sábado, 8 de octubre de 2022

Bandera papal ¿De la Santa Sede o del Vaticano? / Parte 1

Concepto, significado y normativa

Bandera vaticana, imagen oficial[1], como la define la Ley Fundamental (1929/ 2000) 

Por Miguel Carrillo Bascary

Esta nota es la primera parte de la respuesta a una pregunta que me hizo hace algún tiempo un colega docente domiciliado en la provincia de San Luis, donde se me pedían precisiones sobre la llamada “bandera papal” y su relación con el Ceremonial. A este fin, me concentraré en la respuesta, dejando de lado los antecedentes históricos del vexilo anteriores al año 1808, cuando todavía existían los llamados “Estados de la Iglesia”.

Aclaraciones previas

Lo primero a señalar es que el tradicional vexilo amarillo y blanco no es la “bandera de la Iglesia Católica”, como muchos consideran. Tampoco es la “bandera personal del papa”.

Este símbolo representa a la Santa Sede y al Estado de la Ciudad del Vaticano, indistintamente lo que obliga a destacar una fundamental distinción.

El Código de Derecho Canónico[2] en su canon 361 define que el nombre de Sede Apostólica o Santa Sede comprende al Papa y Curia Romana[3] esto es: todos los funcionarios que se ocupan de la administración de la Iglesia universal. Obviamente la plenitud del poder reside en el Papa que descentraliza funcione administrativas en los organismos de la Curia. Mientras que el Vaticano es el territorio físico sobre el que ejerce su poder la Santa Sede, lo que suele dar lugar a confusiones.

Como entidad de Derecho Público sui generis, la Santa Sede tiene independencia absoluta, por ende, goza de soberanía e integra la comunidad internacional ya que es reconocida por la casi totalidad de sus miembros[4]. También cuenta con himno, escudo y un sello oficial que la identifican, aunque, como es evidente, el símbolo universalmente conocido es su bandera.

El nombre Vaticano deriva de una colina extramuros del antiguo ejido de la ciudad de Roma, o sea que no es una de las famosas “7 colinas” sobre las que se fundó. Desde los tiempos etruscos era un lugar de enterramientos[5], por eso allí se enterró al primer papa, San Pedro, tal como siempre lo afirmó la tradición, lo que finalmente probaron las excavaciones arqueológicas realizadas en el siglo XX, que culminaron en 1968.

Normativa vigente

En 1929, se firmaron el Pactos Lateranenses[6] entre Italia y el Papado que reconoció a la Santa Sede como ente de Derecho Internacional[7] y dio origen formal al Estado Vaticano. Seguidamente, el Papa Pío XI dictó la “Ley Fundamental del Estado de la Ciudad del Vaticano”, una verdadera constitución que regula el gobierno de su pequeño territorio. En su artículo 19 y los anexos gráficos complementarios se definió el modelo patrón de su bandera y escudo. Esta norma fue actualizada (motu proprio[8])en el año 2000[9] y entró en vigor el 22 de febrero del 2001. Su actual Artículo 20, dispone:

“1. La bandera del Estado de la Ciudad del Vaticano consta de dos campos divididos verticalmente, uno amarillo adherido al remate y otro blanco, y en este último la tiara con las llaves, todo ello según el modelo, que forma Anexo A de esta Ley.

2. El escudo consiste en la tiara con las llaves, según el modelo que forma el Anexo B de esta Ley.

3. El sello del Estado lleva la tiara con las llaves en el centro y las palabras "Estado de la Ciudad del Vaticano" alrededor, según el modelo que forma el Anexo C de esta Ley”.

Tal como consta, la norma no estipula que la Santa Sede se identifica con la bandera referenciada, pero la correspondencia es total ya que así lo confirman los usos y costumbres, que también son fuente de Derecho. Como sutileza cabe afirmar entonces que, la bandera del Estado Vaticano es también la de la Santa Sede.

El experto Francisco Gregoric informa sobre el diseño:

“La ley de 1929 fue reimpresa en algún momento no identificado, entre las décadas de 1950 y 1970, oportunidad en que se cambió el dibujo del modelo de 1929, por el mismo que más tarde se adoptó en el año 2000. Por lo tanto, el llamado "modelo 2000" es anterior a 1979 (lo vi por primera vez en el Diccionario Enciclopédico Espasa Calpe de ese año)”.

Imagen antecedente de la que se formalizó en el 2000

Consideraciones

De esta manera, la Ley Fundamental recuperó el diseño del antiguo pabellón mercante de los Estados Pontificios que se usó entre el año 182 y 1870, la que carga el emblema de la tiara con las “llaves de San Pedro” ligadas por un cordel rojo. Los más lejanos registros de este emblema se remontan al siglo XIII.

