La bandera vaticana y sus accesorios
Por Miguel Carrillo Bascary
En esta tercera nota sobre la bandera de la Santa Sede
se tratarán diversas cuestiones relativas a sus accesorios. Las dos
primeras, que versan sobre su normativa y ceremonial se publicaron en:
En la dinámica del Ceremonial las banderas de ceremonia demandan varios complementos, algunos son
imprescindibles, otros podrían omitirse.
Atento al anexo gráfico contenido en la Ley
Fundamental (1929/ 2000) que regula el gobierno de la Santa Sede, los ejemplares de ceremonia de su bandera se
montan en astas pintadas en amarillo
y blanco, por lo que toman un aspecto espiralado o torneado.
En la lanza,
que es de bronce, está calado el rostro de un querubín con sus correspondiente
aluelas. Fuera de aquellas unidades que emplean la Guardia Suiza y el “Cuerpo
de la Gendarmería del Estado de la Ciudad del Vaticano[1]”,
el asta no se pinta o bien va de un solo color. Mientras que la lanza adopta la forma que es usual en el
ceremonial de cada país, lo que se impone a consecuencia del principio de
la igualdad civil de los estados que define el uso conjunto de las banderas estatales
por lo que, en estos puntos, deben ser idénticas entre sí.
En Argentina la
moharra es de metal plateado y consta
de una lanza combinada con una medialuna, ya que así lo determina el Decreto
Nº1.650/ 2010 para la Bandera Oficial de la Nación.
La bandera vaticana usa una corbata compuesta de un moño, cuyo segmento derecho es íntegramente amarillo y el segundo, blanco. Sus brazos son contrastantes, como resulta de la siguiente imagen, empero en la fotografía anterior, los extremos son amarillos. Los brazos terminan en flecos dorados.
Subjetivamente cabría entender que su estructura pudo ser
influenciada por la flámula (gallardete)
que usaban las embarcaciones[2]
de la Hacienda vaticana a mediados del siglo XIX.
En
Argentina la corbata papal toma una
forma similar a la que emplea la Bandera Oficial de la Nación, tal como se
puede apreciar en la enseña de sitio que aparece el interior de la Nunciatura
en Bs. Aires y un detalle de la misma, plegada:
En el formato definido por la Ley Fundamental la
bandera vaticana no lleva flecos en
su perímetro, ni aun tratándose de ejemplares de ceremonia. Pero, si en algún
país estos adminículos son de uso corriente la ornamentación de la enseña papal
deberá incorporarlos para no incumplir el principio de igualdad jurídica de los
estados.
No hay en la Ley Fundamental ninguna previsión sobre
el tahalí portabandera que se usa para
facilitar el traslado del vexilo. De hecho, la Guardia Suiza utiliza
dispositivos de cuero marrón, mientras que la Gendarmería Pontificia los lleva
pintados de blanco.
En los países donde esta pieza es usual surge la opción de que el tahalí esté partido
por la mitad, siendo la superior amarilla y la inferior blanca, como reflejo
del formato de la corbata reglada o bien, que sus colores vayan en paralelo,
por todo el largo, como es tradicional en Argentina.
El mismo criterio puede aplicarse respecto de las bandas para los escoltas, que tampoco
están previstas en la Ley Fundamental. La Guardia Suiza no las usa, en cambio,
los oficiales, abanderado y escoltas la Gendarmería Pontificia, las utilizan,
con cuatro listas amarillas y tres blancas:
En Argentina, los establecimientos educativos de gestión confesional utilizan bandas cotidianamente. Las foto lo ejemplifican:
Es obvio que las bandas
de los escoltas deben llevarse pendientes del hombro derecho, cruzando el
pecho y terminando en la cadera izquierda, pues remedan a los tahalíes de
espadas que portaban quienes defendía el símbolo durante un combate. Es un error común llevarlos a la inversa.
No existe disposición alguna que regule el pie soporte de la enseña papal, por lo
que el mismo es libre, a condición que si emplean en conjunto con otra/s
bandera/s deberán ser idénticos entre sí.
Las astas terminan en un regatón de metal que las protegen del desgaste.
Cuando se utiliza en su versión “de sitio” es decir,
integrada a un dispositivo de Ceremonial la bandera pontifica debe estar “armada” para que sea bien visible el
sello de las llaves y la tiara. No velar por esto implica una desatención tal
que hará dudar de la profesionalidad de los organizadores del evento. En
consecuencia, se le deberán adicionar disimulados extensores, que quedarán ocultos a la vista, pero cumplirán su
imprescindible función. Al respecto remito a una nota anterior publicada en este Blog, la que también ampliará sobre
otros aspectos de las enseñas de ceremonia: http://banderasargentinas.blogspot.com/2022/02/accesorios-de-banderas-2-las-de.html
Hay otro accesorio que por su humildad suele
olvidarse, pero que en el caso de la enseña pontificia que es de colores muy
claros adquiere especial importancia, se trata de la funda cubre-bandera (carry
bag), que debe utilizarse para proteger el paño cuando se la debe
transportar. No hay disposición alguna sobre esto, pero para q3eu cumpla con su
función deberá contener a todo el elemento. Será de lona fuerte o similar y se
le adicionará una manija para poder llevarla colgada del hombro.
Modelo para llevar una
bandera cuya asta se armará en el lugar de la ceremonia
En cuanto a los mástiles
donde se ice la bandera de la Santa Sede no se les demanda ninguna
peculiaridad.
[1] Gendarmería es el cuerpo policial del
Vaticano, no debe confundirse con la Guardia Suiza, que se identifica con la
custodia personal del pontífice. Puede ampliarse en: https://revistaqdc.es/la-gendarmeria-vaticana-angeles-custodios-de-la-santa-sede
[2] Le Gras, M. A. Album des pavillons, guidons et flammes de
toutes les puisances maritimes. París. 1858, p. 22.
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