martes, 29 de julio de 2025

Buenas intenciones, pero un medio equivocado

El caso del chaleco-bandera

Pristina, un chaleco de trabajo sustituye la bandera soberana de Kosovo

Por Miguel Carrillo Bascary

La información

Oficina de Pristina, Fundación Friedrich Ebert dixit[1]:

"Hoy, en el Día Internacional de Conmemoración de los Trabajadores (28 de abril, 2025), en el centro de Pristina, reemplazamos la Bandera Nacional por un chaleco de trabajo.

Este chaleco es un símbolo universal de todos los trabajadores: trabajadores de la construcción, policías, trabajadores de la carretera y muchos otros.

Con este acto recordamos y honramos a todos aquellos que han perdido la vida en el lugar de trabajo y en difíciles condiciones laborales.

La instalación es un llamado a la reflexión y a pensar en la seguridad, la vida y la dignidad de cada trabajador”.

Advertencia previa

Antes de analizar la temática específica desde la perspectiva de este Blog, es imprescindible aportar varios conceptos sobre su contexto.

Algo sobre Kosovo

Bandera oficial de Kosovo

Esta región de los Balcanes cuenta con una compleja historia que podría remontarse hasta unos 400 años a. C. Como parte de territorio mucho más extenso de imprecisos lindes su ubicación geográfica determinó su pertenencia a pluralidad de regímenes políticos y dinastías. La composición cultural de sus menos de 2.000.000 de habitantes señala la dicotomía entre serbios y albaneses. Las tensiones inherentes provocaron una cruenta guerra que causó miles de muertos (1998-1999) y que tuvo manifestaciones de cruel genocidio, hasta el punto en que debió intervenir la ONU. En el año 2008 Kosovo se proclamó como una república independiente y soberana, que fue reconocida por algo más de la mitad de la comunidad internacional. Serbia continúa reclamando su soberanía sobre él, ya que lo considera como una provincia.

Dramática vista de la guerra en Kosovo

El lugar

El “Círculo o Plaza de la Bandera” en Pristina es un lugar característico donde se iza la bandera estatal. Es un sitio donde se expresan los más altos  sentimientos y vivencias de los kosovares[2].

Círculo de la Bandera, Pristina

La fecha

Desde el año 2003, por decisión de la OIT, cada 28 de abril se conmemora el “Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo”, con el objeto de formar conciencia sobre la necesidad de prevenir accidentes laborales y enfermedades profesionales[3].

El símbolo implicado

El chaleco de seguridad que con diversos diseños utilizan numerosas profesiones cumple con el parámetro básico de la seguridad laboral, que el trabajador “sea visto”, en entornos que de por sí implican riesgos para su salud física.

El elemento es suficientemente representativo de la idea que inspiró su selección y también obra como recuerdo/ homenaje para quienes perdieron la vida en ocasión de su trabajo, como lo destaca la noticia en comentario.

La instalación dice ser un llamado a la reflexión y a pensar en la seguridad, la vida y la dignidad de cada trabajador.

Entidad responsable

Lleva el nombre de quien fuera primer presidente de la República de Weimar el socialdemócrata, Friedrich Ebert (1871–1925). Es considerada como más antigua de las fundaciones políticas alemanas, cercana al Partido Socialdemócrata Alemán.

El hecho

El chaleco de trabajo izado como bandera

La noticia analizada es suficientemente explícita. En ella se reconoce al izamiento del chaleco de seguridad en el mástil de la Plaza de la Bandera como una “instalación”, hasta el punto que se identifica al artista, Arianit Beqiri. Este concepto nos remite a una manifestación cultural efímera que se desarrolla en un lugar característico, donde lo conceptual prevalece sobre la forma elegida.

El fundamento declarado y el objetivo perseguido

Es evidente que la instalación buscó y alcanzó conformar llamar la atención de la opinión publica kosovar, que se encontró con un extraño vexilo integrado al paisaje de un lugar de alta significancia. De lo que se infiere que no medió autorización gubernamental previa.

Evaluación

No cuestiono el sano propósito perseguido con la instalación, pero considero que el medio escogido es gravemente equivocado.