Las llaves representan el poder sobre el reino de los cielos; la de plata, a la izquierda, indica la autoridad espiritual del papado, lo que deviene del Evangelio de San Mateo (cap.1 6, versículo 19), donde Jesucristo dice a San Pedro "Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos: lo que ates en la tierra quedará atado en el Cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el Cielo". Este designo se interpreta como el momento en que se instituyó el Papado. La dorada es dominante, por lo que se ubica de derecha (el ojo) a izquierda (la pala), que representa al poder de espiritual, mientras que la plateada alude al servicio del Papa quien conduce a la Iglesia en la tierra.

Es concepto general que las llaves poseen un profundo significado simbólico ya que sugieren el acceso a un espacio, una dimensión o un conocimiento que, en principio, está vedado a una generalidad y otorga acceso a quien puede disponerla. Históricamente podrían remontarse a la cruz ansada (anj) del Antiguo Egipto, atributo que representaría a la vida eterna. Sobre esta línea de pensamiento se podrían establecer muchas otras relaciones, que en este espacio serían sobreabundantes.

En cuanto al significado de los colores del paño, devendrían de los metales de las llaves, de manera que el segmento amarillo aludiría al poder espiritual y el blanco, al temporal.

No sería válido utilizar un paño mitad dorado y mitad plateado, como pretenden algunos que se aferran a los conceptos y a la terminología de la Heráldica. El error radica en no comprender que, tratándose de banderas, deben aplicarse los cánones de la Vexilología.

La papal es la única bandera estatal que combina el amarillo y el blanco, con lo que asegura su identificación universal, favorecida por su exhibición en las iglesias católicas e instituciones de esta confesión en todo el mundo.

Las llaves están cruzadas (decussate o en sotuer, según la Heráldica) y direccionadas hacia arriba, al Cielo, de manera que quien las empuña las toma por el ojo, es decir el Papa. Las palas contienen la imagen de una cruz, indicando que el poder del Papa proviene de Nuestro Señor Jesucristo.

El cordel señala la mutua relación entre ambas facetas del poder. En la descripción del blasón que obra en la web del Vaticano se indica que las cintas “generalmente” son rojas, pero que también pueden ser azules, nada se dice sobre los significados implicados en esta determinación.

Desde 1825 las llaves forman un conjunto con la tiara o corona papal[10], también llamada triregno, un símbolo cuyo uso material se abandonó durante el papado de San Paulo VI (1963-1978). Sobre las llaves descansan las ínfulas, cintas de tela que se desprenden de la parte posterior de la tiara, ellas representan que la doctrina de la Iglesia encarnada en el Papa proviene tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, la Biblia católica.

En la antigüedad pagana las ínfulas eran un atributo de los sacerdotes que expresaba la inviolabilidad de sus personas por estar consagrados a la divinidad. De hecho, constituía una advertencia material del sacrilegio que cometería quien decapitara al portador del emblema.

Como un atavismo preservado desde los tiempos en que el Papado disponía de infantería el formato del paño es cuadrado (proporción 1:1) pero, de manera informal se emplean paños rectangulares para facilitar la visualización de las banderas de izar, lo que también simplifica su empleo en los dispositivos ceremoniales donde participan otras banderas. Para estos casos, se construyen con proporción 2:3 (o similar), que es el de uso común en Italia, como lo hace saber Francisco Gregoric.

Es impropio usar el formato cuadrado en conjunto con otras banderas, ya que su inmensa mayoría son apaisadas. Ese calificativo se fundamenta en el secular principio de la “igualdad jurídica de los estados” que implica que todas las banderas deben presentar un mismo aspecto.

El modelo-tipo de la bandera pontifica no tiene codificación de colores, ni en la versión 1929 (no se utilizaba por entonces) ni tampoco en la del año 2000, lo que es una carencia imperdonable, atento los avances experimentados por la Vexilografía para esa época. En consecuencia, como el tono de amarillo no está formalmente definido, puede emplearse desde uno muy pálido hasta el azafranado, pasando por “el del limón” y otras gradaciones. Pese lo claro de la normativa en materia de colores, hay registros de que en algún momento se usaron paños de un gris claro en vez del blanco, para aparentar el plateado. Esta errónea mutación ha desaparecido en el presente.

