Deben cambiarse efemérides y referencias en su homenaje
Por Miguel
Carrillo Bascary
Cada 12 de julio se conmemora en Argentina el “Día de las Heroínas y Mártires de la Independencia de América” … en conmemoración del nacimiento de la Teniente Coronel Juana Azurduy de Padilla”, así lo dispone la ley aprobada en el año 2007[2]. Una fecha que genera momentos de memoria y reivindicación, en procura de reparar muchos olvidos. Entre esas mujeres destaca con luz propia, quien los argentinos e hispanoamericanos aprendimos a reconocer y valorar como un enorme ejemplo de vida. Una mujer que sacrificó todo por la libertad, en la forma que ella lo entendió.
No llegó hasta nosotros verdadero rostro,
distintos artistas le asignan los que ellos interpretan que pudo ser. Pese a su diversidad,
cada uno de nosotros podemos reconocerla en esas imágenes hipotéticas. Cabe elegir el que nos plazca, así lo hago con el que elegí para abrir esta nota. Su persona trasciende cualquier imagen, lo crucial es admirar su compromiso, exaltar sus virtudes
y tomarla como ejemplo.
Es indudable que su historia llegó al gran público en
1969 con la cueca que la nombra, que se difundió en el álbum “Mujeres Argentinas”, de Ariel Ramírez (música) y Félix Luna
(letra[3]),
en la voz de Mercedes Sosa (clikear sobre el link para escucharla):
La pieza se convirtió en un clásico de la música folclórica argentina y fue grabada en múltiples versiones. Entre ellas sobresale la de Zamba Quipildor (clikear sobre el link para escucharlo):
https://www.facebook.com/watch/?v=1219174270007854
Doña Juana
siempre fue reconocida y valorada en el
sentir popular de Argentina y de Bolivia, como se demostrará en las
siguientes líneas.
El historiador boliviano, Joaquín Gantier con su obra “Doña Juana Azurduy de Padilla[4]” (1946), popularizó la figura de la heroína a mediados del siglo XX, pero fue desde sus páginas que se divulgó el error que pesa sobre la fecha de su bautismo y, en definitiva, sobre la identidad de la heroína. Esta falencia se trasladó a la bibliografía y, también, a las publicaciones de extensión. La labor que empeñó este autor para divulgar a Juana fue verdaderamente ardua y extensa, ya que se prolongó hasta la década de 1980. Justo es reconocer que el profesor Gantier pudo verse inducido al error por el primer biógrafo de Doña Juana, Samuel Velasco Flor, que publicó una pequeña biografía en 1871[5].
Una generación después, la muy difundida obra de Pacho O'Donnell, “Juana Azurduy. La Teniente Coronela” (1994) incurrió en el mismo equívoco, pero también contribuyó a dar mayor sustancia al nombre, aunque no se trató de un ensayo histórico dotado de aparato erudito. La crítica le apunta simplificaciones, errores y omisiones de importancia.
En contra de lo que se
afirma con ligereza, la personalidad de la heroína no fue descubierta por los
argentinos en el ambiente de época de finales del siglo XX, donde la
reivindicación de la mujer en la Historia cobró gran impulso. Fue en este marco
temporal que las ideologías de izquierda
trataron y, aún lo intentan, de apropiarse y manipular la figura de Doña Juana, armando un relato afín a sus objetivos que aprovecha la desinformación generalizada. Lo curioso radica en la paradoja que plantea esta actitud, ya
que quienes la sostienen no reparan que es usual nombrarla con su apellido de
casada que, además, siempre siguió a su cónyuge y que, en conjunto, concibieron
pluralidad de hijos. Así, Juana dista mucho de ser una personalidad afiebrada
por sus ideales, capaz de olvidar a su entorno afectivo y social, en pro de un
perfil de combatiente. El drama de su
vida la muestra tratando de conjugar
su rol de miliciana, con el de esposa, madre y defensora de su terruño ancestral, del que fue arbitrariamente despojada.
