viernes, 7 de marzo de 2025

La Bandera argentina en nuestras casas

Uso popular y una muy buena nota

Foto: Diario UNO

Hace un par de días un amigo me mandó un archivo y me pidió opinión sobre su contenido. Fue extraído del Diario UNO, de Mendoza, y lleva la firma de la periodista Martina Baiardi. Gratamente me expresaré calificando la nota como excelente, señalando que el nivel de apreciación y los conceptos articulados son exactos y de muy buena factura. Por esto estimo que merece destacarse y difundirse. 

La autora

Antes de mayores consideraciones consignaré debidamente la fuente: https://www.diariouno.com.ar/sociedad/que-significa-tener-la-bandera-argentina-colgada-la-ventana-la-casa-n1408556/amp Seguidamente transcribiré esas líneas y le iré sumando algunos aspectos que considero de interés, particularmente para quienes trabajan en Ceremonial. El texto original irá negro y cursiva, mis glosas en azul. 

Título de la nota periodística:

“Qué significa tener la bandera argentina colgada en la ventana de la casa”.

Usar la bandera argentina colgada en alguna de las ventanas de casa es una tradición muy común en nuestro país. Pero seguro no te has preguntado qué significa.

En cada rincón de nuestro país, es común ver, sobre todo en fechas patrias o en momentos de fervor popular, casas, balcones y ventanas adornados con la bandera argentina. Pero, ¿qué significa que la bandera argentina esté colgada en la ventana de la casa?

Lo primero a señalar es que en Argentina no existe ninguna legislación que estipule cómo mostrar las banderas en ventanas y balcones. Esto no implica que puedan prevalecer los gustos personales, ya que hay pautas consuetudinarias que deben respetarse, porque también la costumbre es fuente normativa en nuestro país. Por el contrario, hay algunas naciones donde la exhibición de su bandera nacional es compulsiva en determinadas ocasiones y bajo un estricto protocolo. El ejemplo más cercano es Chile, también en Perú.

Puntualizo que, desde 1985 la única Bandera Oficial argentina es la que lleva el Sol, así lo dispuso la Ley Nº23.208. Con anterioridad los particulares tenían prohibido hacerlo ya que era privativa de las Fuerzas Armadas, de las reparticiones nacionales y provinciales. Esta advertencia tiene su importancia, ya que la llamada “bandera sin sol o mercante”, consistente en las tres franjas horizontales, celeste, blanca y celeste, ha dejado de ser bandera, hoy es un simple elemento de ornato y, por ende, no representa ni al Estado, ni a la Nación en su conjunto.

Como bien lo destaca mi colega vexilólogo, Francisco Gregoric, “la Bandera puede usarse los 365 días del año mientras se la mantenga con respeto y honor”, no hay ninguna norma que disponga en contrario. Ciertamente que lo usual, transformado en una costumbre inveterada en nuestro país, es que se instale al comenzar la “Semana de Mayo[1]” y se la mantenga hasta el 17 de agosto, aniversario del fallecimiento del General San Martín. En este punto vale un llamado de atención a las autoridades municipales, que suelen ornamentar las calles de sus ciudades en las fechas tradicionales pero que luego olvidan retirar los vexilos y con los meses, la acción del tiempo, la lluvia y los vientos los va degradando, sin que parecieran advertir la pobre imagen que así presentan, en desmedro de la belleza urbana, de la diligencia de la gestión y, por sobretodo, del respeto que merece nuestra Enseña patria.

Una recomendación: al comprar una bandera deben buscarse los ejemplares que tengan el Sol plasmado según su diseño oficial, ya que en el mercado hay muchas que no cumplen con tan elemental requisito. Para ilustrar al gran público acompaño el modelo patrón del astro, tal como lo define el Decreto Nº1.650/ 2010[2].

Atender que, cuando se muestran dos o más vexilos, la Bandera nacional debe gozar de precedencia protocolar.

Colgar la bandera en la ventana de la casa es una forma de mostrar la identificación con el país y sus valores. En las celebraciones nacionales como el 25 de mayo o el 20 de junio, las calles y viviendas se visten de celeste y blanco, pero "izar" la bandera en la ventana va más allá de la simple conmemoración de una fecha histórica.