Debe recordarse que Kosovo es un estado que protagoniza un proceso complejo que abarca su identidad y en que su soberanía está cuestionada por un importante número de miembros de la comunidad internacional. Kosovo ha transcurrido dramáticas experiencias bélicas.

En este marco, el reemplazo de su bandera, símbolo de identidad y soberanía, tiene efectos traumáticos evidentes. Desde la perspectiva del pueblo kosovar constituye, cuanto menos, un gesto perturbador que excede en mucho al objetivo manifestado por la entidad implicada.

La búsqueda de visibilizar causas que se consideran justas mediante el izado de vexilos alegóricos es una herramienta válida, pero solo cuando no se comprometan los valores nacionales. Ergo,  jamás debería aceptarse reemplazar una bandera nacional por un vexiloide que tenga otro significado de menor valor objetivo.

Invito a los lectores a colocarse en el lugar de los kosovares. Piensen, por favor: ¿cuáles serían sus sentimientos si observaran que un objeto cualquiera, en forma de vexilo, fuera izado en el lugar donde cotidianamente se iza la enseña de su país?

Más aún, cuando la entidad responsable de la performance tiene origen en una potencia extranjera.

Dejo a cada lector utilizar el adjetivo que mejor considere. Sin dudas que la calificación no será positiva.



[2] Al igual que la Place de l’ Etoile, en París; Picadilly Circus, en Londres; la Plaza Roja, en Moscú; la de Tiananmen, en Pekín, o la de Mayo, en Buenos Aires.

sábado, 26 de julio de 2025

Comienzos del s. XX, la bandera de la A.A.F.

Una pieza notable

Bandera de la Asoc. Argentina de Futbol
(imagen tomada del face de Hernán Vega Beraldi)

Por Miguel Carrillo Bascary

El vexilo que vemos corresponde a la “Asociación Argentina de Foot-ball”, institución formada a comienzos del siglo pasado, lejana antecesora de la entidad que hoy conduce los destinos de este deporte. De ella poco se sabe, solo se cuenta con las referencias que aporta su observación.

Es justo reconocer a 1000marcas.net el rescate del olvido de esta pieza[1] que corresponde, aunque es de lamentar que no se haya citado la fuente. El comentario alude al isologo, se reproduce lo sustancial:

La elección de la bandera como emblema subraya la identidad nacional y el orgullo de representar al país en el ámbito deportivo. El estilo es sencillo pero evocador, con líneas onduladas que sugieren movimiento y dinamismo, cualidades asociadas al deporte. Las letras «AAF» están dispuestas de manera prominente (…) es un testimonio de los primeros años del fútbol organizado en Argentina”.

Los orígenes del deporte en el país son inorgánicos, por lo que la historia registra diversas ligas que evolucionaron a través de fusiones, uniones, desapariciones y surgimientos institucionales, hasta culminar con la formación de la A.F.A. (Asoc. Argentina de Futbol) en 1934, institución rectora a nivel nacional que cuenta cono reconocimiento de F.I.F.A. Su web oficial[2] aporta interesantes datos sobre la entidad  a la que corresponde la bandera que se analiza.

Recreación 

Fue el 21 de febrero de 1893, que se fundó “The Argentine Association Football League”, que evolucionó en febrero de 1903 bajo la designación de “Argentine Football Association”, en febrero de 1912 cambio su nombre al español como “Asociación Argentina de Football”, la que mantuvo esta identidad hasta 1926. Siguieron luego varias fusiones y segregaciones, hasta que en 1933 reapareció por breve tiempo el nombre de A.A.F., para finalmente formar la A.F.A. en 1934.

Como hipótesis del uso temporal del emblema, es factible la imagen que abre esta nota haya correspondido al período 1912/ 1926, como etapa más lejana, pero también podría datar de 1933 o 1934.

jueves, 24 de julio de 2025

Iconografía de Juana Asurdui (Segunda parte)

Su rostro y el entorno

Juana Asurdui, según el periódico digital “Salta Hoy”, 2025

Por Miguel Carrillo Bascary

En un anterior posteo  https://banderasargentinas.blogspot.com/2025/07/iconografia-de-juana-asurdui-primera.html se publicó la Primera parte de esta nota dedicada a la iconografía de Doña Juana Asurdui a partir de la técnica del retrato, bien sea centrado en su rostro o de medio cuerpo. En la presente se completa el panorama. Dejo a los lectores evaluar la técnica empleada por los artistas y su eventual acierto.

