lunes, 10 de diciembre de 2018

Un mojón en la Historia

70 años de la Declaración de Derechos Humanos

 

Por Miguel Carrillo Bascary

Hoy 10 de diciembre se conmemora el “día de los derechos humanos” por cuanto en la misma fecha, pero en el año 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la “DECLARACION UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS” mediante su Resolución 217 A (III)

Esta pieza jurídica se convirtió en la piedra fundamental del sistema internacional de promoción y protección de la dignidad humana.

En contra de lo que se piensa habitualmente el hecho no ocurrió en Nueva York, sino en París donde sesionaba la Asamblea, ya que por entonces la ONU no contaba con una sede permanente.

El mundo acababa de superar el trauma de la Segunda Guerra Mundial y las Naciones Unidas se habían constituido en 1945.

Consta de solo 30 artículos y un preámbulo (introducción). Para su elaboración fue necesario consensuar los aportes de diversos sistemas jurídicos; políticos; económicos y sociales. Una coincidencia intensamente trabajada.

La señora Roosvellt muestra la primera impresión de la Declaración

El protagonismo de la viuda del presidente de Estados Unidos, Eleonor Roosevelt, presidenta de la Comisión encargada del proyecto, fue fundamental para comprometer a los líderes de entonces. Actuó como director del equipo de redacción el jurista francés de René Cassin, formado por sus colegas: Charles Malik (Líbano), Peng Chun Chang (China), Hernán Santa Cruz (Chile), Alexandre Bogomolov/Alexei Pavlov (Unión Soviética), Lord Dukeston/Geoffrey Wilson (Reino Unido) y William Hodgson (Australia)

Originalmente la Declaración fue aprobada por 48 de los 58 miembros que tenía la organización: Afganistán, Argentina, Australia, Bélgica, Birmania, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, China (Taiwán), Colombia, Costa Rica, Cuba, Dinamarca, República Dominicana, Ecuador, Egipto, El Salvador, Estados Unidos, Etiopía, Filipinas, Francia, Grecia, Guatemala, Haití, Holanda, India, Irak, Irán, Islandia, Líbano, Liberia, Luxemburgo, México, Nueva Zelanda, Nicaragua, Noruega, Pakistán, Panamá, Paraguay, Perú, Reino Unido, Siria, Suecia, Tailandia, Turquía, Uruguay y Venezuela.

Se abstuvieron: Arabia Saudita (atento a su radical posición religiosa, que con el tiempo fue moderándose), Sudáfrica (por cuanto ya regía el sistema discriminatorio del apartheid) y los estados del bloque soviético: Bielorrusia, Checoslovaquia, Polonia, Sudáfrica, Ucrania, Unión Soviética y Yugoslavia; pese a que dos rusos estuvieron entre los redactores.

Hubo dos ausencias: Honduras y Yemen.


Con los años todos los países de la ONU adhirieron a la misma. Si bien en su origen no era un documento de cumplimiento obligatorio, sino una suerte de hoja de ruta en la materia, hoy se ha transformado en lo que los juristas llaman una fuente de derecho universal imperativo (ius cogens) que sí tiene fuerza vinculante para todos los estados.

Como tal ha influido decisivamente en los cientos de tratados que más tarde se firmaron y que hoy componen un cuerpo jurídico común de la Humanidad.

Se tomó como referencia inicial la “Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano”, adoptada en el contexto de la Revolución Francesa, en 1789.

Se coincide en que la principal motivación de la Declaración radica en el siguiente párrafo de su preámbulo:

“Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad, y que se ha proclamado, como aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias.”

La declaración en realidad fue un instrumento de mínima; no abarca la totalidad de los derechos humanos.

Su principal artículo y base de toda la estructura es el número 1:

“Todos los seres humanos nacen libes e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.”

 

Con tan emocionantes palabras se destaca por sobre todo la dignidad de todo ser humano, más allá de sus condiciones personales, características raciales; sexo; cultura; pensamiento religioso o político.

De esa dignidad derivan todos los derechos, pero también nace la responsabilidad de los deberes, como bien lo destaca la Declaración en su artículo 29:

“En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley, con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general en una sociedad democrática”.

La influencia de la Declaración para la Historia de la Humanidad se escribe cada día. Son impresionantes sus logros, millones de personas pueden dar testimonio de ello; aunque desalienta ver la indiferencia de los estados ante sus cotidianas violaciones y la perfidia con que algunos de sus postulados son utilizados por las ideologías para justificar lo injustificable.


Si quieres leer el texto completo de la Declaración te bastará clikear en el siguiente link: http://www.infoleg.gob.ar/?page_id=1003

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