Queda en claro que su protagonismo público fue netamente militar, hasta el punto de ser distinguida nada menos que por el general Manuel Belgrano, quien solicitó para ella el grado de teniente coronel[6], que le discernió el Director Supremo de las Provincias Unidas, general Juan Martín de Pueyrredón, en el año 1816[7]. Con toda justicia, el Creador de la Bandera, destacó su desempeño en la lucha entregándole su propio sable. En el año 2009, Bolivia la nombró marisacal de su ejército y Argentina la promovió al generalato[8].
De hecho, su participación en las luchas por la
Independencia no fue sistemáticamente “silenciada”, como también se dice.
Hay testimonios de sus contemporáneos que la tienen bien presente, es el caso de Johan Adam Graaner[9],
quien conservó para la posteridad la única poesía de Belgrano que nos ha
llegado. En ella homenajeó el prócer el coraje de Doña Juana, responsable de
despojar de su bandera al portaestandarte hispano en el combate del Villar
(1816). El general español Andrés García
Camba en sus “Memorias para la historia de las armas españolas en el Perú[10]”
(1846) se refiere a ella. Mientras que el 7 de noviembre de 1825, Juana fue
reconocida como coronela por Simón Bolívar
y Antonio José de Sucre[11].
La historiografía nacional y la boliviana tampoco la
ignoraron. Por caso, el más
conspicuo e influyente historiador de fines del siglo XIX, quien marcó la historiografía
de todo un siglo, Bartolomé Mitre,
dedica a Doña Juana reiteradas menciones. Así resulta de las referencias contenidas en su "Historia de Belgrano", como se destaca en el siguiente extracto[12]:
La muy popular revista de Bs. Aires, “Caras y Caretas[13]”, le dedica cantidad de artículos, comenzando por destacar su hipotético rostro en el número alegórico al 25 de Mayo de 1904[14] y la gran cobertura que le asignó en julio de 1907[15]. Estas presencias se renovaron asiduamente en los años de 1920, 1929, 1931, 1937 (en que se le dedican cuatro notas) y en 1938.
En su obnubilación otros
han pretendido transformarla en una lideresa identificada con el entorno
popular de su tiempo, hasta el extremo de hacerla iletrada, cuando hay documentos que testimonian su fina
expresividad literaria.
Bien está todo gesto
reivindicador, todo aquello que busque destacar a Doña Juana. En su lucha por la
libertad política de su patria perdió sus bienes, a su esposo y a cinco hijos,
¡nada menos! Todo será poco para exponer su ejemplo a las jóvenes generaciones.
Se lo merece, ampliamente. Su persona asume alturas de un verdadero mito popular, pero, … existe un problema de magnitud, que a
muchos compromete.
Precisamente, el pasado 12
de julio se multiplicaron las ceremonias
en honor de la amazona, tanto en
Bolivia como en Argentina y, seguramente, en otros lugares de América. Así consta
en medios masivos de diversa concepción.
La identidad de Juana y una polémica
Sobre la heroína existe un error que debería repararse con
la mayor urgencia como una forma de rendirle el homenaje que le reserva la
memoria de los pueblos. Así lo exige la justicia y esto no debe demorarse. Lo grave es que sobre la materia se han
ocupado ya numerosos historiadores y comunicadores pero las autoridades de dos estados permanecen insensibles.
Es que los honores que merece Juana toman como eje una fecha equívoca y a una persona que no es ella. Debe
entenderse que todos los reconocimientos debieron ser redirigidos hacia quien corresponde.