La variedad es notable y las imágenes rompen con las referencias personalistas mostradas en la nota anterior. En esta, la protagonista comparte escena con otros elementos, más o menos logrados, definidos por la técnica y la inspiración de los artistas, bien sea con la ayuda de la IA o con sus propios medios.

Reproduzco en primer lugar la excepcional ilustración difundida por “Salta Hoy” (ver inicio). Una composición de singular fuerza y expresividad, con un destacado manejo del color. Desde la perspectiva histórica podría objetarse la pluralidad de banderas, algfo improbable en el contexto donde combatió la heroína. La empuñadura del arma no corresponde a las utilizadas en la época, parecería ser de tiempos medievales. Es muy improbable que la heroína haya empleado dos trenzas en la refriega, ya que como lo destacó acertadamente un estudioso, estas entrañaban riesgo en la lucha cuerpo a cuerpo. Lo más probable es que la citada llevara el cabello recogido en por detrás de su nuca.

Alegoría anónima, revista “Caras y Caretas”, Nº1902, 16 de marzo, 1935
Si se observa con detalle, Doña Juana lleva un casco metálico, un anacronismo en su época de guerrera. La imagen del estandarte tampoco se corresponde con los usados por los realistas, en lo que sí coincide con la realidad es en el rojo de su paño. 

Eduardo Holmberg, en revista “Caras y Caretas”, Nº458, 13 de julio, 1907. Muestra a Juana en el fragor del combate, haciéndose del estandarte realista. En los últimos años se ha intentado aportar una imagen renovada de la patricia, buscando quizás adecuarla a las tendencias plásticas más recientes. Al respecto aporto algunas como ejemplo: 

Tomás Apaza
Esta versión que muestra a Doña Juana como si fuera una visión celestial, a su derecha vemos las fuerzas realistas y a la izquierda las patriotas, caracterizadas por sus uniformes. No reparó el autor que la casaca de la homenajeada se refleja en los derrotados. El sable que empuña recuerda al que recibió el general Belgrano de la Asamblea del XIII como premio por sus triunfos en Tucumán y Salta. En manos de la heroína es una fantasía del autor, ya que según toda evidencia el prócer le obsequió uno de diferentes características, también de su propiedad.

Empuñadura del sable que el general Manuel Belgrano
recibió de la Asamblea General de 1813 (Museo Histórico Nacional)

Apaza ofrece una faceta netamente impresionista de su visión sobre Doña Juana, dotada de gran dinamismo de formas y colores. Repite la constante de la chaqueta roja y del caballo tordillo (blanco). La heroína empuña el sable que Belgrano recibió de la Asamblea General de 1813, como rasgo saliente la hoja está manchada con sangre. El brazo izquierdo aporta singular fuerza. La visión general repite la ieal del anterior, en tanto la Generala divide el campo entre las fuerzas de la opresión y las libertadoras. Sobre la figura de Juana cae un rayo de luz blanca. En el oscuro lateral derecho se representa la dominación colonial. En contraste, sobre la izquierda, priva la luz del Sol, las figuran registran gestos de solidaridad y redención. En este sector aparecen segmentos multicolores que sugieren una wiphala, omnipresente en las representaciones del altiplano de los últimos tiempos, es todo un anacronismo con respecto a la heroína.

Autor no determinado. Reverso del proyecto de billete de $200 para el Correo Argentino, que muestra una figura caracterizada como Doña Juana, evidentemente, el resultado no fue para nada acertado.

Ampliación del centro de la viñeta.

La imagen del reverso parece basada en el video titulado “Zambas al corazón” (YouTube). Una fantasía ciertamente cinematográfica.

