Un abordaje desde la confesionalidad + una experiencia práctica inolvidable
Por Miguel
Carrillo Bascary
Motivación
El nivel prescolar toma plena intervención en los actos con que la comunidad educativa conmemora el Día de la Bandera y también “el paso a la inmortalidad del general Manuel Belgrano”. Seguramente que los niñas y niños participan de corazón y con el entusiasmo imaginable, alentados por la creatividad de las docentes y ayudados por todo el cotillón que se prepara a este efecto. La experiencia aporta hermosas actividades que complementan al formato del acto tradicional.
Caracteres de la bandera adaptada al nivel
El Decreto Nº1.650/ 2010, que regula las características de nuestra Enseña nacional, contiene precisas
disposiciones técnicas que definen cómo deben ser las “banderas de ceremonia
para niños” conforme a las Normas IRAM-DEF D, en el caso de los accesorios (asta,
moharra, corbata, tahalí) se establecen sus características en la IRAM-DEF D 7675: 2003 (https://banderasargentinas.blogspot.com/2023/04/normas-tecnicas-sobre-la-bandera_22.html)
Esta “bandera para niños” (comúnmente
llamada “para jardines de infantes) es un ejemplar adaptado al físico de
aquellos que cursan el prescolar. Así:
- el palo del asta tendrá un largo 1,2 metros y un diámetro de 22 mm (Ítem 3.1.1.2);
- la moharra puede ser de bronce o zamac, pulido y cromado. Con un largo de 165 mm, una medialuna de 73 mm entre las puntas y el regatón, que con largo de 50 mm (Ítem 3.1.2.2);
- la corbata se confeccionará en tela doble con los colores nacionales, de 70 mm de ancho (ítem 3.2). Su moño tendrá 500 mm de largo (Ítem 3.2.2) y sus dos cintas 400 mm, como mínimo, con flecos de 50 mm, en hilo tipo “lurex” dorado o similar, que figure ser de oro;
- el tahalí se forma con una banda con los colores nacionales de 1000 mm de largo por 60 mm de ancho. La cuja tendrá 30 mm de diámetro y 60 mm de largo (Ítem 3.3.2); y
- el pie soporte se estructura con una base redonda de 240 mm de diámetro, como mínimo, y un cilindro de 360 mm de alto por41 mm de diámetro, sumando un peso mínimo de 0,90 kg (Ítem 3.4.2)
La consulta recibida
Como proyecto conmemorativo
del “Día de la Bandera” también corresponde una propedéutica adecuada al nivel, aquí es donde pienso que puedo
aportar algunos lineamientos a partir del requerimiento de una docente que se
desempeña en él prescolar de una institución confesional católica.
En lo personal el pedido fue todo un desafío ya que me
obligó a salir de los cánones habituales con que me manejo, donde el Ceremonial
se presenta con carácter neutral. En este aspecto, la personalidad del prócer se presta admirablemente como punto de
partida para armar la propuesta que comparto.
Advierto que, pese al neto enfoque confesional, en las líneas siguientes existen varios elementos que podrán adaptarse a las instituciones que no revistan ese carácter. Veamos.
Belgrano, el blanco y el celeste
La religiosidad del prócer
es un hecho histórico objetivo, que manifestó en numerosísimas circunstancias
de su vida. Podemos decir que, está comprobado en numerosos documentos que Belgrano fue un católico de convicciones;
más allá de sus fallas, que también quedaron reflejadas en diversas
circunstancias.
En consecuencia, desde la
perspectiva de una entidad confesional y católica es muy válido basarse en su ejemplo para rendirle homenaje en el
día que la ley así lo dispone,
Al par se reseña el origen
de los colores de la Bandera nacional un punto donde discurre la historiografía
imbuida de ciertas ideologías. También aquí existen varias hipótesis, algunas insisten con la leyenda de que Belgrano
se inspiró en las nubes y el cielo, mientras que otras llegan al absurdo de
manifestar que fue azul y blanca,
cuando su mismo creador dejó escrito
con sus propios trazos que la hizo “blanca y celeste” (Oficio al Gobierno,
Rosario, 27 de febrero de 1812)
Al respecto, es común escuchar y leer que su coloración se corresponde con la que identificaba a la “dinastía borbónica” (sic) y que esto se ve reflejado en la banda que distinguía a los miembros de la Orden de Carlos III.