Ni queé en ocasión de algun triunfo deportivo, en fiestas populares y hasta en recitales de música, donde los colores nacionales afloran como las flores despúes de la lluvia sobre un desierto.

Foto: Diario UNO

En este sentido, se convierte en una forma de manifestar un compromiso con el país, una manera de alzar la voz sin palabras, a través de la visualidad de un símbolo que, a pesar de sus variados significados, une a todos bajo una misma identidad.

Además, en momentos de crisis o dificultades, como las que la Argentina ha atravesado a lo largo de su historia, colocar la bandera en la ventana también cobra un matiz de resistencia y esperanza.

Foto: Diario UNO

Así, en tiempos de inestabilidad política o económica, ver la bandera izada en muchas viviendas se convierte en una señal de que, más allá de los problemas, el espíritu nacional sigue vigente y el amor por la patria no decae.

En muchos países devastados por ciclones, terremotos y otro tipo de tragedias, la decisión de los sobrevivientes de levantarse de las ruinas se expresa izando una bandera.

Devastación, tras el huracán Helen, S.E. de Estados Unidos

Una humilde escuela en la India[3]

Como señal de respeto y adecuados cuidados, habrá que guardar algunas pautas para con las Bandera nacional que empleamos en nuestras casas.

Para mostrar una bandera siempre se preferirá elegir la abertura más jerarquizada del edificio o casa.

Una prevención obvia, pero que siempre conviene recordar, es que debe izarse del derecho, pendiente del lado de la driza o bien, si lo hacemos en horizontal, se dejará el lado de la driza a la izquierda (derecha de la ventana, por ej.). Otra medida elemental es revisar que las ataduras queden en buen estado y atarlas bien firmes, caso contrario el viento puede soltarlas o romperlas con lo que el paño se rasgará o lucirá en embrollado. De colocar la enseña apaisada, se recomienda coser las cintillas con fuerte puntada, lo que permitirá fijar el lado del vuelo.

Exhibirla bien limpia y planchada, son elementales formas a observar. Vale recordar que en Argentina no hay ninguna norma que prohíba lavar o planchar los paños[4]. Su buen estado evidenciará la cultura de quienes la muestren y su respeto por el símbolo. En la eventualidad de un desgarro, tampoco hay nada que prohíba zurcirla y hasta agregarle un parche; es preferible exhibirla en estas condiciones que mostrar el balcón o la ventana sin ella.

No corresponde mostrar una bandera detrás de las rejas de una ventana, esta posición sugiere que está “prisionera[5]”. De instalarse tras del antepecho de un balcón habrá que cuidar que no quede sobre el pasamanos (borde superior).

Si en algún momento se declara “duelo nacional”, no se demanda retirarla ni modificar la posición de la Enseña patria que cuelgue en un balcón o desde una ventana. Advierto acá no caer en otra práctica errada, colocarle un moño negro cosido sobre el paño, una costumbre bastante difundida en España, principalmente. Tampoco es necesario formar con ella una especie de rollo.

Otro detalle consiste en extremar cuidados al regar las plantas que pudiera haber en las aberturas del hogar. No es poco frecuente que el salpicado sobre las macetas se ensucie al paño.

De hecho, durante algunas protestas o eventos de gran carga simbólica, la bandera argentina se convierte en un estandarte de lucha. Es común ver a ciudadanos que, en respuesta a situaciones que los afectan, despliegan la bandera en la puerta de su hogar como un grito mudo de descontento, pero también de esperanza.

Valga como ejemplo de lo expuesto, la dramática situación por la que atraviesa Nicaragua desde el 2018, cuando el régimen sedicentemente de izquierda encarnado en los tiranos Daniel Ortega y Rosario Murillo, llegó al poder en el 2007 y luego destruyeron la institucionalidad para sostenerse y continuar avasallando los derechos de un pueblo que, lamentablemente, ha conocido numerosas y sangrientas dictaduras. Allí, como una forma de manifestar el anhelo de libertad el pueblo salió a las calles llevando en sus manos la enseña azul y blanca que históricamente identificó a su país. Cuando se multiplicó esta silenciosa expresión, el régimen no trepidó y, sencillamente, prohibió que los ciudadanos nicaragüenses salieran con su lábaro patrio, que los mostraran y aún, en gorras, sombreros, pulseras, pañuelos y otras prendas con sus colores, bajo pena de arresto y de otras represalias. Vemos así ¡hasta qué punto puede llegar un totalitarismo!

