Desarrollo de la terminología
Por Miguel
Carrillo Bascary
En enero del año 2024 di a
conocer “Subdivisiones de la Vexilología. La riqueza de la diversidad[1]”,
donde ensayo una taxonomía de la disciplina. En particular caractericé a la Vexilología
Arqueológica como aquella “rama que trata de los vexilos preservados en
yacimientos y objetos de culturas desaparecidas”. Hoy considero que esa visión
debe ampliarse en los términos que acá concreto.
Para esto partiré de la
forma con que el Real Diccionario de la Lengua Española ilustra sobre el
término “arqueología”, diciendo que
es "la ciencia que estudia lo que se
refiere a las artes, a los monumentos y a los objetos de la antigüedad,
especialmente a través de sus restos[2]”.
Aplicando ese concepto, la
Vexilología Arqueológica tendría
como objeto de conocimiento:
“…los
vexilos producidos por las sociedades del pasado y sus culturas, a través del
análisis de sus vestigios, obtenidos a todas las fuentes posibles,
particularmente las que constan en textos e imágenes y de las piezas materiales
que subsisten”.
Su método consistiría
en la reflexión a través de la inducción y la deducción de sus caracteres
culturales, materiales y funcionales.
En este punto hay consenso
en la comunidad erudita de la especialidad enque el hito inicial de la Vexilología fue el 1º de octubre de 1961[3]
cuando se publicó el primer número del “Flag
Bulletin” concebido por Whitney Smith en colaboración con Gerhard Grahl. Tal
como lo definió la “Federation of Vexillological Associations” (FIAV)
Sin soslayar la
subjetividad de tal fecha, la trayectoria seguida por el estudio de los vexilos
admitirá que hay un antes y después de
la sistematización inspirada por Smith, que dio origen a la disciplina,
tal como hoy se la conoce y que tomó como origen del nominativo a los vexillum de la Antigua Roma.
Fresco en una tumba de Paestrum, Italia (ca. 408 a.C.)
Por esta causa, entiendo
que desde entonces (1961) comenzó el período
histórico de la disciplina, mientras que el anterior bien puede calificarse
como su etapa pre-histórica, que
abarcará los vexilos sin mayor conexión con aquellos que trascendieron de la
fecha bisagra. Para intentar ser más claro presentaré algunos ejemplos característicos.
En consecuencia, será materia de la Vexilología histórica el estudio de las
banderas que, de una u otra manera, mantienen una presencia real desde 1961 hasta
el presente, lo que incluye a sus precedentes, la normativa, las imágenes y las
costumbres vinculadas. Los ejemplos típicos son las enseñas de los estados que
componen la comunidad internacional.
Se encuadrarían en la Vexilología Arqueológica el análisis de los vexilos emanados de las manifestaciones culturales previas a 1961, es decir los que no guardan relación con el presente, ni con el pasado cercano, y que, por lo tanto, sus fuentes son imperfectas, su trayectoria no es clara o presenten imágenes disociadas, descripciones parciales, trazos o colores dudosos, y otras características similares. Como ejemplos: los que pertenecieron a las hordas tártaras, los sasánidas, la bandera de las hadas del clan McLeod[4], o las de los reinos africanos extintos antes de la fecha de quiebre.
Los períodos revolucionarios aportan muchos casos de este tipo ya que las descripciones son imperfectas y es usual que no existan imágenes, como ocurre con algunos de las banderas de provincias argentinas.
Empero, más allá de la
disquisición planteada la distinción nunca puede dogmática, habrá cantidad de
oportunidades donde un vexilo podrá caracterizarse como un “vexilo-arqueológico”
cuando se lo haya olvidado o sobre cuyo conocimiento solo hay mínimas
referencias. Para un ejemplo puede verse: “Antigua
bandera corporativa de la IAME. Un vexilo que no fue[5]”.
Como toda disciplina que
se nutre del pasado las conclusiones que
aporte la Vexilología Arqueológica serán netamente inestables, ya que
cualquier hallazgo tendrá el potencial de cambiarlas. Además, la perspectiva de
estudio se verá influida por la cultura del intérprete, con sus múltiples
implicancias y estos factores lo acercarán a las realidades, materiales y
conceptuales, del vexilo cuyos restos o rastros sea objeto de análisis.
Estimo que los párrafos reseñados bastan para introducir la temática en el amplio mundo de las visiones que nos ofrece esta particular rama de la Vexilología. Queda propuesto y esbozado el concepto, al par que invito a los colegas vexilólogos a considerarla como una herramienta del saber propio de la temática.
[3] Fecha que oportunamente se definió como “día internacional de la
Vexilología y del vexilólogo”. Véase: “Día
de la Vexilología/ Vexy Day”- https://banderasargentinas.blogspot.com/2021/10/dia-de-la-vexilologia-vexy-day.html
[4] Alvarez, Jorge: La leyenda de la bandera de las hadas; https://www.labrujulaverde.com/2024/07/la-leyenda-de-la-bandera-de-las-hadas-enigmatica-reliquia-protectora-del-clan-escoces-macleod-que-puede-proceder-de-constantinopla
[5] https://banderasargentinas.blogspot.com/2024/05/antigua-bandera-corporativa-de-la-iame.html





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