Esto es, a la generala, Doña Juana Asurdui Llanos, viuda de Padilla. Quien
precisamente no nació el 12 de julio de 1780, en la localidad de Toroca
(provincia de Chayanta, departamento de Potosí, Bolivia), como se encuentra
harto difundido ya que el nombre de esta es JUANA AZ/SURDUY BERMÚDES/Z, hija de Matías Azurduy, tejedor, y de Eulalia
Bermúdes. Así lo indica el asiento de su bautismo (si el lector lo desea puede ampliar la imagen de los documentos):
Como se observa, en el asiento de esta Juana, que no es la heroina, el apellido aparece escrito como "Asurdui", sin embargo, luego fue castellanizado como "Azurduy", según los biógrafos de referencia.
Mientras que JUANA ASURDUI LLANOS, LA VERDADERA, a lo largo de su vida mantuvo la grafía de su origen. Así se evidencia con la toma de razón de su bautismo, ocurrido el 26 de marzo de 1780, en Tarabuco (provincia de Yamparáez, departamento
de Chuquisaca), siendo sus padres, Isidro Asurdui y Juliana Llanos. Así lo
documenta el asiento de la página 275 vuelta, del Libro de Bautizos (1767) de
la iglesia del lugar:
Transcripción: [Al margen] Juana/ Dos meses/ Mestiza [En el cuerpo de la página:] En esta Santa Iglesia de San Pedro de Tarabuco, en veintiséis de marzo de mil setecientos ochenta años. Yo, Pedro Dávalos, Teniente de Cura, constándome estar bautizada [16], puse óleo y crisma a Juana de dos meses, mestiza, hija legítima de Isidro Asurdui y Juliana Llanos. Fue su madrina Rosa Sarate a quien le advertí su obligación y parentesco espiritual para que conste lo firmé. Pedro Dávalos [en rúbrica] [Lo destacado es por cuente de este autor]
Cabe señalar que el presbítero consignó que la niña Juana contaba con dos meses de edad, por lo que el día del nacimiento no obra. En consecuencia, toda referencia debe tomar la fecha del bautismo.
No hay nada nuevo en estas apreciaciones, tiempo hace ya que reconocidísimos
historiadores bolivianos han desnudado de qué manera se ha falseado
(culposamente en su inicio) la identidad de aquella a quien deben rendirse
honores. Este desliz evidentemente fue culposo en su origen (Gantier) pero,
puesta de relieve la verdad, hoy solo cabe denunciar el gravísimo agravio a la memoria de quien debería ser ensalzada.
Actor principal en el develar de la verdad objetiva es el investigador boliviano Norberto Benjamín Torres en sus ensayos “Genealogía de Juana Asurdui de Padilla (1780-1862)[17]” y “Juana Azurduy de Padilla (1780-1862). La historia detrás de la leyenda[18]”(2016). Interesa destacar la entrevista que brindó este erudito, ya que verdaderamente no tiene desperdicio. Los invito a escucharlo en el canal de streaming “AHORA Historias y Leyendas de Bolivia”: https://www.youtube.com/watch?v=Ek77LkzCYI8 (48 minutos de duración).
Otro estudioso de igual
origen coincide, se trata de Fernando Suárez
Saavedra, autor de “Mitos y realidades acerca de Juana Azurduy de Padilla”, publicado en 2012. Más aún, varios investigadores de prestigio[19]
solicitaron formalmente a las autoridades de Sucre que se haga prevalecer la verdad histórica respecto de la correcta grafía
y la fecha de bautismo de Doña Juana Asurdui, sin éxito hasta el momento. Ratifica lo pertinente su acta de casamiento:
Por su parte, otro erudito, Hugo Canedo Gutiérrez, contribuyó
a esclarecer la situación de la familia de la líder alto peruana, con su ensayo
“Las Hermanas Azurduy Llanos y su Entorno Familiar” (Sucre, 2018) que la Secretaría
de Cultura de Chuquisaca distribuyó ampliamente en forma gratuita.
En cuanto a la Argentina,
puede verificarse que en la web oficial
de la Presidencia de la Nación[21]
se afirma desde hace años la data errónea del nacimiento/ bautismo de la prócer. Ocurre
lo propio en la web del "Museo Histórico Nacional"[22];
en el portal oficial Educ.ar[23],
en el de la Subsecretaria de Educación de la provincia de Bs. Aires[24]
y en decenas de otras fuentes on-line.