La afirmación expresa un error de base, el color dinástico tanto
de la casa que reinaba en España como en Francia era solamente el blanco. Esta
circunstancia generó una deplorable confusión en donde dos navíos hispanos se
trabaron en combate al creer que uno llevaba pabellón francés, lo que implicó
que el mismo Carlos III estableciera para su marina de guerra y mercante
enseñas de color rojo y amarillo.
El celeste y blanco que vemos en la banda nobiliaria deviene de los colores del
manto de la Virgen María en su advocación de la Inmaculada Concepción. Su
imagen consta en las preseas de la distinción y a Ella se le rinde especial
veneración en el ceremonial de la Orden.
Aclarado este punto es válido afirmar que Belgrano tuvo en cuenta lo explicado. Además, no se debe olvidar que cuando ingresó a la Universidad de Salamanca prestó juramento de promover la devoción a la Inmaculada Concepción. Siendo secretario del Consulado de Bs. Aires también diseñó su escudo y divisa en blanco y celeste. En consecuencia, esto avala la predilección del prócer por la combinación cromática.
Pautas:
Notas:
Se formulan en lenguaje coloquial, para que pueda ser
comprendido por los niños y niñas del nivel.
En base a los conceptos contenidos en el subtítulo
anterior me centraré en la religiosidad de Belgrano como fundamento de los
colores de la Bandera, cuyo “día” se conmemora.
Cuando hace muchos años Belgrano creó
la Bandera argentina las cosas eran muy distintas.
No había autos, ni celulares, ni TV,
ni … (puede aprovecharse este
espacio para que los/las propios/as chicos/as completen con sus propios conceptos “lo que
no había”)
Las cosas eran tan distintas que la
gente andaba a caballo, se alumbraba con velas, etc. etc. (se repite la consigna)
Como actividad práctica complementaria y para que
perciban vivencialmente una de estas diferencias, puede plantearse cómo era un
cepillo de dientes. Los mismos chicos/as podrían recrear uno tomando un palito y
aplastando un extremo hasta separar las fibras.
Manuel Belgrano tenía una mamá y un papá
(María Josefa y Domingo) que eran muy religiosos. Con ellos iba a
misa todos los domingos, junto con todos sus hermanitos que eran 15. Belgrano
era el sexto hijo.
Cuando Manuel ya fue grande: rezaba
todos los días el Rosario, iba a misa los domingos y en otros días en que su trabajo
se lo permitía.
También rezaba junto con sus soldados
y trataba de enseñarles, para que fueran buenas personas.
Le gustaba mucho rezarle a la Virgen
del Rosario, a ella le pedía por el éxito de sus trabajos por la Patria y le
ofreció sus victorias.
Cuando vino a Rosario para crear la
Bandera Belgrano iba a la capillita que había cerca de la casa donde vivía. Pertenecía
a la señora María Catalina Echevarría que vivía ahí con su esposo Manuel Vidal y
sus dos hijos chiquitos, que seguro habrán jugado con Belgrano.
Seguro que Belgrano visitaba a la
Virgen en su capillita todos los días. Es la misma imagen que hoy vemos en la
Catedral de esa ciudad, de manera que cuando vamos a rezarle imitamos al
general Belgrano.
La Bandera argentina es celeste y
blanca, como los vestidos que usó María en muchas de sus apariciones.
Puede ilustrarse con
imágenes ad-hoc, particularmente las de Ntra. Sra. de Lourdes, Luján y tantas
otras advocaciones (Ref. googlear Virgen María+
manto celeste)
Cuando Belgrano la izó por primera vez
la hizo bendecir por el padre Julián (Navarro) que
también era maestro y daba clases en la única escuela que por entonces había en
Rosario. Era un sacerdote muy patriota, que después se hizo amigo de San Martín.
La gente que vivía en Rosario se puso
muy contenta con la Bandera. Muchos años después, cuando ya eran viejitos se
seguían acordando.
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