miércoles, 16 de julio de 2025

Juana Asurdui, la heroína, no la apócrifa

Deben cambiarse efemérides y referencias en su homenaje

Juana Asurdui, según Ramiro Ghigliazza[1]

Por Miguel Carrillo Bascary

Cada 12 de julio se conmemora en Argentina el “Día de las Heroínas y Mártires de la Independencia de América” … en conmemoración del nacimiento de la Teniente Coronel Juana Azurduy de Padilla”, así lo dispone la ley aprobada en el año 2007[2]. Una fecha que genera momentos de memoria y reivindicación, en procura de reparar muchos olvidos. Entre esas mujeres destaca con luz propia, quien los argentinos e hispanoamericanos aprendimos a reconocer y valorar como un enorme ejemplo de vida. Una mujer que sacrificó todo por la libertad, en la forma que ella lo entendió.

No llegó hasta nosotros verdadero rostro, distintos artistas le asignan los que ellos interpretan que pudo ser. Pese a su diversidad, cada uno de nosotros podemos reconocerla en esas imágenes hipotéticas. Cabe elegir el que nos plazca, así lo hago con el que elegí para abrir esta nota. Su persona trasciende cualquier imagen, lo crucial es admirar su compromiso, exaltar sus virtudes y tomarla como ejemplo.

Es indudable que su historia llegó al gran público en 1969 con la cueca que la nombra, que se difundió en el álbum “Mujeres Argentinas”, de Ariel Ramírez (música) y Félix Luna (letra[3]), en la voz de Mercedes Sosa (clikear sobre el link para escucharla):

https://youtu.be/xaEvirak7Lg

La pieza se convirtió en un clásico de la música folclórica argentina y fue grabada en múltiples versiones. Entre ellas sobresale la de Zamba Quipildor  (clikear sobre el link para escucharlo):

https://www.facebook.com/watch/?v=1219174270007854

Doña Juana siempre fue reconocida y valorada en el sentir popular de Argentina y de Bolivia, como se demostrará en las siguientes líneas.

El historiador boliviano, Joaquín Gantier con su obra “Doña Juana Azurduy de Padilla[4]” (1946), popularizó la figura de la heroína a mediados del siglo XX, pero fue desde sus páginas que se divulgó el error que pesa sobre la fecha de su bautismo y, en definitiva, sobre la identidad de la heroína. Esta falencia se trasladó a la bibliografía y, también, a las publicaciones de extensión. La labor que empeñó este autor para divulgar a Juana fue verdaderamente ardua y extensa, ya que se prolongó hasta la década de 1980. Justo es reconocer que el profesor Gantier pudo verse inducido al error por el primer biógrafo de Doña Juana, Samuel Velasco Flor, que publicó una pequeña biografía en 1871[5]

Una generación después, la muy difundida obra de Pacho O'Donnell, “Juana Azurduy. La Teniente Coronela” (1994) incurrió en el mismo equívoco, pero también contribuyó a dar mayor sustancia al nombre, aunque no se trató de un ensayo histórico dotado de aparato erudito. La crítica le apunta simplificaciones, errores y omisiones de importancia.

En contra de lo que se afirma con ligereza, la personalidad de la heroína no fue descubierta por los argentinos en el ambiente de época de finales del siglo XX, donde la reivindicación de la mujer en la Historia cobró gran impulso. Fue en este marco temporal que las ideologías de izquierda trataron y, aún lo intentan, de apropiarse y manipular la figura de Doña Juana, armando un relato afín a sus objetivos que aprovecha la desinformación generalizada. Lo curioso radica en la paradoja que plantea esta actitud, ya que quienes la sostienen no reparan que es usual nombrarla con su apellido de casada que, además, siempre siguió a su cónyuge y que, en conjunto, concibieron pluralidad de hijos. Así, Juana dista mucho de ser una personalidad afiebrada por sus ideales, capaz de olvidar a su entorno afectivo y social, en pro de un perfil de combatiente. El drama de su vida la muestra tratando de conjugar su rol de miliciana, con el de esposa, madre y defensora de su terruño ancestral, del que fue arbitrariamente despojada.