Así también consta en Wikipedia[24],
en el prestigioso "Centro Virtual Cervantes"[25] y
en decenas de sitios destinados a divulgar biografías de mujeres y hombres
célebres. Varias novelas, obras de teatro, dibujos animados, historietas, y musicales,
toman a Doña Juana como protagonista, pero no reparan en el error y así, contribuyen
a extender la falsedad de estos hechos.
Entre nosotros, el adalid
de la verdadera Juana es el miembro de número del "Instituto Nacional
Belgraniano", Roberto Colimodio[26],
quien en distintas publicaciones a intervenciones en círculos académicos y ámbitos
periodísticos viene bregando para poner las cosas en su lugar.
Se llega así al final de
esta relación, destacando que la propia
Juana Asurdui se reconocía bajo esta grafía. Como prueba puede citarse su firma, plasmada en un
documento datado en la ciudad de Salta, el 18 de mayo de 1818:
Concluyendo:
- Es falsa, de toda falsedad, conmemorar el 12 de
julio como fecha del nacimiento de la generala del Ejército Argentino y
mariscala del Estado Plurinacional de Bolivia, Doña Juana Asurdui Llanos de Padilla.
Como queda acreditado, la heroína fue bautizada el 26 de marzo de 1780, pero no consta cuando vio la luz.
- En la fecha primeramente citada ocurrió el
nacimiento de Doña Juana Azurduy Bermúdes, cuasi homónima de la anterior.
- Visto lo expuesto y lo relacionado, es hora que la
fecha del recuerdo cambie por la que se refiere a la heroína, el 26 de marzo, de manera que los actos conmemorativos se concreten en la misma y que se reemplacen las referencias a la citada en todas
aquellos lugares, obras y sitios que no tengan su nombre correctamente
escritos.
- También la historiografía debe corregirse. Es imperativo
destacar la verdad histórica por sobre el relato instalado. Es indigno,
injusto, privar del recuerdo popular a quien se hizo merecedora del mismo.
- Igualmente, debería enmendarse la gráfica de monumentos, rutas, calles, plazas, centros culturales, de salud, aeropuertos, y hasta de regimientos[27], gasoductos y municipios [28], para que su designación se corresponda con el apellido que Doña Juana llevó durante su azarosa vida.
[1] https://www.instagram.com/ramiroghigliazza/?hl=es
[2] Ley Nº26.277 del año 2007. https://www.argentina.gob.ar/normativa/nacional/ley-26277-131043/texto
[4] Edición del autor. Bs. Aires. 1946, 269 págs. Reimpreso por Ed. Icthus.
Bs. Aires, 1973, 281 págs.
[5] Inserta en su libro “Vida de bolivianos célebres”. Imp. Del Progreso.
Potosí. 1871. 89 págs.
[6] Belgrano a Pueyrredón. Oficio datado en Tucumán, el 26 de junio de
1816.
[7] Existe en los medios otro error referente a la prócer, ya que se
afirma que fue el general Güemes quien la nombró teniente coronel, una decisión
que estaba fuera de su competencia.
[8] Decreto Nº892/ 2009. https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/9426213/20090715?busqueda=1
[9] Militar sueco, 1782-1819. Cumplió el rol de un agente de
inteligencia durante su periplo por el Río de la Plata. Es autor del libro “Las
Provincias del Río de la Plata en 1816 (Informe dirigido al príncipe
Bernadotte)”. Traducción y notas de José L. Busaniche. Eit. El Ateneo, Bs.
Aires. 1949. 134 págs.