Viñeta dibujada por A. Bel, sello postal impreso por “La Papelera”, para los
Correos de Bolivia (1980) Muestra a la Mariscala con un irreal e impecable uniforme albo, guantes de caña larga y altas botas mosqueteras. También el sable remite al obsequiado por la Asamblea.

Adenda 1: versiones infantilizadas

En un intento de acercar la identidad de Doña Juana a los niños hay numerosas ilustraciones que la presentan como un personaje de las historietas que pueblan el mundo de las infancias. Dejo al lector el juicio que pudieran merecerle estos intentos. 

Versión de Pitu Saá (2015) para revista "Chirimbote",
donde la heroína destaca por su avanzado embarazo.

Juana Asurdui en la versión cuasi naif del “asombroso mundo de Zamba
difundida por la TV Pública (Argentina) La profusión de jazmines referencia la composición musical de Ramírez y Luna.
La visión de Walter Carzon que ilustra la obra publicada por Editorial Albatros. Repite la composición generalizada en expresiones similares. Como peculiaridad destaca el sable empuñado con el brazo izquierdo y un poncho al cuello.

Finalmente, otra versión, la de Sarah Jones, en la revista digital “Billiken”. está notoriamente influenciada por la de Valda del Castillo que se vio en la primera parte de esta nota.

Adenda 2: inclusiones de último momento

Dibujo de Charlene Eckels, 2019, un retrato formal trasmite un aspecto envarado. Destaca una suerte de aura, formada por cantutas, flor nacional de Bolivia, con lo que adquiere un aspecto que recuerda a las representaciones de santos propia del arte cristiano.

Retrato donado a la O.E.A. por la Universidad Andina "Simón Bolívar" (Bolivia), para ser exhibido en la "Galería de las heroñinas y los Héroes de las Américas", en la sede de la entidad (julio, 2025), es obra del artista Paulino Morales [1]. Como referencia general: se logra una síntesis entre la condición de civil que Doña Juana invistió en origen, lo que se evidencia en su vestimenta, en la que destaca un poncho (de vicuña por su aspecto), y su protagonismo en la historia como militar, lo que se plasma en su derecha, que toma con vigor el estandarte que arrancó en combate de manos de su portador. Otra muestra de síntesis, inspirada en su condición de mestiza, radica en sus rasgos faciales, el tono aceitunado de su piel y las trenzas. La profundidad de su mirada, interpela al observador.

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Consideraciones finales

Sin duda alguna podrían agregarse otras muchas caracterizaciones de la heroína, pero considero que las expuestas son suficientemente demostrativas. Se advertirá que la mayoría cumplen en presentarla con piel morena, negra y larga cabellera, muchas veces formando largas trenzas. Todo acorde al biotipo mestizo.

Los hay también de una Juana "civil", donde su identidad y su rol en la Historia solo aparece en la designación asignada. Como ejemplo más característico ubico el de Ghigliazza (ver primera parte)

Una advertencia. En las redes circulan imagenes atribuidas a Doña Juana que se presentan tanto con uniforme o con vestimenta civil, pero que en realidad corresponden a otras heroínas americanas. Por lo tanto se aconseja verificar lo propio con la debida prudencia para no caer en el error.

Los rostros y las actitudes corporales generalmente trasmiten fuerza. Los más modernos propuran proyectar cierta delicadeza propia de nuestros tiempos, lo que contrasta con los antiguos que son menos idealizados, punto en que coinciden con los elaborados con aporte de la IA.

Es toda una incógnita de qué manera se consagra la preponderancia de uniformes en rojo y blanco, cuando los patriotas eran fudamentalmente azules.

[1] Se agradece este dato portado por Gina Labanca.

lunes, 21 de julio de 2025

Perón suprimió el “Día de la Bandera”

Un “ajuste” versión 1955

(Imagen referencial)

Por Miguel Carrillo Bascary

La Ley Nº12.361[1] de 1938 estableció cada 20 de junio como el “Día de la Bandera” con carácter de feriado nacional[2]. Con toda unció se conmemoró durante 16 años, hasta que, en 1955, fue sorpresivamente eliminado del calendario oficial de Argentina.