Para muchos, colgar la bandera en la ventana también refleja un acto de civismo y responsabilidad cívica. Es un recordatorio de los valores fundamentales sobre los que se construye la nación: la libertad, la igualdad, la justicia y el respeto por los derechos humanos. En este contexto, la bandera se convierte en un llamado a reflexionar sobre el papel de cada ciudadano en la construcción de un país mejor.

Esto se patentiza en la exhibición de banderas argentinas cuando se aproxima una elección significativa. Puede considerarse una respuesta silente a la asfixiante propaganda política desplegada en esas fechas y un recordatorio de que el verdadero protagonista de un comicio no son los candidatos, tampoco los partidos, ni los frentes electorales, sino la ciudadanía llamada a volcar su voto en las urnas.

Escribe Martina sobre el significado de los “valores fundamentales sobre los que se construye una nación”. Esto me da pie para recomendar a los colegas ceremonialistas que en los eventos cuya temática se relacione aquellos principio, se incluya la “Bandera Nacional de la Libertad Civil”, que en el año 2015 fue reconocida como “símbolo patrio histórico[6]”. Este lábaro se lo entregó el General Belgrano al pueblo de Jujuy como testimonio explícito por su desempeño en las batallas de Tucumán y Salta e, implícitamente, por el heroísmo desplegado en la epopeya cívica del Éxodo Grande (1812). Es oportuno recordar, que el término “libertad civil” es la forma arcaica usada por los pro-hombres que conquistaron la Independencia y que equivale a lo que hoy llamamos el “estado de derecho”. Un concepto fundamental de la democracia, que podría traducirse en las siguientes palabras: “Las autoridades deben llevar adelante su gestión de gobierno conforme a las leyes y no según la razón de estado afín a sus intereses; por ende, habrán de respetar los derechos humanos de aquellos que las eligieron”. Me interesa destacar lo precedente en forma muy especial, porque también es válido que los particulares acompañen el lucimiento de la Enseña patria, sumándole este segundo vexilo, de tan trascendente significado[7]. Salvo en Jujuy, de la que también es insignia provincial[8], nuestro cuarto símbolo nacional[9] se emplea en numerosas provincias pero como bandera de sitio, más que nada.

Finalizando; para colocar banderas en mástiles y astiles las recomendaciones son otras, sobre lo que trataré en una próxima oportunidad.


[1] O sea, los seis días previos al 25 de Mayo.

[2] Información complementaria en este Blog: "Febrero 27 y las banderas ESPURIAS": https://banderasargentinas.blogspot.com/2025/02/febrero-27-y-las-banderas-espurias.html

[3] Véase en este Blog la nota: "El valor de un gesto"- https://banderasargentinas.blogspot.com/2019/04/el-valor-de-un-gesto.html

[4] Dígase una vez más, por tradición (y no por estar normado) las únicas banderas que no se lavan son las de guerra.

[6] Véase la Ley Nº27.134, Artículo 1º, sobre la que existe una amplia bibliografía en este Blog, su texto en -https://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/245000-249999/247735/norma.htm

[7] La Ley Nº27.134 demanda que la “Bandera Nacional de la Libertad Civil” no se muestre sola, sino acompañando a la Enseña oficial de la Nación.

[8] Véanse la ley jujeña Nº5772, que así lo dispone -https://boletinoficial.jujuy.gob.ar/?p=61166

[9] Recordemos que los símbolos nacionales son nuestra Bandera, el Escudo y el Himno, a los que ha venido a sumarse la enseña legada por Belgrano y que, la escarapela no comparte esta naturaleza como se enseñó por mucho tiempo en forma irreflexiva, sino que es un emblema de nacionalidad con origen militar.

jueves, 6 de marzo de 2025

Excepcionales obras ilustradas al alcance de cuatro clics

Historia de los Premios Militares Argentinos  

Premio a los vencidos con gloria en Chancay (1820)
Carátula de la "Historia de los Premios Militares" (1910)
                                                    
                                                                              Por Miguel Carrillo Bascary 

Cada uno de los premios militares discernidos por la República Argentina encierra ejemplos de heroísmo, sacrificio, compromiso personal y de todas las penurias consiguientes. También nos hablan de ideales. Muchos correspondieron a quienes arriesgaron su vida en combate, batallando en nombre de la Nación.

Desde los primeros momentos de nuestra historia los gobiernos intentaron retribuir los actos de arrojo, las victorias y hasta la generosidad de una humilde donación que hizo quien reveló una grave conspiración[1]. Cada uno revela dos facetas, la primera es la más evidente, premiar a quienes la reciben; la segunda lo es menos, destacar lo actuado ante la consideración popular, como forma de emular ejemplos análogos.

Con tal procedimiento todo soldado llevará a la vista la historia de sus campañas en premio de su valor y estímulo para sus conciudadanos y veneración de las generaciones venideras[2]”.

Escudo de Cangallo (1821)

En cualquier caso, los premios militares en Argentina no se dieron con generosidad, todo lo contrario, es que el heroísmo sobró en los turbulentos años del siglo XIX en que liberó y afianzo una nueva nación. Se dio hasta la vida, sin esperar nada.

Como toda distinción por acciones de guerra es seguro que muchos no llegaron a recibir aquellas que les hubiera correspondido por haber fallecido en el ínterin, porque sus méritos no llegaron a trascender ante sus superiores o bien, porque el desempeño de otros camaradas de armas opacó sus acciones d, igualmente valiosas, pero en menor grado. En ocasiones fueron de tipo colectivo, pero las principales fueron de carácter individual.

Los estudiosos en la materia refieren que una gran proporción de estos premios, generalmente preseas, aún se conservan como preciadas reliquias, en las familias de sus originales destinatarios otras muchas se perdieron y, lamentablemente, un buen número debió venderlas para obtener algún recurso para atender a una necesidad apremiante.

A los hombres del siglo XXI, donde el estímulo al mérito personal ha sufrido injustos y múltiples embates durante algunos de los últimos gobiernos, puede parecernos que una pequeña medalla, un vistoso cordón y hasta un simple pedazo de paño bordado, es pobre paga a tanto sacrificio implicado. Sin embargo, cada premio tiene una mística propia, que aflora en la piel de quien llegue a sostenerlo entre sus manos. Desafío a los escépticos que hagan la prueba.

El precedente

Corrían los primeros años del siglo XX, cuando dos hombres de armas, el Cnl. Rodolfo Mom y Tte. Cnl. Laurentino Vigil, dieron a luz un importante ensayo que titularon “Heráldica Militar Argentina”, editado a sus expensas. Con una enjundiosa nota y gran generosidad la pusieran a disposición del Ministerio de Guerra de entonces.

La obra causó profunda admiración, al punto que José Figueroa Alcorta, quien se hallaba en ejercicio de la presidencia de la Nación Argentina, dictó un decreto fechado el 5 de febrero de 1906 nombró a los citados para completar el estudio y dio directivas que posteriormente permitieron editarlo. En esta norma se estipuló que el Museo Nacional, el Museo Histórico Nacional, la Biblioteca Nacional y el Archivo General, brindaran toda la colaboración que se les pidiera. También se ordenó que el Arsenal de Guerra proporcionara un dibujante y un fotógrafo, para llevar adelante las ilustraciones del caso. Por lo demás se les asignó un secretario rentado, otros auxiliares y algún recurso económico.

La obra en concreto

Así se hizo y llegado el “Año del centenario”, 1910, se editó la gran obra titulada “Historia de los Premios Militares - República Argentina”, en tres tomos profusamente ilustrados y con precisas descripciones de cada distinción, además de referencias sobre los motivos que las determinaron; tampoco se olvidaron recompensas en dinero, tierras, honras fúnebres, placas, diplomas, monumentos y otras demostraciones. El Ministerio de Guerra fue responsable de la cuidada edición.

Lo interesante es que, además de muchas ilustraciones, se transcriben las leyes, decretos y resoluciones que justificaron la creación y adjudicación de estos premios, lo que aporta una perspectiva notable ya que nos acerca a las motivaciones de cada uno. También se incluyen recompensas de Uruguay, Chile, del Perú y varias de las acordadas por las provincias en tiempos de las luchas civiles.