[10] En donde se referencia a “… la mujer del famoso caudillo [Padilla],
pág. 215, Volumen I. Edit. Hortelano y Cia. Madrid. 1846. https://books.google.com.ar/books/about/Memorias_para_la_historia_de_las_armas_e.html?id=DrwCAAAAYAAJ&redir_esc=y
[11] Ref.: Carta de Juan Asurdui a Manuela Saenz. Cullcu, departamento Potosí.
15 de diciembre de 1825. https://ideasfem.wordpress.com/textos/b/b06/
[12] “Historia de Belgrano y de la Independencia Argentina”, Vol. 3. Edit.
Lajouane. Bs. Aires, 1887. 477 pp.
[13] En su primera época se editó entre 1898 y 1939.
[14] Nº294, del 21 de mayo, 1904. https://hemerotecadigital.bne.es/hd/es/viewer?id=66c6da85-cdff-4309-b9d3-047ff98e2752&page=38
[15] Nº458, del 13 de julio, 1907. https://hemerotecadigital.bne.es/hd/es/viewer?id=73ed867c-6bd2-44d6-9dfe-b7d1c75d5ceb&page=74
[16] La expresión “constándome estar bautizada” hace referencia a que la
niña fue sacramentada mediante la llamada “agua del socorro”, es decir por
medio de una persona laica, debido al peligro de muerte de la párvula. Superado
el trance, en la oportunidad factible corresponde, y así consta que se hizo,
llevarla ante un párroco para completar las prácticas propias del ritual del
sacramento.
[17] Publicado en “Anuario de Estudios Bolivianos Archivísticos y
Bibliográficos”. Nº25. Editado por Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia. Sucre,
2018. Entre pp. 177 y 210. https://www.archivoybibliotecanacionales.org.bo/images/Contenido/Publicaciones/Anuarios/2018-1.pdf. Torres reconoce como “hilo conductor” el trabajo previo del
genealogista Juan José Leñero Ferrari: “Los Azurduy y Otálora: el Mayorazgo de
las Haciendas de Cachimayo, en Charcas”, publicado por el Archivo en el 2010.
[18] Edit. Ciencia Editores. Sucre. 2016. 149 págs. https://es.scribd.com/document/612812579/Juana-Asurdui-de-Padilla-1780-1862-Benjamin-Torres
[19] Por ejemplo: https://erbol.com.bo/gente/sucre-investigadores-piden-que-se-corrija-fecha-del-homenaje-juana-azurduy-no-nacio-en-julio
[20] Alcalde de San Miguel de Moromoro, caudillo de la republiqueta de
Cinti. Fue reconocido por Belgrano con el grado de teniente coronel. Mártir de
la lucha por la independencia. Murió degollado en combate, el 3 de abril de
1816.
[21] “¿Quién fue Juana Azurduy? ¿Por qué es una heroína popular?” https://www.argentina.gob.ar/noticias/quien-fue-juana-azurduy. También en “Juana Azurduy para las infancias”. https://www.argentina.gob.ar/noticias/juana-azurduy-para-las-infancias
[22] https://museohistoriconacional.cultura.gob.ar/noticia/juana-azurduy-la-revolucion-con-olor-a-jazmin/
[24] “Juana Azurduy, heroína de la Independencia”. https://continuemosestudiando.abc.gob.ar/contenido/juana-azurduy-heroina-de-la-independencia/
[25] “Juana Azurduy”. https://es.wikipedia.org/wiki/Juana_Azurduy
[27] “Juana Azurduy: buscando la verdad histórica”. https://www.perfil.com/noticias/opinion/roberto-colimodio-juana-azurduy-buscando-la-verdad-historica.phtml
[28] Regimiento de Infantería de Monte 28 “Generala Juana Azurduy de
Padilla”, con asiento en Tartagal, provincia de Salta, y el Regimiento de
Infantería 26 “Mcal. Azurduy”, radicado en Colomi, provincia de Chapare,
Departamento de Cochabamba.
[29] Incluso se empleó erróneamente el "Azurduy" para sellos postales y papel moneda, tanto de Bolivia como de Argentina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario