domingo, 16 de abril de 2017

Precedencias erradas

Lamentable  descuido protocolar en el Concejo Municipal de Bariloche




Con neto propósito de crítica constructiva nos permitimos señalar la inadecuada colocación de banderas, nada menos que en el recinto de sesiones del Concejo Municipal de la ciudad de San Carlos de Bariloche (provincia de Río Negro, Argentina)

Bariloche es una exquisita población con más de cien mil habitantes, centro de un activo turismo internacional y nacional, famosa por la belleza de su entorno y por sus pistas de sky, concitando más de un millón de visitantes por año. También es «capital nacional del turismo aventura”.  En sus inmediaciones se encuentra el notable parque nacional "Nahuel Huapi". En ella tiene su sede el "Instituto Balseiro", dedicado a las investigaciones atómicas. Se fundó oficialmente en 1902. Posee una activa vida institucional que se destaca por la gran participación popular en la gestión de estado.

La foto que ilustra nuestro post permite visualizar que se ha dado equivocada prioridad a la bandera de la provincia, pues figura en el centro de la presentación; a su derecha (segundo espacio en el rango protocolar) luce la enseña del pueblo originario mapuche y finalmente encontramos la Bandera oficial de la Nación Argentina, pero recién en el tercer orden del protocolo, a la izquierda de la ubicada en el centro.

Un imperdonable descuido que corresponderá reparar con la mayor urgencia.

La forma en que debieron colocarse estas banderas es la siguiente: la de Argentina, en el centro; a su derecha, la correspondiente a la provincia de Río Negro y a su izquierda, la del pueblo originario.

viernes, 14 de abril de 2017

Colores sacros: Jesús Misericordioso

Los dos colores que eligió Jesús

Jesús Misericordioso 
(E. Kazimirowski, 1934) Fuente: http://www.merciful-jesus.com/

Por Miguel Carrillo Bascary
Introducción

El título es por principio desproporcionado, vano, no podemos siquiera imaginar qué colores pudiera llegar a elegir Nuestro Señor para identificarse ante nosotros. Sin embargo, Jesús elige mil caminos para llegarnos, y uno de ellos son los colores.

Un artista puede comprender fácilmente y mucho mejor que nosotros de que manera Dios se revela en los cientos de miles de colores que pueden llegar a existir. Como no somos artistas, no tenemos esa sensibilidad cromática pero los colores de la Naturaleza facilitan que nuestras almas se abran a la infinitud de Dios.

Los amantes de la Vexilología, sentimos que nos sirven de camino a Dios, la diversidad de colores y formas de las banderas que testimonian la dimensión trascendente del espíritu humano en su flamear vivaz contra la bóveda celeste.

Las banderas de Cristo

En un post, que publicamos el año pasado hablábamos de “La bandera de Cristo resucitado(http://banderasargentinas.blogspot.com.ar/2016/03/la-bandera-de-cristoresucitado-por.html), curiosamente fue la nota que más lectores sumó; a quienes no tuvieron la posibilidad de leerlo se lo recomendamos vivamente.
Allí destacábamos que a lo largo de dos mil años los artistas imaginaron a Cristo manifestando su triunfo sobre la muerte y la redención del mundo mediante las banderas que empuña, donde predominan ora el rojo, ora el blanco, pero, estos colores son de elección humana, lógicamente.

                       Rojo Luis Tristán (1580/1585 – 1624)                          Mosaico de autor no conocido por nosotros

Pero en esta Semana Santa que nos lleva a la Pascua de Resurrección dimos con una referencia que permitiría afirmar que Jesús eligió dos colores en particular para revelársenos y proyectar su providencia y misericordia sobre los hombres. Para esto es necesario conocer algunos hechos.

De “sor Faustina” a “Santa Faustina”

 Santa María Faustina Kowalska (1905 - 1938)

Helena Kowalska, nació en Glogowiec, Polonia en 1905. Ingresó como novicia en una congregación religiosa y el 1º de agosto de 1925 adoptó el nombre “María Faustina”. El 25 de mayo de 1933 profesó los votos perpetuos y fue trasladada a la casa conventual de Vilna. Tras una vida ejemplar sor  Faustina murió de tuberculosis, el 5 de octubre de 1938, en Cracovia (Polonia).
Era una mujer de intensa piedad que a lo largo de su vida tuvo una serie de revelaciones donde Jesús se le reveló con particular intensidad; que ella dejó escritas en su diario (más de 600 páginas manuscritas).

Como en todos estos casos la Iglesia actuó con gran prudencia y realizó numerosas investigaciones hasta que desde el 15 de abril de 1978, la Santa Sede autorizó la práctica de la devoción a la “Divina Misericordia”; también llamada a “Jesús Misericordioso”.