Santa Fe al Brigadier Estanislao López (1836)

La repercusión fue extraordinaria y la “Historia…” llegó a distribuirse en el exterior, con gran aceptación. Hoy es un clásico en toda biblioteca con ciertas pretensiones y un invalorable aporte a la disciplina que estudia.

Con los años se advirtieron algunos errores mínimos y la aparición de nuevas constancias documentales reveló ciertas omisiones. Por ejemplo, nada dicen los autores respecto de la “Bandera Nacional de la Libertad Civil” que entregó el General Belgrano a los jujeños por su esfuerzo de guerra en las batallas de Tucumán y Salta. Nada empaña a los logros de la obra de Mom y Vigil, para nada.

En lo personal hace muchos años que pude consultar la edición que hay en la Biblioteca Argentina “Dr. Juan Alvarez” (Rosario), bajo estrictas condiciones de préstamo a su salón de lectura. Aprovecho para destacar acá mi enorme agradecimiento a este verdadero depósito del saber que alimentó mi alma durante décadas.

Batalla de Pavón (1861)

Posibilidad de acceder

En los tiempos de la comunicación y, transcurrido ya el plazo legal de los derechos de autor, el Gobierno Nacional a través del SAIJ (Sistema Argentino de Informática Jurídica) digitalizó los tres tomos con impecable calidad y los pone a disposición de los interesados, quienes podrán gozar del placer de leerlos, apreciarlos y aún bajarlos en forma de archivos virtuales.

Bajo estas consideraciones me congratulo de poder difundir esta posibilidad entre mis amigos y lectores, tal como agradecería yo que alguien me anoticiara sobre similares oportunidades.

Más aún, existe hoy un cúmulo en expansión de interesados en Historia, Derecho Premia y Militaria (páginas web, blogs, grupos de discusión, etc.) a los que se podrá recomendar el acceso a la obra. Sin dudas que aquellos que lo hagan recibirán un sincero agradecimiento.

Para esto, bastará cliquear en los links que copio más abajo y se desplegará cada uno de los volúmenes con toda su magnificencia, bajo el universal formato PDF:

Tomo I: http://www.bibliotecadigital.gob.ar/items/show/1234


Tomo II: https://www.saij.gob.ar/docs-f/biblioteca_digital/libros/edicion-oficial_historia-premios-militares_t02_1910/edicion-oficial_historia-premios-militares_t02_1910.pdf

Tomo III: https://www.saij.gob.ar/docs-f/biblioteca_digital/libros/edicion-oficial_historia-premios-militares_t03_1910/edicion-oficial_historia-premios-militares_t03_1910.pdf

Más todavía

Alguien podrá decir que el historiador Manuel Florencio Mantilla fue un precursor en la materia y tendrá razón. Su obra “Premios Militares de la Rep. Argentina” data de 1892, pero no contiene ilustraciones y su método de abordaje es mucho más simple que la obra de Mom-Vigil. Encontré su libro digitalizado por la Univ. de Austin (Texas), que puede bajarse del link que ofrece Google Books: https://books.googleusercontent.com/books/content?req=AKW5QafzVfinTe6lgWvNw8Xy4UsKk6IjCcDFVeu6X0WRJ8N_bfR0n6cv07LXzYEFJi7jyia9MY3xKdN8Oj78GvETI8lJi-0cBU9F7y4suwJKCBzyyTSGNByfWqvPxbzFM40oXPrN6Mq2c7LOda9Ck2fufRnqH0ikFAoXNTMnxJeCiS1WeBvqzCeLDcDHTbAJLwvj415tSUSXMU5hBo8dmfJTESnsR0b_zin_EArCI76-voEL7x7aUWyhTIFLwGS0mTRAcmu2FI0bXBaq9f9QrBQI0LgE3zc_oKAVzz1WqEMfl1HVfggx1rY



[1] Me refiero a la "Conspiración de Alzaga", que bien pudo frustrar la libertad nacional en sus orígenes, pero que se descubrió a las autoridades gracias a la intervención del negro Ventura Ortega además ofreció donar unos $480 ganados con su trabajo de cómico, se le concedió una onza de oro que renunció a recibir y con ella se compró un fusil al que se grabó el nombre del donante  (Reg. Nacional T. I, p.175)

[2] Se parafrasea acá la cita del decreto de noviembre de 1810, que otorgó un escudo a los vencedores en la batalla de Tupiza o Suipacha, tal como realizara el Cnl. Mom al presentar su primer ensayo.

miércoles, 5 de marzo de 2025

Acto en homenaje a la Bandera

En lo más alto

Varios miembros de nuestro Centro de Estudios Belgranianos Rosario Siglo XXI y de Valor Rosario asistimos a rendir homenaje nuestra Bandera Nacional en el día de su creación. Asimismo, yo representé al Instituto Nacional Belgraniano en mi carácter de vicepresidente 2do.