Queda en claro que su protagonismo público fue netamente militar, hasta el punto de ser distinguida nada menos que por el general Manuel Belgrano, quien solicitó para ella el grado de teniente coronel[6], que le discernió el Director Supremo de las Provincias Unidas, general Juan Martín de Pueyrredón, en el año 1816[7]. Con toda justicia, el Creador de la Bandera, destacó su desempeño en la lucha entregándole su propio sable. En el año 2009, Bolivia la nombró marisacal de su ejército y Argentina la promovió al generalato[8].

De hecho, su participación en las luchas por la Independencia no fue sistemáticamente “silenciada”, como también se dice. Hay testimonios de sus contemporáneos que la tienen bien presente, es el caso de Johan Adam Graaner[9], quien conservó para la posteridad la única poesía de Belgrano que nos ha llegado. En ella homenajeó el prócer el coraje de Doña Juana, responsable de despojar de su bandera al portaestandarte hispano en el combate del Villar (1816). El general español Andrés García Camba en sus “Memorias para la historia de las armas españolas en el Perú[10]” (1846) se refiere a ella. Mientras que el 7 de noviembre de 1825, Juana fue reconocida como coronela por Simón Bolívar y Antonio José de Sucre[11].

La historiografía nacional y la boliviana tampoco la ignoraron. Por caso, el más conspicuo e influyente historiador de fines del siglo XIX, quien marcó la historiografía de todo un siglo, Bartolomé Mitre, dedica a Doña Juana reiteradas menciones. Así resulta de las referencias contenidas en su "Historia de Belgrano", como se destaca en el siguiente extracto[12]:

La muy popular revista de Bs. Aires, “Caras y Caretas[13]”, le dedica cantidad de artículos, comenzando por destacar su hipotético rostro en el número alegórico al 25 de Mayo de 1904[14] y la gran cobertura que le asignó en julio de 1907[15]. Estas presencias se renovaron asiduamente en los años de 1920, 1929, 1931, 1937 (en que se le dedican cuatro notas) y en 1938.


Detalle

En su obnubilación otros han pretendido transformarla en una lideresa  identificada con el entorno popular de su tiempo, hasta el extremo de hacerla iletrada, cuando hay documentos que testimonian su fina expresividad literaria.

Bien está todo gesto reivindicador, todo aquello que busque destacar a Doña Juana. En su lucha por la libertad política de su patria perdió sus bienes, a su esposo y a cinco hijos, ¡nada menos! Todo será poco para exponer su ejemplo a las jóvenes generaciones. Se lo merece, ampliamente. Su persona asume alturas de un verdadero mito popular, pero, … existe un problema de magnitud, que a muchos compromete.

Precisamente, el pasado 12 de julio se multiplicaron las ceremonias en honor de la amazona, tanto en Bolivia como en Argentina y, seguramente, en otros lugares de América. Así consta en medios masivos de diversa concepción.

La identidad de Juana y una polémica

Sobre la heroína existe un error que debería repararse con la mayor urgencia como una forma de rendirle el homenaje que le reserva la memoria de los pueblos. Así lo exige la justicia y esto no debe demorarse. Lo grave es que sobre la materia se han ocupado ya numerosos historiadores y comunicadores pero las autoridades de dos estados permanecen insensibles.

Es que los honores que merece Juana toman como eje una fecha equívoca y a una persona que no es ella. Debe entenderse que todos los reconocimientos debieron ser redirigidos hacia quien corresponde. Esto es, a la generala, Doña Juana Asurdui Llanos, viuda de Padilla. Quien precisamente no nació el 12 de julio de 1780, en la localidad de Toroca (provincia de Chayanta, departamento de Potosí, Bolivia), como se encuentra harto difundido ya que el nombre de esta es JUANA AZ/SURDUY BERMÚDES/Z, hija de Matías Azurduy, tejedor, y de Eulalia Bermúdes. Así lo indica el asiento de su bautismo (si el lector lo desea puede ampliar la imagen de los documentos):