Es necesario ubicarse en la época para conocer el contexto de tan increíble disposición. El 4 de junio de 1945 asumió como presidente de la Nación el general Juan D. Perón. Para los lectores que desconozcan la realidad argentina interesará saber que su gestión de gobierno se caracterizó por un acendrado populismo distributivo, a partir de la coyuntura económica de postguerra que resultó extremadamente favorable para el país. En lo que hace a las conmemoraciones populares Perón introdujo la celebración del 17 de octubre como “día de la lealtad peronista[3]”, y otorgó los llamados días “san-perón”, que se discernía arbitrariamente por decreto, bajo el pretexto que las movilizaciones populares no debía quitar el descanso de sus protagonistas. También validó que multitud de gremios consiguieran exceptuar de trabajo a sus afiliados el día de su fundación. A esto se agregó que, a consecuencia del fallecimiento de su esposa, Eva Duarte, nominada como “jefa espiritual de la Nación Argentina”, se declararon feriados los 26 de julio, a partir de 1952.

Ya en 1953 la bonanza económica comenzó a desdibujarse, lo que se manifestó de múltiples maneras, en particular por la escasez de ciertos productos. Una referencia paradigmática radica en el trigo, ya que por efecto de la sequía y de los desaciertos en la política agrícola, en 1952 para atender la demanda del consumo local el gobierno debió ordenar la mixtura de la harina de trigo con la de mijo. La paradoja fue que hasta poco antes la Argentina, había sido considerada otrora como “el granero del mundo” y que, incluso, regaló decenas de miles de toneladas a la Europa de postguerra, particularmente a España, Italia y Francia[4]

Se establecieron controles de precios sobre numerosos rubros, especialmente a los importados, hubo una fuerte restricción a la obra pública, lo que afectó particularmente a la construcción de viviendas, se encareció y redujo el crédito a particulares, se impuso un régimen de cambios diferenciado y se dieron evidencias ciertas de corrupción en la administración pública. Resulta demostrativo el cambio de clima en el aviso difundido en los diarios de la época.

Con esto comenzaron a aparecer signos de descontento en las propias bases del poder. Al decir de la jaqueada oposición “el fin de fiesta estaba cerca y había que empezar a pagarla”.

A fines de 1952 el Gobierno lanzó el “Segundo Plan Quinquenal” con el objetivo de "Consolidar la independencia económica para asegurar la Justicia social y mantener la soberanía política". A poco se hizo evidente que una cosa era planificar y otra avanzar en los objetivos planteados.

Desde la conducción política Perón intentó imprimir un impulso voluntarista a la crisis que se complicaba, todas sus expresiones públicas abogaban por la necesidad de producir y de arbitrar rasgos de modestia en los consumos.

Así lo expresó el presidente perón reiteradamente, por caso, el 22 de marzo de 1955 cuando habló ante el “Congreso Nacional de Productividad y Bienestar Social”. En forma paralela el “Boletín Oficial” daba a conocer el decreto que se comentará seguidamente.

Diario “La Capital” (Rosario), 22 de marzo de 1955

El “ajuste”, versión 1955

El Decreto Nº3.991/ 1955, el 21 de marzo, firmado por Perón, destacó la necesidad de productividad aún a costa de reducir los días feriados y no laborables. Interesa conocer los fundamentos, su sola lectura expone el espíritu de aquel momento:

VISTA la imperiosa necesidad de intensificar la laboral[5] [sic] pública y privada para un mayor incremento de la productividad y el bienestar social, y

CONSIDERANDO:

Que uno de los factores que conspiran contra dichas finalidades es el excesivo número de días no laborables, siendo por ello necesario reducirlos al mínimo, fuera de los consagrados por la legislación vigente al descanso hebdomadario, a fin de que no se resienta el ritmo que el gobierno está empeñado en imprimir a la actividad nacional.

Que ello ha de lograrse sin desmedro de las celebraciones cívicas, patrióticas y religiosas tradicionales que podrán realizarse aun cuando se asigne carácter laborable a las respectivas fechas.

Que es asimismo indispensable establecer un mínimo de días de labor anual en la Administración Pública a fin de asegurar el cumplimiento de los planes de trabajo que se ha trazado el Gobierno Nacional”.

