Pollensa y sus banderasä
Por Miguel Carrillo Bascary
ä Esta nota es un emocionado homenaje a una amistad que sobrevivió intacta
un paréntesis de 47 años. Se la dedico a Patricia (Patrí) P. cuyas raíces pollensinas pudo recuperar entretanto y en
las que tuve que sumergirme para elaborar lo que van a leer.
Grafía: adapté muchos términos propios
de la lengua balear al español, simplemente porque escribo en este idioma, dejo
la constancia como respetuoso símbolo de la riqueza de la diversidad y de la
importancia de cultivar las identidades de origen.
Introducción
Pollensa (Pollença) ocupa una ubicación estratégica en el archipiélago
de las islas Baleares. No debe confundirse con Puerto Pollensa[1] localidad
que se ubica junto al mar, que con el tiempo adquirió personalidad propia. A su
innegable belleza natural Pollensa suma una impronta vinculada con el arte en
sus más diversas expresiones, y como centro vacacional. También acredita una
muy especial historia que se refleja en el brillante ondear de varias banderas
contra su diáfano cielo, de esto también trata esta nota.
El nombre de Pollensa procede de
la fundación romana Pollentia (del latín potens,
poderoso), aunque en realidad ésta no se corresponde con su planta urbana,
sino con la de un poblado cercano que hoy se llama Alcudia.
La actual Pollensa se fundó en el siglo XIII (1229), a unos 6 km de la costa, tierra
adentro, como medio de protección pasiva contra los habituales ataques de
piratas, principalmente berberiscos, que amenazaban permanentemente todos los poblados
del Mediterráneo Occidental.
Jurídicamente hoy Pollensa es un municipio de casi 152
km², El censo de 2019 verificó que
cuenta con 16.283 habitantes, los que aumentan sensiblemente durante la
temporada estival.
Forma parte la Mancomunidad de la Sierra de Tramontana, que se extiende sobre el litoral marítimo Nor-Oeste de la ínsula de Mallorca que, como sabemos, integra la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares, Reino de España.
I. Síntesis histórica
El momento mítico de la historia pollensina fue la noche del 30 al 31
de mayo de 1550, cuando sus pobladores rechazaron el ataque de una gran fuerza berberisca.
Estaba formada por unos 1.500 hombres, mandados por Dragut Reis, sobre el que aporto noticias más adelante. Su accionar
lo facilitó un traidor y se concretó a despecho de un relajado sistema de
guardias que no cumplió su cometido.
Inicialmente los agresores apresaron
un buen número de vecinos, principalmente mujeres y niños, que encerraron transitoriamente en la iglesia de San
Jorge (Saint Jordi) con el propósito
de secuestrarlos y traficarlos como esclavos.
Relata la tradición que en esta crítica
circunstancia el pollensín Joan Mas (Joan Mas) fue el héroe del momento, desde que pudo dar una oportuna alerta y
encabezó la defensa encabezando a los pollensines; también me referiré a él
dentro de pocas líneas
Mientras se desarrollaban las
primeras escaramuzas las campanas de las
iglesias tocaban asamblea[2],
agregando dramatismo al momento. Advertidos, los habitantes ganaron las calles,
vistiendo solo con sus ropas de cama, muchos de ellos descalzos y escasamente
armados.
La desigual lucha fue sangrienta y se prolongó por varias horas. Los atacantes eran hombres aguerridos, pero los pobladores contaban con la decisión de quienes luchan por sus vidas y las de sus familias. Era a todo o nada.
Desde hace ya 473 años los pollensines
conmemoran aquel glorioso evento los días 2
de agosto, festividad de su santa patrona,
Nuestra Señora de los Ángeles, a
cuya milagrosa intervención atribuyen la victoria. Su santuario, que se comenzó
a construir en el año 1215, se yergue sobre un antiquísimo templo greco-romano.
A lo largo de los siglos experimentó numerosas reformas hasta presentar su
aspecto actual.
Desde el año 1860, se desarrolla en
Pollensa la recreación histórica del
acontecimiento, un evento no exento de ingenuos
caracteres que mantiene su popularidad. Desde la
semana previa al día de la festividad mariana los festejos van creciendo en
entusiasmo y variedad. Particularmente durante la noche del 1º de agosto los bailes y el holgorio se generalizan,
mientras que durante toda la conmemoración se registra un generoso e
indiscriminado consumo de “mesclat[3]”, lo que alienta
una contagiosa algarabía.