Transcripción: [Al margen] Juana/ [en el cuerpo del documento:] En esta Santa y Metropolitana Iglesia de la Plata en doce días del mes de Julio de setecientos ochenta yo el Licenciado Don Joseff Rodrígues Párraga Teniente del Cura Rector de ella. Bauticé puse óleo y crisma a Juana del día hija Legítima de Mathias Asurdui y de Eulalia Bermúdes, fuero padrino Don Thadeo Pavelo [grafía dudosa] de la Orden de Ermitaños quién supo su obligación y para que conste lo firmé. Joseff Rodrigues Párraga" [en rúbrica] [Lo destacado es por cuente de este autor] 

Como se observa, en el asiento de esta Juana, que no es la heroina, el apellido aparece escrito como "Asurdui", sin embargo, luego fue castellanizado como "Azurduy", según los biógrafos de referencia.

Mientras que JUANA ASURDUI LLANOS, LA VERDADERA, a lo largo de su vida mantuvo la grafía de su origen. Así se evidencia con la toma de razón de su bautismo, ocurrido el 26 de marzo de 1780, en Tarabuco (provincia de Yamparáez, departamento de Chuquisaca), siendo sus padres, Isidro Asurdui y Juliana Llanos. Así lo documenta el asiento de la página 275 vuelta, del Libro de Bautizos (1767) de la iglesia del lugar:

Transcripción: [Al margen] Juana/ Dos meses/ Mestiza [En el cuerpo de la página:] En esta Santa Iglesia de San Pedro de Tarabuco, en veintiséis de marzo de mil setecientos ochenta años. Yo, Pedro Dávalos, Teniente de Cura, constándome estar bautizada [16], puse óleo y crisma a Juana de dos meses, mestiza, hija legítima de Isidro Asurdui y Juliana Llanos. Fue su madrina Rosa Sarate a quien le advertí su obligación y parentesco espiritual para que conste lo firmé. Pedro Dávalos [en rúbrica] [Lo destacado es por cuente de este autor]

Portada del Libro de referencia

Cabe señalar que el presbítero consignó que la niña Juana contaba con dos meses de edad, por lo que el día del nacimiento no obra. En consecuencia, toda referencia debe tomar la fecha del bautismo. 

No hay nada nuevo en estas apreciaciones, tiempo hace ya que reconocidísimos historiadores bolivianos han desnudado de qué manera se ha falseado (culposamente en su inicio) la identidad de aquella a quien deben rendirse honores. Este desliz evidentemente fue culposo en su origen (Gantier) pero, puesta de relieve la verdad, hoy solo cabe denunciar el gravísimo agravio a la memoria de quien debería ser ensalzada.

Actor principal en el develar de la verdad objetiva es el investigador boliviano Norberto Benjamín Torres en sus ensayos “Genealogía de Juana Asurdui de Padilla (1780-1862)[17]” y “Juana Azurduy de Padilla (1780-1862). La historia detrás de la leyenda[18]”(2016). Interesa destacar la entrevista que brindó este erudito, ya que verdaderamente no tiene desperdicio. Los invito a escucharlo en el canal de streaming AHORA Historias y Leyendas de Bolivia”: https://www.youtube.com/watch?v=Ek77LkzCYI8 (48 minutos de duración). 

Norberto Benjamín Torres

Otro estudioso de igual origen coincide, se trata de Fernando Suárez Saavedra, autor de “Mitos y realidades acerca de Juana Azurduy de Padilla”, publicado en 2012. Más aún, varios investigadores de prestigio[19] solicitaron formalmente a las autoridades de Sucre que se haga prevalecer la verdad histórica respecto de la correcta grafía y la fecha de bautismo de Doña Juana Asurdui, sin éxito hasta el momento. Ratifica lo pertinente su acta de casamiento: 