Puede decirse que el decreto fue una evidencia más de que el “ajuste” debía materializarse en razón de la dura realidad. Desde la perspectiva actual aquel momento tiene muchos puntos en común, ciertamente que no todos, con la política de austeridad que impulsa el actual gobierno, que se define en las antípodas como libertario y anti populista. Las medidas dispuestas se concretaron sin que mayormente no hubiera desacuerdo entre los afectados, al menos de viva voz.

El Artículo 1º del Decreto puntualizó que “Sólo serán feriados nacionales los días 1° de Mayo [Día del Trabajo], 25 de Mayo [Revolución de Mayo], 9 de Julio [Independencia nacional], 26 de Julio [paso a la inmortalidad de Eva Perón] y 17 de Octubre [Día de la Lealtad peronista].

Por el Artículo 2º se limitaron los “días no laborables” ya que solo tendrían este carácter: el 1º de enero [inicio del año], el lunes y martes de Carnaval, el Viernes Santo, el 17 de agosto [fallecimiento del general San Martín] y el 25 de diciembre [Navidad].

Con ello se suprimió tácitamente el carácter de feriado o día no laborable del: 14 de abril, “Día de las Américas” (impuesto por el Decreto Nº8.901/ 1944), el 12 de agosto (establecido por la Ley 1.2831, de 1946 para conmemorar la “Reconquista” y de la “Defensa” de Buenos Aires”[6]), el 12 de octubre (“Día de la Raza”, Decreto Nº7.112/ 1917) y también varias fechas religiosas tradicionales: 6 de enero (Reyes Magos), Corpus Christi, Ascensión de Nuestro Señor Jesucristo, 1º de noviembre (“día de todos los santos”) y 8 de diciembre (fiesta de la Inmaculada Concepción de la Virgen María). Cabe señalar que el gobierno estaba enfrentado con la Iglesia católica y en ese año se adoptaron decisiones políticas como la introducción del divorcio vincular, autorizó reinstalar prostíbulos, prohibió manifestaciones religiosas y adoptó políticas vistas como contrarias a la libertad religiosa.

Supresión y traslado del “Día de la Bandera”

En cuanto al 20 de junio, se vació de contenido el “feriado nacional del 20 de junio” trasladándolo al 25 de Mayo. Con esto se contravino la Ley Nº12.361 de 1938, que había consagrado ese día en particular para exaltar a nuestro máximo símbolo nacional. Una medida netamente inconstitucional ya que un decreto no puede modificar una ley.

Efectivamente, el Artículo 3º del Decreto Nº3.991/1955 ordenó:

Los actos y homenajes del Día de la Bandera se realizarán el 25 de Mayo”.

Como consecuencia, la fiesta quedaba desdibujaba en la perspectiva de la civilidad, y pasaba a confundirse con la conmemoración de la “Revolución de Mayo”, hasta el punto que algunas personas llegaron a creer que la Enseña nacional había flameado en el Cabildo de 1810.

Cooptada por el oficialismo la prensa se expresaba en los términos que indica este fragmento del editorial en el diario “La Capital” de Rosario (22 de marzo 1955):

Otras disposiciones del Decreto

Con el propósito de hace frente a la crisis de recursos que se había precipitado el Decreto Nº3.991/1955 impuso a los trabajadores contribuciones compulsivas, con total falta de observancia del Art. 26 y 38 de la Constitución de 1949[7], que el propio gobierno había adoptado en 1949, nacional que garantiza la propiedad privada y del principio de que toda contribución debe ser dispuesta por ley del Congreso.

Efectivamente, el Art. 4º del Decreto introducía dos preceptos cuya calificación dejo al lector, pero que objetivamente implicaban una exacción no fundada en ley. Lisa y llanamente ordenaban que los salarios correspondientes a los días 1º de mayo y 17 de octubre debían depositarse en beneficio a la Fundación “Eva Perón[8]. Para quienes descrean lo antedicho, se trascribe la norma:

El Estado y los dadores de trabajo deberán retener los salarios del personal que preste servicios bajo su dependencia correspondientes a los días 1° de mayo y 17 de octubre de cada año depositándolos, en un término de cuarenta y ocho horas, en el Banco de la Nación Argentina, a la orden de la Confederación General del Trabajo y con destino a la Fundación Eva Perón”.