Bandera con amarillo azafrán

La Ley Fundamental no ofrece duda en cuanto a la estructura del vexilo, el emblema de las llaves y la tiara deben ir sobre el lado del vuelo (el blanco) y no en el centro, como se observa en la siguiente toma, menos aún inserto en el amarillo:

Los colores amarillo y blanco de la enseña vaticana se remontan a la escarapela que el Papa Pío VII ordenó para distinguir a las tropas que le permanecieron fieles tras la invasión napoleónica a Roma. Desde 1802 los efectivos pontificios usaban una divisa encarnada y amarilla, pero en 1808 la mayoría fueron obligados a incorporarse al ejército francés por lo que, para distinguir a sus leales el Papa creó la cucarda amarilla y blanca.

Escarapela bicolor y una variante, aplicada a un chacó 

Por su parte, el diseño oficial del escudo del Vaticano[11] es el siguiente:

Escudo del Vaticano

A lo largo de los años se registraron leves variaciones en el diseño del emblema hasta que en 1996 la Santa Sede registró ante la Organización Mundial para la Propiedad Intelectual (OMPI) el que se copia a continuación. Este modelo patrón aún no se ha reflejado en el escudo oficial ni en la bandera.

Modelo registrado ante la OMPI

La cuestión de las banderas con y sin emblema

Los cánones de la Vexilología admiten que las banderas de uso no oficial (que algunos llaman “civiles” y/o “de la marina mercante”) se exhiban sin cargas, esto es, careciendo de la aplicación de escudos y emblemas. La liberalidad se justifica en el propósito de hacer menos oneroso el costo y como facilitar su manufactura, principalmente cuando los aditamentos son complejos o cuando por sus características tienden a degradarse más rápidamente que el paño. En algunos estados la normativa no solo acoge este modo simplificado, sino que hay casos en que lo estipula expresamente, reservando los vexilos cargados para uso de las entidades oficiales[12].

En materia de vexilos el Estado del Vaticano hoy tiene una normativa sumaria, tal como se vio más arriba. Esta característica y las costumbres internacionales habilitan tácitamente que haya enseñas pontificias que prescinden del emblema de las llaves y el triregno. Más aún, cuantitativamente predomina el empleo de banderas sencillas, aun tratándose de establecimientos tan significativos como la Nunciatura Apostólica[13] con sede en la Argentina, como lo prueba la siguiente fotografía:

Palacio de la Nunciatura Apostólica, en Buenos Aires 

Informalmente y en lo cotidiano, tanto en Argentina como en otras partes del mundo, también se usan los colores vaticanos en horizontal, con forma de bandera. A veces con el blanco y otras con el amarillo en la primera faja. Obvio que esta modalidad es inadmisible desde la perspectiva del correcto ceremonial, aunque se tolera tratándose de manifestaciones que ocurren en el marco de la civilidad.

Un gaucho durante un desfile en la ciudad de Jujuy (Argentina)

Sus colores son amarillo y blanco. No dorado y plateado.

Carga en el lado del vuelo el emblema de las llaves de San Pedro y la tiara pontificia que obra en el escudo del Estado Vaticano, de uso secular en la Iglesia.

La bandera papal merece las mismas consideraciones en cuanto a respeto y uso ceremonial, tenga o no el emblema y se ubican en idéntico orden protocolar.

Mayor información:

La Ciudad del Vaticano a través de los tiempos: https://www.vaticanstate.va/it/stato-governo/storia/vaticano-ieri.html

El vaticano hoy: https://www.vaticanstate.va/it/stato-governo/storia/la-citta-del-vaticano-oggi.html

Gregoric, Francisco. “Habemus papam Argentinum”. Estandarte (número especial) 65/66 (2013). Publicación restringida a los socios de la Asociación Argentina de Vexilología

Becker, William M. The Flag of Vatican City. Description & Symbolism (2005) https://vatflag.tripod.com

Becker, William. Vatican Flags: Keys & Crowns since 1800 Boston: North American Vexillological Association, 2018. https://nava.org/raven-volume-25


[3] La Curiaconsta de la Secretaría de Estado o Papal, del Consejo para los asuntos públicos de la Iglesia, de las Congregaciones, Tribunales, y de otras Instituciones, cuya constitución y competencia se determinan por ley peculiar” (Canon 360, CDC)

[4] Salvo algún error u omisión, los estados que no reconocen al Vaticano como una entidad soberana son: Afganistán, Arabia Saudita, China y Somalia.

[5] La colina vaticana estuvo consagrado a la entidad protectora de los fallecidos, la diosa etrusca Vatica, de donde deriva la designación. El Edicto de Milán (año 313) por el que Constantino autorizó el culto cristiano y mandó erigir un templo sobre la tumba del apóstol que por tal motivo se transformó en un centro de peregrinaciones (santuario), con los siglos evolucionó a la actual basílica cuyo nombre lleva.