La forma en que Faustina vivió su vida llamó la atención de quienes la conocieron. Cumplido el complejo proceso con que la Iglesia analiza estos casos, se la beatificó el 18 de abril de 1993 y siete años más tarde, verificado el milagro de práctica, el Santo Papa Juan Pablo II la canonizó el 30 de abril del año 2000. Desde entonces podemos referirnos a ella como “Santa Faustina”.

El cuadro pintado a Nuestro Señor

El 22 de febrero de 1931 la Santa tuvo una visión particular a través de la cuál Jesús le encargó que se pintara su imagen tal como ella lo veía en ese momento y también le indicó que al pie del cuadro debía colocarse la inscripción “Jesús, en Ti confío".

Así lo cuenta Santa Faustina en su diario: “Al anochecer, estando en mi celda, vi al Señor Jesús vestido con una túnica blanca. Tenía una mano levantada para bendecir y con la otra tocaba la túnica sobre su pecho. De la abertura de su túnica, salían dos grandes rayos: uno rojo y otro pálido.

Después de un momento, Jesús me dijo: “Pinta una imagen según el modelo que ves, y firma: ‘Jesús, en ti confío’. Deseo que esta imagen sea venerada primero en esta capilla y [luego] en el mundo entero”.

Jesús le señaló además: “Prometo que el alma que venera esta imagen no perecerá. También prometo, ya aquí en la tierra, la victoria sobre los enemigos y, sobre todo, a la hora de la muerte. Yo mismo la defenderé como mi gloria”.

Faustina quiso cumplir la voluntad de Dios e intentó pintar el cuadro por sus propios medios, pero fracasó por que carecía de conocimientos técnicos y talento artístico.

Beato Miguel Sopoko

Encontrándose ya en Vilna la Santa, su confesor, el padre Michal (Miguel) Sopocko (1878 – 1975), hoy beato, quiso colaborar con el designio manifestado y le encargó pintar el cuadro de “Jesús Misericordioso” al artista lituano Eugeniusz (Eugenio) Kazimirowski (1873 – 1939). La labor se concretó en el término de seis meses durante el cual sor Faustina supervisó la ejecución y aportó las referencias necesarias; se terminó en junio de 1934.

Pese a su empeño y a los esfuerzos del pintor comprometido, la hoy santa vio que el cuadro distaba mucho de la imagen de Jesús que guardaba en su memoria. Hallándose en oración la embargó el llanto y exclamó: "¿Quién será capaz de pintarte tan hermoso como eres en verdad?"; a lo que Jesús respondió: "No en la belleza  del color, ni en la del pincel, está la grandeza de esta imagen, sino en Mi gracia".

La devoción a Jesús Misericordioso

Jesús le pidió a Faustina que el retrato fuera expuesto ante los fieles, lo que a juicio de los estudiosos demuestra que aceptó la obra salida de las manos de Kazimirowski y de las indicaciones de la religiosa. Como veremos esto incidirá en las conclusiones del presente post.

Él también le indicó a la Santa que promoviera la “Fiesta de la Divina Misericordia”, a celebrarse por la Iglesia el primer domingo después de la Pascua de Resurrección; una tarea desproporcionada para una humilde monja. Lo cierto es que aquello considerado imposible a los ojos de los hombres, es natural al poder de Dios y Faustina vio coronado con el éxito su cometido.

La primera vez que se mostró el cuadro fue entre el 26 y el 28 de abril de 1935, coincidiendo con el primer domingo después de Pascua. Más tarde en abril de 1937 se entronizó en la iglesia de San Miguel, en Vilna.

La esencia de la devoción
     Podemos sintetizarla en cinco puntos fundamentales:

1. Confiar en la Misericordia del Señor, quién anunció a Faustina su misericordia para con los pecadores y la fortaleza para los que tratan de vivir el bien; especialmente en la hora de la muerte,

2. La confianza es la esencia de esta devoción y, a la vez, la condición para recibir gracias. Jesús dijo a Faustina: "Las gracias de mi misericordia se toman con un solo recipiente y este es la confianza. Cuanto más confíe un alma, tanto más recibirá […] Ningún alma que ha invocado mi misericordia ha quedado decepcionada ni ha sentido confusión”.

3. La misericordia define nuestra actitud ante cada persona. Al respecto, estas son las palabras de Cristo a Faustina: "Exijo de ti obras de misericordia que deben surgir del amor hacia mí. Debes mostrar misericordia siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo ni excusarte ni justificarte. Te doy tres formar de ejercer misericordia: la primera es la acción; la segunda, la palabra; y la tercera, la oración”

4. La actitud del amor activo hacia el prójimo es otra condición para recibir las gracias prometidas. Jesús explicó a la santa: que si practicamos activamente la misericordia para con nuestros hermanos, Su misericordia se anticipará el juicio de nuestras vidas en particular.

