Sencilla respuesta para un acto complejo
Por Miguel Carrillo
Bascary
Mediante la presente intentaré contestar la consulta que me realiza
la directora de un establecimiento escolar, quien me manifiesta que en la
normativa local no existe una disposición que específicamente contemple la forma
en que se deberán concretar las promesas a la Bandera Nacional y a la de su provincia.
Lo haré en forma breve y sin mayores consideraciones, ya que la ceremonia es
inminente.
Observación primaria
Las promesas no deben ser simultáneas. Cada enseña debe tener su espacio para que se destaque adecuadamente ante los educandos como un significativa experiencia vital. En concreto los niños deberán distinguir y asumir, sus respectivos compromisos que, si bien guardan relación entre sí, cada uno tiene su objeto bien determinado pues remiten a procesos históricos, valores y realidades diferentes.
Sobre el dispositivo ceremonial
Producido el ingreso al
recinto de los alumnos promesantes se ubicarán en el sitio que les haya sido
destinado, con ambas banderas a su
frente, cada una con sus respectivos escoltas. Obvio que la Nacional irá a
la derecha.
En la ocasión se omitirá presentar cualquier otro vexilo, para que toda la atención se concentre en los que serán objeto del homenaje.
Las promesas a cada una lábaro se
concretarán en forma sucesiva,
considerando el orden de precedencia: 1º) la Enseña Nacional y 2ª) la de la
provincia. Si en el actotambién debe tomarse la promesa a la Bandera Nacional
de la Libertad Civil, el ordenamiento será: 1a.) la Nacional, 2a.) la de la Libertad
Civil y 3a. la provincial.
Cuando el maestro de
ceremonia anuncia que se procederá al ritual alusivo a la Bandera Nacional, se destacará colocándose al frente, mirando hacia
los promesantes. Para adoptar esta posición la escuadra que la porte se adelantará
una distancia prudente (acorde al
espacio de que se disponga para el dispositivo) realizando sus portadores la conversión de su paso (una maniobra que
se aconseja sea debidamente ensayada para que no pierda brillo el
desplazamiento). La otra bandera permanecerá en su lugar. Concretada la promesa
se ejecutará la diana de práctica,
mientras que la comunidad educativa ratifica el acto con su aplauso que, además,
gratificará a los niños. Acto seguido el abanderado y los escoltas retornan a su posición original.
Corresponderá luego la promesa a la enseña provincial que
repetirá el esquema reseñado previamente. También en este caso, tras la
respuesta de los promesantes, se ejecutará la diana, al tiempo que despiertan los
aplausos.
Luego que la enseña provincial vuelva a su posición inicial se procederá a entonar la canción "Saludo a la Bandera" u otra que sea costumbre en la jurisdicción.
Para cada promesa se
utilizará el texto prescripto por la
normativa.
Interesa señalar que
cuando uno o ambos escoltas también deban concretar la promesa la costumbre varía según la provincia
de que se trate. En algunas, el escolta-promesante no acompaña al vexilo,
permanece en su lugar; mientras que, en otras, sí lo hace.
Observación complementaria
En
el ritual escolar de la promesa hay un aspecto que me interesa señalar
particularmente, el que radica en la posición de las banderas. Cuando las
mismas se posicionan frente al alumnado
se colocan en la cuja, con lo que el asta será mantenida erecta, sin inclinarla para
recibir la promesa. En este punto y en razón de la brevedad anunciada me remito
a otro trabajo de mi autoría: La Bandera
Argentina no se inclina ante nada ni nadie, https://banderasargentinas.blogspot.com/2019/11/se-inclinan-las-banderas-si-o-no.html. Por carácter transitivo
las enseñas provinciales tampoco deben rebatirse.
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