La primera manifestación pública de
la efeméride ocurre desde las cinco de la mañana, cuando se concreta “la Alborada” (l’Auborada) en la Plaza Mayor, donde se presenta la banda municipal
que recibe al Sol con su música. Luego se traslada a otras plazas, donde repite
su actuación, concitando la atención de gran cantidad de espectadores.
Tradicionalmente, a las 11 de la
mañana se celebra la misa festiva en que se honra a Nuestra Señora de los Ángeles.
Seguidamente es el momento de la “Danza
de los Cossiers” o “de la Oferta”,
que tiene caracteres sincréticos, donde las tradiciones agrarias se mixturan
con algunos conceptos cristianos.
Empero, el núcleo de los festejos se concreta poco antes del atardecer, hacia las
19 horas, bajo la forma de un enfrentamiento ritualizado que en muchas regiones
de España lleva el nombre de “moros y cristianos[4]”, pero
que en Pollensa tiene correlato directo con su historia. Se trata de un acto de recreacionismo histórico del que participan varios
cientos de pollensines.
Los que corporizan a los berberiscos, van ataviados con ropas coloridas
y turbantes, munidos de escudos, cimitarras[5] y
lanzas. Algunos llevan sus caras cubiertas con brillantes pinturas y muchos
lucen barbas.
Otros tantos vecinos encarnan a los pollensines, que se revisten con blancas túnicas a guisa de “camisas
de dormir” y van armados con algunas espadas y réplicas de mosquetes, mientras
que los más llevan garrotes, picas e instrumentos de labranza.
El momento más emotivo radica en el alerta, que da quien encarna a “Juan
Mas” al grito de “¡Virgen de los Ángeles,
asistidnos. Pollensines, alzaos, los piratas ya están aquí!” (Mare de Déu dels Àngels, assistiu-mos!
'pollencins', aixecau-vos, que els pirates ja són aquí). Esto impulsa que “la
población” salga de sus casas “en defensa” de su terruño, como ocurrió en el
pasado.
Los “combates” se desarrollan en la
“Plaza de la Limosna[6]” (l'Almoina) y sus
alrededores, con grandes alardes y gritería. El primer choque enfrenta a “Juan
Mas” y al “Lugarteniente” moro. Los contendientes cubren su recorrido por la
Calle Mayor, hasta llegar a la de “Can
Nogués”, donde se suma al bando cristiano el “Ayuntamiento Viejo”, cuyos
personajes se distinguen con grandes sombreros negros; así hasta llegar a la
iglesia de San Jorge, donde los “cautivos” son “liberados” en medio
de la algarabía general.
El evento alcanza su punto
culminante cuando “Dargut” y “Joan Mas” se baten en duelo singular. La acción comprende la toma de la bandera de los “infieles”
invasores”, en una suerte de batalla final que se desarrolla en el viejo estadio
de “Ca'n Escarrintxo”.
A continuación, los exaltados
participantes regresan a la iglesia principal encabezados por “Juan Mas” que porta
en alto la enseña enemiga.
Es universal la costumbre de ofrendar a la
divinidad los vexilos tomados en combate, transformados en una manifestación
concreta del favor recibido. Para su recuerdo éstos se preservan en los
templos. Es necesario comprender que en las banderas y estandartes se corporiza
la identidad y honra de los combatientes, por esto es que se defienden hasta la
última instancia. Consecuentemente los adversarios intentan todos los medios
para apoderarse de ellos; además, en el curso de una lucha señalan la posición
del contingente, de manera que su desaparición impide que el comando pueda
darle órdenes de manera que la toma contribuye a la desinformación que afecta
la dinámica de la táctica.
Ya en el templo, tiene lugar el Te
Deum, liturgia católica de acción de gracias. En
un clímax de exaltación todos cantan el
himno del pueblo, “Viva Pollensa” (Visca Pollenca[7])
y otra canción dedicada a la Virgen de los Ángeles, el “Porqué Patrona” (Puix Patrona). Todo termina con una
copiosa quema de fuegos de artificio, hasta que el entusiasmo se va apagando
con el frescor de las últimas horas de la noche.
Los protagonistas de la recreación
Es habitual que dos viernes antes del día patronal los
pollensines mayores de 16 años se den cita con gran jolgorio en los “Jardines
de Joan March[8]”.
Ahí se vota por quienes asumirán los roles principales, es decir: el héroe
“Juan Mars”, los integrantes del “Viejo Ayuntamiento” (Ajuntament Vella), también al “Dragut”, junto a su “Lugarteniente”
(Lloctinent) y el “Abanderado” (Abanderat) atacante.
