El Santo Cura Gaucho
en las banderas
El santo Brochero, con su mula
Por Miguel Carrillo Bascary
José Gabriel del Rosario Brochero fue
canonizado (declarado “santo”) por el Papa Francisco el 16 de octubre de 2016.
Brochero es el primer santo que nació y vivió hasta su muerte en Argentina.
Es conocido como “el cura gaucho”
pues a poco de ordenado sacerdote fue destinado a una remota zona de la
provincia de Córdoba, donde desarrolló su ministerio con una entrega total de
su persona a las necesidades de la gente. Para poder llegar a los apartados
parajes donde vivían sus feligreses debió apelar a una mula a la que llamó “Malacara”.
Por esta razón suele representárselo montado en este animal y se le atribuyen
virtudes de un verdadero gaucho.
El curato de San Alberto estaba
ubicado en las serranías donde casi no había servicios para sus aislados
habitantes (4.400 km2/ 10.000 habitantes). Brochero, al mismo tiempo que se
prodigaba para dar asistencia espiritual desarrolló una intensa acción de promoción
humana intentando llevar escuelas; centros de atención a la salud; al mismo
tiempo que procuraba la construcción de caminos; iglesias; ferrocarril; telégrafo
y otras obras públicas; al par que difundía las bondades de los quesos y las
frutas que se producían en la zona, como una forma de allegar recursos a los
lugareños.
Nació el 16 de marzo de 1840, en
cercanías de Córdoba, región central de Argentina. Ingresó al seminario para
prepararse como presbítero cuando contaba con 16 años. Desarrolló una peculiar
forma de evangelizar desde las realidades de la sencilla gente de su curato.
Predicaba en un lenguaje directo; sencillo; mechado de ejemplos cotidianos que
le permitían llegar a las almas. Paralelamente daba un ejemplo heroico de
virtudes de pobreza y disponibilidad hacia las necesidades ajenas. Esto le
granjeó un inmenso cariño de la gente.
Montado un su mula recorrió las serranías
por varias décadas llevando los sacramentos a los necesitados y su palabra de
aliento; lo que la Iglesia católica denomina en la actualidad como “una
atención preferencial por los pobres”. Llegaba incluso a interpelar a quienes
estaban apartados de la fe fueran matreros; pecadores públicos; políticos
liberales o agnósticos.
Brochero, en su madurez
Brochero fue el prototipo de cura
dedicado a su grey. También fue un acreditado predicador religioso que realizó
giras por numerosas provincias argentinas, donde era requerido. Por sus méritos
fue designado canónico en la importante catedral de Córdoba, pero luego de unos
años renunció para volver a su humilde y extendida parroquia.
Más tarde se consideró nombrarlo
obispo de Córdoba. Cuando conoció la intención se dirigió a las autoridades
desaconsejando su propia designación y diciendo que no tenía luces para
desempeñarla y que era indigno de tal ministerio, este gesto de humildad lo
enalteció mucho.
Fue un sacerdote comprometido con su
gente y con la historia que le tocó vivir. También fue un precursor en la
formación de equipos de laicos para colaborar con la evangelización y la
promoción de su pueblo.
En 1910 se le diagnosticó lepra, tras
ser contagiado por algunos de sus feligreses. Soportó con cristiana decisión la
soledad en que lo dejó la gente que, pese al gran cariño que le profesaba, temía
contagiarse del mal. Este aislamiento fue una verdadera cruz para su espíritu
activo y para su incansable desempeño en el seno de la sociedad. Vivió sus
últimos años en casa de su hermana. Quedó ciego pero continuó ofreciendo cada
instante de su vida en oración. Tenía un gran amor por la Virgen María. Falleció
en Santa Rosa del Río Primero, Córdoba, el 26 de enero de 1914.
Su muerte generó un profundo impacto
en el sentir de los argentinos de entonces; aún en aquellos que por su
ideología no eran afines a la Iglesia. Sus contemporáneos reconocieron en él a
un verdadero santo. Con los años su memoria se agigantó en la consideración de
sus connacionales. Se inició así su proceso de canonización y fue declarado
santo tras comprobarse lo inexplicable para la ciencia de dos curaciones
atribuidas a su intervención.
Uno de los milagros fue haber
preservado la vida y logrado una muy completa recuperación a un niño que con
solo 11 meses había perdida parte de su masa encefálica y soportado varios
paros cardiorrespiratorios además de graves heridas en otras partes de su
físico. El segundo milagro fehacientemente certificado benefició a una niña que
con 8 años fue sometida una brutal golpiza por su madre y padrastro; desahuciada,
comenzó a recuperarse cuando su abuela pidió a Brochero que intercediera ante
Dios por su recuperación. También ella había sufrido graves daños cerebrales;
fracturas y otras afecciones.
Este blog quiere rendir homenaje a
tan grande hombre y por nuestra temática lo hacemos presentando diferentes
banderas que sus seguidores le han dedicado para honrarlo. Como se verá muchas
de ellas incorporan su figura, tomada de las pocas fotografías que se han
guardado; en otras veremos a la bandera argentina asociada con las ceremonias
de beatificación y canonización.
Seguidamente publicamos una oración
para pedir a Brochero que interceda ante Dios por las intenciones de quienes le
piden
San José Gabriel Brochero
“ Señor, de quien procede todo don perfecto: Vos pusiste a san JOSÉ GABRIEL BROCHERO como pastor y guía de una porción de tu Iglesia. Lo ayudaste con su celo misionero, su predicación evangélica y una vida pobre y abnegada; dame por su intercesión la gracia que te pido con sencillez y confianza. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.”
(Seguidamente, rezar un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria)
Banderola conmemorativa que coloca el Vaticano en la basílica de San Pedro cuando dispone la canonización de un santo
Diversas fotos obtenidas en Roma durante su canonización
Icono representativo que suele verse en numerosas banderas conmemorativas
Caricatura del Santo, con la bandera argentina