Trascripción: [Al margen] Don Asencio Padilla español casado y velado con Juana Asurdui [en el cuerpo del documento:] “En el año del Señor de mil setecientos noventa y nueve. En diez y nueve de mayo, habiéndose publicado tres proclamas, o moniciones en tres días festivos a saber la primera el día ocho domingo, la segunda el día trece y la tercera el día de San isidro Labrador, y haber precedido la información de libertad, con tres testigos que lo fueron Don Patricio Plaza, Don Leonardo Saavedra y Don Manuel Churugaron, españoles de este pueblo, y mayores de edad, y no habiendo resultado impedimento alguno de ella. Yo, el Lic. Don Cristóbal Salguero Teniente de cura y vicario de este beneficio de San Miguel de Moromoro. Casé y uní solemnemente en Matrimonio por palabras de presente habiendo ellos antes expresado mutuamente su consentimiento a Don Asencio Padilla, español, soltero natural de esta doctrina, hijo legítimo de Don Melchor Padilla y de Doña Eugenia Gallardo, con Doña Juana Asurdui, española, soltera, natural de la ciudad de La Plata, hija legitima de Don Isidro Asurdui y de Doña Juliana Llanos. Asistieron a dicho matrimonio como testigos Don Vicente Camargo[20] y su mujer Doña Nicolasa Acosta. Y los bendije en la celebración de la misa según el rito de Nuestra Madre la Iglesia y para que conste lo firmé”. [Lo destacado por cuenta de este autor]

Por su parte, otro erudito, Hugo Canedo Gutiérrez, contribuyó a esclarecer la situación de la familia de la líder alto peruana, con su ensayo “Las Hermanas Azurduy Llanos y su Entorno Familiar” (Sucre, 2018) que la Secretaría de Cultura de Chuquisaca distribuyó ampliamente en forma gratuita.

En cuanto a la Argentina, puede verificarse que en la web oficial de la Presidencia de la Nación[21] se afirma desde hace años la data errónea del nacimiento/ bautismo de la prócer. Ocurre lo propio en la web del "Museo Histórico Nacional"[22]; en el portal oficial Educ.ar[23], en el de la Subsecretaria de Educación de la provincia de Bs. Aires[24] y en decenas de otras fuentes on-line. Así también consta en Wikipedia[24], en el prestigioso "Centro Virtual Cervantes"[25] y en decenas de sitios destinados a divulgar biografías de mujeres y hombres célebres. Varias novelas, obras de teatro, dibujos animados, historietas, y musicales, toman a Doña Juana como protagonista, pero no reparan en el error y así, contribuyen a extender la falsedad de estos hechos.

Entre nosotros, el adalid de la verdadera Juana es el miembro de número del "Instituto Nacional Belgraniano", Roberto Colimodio[26], quien en distintas publicaciones a intervenciones en círculos académicos y ámbitos periodísticos viene bregando para poner las cosas en su lugar.

Se llega así al final de esta relación, destacando que la propia Juana Asurdui se reconocía bajo esta grafía. Como prueba puede citarse su firma, plasmada en un documento datado en la ciudad de Salta, el 18 de mayo de 1818:

 Firma ológrafa de la prócer

Concluyendo:

- Es falsa, de toda falsedad, conmemorar el 12 de julio como fecha del nacimiento de la generala del Ejército Argentino y mariscala del Estado Plurinacional de Bolivia, Doña Juana Asurdui Llanos de Padilla. Como queda acreditado, la heroína fue bautizada el 26 de marzo de 1780, pero no consta cuando vio la luz.

- En la fecha primeramente citada ocurrió el nacimiento de Doña Juana Azurduy Bermúdes, cuasi homónima de la anterior.

- Visto lo expuesto y lo relacionado, es hora que la fecha del recuerdo cambie por la que se refiere a la heroína, el 26 de marzo, de manera que los actos conmemorativos se concreten en la misma y que se reemplacen las referencias a la citada en todas aquellos lugares, obras y sitios que no tengan su nombre correctamente escritos.

- También la historiografía debe corregirse. Es imperativo destacar la verdad histórica por sobre el relato instalado. Es indigno, injusto, privar del recuerdo popular a quien se hizo merecedora del mismo.

- Igualmente, debería enmendarse la gráfica de monumentos, rutas, calles, plazas, centros culturales, de salud, aeropuertos, y hasta de regimientos[27], gasoductos y municipios [28], para que su designación se corresponda con el apellido que Doña Juana llevó durante su azarosa vida.