Juan Mas, se le asigna haber nacido hacia el 1520 y vivir
hasta el 4 de febrero de 1607. Algunos lo consideran un mito popular
Sobre él escribió Joan Binimelis García (1538 o 1539-1616),
primer cronista mallorquín, en su “Nueva Historia de la isla de Mallorca” (Història nova de l'illa de Mallorca),
publicada hacia 1595, donde consigna que:
“En tanto que
encontrándose un escuadrón de turas[9]
en la calle de la casa de l'Almoina, ordenados de cinco por hilera, salió de su
casa Joan Mas, de 30 años, solamente con un calzón, descalzo y armado con
lanza, espada y escudo, y contra todos los envistió, y detrás de él acudieron
al instante siete hombres, que bien mostraron su valor con su determinación de
vencer o morir”.
La
memoria popular adorna a Juan Mas con diversas
referencias, pero el acreditado cronista local, Francisco Serra de Gayeta
(1909–1983), estima que fue un simple campesino (payé). Durante la fiesta va armado con espada y también escudo (en
rigor, una rodela[10]
con el blasón de Pollensa pintado). Por supuesto, cubre su cuerpo con una blanca
“camisa de dormir”.
Dragut[11], como se lo conoce popularmente, es el apelativo hispanizado
del almirante (Reis) Turgut, de
origen natal no determinado (posiblemente en Malta). Este jefe de guerra
desarrolló exitosas campañas bélicas desplegando inusual crueldad para con sus
enemigos. A lo largo de su vida completó la conquista del litoral mediterráneo,
desde Trípoli hacia el Oriente. Valga como ejemplo de la importancia que tuvo en
la época, que al año siguiente de su ataque a Pollensa intentó conquistar la
isla de Malta al comando de más cien barcos y unos 10.000 jenízaros, aunque
finalmente fue rechazado. En 1565 insistió en su empeño, ocasión en que murió
en 1565, cuando intentó tomar el Fuerte de San Telmo. Su cuerpo recobrado del
campo de batalla fue enterrado en Trípoli. El “Dragut” de Pollensa se reviste de
colorido ropaje y porta espada.
II. Las banderas y el escudo de Pollensa
Planteadas las circunstancias
históricas, llega el momento para dedicarnos al tema central de nuestra nota.
1.- La enseña de Pollensa
Siguiendo la información oficial del municipio, al
que mucho agradezco, su bandera local tiene un origen histórico “perfectamente
documentado”. Fue en 1542 que se
confeccionó con los colores rojo y negro, como divisa de las milicias de la
isla que comandaba Pedro Desbrull, capitán de armas de la villa. Con el tiempo el
municipio de Pollensa la asumió como emblema cívico. Sus colores y disposición cuartelada
honran a la identidad de la ciudad pues contrasta con las franjas rojas y
amarillas que caracterizan a los vexilos vigentes en toda la región de antigua
injerencia aragonesa.
En la actualidad la
roji-negra está plenamente consustanciada con las tradiciones y realidades pollensinas.
2.- La bandera del Dragut
Por su parte, los “piratas
berberiscos” que intentan tomar Pollensa llevan un lábaro amarillo donde campea una medialuna y una estrella de cinco
puntas, de color blanco o plateado. Constituye una originalidad, ya que contrasta
con los habituales vexilos rojos o verdes que el imaginario popular asigna los
seguidores del Islam.
Esto demanda cierta
explicación. En 1238 Abu Zakariyya Yahya I (1203-1249), estableció
la dinastía háfsida que dominó
Ifriquía, la región que se extendía aproximadamente desde Argelia y Túnez hasta
Trípoli. El linaje, que sostenía la vertiente sunita del Islam, se mantuvo en
el poder por el término de tres siglos. A partir del siglo XVI el reino se
alineó alternativamente con la corona de Aragón y con el Imperio Otomano, hasta
que el último monarca hafásida fue ejecutado como traidor en Estambul.
En consecuencia, cuando Dragut intentó tomar Pollensa es lógico que combatiera bajo la bandera háfsida. Según la usanza de la época esta pudo tener su formato “despuntado”, como lo muestra la imagen elaborada por “DrFO.Jr.Tn”.
3.- El escudo de Pollensa
Se entiende que el blasón cívico pollensín es posterior a
la enseña local y que podría datarse en el siglo XV[12],
es curioso entonces que sus esmaltes no se correspondan con los colores del
vexilo, que es anterior.
