martes, 2 de abril de 2024

Apuntes de ceremonial y etiqueta para actos oficiales / Parte 3

Uso de escarapelas y pines

Por Miguel Carrillo Bascary

Culmino esta serie, eminentemente práctica y vivencial. Los interesados podrán acceder a las anteriores publicaciones desde: https://banderasargentinas.blogspot.com/2023/07/apuntes-de-etiqueta-para-actos.html y https://banderasargentinas.blogspot.com/2023/09/apuntes-de-ceremonial-y-etiqueta-para.html 

Modos y ocasión

Cuando llegan las fiestas patrias, tanto en Argentina como en otros estados del mundo, todos parecen querer expresar su patriotismo. Una actitud que se acentúa en funcionarios, docentes y en todas aquellas personas que desempeñan un rol particularmente expuesto en la comunidad. Para satisfaceer esto, lo más simple y ampliamente evidente radica en lucir sobre el pecho una escarapela o bandera del país o, eventualmente, un pequeño escudo.

Ocurre algo similar en un medio institucional o corporativo, en cuyo caso el sentido de pertenencia se manifiesta con el uso de pines o distintivos alegóricos. 

Posición

Los usos y costumbres universales indican que este tipo de emblemas se llevan sobre el sector izquierdo del pecho, lo que remite a la cercanía con el corazón del portador. Por convención generalizada, cuando se utiliza un saco el símbolo se posicionará en la solapa izquierda. Claro que existen excepciones, las que se vinculan con los cortes de las prendas  o con alguno de sus detalles. 

Coherencia y buen gusto

Como la escarapela no es un símbolo nacional, al menos en Argentina, su estilo de confección y su materialidad pueden ser infinitos. Esto no autoriza dejar de lado ciertas pautas de formalidad, la coherencia debe primar. Un ejemplo podrá ilustrarlo: para una función de gala en un gran teatro los concurrentes lo harán con vestimenta adecuada, por lo que no sería procedente que la organización distribuya cintas argentinas para prender a la ropa con un simple alfiler ¿No les parece?

Pines con cintas

Un procedimiento adecuado para destacar un pin solapero o un escudito, es sumarle cintas con los colores de la bandera o de aquellos que compongan el emblema institucional. Lo que será particularmente procedente cuando para manifestar cercanía o simpatía con el organizador de un evento. Así el protagonista hará bien en llevar el escudo o pin que le corresponda, mientras que la adición de cintas con los colores que identifican al huésped. 

Banderas cruzadas

No faltarán ocasiones donde las demostraciones de cercanía entre el visitante y el anfitrión o viceversa se concreta portando pequeñas banderitas cruzadas. Sobre este punto me manifesté previamente, por lo que corresponde remitir a la nota pertinente: https://banderasargentinas.blogspot.com/2024/03/error-de-bulto-nivel-ministerial.html 

Detalle organizativo

Quien organice un acto conmemorativo que suponga el uso de escarapelas o de otro distintivo manifestando un vínculo común entre los asistentes, hará bien en disponer que algún/os colaborador/es se coloque/n en los ingresos munidos de cestas que contengan esos implementos y vayan colocándoselos a quienes concurren.

Esto debe hacerse con toda delicadeza, ya que hay personas reacias a este tipo de atenciones, generalmente por temor a que se estropee la vfestimenta que revisten. Al respecto, se me podrá tachar de sexista, pero es una realidad que para este tipo de tareas lo mejor servirse de personal femenino. 

Consejo para profesionales y funcionarios

Quienes se desempeñan en el medio harán bien en llevar varias escarapelas en su bolsillo cuando concurran a los actos alusivos a una efeméride. De esta manera podrán entregarlas a aquellos funcionarios u otras personas que concurran sin ella.

Un gesto que sin duda posicionará muy bien a los previsores es el siguiente: si el protagonista advierte que un superior carece de escarapela seguramente lo impresionará favorablemente si se quita la que tiene en su pecho y se la entregua, con lo que se superará la omisión. Seguidamente y con discreción, el subordinado se colocará uno de los ejemplares que tenía en el bolsillo reponiendo el que entregó. La experiencia indica que la atención no pasará desapercibida.

Algo similar podrá ser válido como gesto de empatía con una persona con la que se tenga cierta relación.

La receta también es aplicable en cuanto a los pines corporativos, cuando se concurra a una convención o evento social. 

Prevenciones

a) Un pin o escarapela manchados o alterados de cualquier forma causan una muy mala impresión por cuanto denotan falta de prolijidad en quien los utilice. En un medio institucional o corporativo a nadie se le ocurría presentarse con una corbata sucia o una camisa sin ballenitas ¿no es así.

En consecuencia, antes de utilizar estos elementos hay que revisarlos como a cualquier otro tipo de accesorio del vestir pera verificar que no estén manchados o que el esmalte no se haya saltado, en cuyo caso deberán descartarse. También corresponde chequear que si el metal está opacado habrá que abrillantarlo. 

b) Al aprestarse a ingresar a un recinto o espacio donde se desarrollará un acto o ceremonial, el protagonista (eventualmente, su asistente personal) deberá chequear que el pin o escarapela que lleve no esté invertido o de lado. Es un detalle que puede parecer extremo, pero en su caso no dará buena impresión. Ocurre algo así cuando una persona que viste corbata la lleve con el nudo flojo dejando ver el primer botón de la camisa. 

¿Una o dos escarapelas?

En Argentina las principales fechas patrias son en invierno, tiempo en que las personas que concurren a las ceremonias suelen usar abrigos. En estos casos el consejo será que la escarapela se coloque en el saco y también en el sobretodo. Muchas veces se constata que el funcionario lleva el distintivo en el segundo y, cuando se lo quita al ingresar a un recinto cerrado, el pecho de su saco dará cuenta de la falta.

Dos pines, a lo sumo

Lo aconsejable es no llevar más de un distintivo en la solapa, salvo que exista motivo atendible. Y agregaría algo más, nunca portar más que dos, como máximo. En ambos casos la regla debe ser la sobriedad, de lo contrario pereciera que el involucrado se desempeña en una cadena de hamburguesas.

En la eventualidad de que corresponda utilizar una escarapela y un pin, una elemental aplicación de las reglas de precedencia indica que el último deberá ir en un nivel inferior.

La pauta se tendrá presente también cuando se trate de pines. Así, el emblema corporativo deberá ir por sobre el que corresponda a una subsidiaria o al signo del lugar que el ejecutivo desempeñe en la empresa. 

¿Y sobre el tamaño?

En general las escarapelas no tienen más que un centímetro de diámetro. Muy lejos quedó el uso de aquellas primeras que se usaban en tiempos de la Independencia, las que solían tener un diámetro de 10 centímetros, a veces más. Esta dimensión se justificaba plenamente por cuanto debía distinguirse claramente en medio del combate.

En cuanto a los pines institucionales, muy especialmente los que son de uso circunstancial, por ejemplo, los que denotan un aniversario, los que evidencian una ocasión particular, como la presentación de un producto o similar, pueden alcanzar un gran formato, a veces alcanza más de 4 centímetros. Si el portador utiliza saco, lo conveniente será que lo coloque sobre el lado izquierdo del pecho o en el bolsillo de este lado y no en la solapa por cuanto quedará desproporcionado.

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