Nota: Un lector amigo me hace llegar una alocución del distinguido académico Presbítero Don Bernardo Gantier Zabala, vicepresidente de la Soc. Histórica de Sucre, quien explica la cuestión. Los interesados podrán escucharlo en: https://www.facebook.com/share/p/1CvVuH1tKm/


[1] https://www.instagram.com/ramiroghigliazza/?hl=es

[2] Ley Nº26.277 del año 2007. https://www.argentina.gob.ar/normativa/nacional/ley-26277-131043/texto

[4] Edición del autor. Bs. Aires. 1946, 269 págs. Reimpreso por Ed. Icthus. Bs. Aires, 1973, 281 págs.

[5] Inserta en su libro “Vida de bolivianos célebres”. Imp. Del Progreso. Potosí. 1871. 89 págs.

[6] Belgrano a Pueyrredón. Oficio datado en Tucumán, el 26 de junio de 1816.

[7] Existe en los medios otro error referente a la prócer, ya que se afirma que fue el general Güemes quien la nombró teniente coronel, una decisión que estaba fuera de su competencia.

[8] Decreto Nº892/ 2009. https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/9426213/20090715?busqueda=1

[9] Militar sueco, 1782-1819. Cumplió el rol de un agente de inteligencia durante su periplo por el Río de la Plata. Es autor del libro “Las Provincias del Río de la Plata en 1816 (Informe dirigido al príncipe Bernadotte)”. Traducción y notas de José L. Busaniche. Eit. El Ateneo, Bs. Aires. 1949. 134 págs.

[10] En donde se referencia a “… la mujer del famoso caudillo [Padilla], pág. 215, Volumen I. Edit. Hortelano y Cia. Madrid. 1846. https://books.google.com.ar/books/about/Memorias_para_la_historia_de_las_armas_e.html?id=DrwCAAAAYAAJ&redir_esc=y

[11] Ref.: Carta de Juan Asurdui a Manuela Saenz. Cullcu, departamento Potosí. 15 de diciembre de 1825. https://ideasfem.wordpress.com/textos/b/b06/

[12] “Historia de Belgrano y de la Independencia Argentina”, Vol. 3. Edit. Lajouane. Bs. Aires, 1887. 477 pp.

[13] En su primera época se editó entre 1898 y 1939.

[16] La expresión “constándome estar bautizada” hace referencia a que la niña fue sacramentada mediante la llamada “agua del socorro”, es decir por medio de una persona laica, debido al peligro de muerte de la párvula. Superado el trance, en la oportunidad factible corresponde, y así consta que se hizo, llevarla ante un párroco para completar las prácticas propias del ritual del sacramento.

[17] Publicado en “Anuario de Estudios Bolivianos Archivísticos y Bibliográficos”. Nº25. Editado por Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia. Sucre, 2018. Entre pp. 177 y 210. https://www.archivoybibliotecanacionales.org.bo/images/Contenido/Publicaciones/Anuarios/2018-1.pdf. Torres reconoce como “hilo conductor” el trabajo previo del genealogista Juan José Leñero Ferrari: “Los Azurduy y Otálora: el Mayorazgo de las Haciendas de Cachimayo, en Charcas”, publicado por el Archivo en el 2010.

[20] Alcalde de San Miguel de Moromoro, caudillo de la republiqueta de Cinti. Fue reconocido por Belgrano con el grado de teniente coronel. Mártir de la lucha por la independencia. Murió degollado en combate, el 3 de abril de 1816.

[21] “¿Quién fue Juana Azurduy? ¿Por qué es una heroína popular?” https://www.argentina.gob.ar/noticias/quien-fue-juana-azurduy. También enJuana Azurduy para las infancias”. https://www.argentina.gob.ar/noticias/juana-azurduy-para-las-infancias

[28] Regimiento de Infantería de Monte 28 “Generala Juana Azurduy de Padilla”, con asiento en Tartagal, provincia de Salta, y el Regimiento de Infantería 26 “Mcal. Azurduy”, radicado en Colomi, provincia de Chapare, Departamento de Cochabamba.

[29] Incluso se empleó erróneamente el "Azurduy" para sellos postales y papel moneda, tanto de Bolivia como de Argentina.

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