Dispositivos de alto nivel y con varias sorpresas
Por Miguel Carrillo Bascary
Las cumbres de jefes de estados siempre ofrecen
aspectos interesantes para quienes hacemos Ceremonial, la reciente del Grupo de los 7 (2022), realizada en el
castillo-hotel de Elmau, Baviera, Alemania (2022) no fue la excepción.
Primero comentaré la toma que abre esta nota, para
después analizar ciertas peculiaridades sobre la forma en que se presentó la
bandera nacional de Argentina. Finalmente, algunas consideraciones imperdibles.
La clásica
“foto de familia”
Como es de rigor los jefes de estados posan
referenciados por las banderas de sus naciones, en el caso que nos ocupa se
verá que éstas no fueron dispuestas en
línea como es lo habitual. En la ocasión los organizadores prefirieron una
informal disposición en dos ramilletes
que ubicaron en ambos extremos del espacio.
Podrá gustar o no, pero se trató de una originalidad que no dejó de llamar la
atención. Entiendo que la motivación
estuvo en la estival ambientación del foro, no solo por la época en que se
realizó sino también en el paradisíaco lugar que lo albergó.
Convengamos que en una disposición de ramillete no hay
nada de protocolo, todo lo contrario, sin embargo, los organizadores se las
compusieron para que las banderas visibles en primer plano correspondieran a
los miembros titulares del G-7. Sobre la derecha podemos señalar a Canadá y
Francia, sumando la representativa de la Comunidad Europea y en forma periférica,
la de India. En la izquierda destacan las de Reino Unido, Alemania, Estados Unidos
e Italia, con la de Senegal entremezclada. Las otras muestran una mínima porción.
Personalmente no me agrada la novedad y lo cierto es que las banderas no se lucen por lo que se asemejan demasiado a un simple decorado, pero cabe reconocer que se inscribe dentro de lo informal que los organizadores quisieron dar al encuentro.
En la siguiente fotografía se muestra el mueble destinado a exhibir los vexilos en en esta inusual posición, bastante poco elegante, el mismo, pero
indudablemente funcional.
Se emplearon paños simples, no de ceremonia, con espartanas astas blancas, sin remate, corbata y pasamanería alguna. Todo muy sencillo y funcional. Obviamente los paños carecieron de extensores.
El caso
de la bandera Argentina
Señalemos que el Sol que se advierte es el que
corresponde a lo establecido por el Decreto Nº1.650/ 2010, aunque por supuesto
llama la atención el inusual tono pálido
del celeste que se vio a la derecha del presidente Fernández:
Es sabido que en el año 2010 el Decreto Nº1.650
estableció expresamente qué tipo de
celeste debía emplearse, lo que se traduce en la siguiente imagen:
En cuanto al celeste, la bandera mostrada en Elmau se apartó claramente de la normativa
vigente. Si se analiza en detalla la toma será factible entender que esto
se motivó en el propósito que tuvieron los organizadores, para contrastar el perfil del vexilo sobre el
oscuro fondo del espacio, como podrá verificarlo el lector.
Se encontrará también un leve pero no ocultable
detalle, el logo del G-7 en forma de
bandera predomina sobre la enseña sudamericana ya que se presentó bastante
más adelante que aquella, una desatención que atento al altísimo nivel
implicado en la convocatoria.
Como ya lo he manifestado en comentarios similares es
competencia y deber del responsable de Ceremonial
de la delegación argentina, intervenir en este tipo de situaciones, como debió
haberlo hecho ante los organizadores, de manera que cuando el primer mandatario
llegue a un ámbito formal, la bandera nacional esté en la posición que le
corresponde por protocolo y que tenga las características reglamentarias. Una doble falta en consecuencia: a) la que
es responsabilidad de la organización y b) la de los funcionarios de la
Cancillería argentina.
Veamos ahora la segunda
toma, en donde puede verse a los jefes de estado de la India y de
Argentina, en la entrevista bilateral que mantuvieron. Acá destaca la bandera
argentina a la derecha, indicativa que el responsable del encuentro parece
haber sido la delegación sudamericana, por ser la derecha la natural ubicación
del emblema local. Empero, la posición intercambiada de ambos mandatarios se
justifica en una gentileza del
argentino quien parece cedido el lugar
de honor su par. Todo esto desde la perspectiva de la usanza
latinoamericana en materia de protocolo.
Otro detalle que revelaría que pesó sobre la Cancillería
argentina la organización del encuentro radica en el uso de las moharras que
señala la normativa nacional (Decreto Nº1.650/ 2010). En este caso el celeste
de la bandera es el reglamentario, sin embargo, el Sol dista de ser el que
debió corresponder lo que marca una desatención evidente.
Otras
observaciones de interés
Finalmente, llegamos a otra fotografía formal, la que agrupó a los jefes de estado de los
países invitados, luego de la ceremonia de recepción oficial, en este caso: Indonesia
(que preside este año el G-20), Sudáfrica, Senegal (preside la Unión Africana),
India y Argentina, que ocupa la presidencia pro
tempore de la CELAC.
En este caso se observan sus respectivas banderas,
donde la de Argentina fue, aquella del celeste desvaído que vimos
anteriormente. Se empleó un dispositivo
de centro vacío, con las enseña del anfitrión, Alemania y la del G-7, en
los lugares de privilegio. Para los restantes símbolos nacionales se empleó la
regla del orden alternado.
Siempre en el carácter de invitados se constató la
presencia de los emblemas de: la OIT, la OMS, la AIE, el FMI, la OECD, el Banco
Mundial y la OTW, dieron marco al conjunto sendos
ejemplares del pabellón de las Naciones Unidas. En cuanto a los organismos internacionales correspondió la precedencia a la Organización Internacional del Trabajo (OIT/ILO), en razón de haber sido fundada en 1919.
Como ya es usual es ente tipo de dispositivos las ubicaciones de cada representante
estuvieron señaladas sobre el solado con discretos cartelitos.