[7] De hecho, la comunidad internacional ya le había reconocido su personalidad de Derecho Público en diversas ocasiones.

[8] La expresión latina indica que la norma fue dictada “por decisión propia” del Pontífice (San Juan Pablo II) es decir, en ejercicio de su poder soberano.

[10] En realidad, la tiara es la mitra episcopal que corresponde al Papa como obispo de Roma. Con los siglos se construyó en metal y se la enriqueció, sumando también tres coronas que, según la antigua interpretación, representan el poder del Papa como soberano de los Estados Pontificios, como rector del mundo y vicario de Cristo en la tierra. De hecho, solo se usaba en contadas y solemnes ocasiones. En su vértice obraba un orbe coronado por una cruz, también emblema del poder universal del Papa. Posteriormente se consideró que simbolizaban el orden sagrado que corresponde al pontífice por ser sacerdote, la jurisdicción y el magisterio papales.

[12] Esto ocurrió en Argentina hasta que en 1985 se autorizó que los particulares y las instituciones privadas emplearan la bandera con el Sol en su centro.

[13] Nunciatura Apostólica es la designación que reciben por tradición las embajadas de la Santa Sede en los países con los que mantiene relaciones diplomáticas.

3 comentarios:

  1. Buenas noches estimado Miguel.
    Antes todo quiero agradecer enormemente el tiempo y la dedicación que demuestra la Nota que da respuesta a mi consulta.
    Ha sido usted muy claro y detallista en la explicación en todo lo que se refiere a la bandera papal y su relación con el Protocolo y Ceremonial de bandera.
    A pesar de esto me queda una extraña sensación. Esto se debe al cumplimiento de las reglamentaciones existentes en relación a la confección de las banderas de ceremonias. Esto me lleva a una pregunta existencial: Si una institución educativa no posee los medios económicos suficientes para costear la compra de una bandera de ceremonias reglamentaria y sus respectivos accesorios, entonces...¿Es lícito que la institución educativa opte por utilizar una bandera sin el sol? (De esta manera esto le sería menos oneroso) Merecería, entonces, esta bandera (sin el sol) las mismas consideraciones en cuanto al respeto y uso ceremonial, que la bandera con el sol; y se ubicaría en idéntico orden protocolar.
    Parece ser que la exigencia en cuanto al cumplimiento de aquello que está debidamente reglamentado es bastante RELATIVA, aún para entidades que no poseen inconvenientes económicos.
    Nuevamente le agradezco su gentileza.
    Todos su valiosos aportes son de mucha utilidad para quienes nos preocupamos por educar en valores.
    Saludos cordiales.

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  2. Buenas tardes estimado Miguel.
    En esta ocasión quiero aclarar algo del comentario anterior. Cuando menciono la bandera de ceremonia (con y sin sol) me refiero a la Bandera Nacional Argentina.
    Que tenga una buena jornada.
    Saludos cordiales.

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  3. La normativa que define la forma de la Bandera Oficial de la Nación Argentina es el decreto Nº1650/ 2010 en donde constan sus características al detalle. En consecuencia, aquella a la que se llama habitualmente "bandera argentina sin sol" no sería técnicamente una enseña nacional desde que el año 1985 en que se dictó la ley Nº23.208. En realidad, se trata de “un paño con los colores nacionales", esto es, un objeto ornamental.
    Pero, con relación al especialísimo caso sobre el que se pregunta, que supone la existencia de una escuela cuyos escasos recursos no le permiten hacerse de un ejemplar con las características normalizadas (una dura realidad que lamentablemente golpea a muchas escuelas de nuestro país), observo que hay una opción no explorada que permite conciliar la demanda legal con las posibilidades materiales. Consiste en tomar un paño con los colores argentinos y pintarle el Sol tratando de que se asimile al modelo oficial. En tal caso se completarán los atributos propios de una bandera argentina: un paño con los colores celeste, blanco y celeste, en horizontal y un Sol en el centro. En cuanto a los accesorios: asta, moharra, tahalí, corbata y pie soporte, se podrán improvisar con otros materiales siempre bajo el criterio de procurar la mayor semejanza posible con los de reglamento. Creo que de esta manera será factible dotar al establecimiento de tan imprescindible elemento. Y, lo más importante, se deberá trabajar con los alumnos para que se sientan igualmente orgullosos que, si tuvieran una bandera acorde a la reglamentación, al fin y al cabo lo realmente trascendente es que se ame a la Patria más allá de su símbolo material. ¿No te parece?

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