Como se ve lo expuesto repugna a la conciencia social de que tanto hizo gala el gobierno de entonces, basta pensar que si hoy ocurriera despertaría una reacción inimaginable en la sensibilidad del pueblo argentino. No ocurrió así en 1955 ya que el partido en el poder contaba con amplia mayoría en el Congreso, con quorum propio, le respondían todos los gobiernos de provincias y, fundamentalmente lo apoyaban los sindicatos nucleados en la poderosa Confederación General del trabajo.

Los siguientes artículos bien podrían haber sido tomados del conjunto de providencias expedidos por el actual gobierno libertario, bajo el popularizado eufemismo de “la motosierra”, bastará leerlos para advertir la concordancia, más allá de los setenta años transcurridos:

“Art. 5°.- Todos los empleados de la Administración Pública Nacional, cualquiera sea su jerarquía, estarán obligados a realizar trabajo efectivo remunerado durante doscientos días al año como mínimo, salvo casos de enfermedad debidamente comprobados.

Art. 6°.- Los beneficios que otorga el régimen de licencias en vigor estarán condicionados al cumplimiento de lo dispuesto en el artículo precedente, de manera tal que cada agente de la Administración Pública no deje de cumplir el mínimo de días de trabajo establecido.

Art. 7°.- A partir de la fecha, los ministerios y dependencias tendrán a su cargo la justificación de licencias por enfermedad siempre que se encuentren en condiciones de asumir esa tarea. Cuando dichas licencias excedan de seis meses se requerirá, además, la justificación de la causal por parte del Ministerio de Asistencia Social y Salud Pública”. 

Concluyendo

El Decreto Ley Nº2.446/ 1956[9], del 9 de febrero, que emanó del gobierno provisional, que asumió de facto el poder tras la caída de Perón, restableció la conmemoración del 20 de junio como “Día de la Bandera” con el carácter de feriado nacional con que fue creado por la ley de 1938.

También se restableció como feriado el 12 de octubre y, como días no laborables el 6 de enero, Jueves Santo, Corpus Christi, 1º de noviembre y 8 de diciembre.

Obviamente, las conmemoraciones del 17 de octubre y 26 de julio, así como las contribuciones compulsivas se suprimieron.

Concluyendo

El Decreto Ley Nº2.446/ 1956[10], del 9 de febrero, que emanó del gobierno provisional, que asumió de facto el poder tras la caída de Perón, restableció la conmemoración del 20 de junio como “Día de la Bandera” con el carácter de feriado nacional con que fue creado por la ley de 1938.

También se restableció como feriado el 12 de octubre y, como días no laborables el 6 de enero, Jueves Santo, Corpus Christi, 1º de noviembre y 8 de diciembre.

Obviamente, las conmemoraciones del 17 de octubre y 26 de julio, así como las contribuciones compulsivas se suprimieron.



[2] En Argentina, durante los feriados no trabajan las administraciones públicas, ni los particulares, excepto ciertas actividades esenciales, gastronomía, hotelería y similares.

[3] En alusión a la misma fecha de 1945, en que la clase trabajadora se manifestó en su defensa luego de haber sido detenido por el gobierno militar que él mismo integró.

[4] Una breve nota el respecto puede verse en https://www.historiacocina.com/paises/articulos/espana/argentina.htm

[5]En puridad debió utilizarse el calificativo de “laboriosidad”.

[6] Gesta cívico militar por la que el pueblo del Virreinato del Río de la Plata rechazó a las tropas británicas de ocupación, lo que se conoce como las “Invasiones Inglesas”, verificadas en 1806 y 1807, en Bs. Aires.

[8] La institución fue establecida por la esposa de Perón en 1948, tenía una naturaleza jurídica particular. Puede verse una semblanza en https://jdperon.gob.ar/fundacion-ayuda-social-maria-eva-duarte-de-peron/