El escudo oficial que adoptó el
Ayuntamiento de Pollensa, previo dictamen de la Real
Academia de la Historia, fue aprobado
por el rey Juan Carlos mediante el Real Decreto Nº3.153/1978, del 22 de
diciembre[13], que se describe así:
Cielo de plata, con tres
chopos (álamos) de sinople (verde), puestos en faja, el primero sur montado de un
lucero de gules (rojo). Cortado de oro (amarillo), con un gallo pasante de
gules. Con bordura general jironada de azur (azul) y, en letras de plata (blancas),
la leyenda: “Vigilantia Póllet Inter
Siderft”, que podría traducirse como “Vigilantía
Pollet Entre las Estrellas”. Como timbre, una corona real, cerrada. La bordura lleva en el cenit una flor de cinco pétalos de azur.
El modelo que se muestra en la web del “Archivo y Biblioteca de Pollensa[14]” es el que consta seguidamente. Sin embargo, en la del Ayuntamiento se emplea una segunda versión, sin la leyenda, al par que el lucero contradice lo dispuesto por el Real Decreto, pues va en oro, y el gallo aparece en gallarda posición pasante. Nada explica estas mutaciones contra legem. Cumplo en señalarlo.
Lamentablemente no he podido encontrar bibliografía que me permita informar sobre el fundamente de sus atributos, ésta debería constar en el expediente del Ministerio del Interior que sustenta el Real Decreto. Es obvio que sobre el gallo algo consta más arriba, en cuanto a los álamos, se trata de una especie muy difundida en el litoral del Mediterráneo occidental.
Se desconoce cómo el plumífero pudo llegar a ser
símbolo de Pollensa, aunque se aventura que su apelativo deriva de la antigua ciudad romana de Pollentia, que fundó en el año 123
a.C. Quinto Cecilio Metello Baleárico (nacido ca. 170 a C.). Desde 1827 la figura de un gallo pasante ornamenta la
fuente de la Almoina, en la plaza más tradicional de la ciudad.
4.- Algunos
otros vexilos usados en las Baleares
Desde el siglo XII el archipiélago balear tuvo como
feudataria a la Corona de Aragón, lo
que determinó que sus banderas se basen en la aragonesa[15],
mayoritariamente.
Para diferenciarla de la enseña catalana, a la bandera de Mallorca, se le sumó un ancho
palo morado junto al asta y en éste se sumó el perfil del Palacio Real de La
Almudaina, sito en la ciudad de Palma, que se ve coronado por el “Ángel de la
Patria[16]”,
quien se supone su custodio.
Por su parte, la bandera que identifica a la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares es
similar a la mallorquina, aunque se simplifica el diseño de la fortificación,
que se ubica en el cantón y también se elimina el “Ángel”.
Como vemos, los ejemplares relacionados integran la gran familia de vexilos que cargan las bandas de oro (amarillo) y gules (rojas), tan difundida en la cuenca del Mediterráneo Occidental.
El “estandarte de Polllentia[17]”.
Los símbolos vinculados con Pollensa registran
un antecedente impropio por cuanto se trata de vexilo rígido elaborado en bronce. Se encontró en el curso de las excavaciones
del sitio arqueológico de Pollentia
(Alcudia), en 1926. Por este motivo se lo conoce con el nombre indicado. Su
data indica los finales del siglo II o comienzos del III d.C. Pertenece a la
colección del Museo Arqueológico Nacional de Madrid.
Se especula que oficiaba de insignia
para algún collegium aureum, instituciones en los que se formaban jóvenes aristócratas
adquiriendo capacidad militar, artes y civismo. El artefacto operaba como un guion que señalaba la presencia de la agrupación
en el espacio y servía de punto de regencia para las evoluciones de sus
integrantes en el curso de sus desplazamientos y otras actividades.
Está compuesto de dos aros, unidos por un zócalo y
un friso calados, sobre los que destacan 4 estatuillas (se ilustra la superior), es evidente debieron
existir otras, que se han perdido. Se estima que dentro de los aros había alguna
representación de otras divinidades, del emperador reinante y del magistri de la entidad o algún otro tipo
de atributos que identificaban al collegium.
Su extremo inferior evidencia que iba inserto en una pica de madera.
Conclusiones
- El relato valoriza el legitim0 orgullo de los pollensines por la epopeya que protagonizaron sus ancestros en 1550 hasta el punto de se convirtió en pauta de su identidad.
- La tradicional fiesta patronal en honor de su Santa Patrona se ha transformado en un evento cultural y turístico cuyas repercusiones excede a la región.
- El guion de la representación histórica sintetiza esta experiencia comunitaria y permite resaltar los diferentes roles que comprometen a diversos sectores sociales en un plano igualitario esencial.
