lunes, 10 de octubre de 2022

Cabelleras de mujer hechas banderas

Mahsa Amini, su muerte encendió el repudio

Por Miguel Carrillo Bascary

Cuando Mahsa Amini (22 años) fue detenida estaba lejos de saber que tenía tres días de vida, más lejos aún de saber que su nombre sería pronunciado por millones de mujeres y de hombres de todo el mundo y condición. El hecho no ocurrió en alguna remota aldea, sino en Teherán, capital de la “Repúiblica Islámica de Irán”.

Su “delito” fue llevar hijab “demasiado suelto” y eso precipitó su muerte. Ante este tipo insensateces es necesario señalar a los responsables. Sus victimarios son quienes promueven una cerrada concepción del islamismo encarnado, en este caso, en la tiranía clerical enquistada en Irán. Poco importan los nombres de los responsables concretos. Meros engranajes de una maquinaria opresora.

Mujeres con hijab o hiyab

Mahsa es hoy una mártir de la causa de la dignidad de la mujer. En repudio de su muerte y buscando honrar a la joven, muchas otras víctimas iraníes cortaron sus cabellos y los colocaron en palos que agitaron en sus manifestaciones como banderas de sus justas demandas de libertad. Las protestas se extendieron a todo el mundo.

Manifestación callejera

Estos dramáticos y originales vexilos, al ondear hacen temblar el despotismo fundamentalista que priva a la mujer del protagonismo que merece, de la educación, de toda participación política y en muchas ocasiones hasta de mostrar su cara o de sonreír en público, la negación misma de su personalidad.  

En algunas regiones, so pretexto del derecho de sostener las “pautas culturales ancestrales” se llega hasta la barbarie de la mutilación genital femenina (MGF). Una primera forma consiste en la ablación de los labios de la vulva para dificultar que la mujer sienta placer en el acto sexual. Existe otra modalidad, aún más grave, la clitoridectomía, y hasta una tercera, que se manifiesta hasta el grado de la infibulación en que, además de extirpar labios y clítoris, se cosen ambos lados de la vulva hasta solo dejar un pequeño orificio para evacuar la orina y el líquido menstrual. Según informe de UNICEF (2020) estas prácticas afectan hasta unas 4.000.000 de niñas  hasta los 15 años, CADA AÑO (https://www.unicef.org/es/historias/lo-que-debes-saber-sobre-la-mutilacion-genital-femenina)

Infografía proporcionada por la "Asociación Española de Ginecología y Obtetricia"  en https://aego.es/otra-informacion/mutilacion-genital-femenina

Esto no pasa solo en Irán, con diversas y aún más crueles peculiaridades también ocurre en Afganistán, Somalía, Sudán, Yemen, Indonesia, Mauritania y en otros estados del África sud sahariana, en regiones de la India y Paquistán, donde al amparo de la sharia (ley islámica) con contando con su aquiescencia se procura sostener un atavismo contrario a la naturaleza humana.

Una manifestante, en Turquía
Apéndice

Posteriormente se conoció que la imagen que abre esta nota corresponde a una producción realizada con motivo de la denuncia de la esclavitud en Centroamérica, lo que no invalida el sentido que se atribuyó a su actualización derivada de los hechos en Irán. Cumplimos en dejar testimonio que los interesados podrán ampliar desde https://factual.afp.com/doc.afp.com.32LL3LX

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