El acto oficial organizado por la Municipalidad de Rosario fue en el Mástil Mayor del Monumento a la Bandera, presidido por el Intendente Dr. Pablo Javkin.

Cabe destacar el especial reconocimiento que se hizo a las tres entidades por parte de la locución oficial en que se nos mencionó particularmente.

Miguel Carrillo Bascary

sábado, 1 de marzo de 2025

Red X: innovación y tradición

Cuando la prudencia debe mandar

Shiri, Ariel y Kfir

Por Miguel Carrillo Bascary

Contra los que suele pensarse, tanto el Ceremonial como el Protocolo, no son disciplinas anquilosadas, todo lo contrario. Ambas se caracterizan por su extrema elasticidad, dentro de algunas pautas básicas basadas en el mutuo respeto y la igualdad entre sus actores.

Para ejemplo, vale recordar que tradicionalmente, el duelo nacional motivado en algún acontecimiento infausto se concretaba por un decreto del Presidente de la Nación que prestamente se publicaba en el “Boletín Oficial”, órgano de prensa del gobierno. De esta forma todo argentino quedaba implícitamente notificado de la normativa y obligado a cumplirla.

Su publicación garantizaba la legitimidad de lo dispuesto. Más allá de que desde hace muchas décadas los medios de difusión suelen adelantar la noticia sobre estos duelos, era (y sigue siendo) responsabilidad elemental que los encargados de Ceremonial verifiquen la publicación y obren en consecuencia, con la mayor celeridad.

Sin embargo, el disruptivo estilo del actual Presidente argentino, generó una reciente novedad que incidió en el procedimiento habitual. Vamos al caso.

En nombre de la Humanidad toda, el vil asesinato de Shiri, Ariel y Kfir Bibas en manos de Hamas, es un acontecimiento que todos debemos lamentar, condenar y no olvidar. La nacionalidad de los citados comprometió particularmente a la Argentina, más allá de que residían en Israel.

En esta circunstancia el Gobierno se expresó el 20 de febrero (2025) mediante el Comunicado Oficial Nº81, emitido por la Oficina de Prensa de la Presidencia de la Nación, que se difundió por medio de la Red X[1]. Ahí se anticipó la vigencia del duelo nacional por el término de dos días. Inmediatamente muchas banderas nacionales colocadas en ámbitos gubernamentales y privados fueron colocadas a media asta, tanto el día 20 como el 21.

El acto formal que dispuso el duelo se concretó mediante la vía habitual, el decreto presidencial datado el 23 de febrero, así resulta del siguiente texto. Por lo que la medida que incide sobre la Bandera debía abarcar, el 23, y que debió regir en el mismo y en el 24:

“Art. 1ro.- Declárase Duelo Nacional en todo el territorio de la República Argentina por el término de DOS (2) días a partir del día de la fecha, con motivo del fallecimiento de SHIRI, ARIEL Y KFIR SILBERMAN BIBAS.”

La confusión en concreto

Es indudable que la repercusión que adelantaba la Oficina de Prensa hizo que muchos la interpretaran erróneamente, entendiendo que el Comunicado de Prensa era suficiente base documental para hacerlo así y que constituía una novedad e que se explicaba por lo espontáneo de la gestión presidencial en curso.

El problema es que, en Argentina, un comunicado no es una norma. Cierto es que se registran algunos precedentes en contrario, pero solo en tiempos de los gobiernos de facto.

De esta manera un cierto numero de responsables de ceremonial colocaron la Bandera nacional a media asta los días 20 y 21 de febrero, con lo que creyeron haber cumplido puntualmente lo ordenado.