- La vivencia sonora de la Alborada, la “Danza de la Oferta”, el estampido de los cañones, los himnos religiosos y, por supuesto el “Visca Pollenca”, expresión triunfal resaltada por los clarines conforma un clima de agradecido júbilo. Pero todo esto no serían nada sin en el agregado de los alaridos de combate, las exclamaciones y risas de quienes participan y observan.
- En todo lo actuado sobresalen los dos lábaros en combate, elementos esenciales de los hechos. Sin ellos la fiesta de “La Patrona” perdería mucho de su encanto, que materializa el eterno drama de “los unos y los otros”, esta vez en el bucólico escenario que aportan Pollensa y su gente.
Nota:
los interesados en conocer más sobre los sitios de interés que presenta
Pollensa, pueden consultar entre muchos otros: https://www.pollensa.com/es/descubrir-pollenca/lugares-de-interes/plaza-de-la-almoina?dt=1687387820600; https://www.pollensa.com/ca/
o bien, https://dspace.uib.es/xmlui/bitstream/handle/11201/159470/Ortiz_Iglesias_Ana_Mihaela.pdf?sequence=1
[1] Es la localidad a la que
recuerda la canción de igual nombre que compuso Marilina Ross en 1981 y que
alcanzó gran éxito interpretada por Sandra Mihanovich
[2] El toque de “asamblea” se empleaba para advertir cualquier peligro, un
incendio o un ataque enemigo. Al escucharlo los pobladores debían concurrir a
puntos de reunión prefijados, generalmente la principal plaza de la ciudad,
munidos de sus armas.
[3] El “mesclat” se elabora a
partir de una mixtura en base a cortezas y raíces de quina y genciana, con el
agregado de alcohol y azúcares naturales constituye el “Palo Túnel” al que se
le suma el anís seco Ca de Bou. Se considera que es un licor tónico con propiedades
digestivas, que estimula la salivación; también se lo consume en cocteles. Su
aspecto es denso y oscuro. Muchas familias mallorquinas lo fabrican en forma
artesanal y constituye u producto típico de su cultura.
[5] Es tradición que estas armas se fabriquen con la madera del pino que se
utiliza durante la fiesta de San Antonio, Abad, que se concreta los días 17 de
enero.
[6] Este nombre deriva de la Casa Consistorial que existía en el lugar,
desde donde en la antigüedad las autoridades locales entregaban algún dinero y
trigo a los pobres de Pollensa. Por existir en ella la “Fuente del Gallo”
también de la llama “Plaça del Gall”.
[7] Puede escucharse en: https://www.youtube.com/watch?v=eaj4eEhCQUA
[8] Hermosísimo parque público que hasta 1976 perteneció a los herederos
del Juan March, prohombre de la cultura de Pollensa; albergan una escultura que
personifica a Juan Mas.
[9] Sinónimo de piratas o de aventureros.
[10] Una rodela es un pequeño escudo de forma redonda; a veces de metal,
pero también de madera reforzada con un aro y una cazoleta central, ambos de
hierro. Lo lleva el combatiente en su brazo no hábil y lo usa para contener los
golpes de un enemigo.
[11] Sobre Dragut, Darghouth o Dragutto puede ampliarse en: https://en-academic.com/dic.nsf/enwiki/2717972
[12] Destaca su representación en un muro del rellano de la escalinata que
conduce a la iglesia de Monte Sion, que se colocó en 1714. También, en el portal
principal de la iglesia parroquial, uno de los ángeles que acompaña a la Virgen
María lleva un escudo de Pollensa, mientras el otro lleva la cruz de Malta,
simbolizando los dos poderes que coexistieron allí durante muchos años.
[13] Boletín Oficial del Estado, Nº 15 17 de enero de 1979, p.1255: https://www.boe.es/boe/dias/1979/01/17/pdfs/A01255-01255.pdf
[14] Imagen proporcionada por la oficina de: https://auxcultura.wixsite.com/biblioteca/etimologia
[15] La actual enseña de la Comunidad Autónoma de Aragón carga su escudo en
la mitad del lado de la driza: https://www.cortesaragon.es/fileadmin/REPOSITORIOS/Senas_Identidad_Aragon/La_Bandera.pdf
[16] El ángel luce una larga
túnica y sostiene una cruz trebolada en la mano izquierda, con un escudo en el
pecho con la inscripción “Et Verbum caro factum est” (“Y el Verbo -la palabra
de Dios- se hizo carne”). Señala la dirección del viento con el brazo derecho y
el dedo índice estirados. Está construido en madera de álamo forrada de cobre.
[17] Un detallado estudio de la pieza puede hallarse en https://www.raco.cat/index.php/Mayurqa/article/download/119243/156595