco es un símbolo universal de todos los trabajadores: trabajadores de la construcción, policías, trabajadores de la carretera y muchos otros.

Con este acto recordamos y honramos a todos aquellos que han perdido la vida en el lugar de trabajo y en difíciles condiciones laborales.

La instalación es un llamado a la reflexión y a pensar en la seguridad, la vida y la dignidad de cada trabajador”.

Advertencia previa

Antes de analizar la temática específica desde la perspectiva de este Blog, es imprescindible aportar varios conceptos sobre su contexto.

Algo sobre Kosovo

Bandera oficial de Kosovo

Esta región de los Balcanes cuenta con una compleja historia que podría remontarse hasta unos 400 años a. C. Como parte de territorio mucho más extenso de imprecisos lindes su ubicación geográfica determinó su pertenencia a pluralidad de regímenes políticos y dinastías. La composición cultural de sus menos de 2.000.000 de habitantes señala la dicotomía entre serbios y albaneses. Las tensiones inherentes provocaron una cruenta guerra que causó miles de muertos (1998-1999) y que tuvo manifestaciones de cruel genocidio, hasta el punto en que debió intervenir la ONU. En el año 2008 Kosovo se proclamó como una república independiente y soberana, que fue reconocida por algo más de la mitad de la comunidad internacional. Serbia continúa reclamando su soberanía sobre él, ya que lo considera como una provincia.

Dramática vista de la guerra en Kosovo

El lugar

El “Círculo o Plaza de la Bandera” en Pristina es un lugar característico donde se iza la bandera estatal. Es un sitio donde se expresan los más altos  sentimientos y vivencias de los kosovares[2].

Círculo de la Bandera, Pristina

La fecha

Desde el año 2003, por decisión de la OIT, cada 28 de abril se conmemora el “Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo”, con el objeto de formar conciencia sobre la necesidad de prevenir accidentes laborales y enfermedades profesionales[3].

El símbolo implicado

El chaleco de seguridad que con diversos diseños utilizan numerosas profesiones cumple con el parámetro básico de la seguridad laboral, que el trabajador “sea visto”, en entornos que de por sí implican riesgos para su salud física.

El elemento es suficientemente representativo de la idea que inspiró su selección y también obra como recuerdo/ homenaje para quienes perdieron la vida en ocasión de su trabajo, como lo destaca la noticia en comentario.

La instalación dice ser un llamado a la reflexión y a pensar en la seguridad, la vida y la dignidad de cada trabajador.

Entidad responsable

Lleva el nombre de quien fuera primer presidente de la República de Weimar el socialdemócrata, Friedrich Ebert (1871–1925). Es considerada como más antigua de las fundaciones políticas alemanas, cercana al Partido Socialdemócrata Alemán.

El hecho

El chaleco de trabajo izado como bandera

La noticia analizada es suficientemente explícita. En ella se reconoce al izamiento del chaleco de seguridad en el mástil de la Plaza de la Bandera como una “instalación”, hasta el punto que se identifica al artista, Arianit Beqiri. Este concepto nos remite a una manifestación cultural efímera que se desarrolla en un lugar característico, donde lo conceptual prevalece sobre la forma elegida.

El fundamento declarado y el objetivo perseguido

Es evidente que la instalación buscó y alcanzó conformar llamar la atención de la opinión publica kosovar, que se encontró con un extraño vexilo integrado al paisaje de un lugar de alta significancia. De lo que se infiere que no medió autorización gubernamental previa.

Evaluación

No cuestiono el sano propósito perseguido con la instalación, pero considero que el medio escogido es gravemente equivocado.

Debe recordarse que Kosovo es un estado que protagoniza un proceso complejo que abarca su identidad y en que su soberanía está cuestionada por un importante número de miembros de la comunidad internacional. Kosovo ha transcurrido dramáticas experiencias bélicas.

En este marco, el reemplazo de su bandera, símbolo de identidad y soberanía, tiene efectos traumáticos evidentes. Desde la perspectiva del pueblo kosovar constituye, cuanto menos, un gesto perturbador que excede en mucho al objetivo manifestado por la entidad implicada.

La búsqueda de visibilizar causas que se consideran justas mediante el izado de vexilos alegóricos es una herramienta válida, pero solo cuando no se comprometan los valores nacionales. Ergo,  jamás debería aceptarse reemplazar una bandera nacional por un vexiloide que tenga otro significado de menor valor objetivo.

Invito a los lectores a colocarse en el lugar de los kosovares. Piensen, por favor: ¿cuáles serían sus sentimientos si observaran que un objeto cualquiera, en forma de vexilo, fuera izado en el lugar donde cotidianamente se iza la enseña de su país?

Más aún, cuando la entidad responsable de la performance tiene origen en una potencia extranjera.

Dejo a cada lector utilizar el adjetivo que mejor considere. Sin dudas que la calificación no será positiva.



[2] Al igual que la Place de l’ Etoile, en París; Picadilly Circus, en Londres; la Plaza Roja, en Moscú; la de Tiananmen, en Pekín, o la de Mayo, en Buenos Aires.

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