Empero, cuando el 24 de febrero se publicó en el Boletín Oficial el Decreto Nº118/ 2025 que disponía duelo por los días 24 y 25, no hubo más remedio que volver a colocar al Enseña patria a medio mástil, so pena de desobedecer la norma. De esta manera el sentimiento luctuoso se exteriorizó durante 4 días, con lo que se duplicó el término.

Aunque el Comunicado estaba bien redactado llevó al error a muchos de los que estaban directamente implicados en darle cumplimiento. El problema radicó en la verbalización del comunicado. Si lo analizamos con detenimiento se verá que dice: El presidente de la Nación DECRETARA duelo nacional”.

Es decir que el documento anticipaba la declaración, pero nunca dijo que estaba vigente cuando se despachó la comunicación.

Conclusión

Valga esto como ejemplo para advertir que, aunque las redes tengan un protagonismo sobresaliente en la actualidad, al menos en lo que hace a la declaración de duelo nacional, debe actuarse con la debida prudencia, sin que un posteo autorice a pensar que algo tan delicado como el pesar público puede canalizarse en forma irreflexiva.

Como enseñanza para los profesionales, tener presente que en Ceremonial la improvisación es una señalada virtud, pero no olvidar las formalidades, y, por sobre todo advertir que lo atinente a los símbolos de una nación debe ser muy bien cuidado ¿Ok?

Anexo 1: Texto del Comunicado oficial Nro. 81[2]

Anexo 2: Texto del Decreto Nº118/2025 - Declárase Duelo Nacional en todo el territorio de la República Argentina[3].

“Ciudad de Buenos Aires, 23/02/2025

VISTO el Expediente N° EX-2025-18316654- -APN-DSGA#SLYT, y

CONSIDERANDO:

Que el 7 de octubre de 2023 la organización terrorista HAMAS llevó adelante un ataque contra el ESTADO DE ISRAEL mediante diversas operaciones criminales que atentan contra la dignidad humana, entre las que se encuentra el secuestro indiscriminado de civiles inocentes.

Que, en ese marco, la organización terrorista mantuvo como rehenes a los CUATRO (4) integrantes de la familia SILBERMAN BIBAS, estos son Yarden, Shiri y sus hijos Ariel y Kfir.

Que las autoridades del ESTADO DE ISRAEL y la organización terrorista HAMAS acordaron un cese de hostilidades con el fin de llevar a cabo un proceso de liberación de rehenes en el cual Yarden, padre de la referida familia, fue liberado el 1° de febrero del corriente.

Que el 19 de febrero de 2025 las autoridades del ESTADO DE ISRAEL informaron la muerte de Shiri y los hermanos Ariel y Kfir mientras eran mantenidos en cautiverio por la organización terrorista HAMAS.

Que la REPÚBLICA ARGENTINA exige la liberación de los civiles inocentes rehenes de la organización terrorista HAMAS y se solidariza con el ESTADO DE ISRAEL y con las víctimas, por lo que resulta un deber honrar la memoria de los fallecidos a causa de las acciones de dicha organización terrorista.

Que el hecho acaecido ha provocado una enorme consternación en la comunidad y en todo el país.

Que el Gobierno y el pueblo de la Nación Argentina acompañan con su solidaridad y pesar el dolor de los familiares de las víctimas.

Que el presente se dicta en uso de las atribuciones conferidas por el artículo 99, inciso 1 de la CONSTITUCIÓN NACIONAL.

Por ello, EL PRESIDENTE DE LA NACIÓN ARGENTINA

DECRETA:

Artículo 1º.- Declárase Duelo Nacional en todo el territorio de la REPÚBLICA ARGENTINA por el término de DOS (2) días a partir del día de la fecha, con motivo del fallecimiento de Shiri, Ariel y Kfir SILBERMAN BIBAS.

Artículo 2°. - Por el MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES, COMERCIO INTERNACIONAL Y CULTO se expresarán a las familias de las víctimas las condolencias del Gobierno Nacional.

Artículo 3°. - Durante los días de duelo la Bandera Nacional permanecerá izada a media asta en todos los edificios públicos.

Artículo 4°. - Comuníquese, publíquese, dese a la DIRECCIÓN NACIONAL DEL REGISTRO OFICIAL y archívese.

Firman: Javier Milei (Presidente de la Nación) - Gerardo Werthein (Ministro de Relaciones Exteriores)”