5. El Señor quiere que hagamos una obra de misericordia al día, por lo menos.

El rezo de la novena a la Divina Misericordia


En preparación a la fiesta de la Misericordia, Jesús solicitó el rezo de la novena comenzando el Viernes Santo, que se ofrece cada día por un grupo particular de almas.

Jesús prometió a Sor Faustina: "Durante este novenario concederé a las almas toda clase de gracias". Los interesados en conocer y rezar la Novena pueden bajarla desde: http://www.santafaustina.org/devocion/novena.htm

La devoción a “Jesús Misericordioso se ha difundido extraordinariamente en las últimas décadas. Para conocer más sobre ella podemos remitir a: http://www.santafaustina.org/devocion/dev_01.htm

El “Directorio de piedad popular” publicado en la Web oficial del Vaticano dice sobre ella:
“154. […] En nuestros días y a raíz de los mensajes de la religiosa Faustina Kowalska, canonizada el 30 de abril del 2000, se ha difundido progresivamente una devoción particular a la misericordia divina comunicada por Cristo muerto y resucitado, fuente del Espíritu que perdona los pecados y devuelve la alegría de la salvación.
[…] Constituye el espacio natural en el que se expresa la acogida de la misericordia del Redentor del hombre, debe educarse a los fieles para comprender esta devoción a la luz de las celebraciones litúrgicas de estos días de Pascua. En efecto, "El Cristo pascual es la encarnación definitiva de la misericordia, su signo viviente: histórico-salvífico y a la vez escatológico".

¿Qué pasó con el cuadro?

Las segunda Guerra Mundial y las persecuciones a los católicos durante los años en que Polonia estuvo bajo el régimen del comunismo soviético implicaron una serie de vicisitudes. En el ínterin se pintaron otras dos copias, aunque una se perdió en un incendio durante el "Levantamiento de Varsovia" (1943).

La otra es obra de  Adolf Hyla (1897 - 1965), fue ejecutada en 1943, para cumplir una promesa de su autor por haber salvado su vida durante la II Guerra. Si bien tomó como modelo una estampa del original, este último tiene valores artísticos muy superiores y es la que se ha difundido por todo el mundo. Fue comenzada en noviembre de 1942 y se terminó en marzo del año siguiente; se la bendijo el 7 de marzo de 1943 y se colocó en la capilla del convento de Cracovia de las Hermanas de la Misericordia. Hyla pintó en 1944 otra imagen similar cuyas dimensiones permitió ubicarla con mayor realce en el retablo.

        Veamos seguidamente ambas imágenes lo que permite compararlas entre sí:


Actualmente el original se encuentra en el “Santuario de la Divina Misericordia”, en Vilna, Lituania.


ROJO Y BLANCO, los colores que eligió Jesús

Ha llegado el momento de volver sobre el titulo que encabeza este particular post. De las mismas palabras de Cristo tomadas por Santa Faustina, resulta que Jesús hizo eligió dos colores para manifestarse, los que emanan de su corazón en forma de dos rayos, tal como están representados en el cuadro.

Estos colores elegidos por Cristo son: el rojo y el “pálido” que podemos traducir como un “blanco” tan vívido que según muestra la imagen se nos presenta a la percepción del ojo con tonalidades celestes que acentúan su blancura.

Otro día, estando Santa Faustina en oración, Cristo se le apareció y le dijo: “Los dos rayos significan la Sangre y el Agua. El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas. Ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas de mi misericordia cuando mi Corazón agonizante fue abierto en la cruz por la lanza”.

Estos rayos representan entonces, los sacramentos y todos los dones del Espíritu Santo cuyo símbolo bíblico es el agua (recordemos aquí el bautismo de Cristo en el Jordán y tantos otros pasajes de los Evangelios).

La imagen presenta, pues, la inmensa misericordia de Dios que fue revelada plenamente en el misterio Pascual de Cristo y que se realiza en la Iglesia con mayor plenitud a través de los sacramentos.

Jesús Misericordioso
su imagen más difundida (A. Hyla, 1944)

Sobre el culto a las representaciones santas

A las imágenes del Cristo, de la Virgen y los demás santos se debe prestar el debido honor y veneración, no porque contengan en si mismas algo divino que exija ese culto, sino porque el honor que se les tributa se refiere a las personas que representan.

Para la Iglesia católica y para muchas otras confesiones cristianas, el culto no es superstición, es lícito y útil para la vida religiosa de los fieles. El hombre tiene necesidad de las cosas sensibles y visibles para elevarse al conocimiento y al amor de las cosas espirituales e invisibles.

La vista de una imagen suscita sentimientos de respeto, veneración, amor y confianza hacia la persona santa que representa y con la que nos pone en contacto espiritual y en intimidad.

Especialmente las imágenes sagradas y milagrosas de los santuarios ejercen un particular influjo en la vida de los hombres, dando un gran fruto espiritual para las almas que alimentan su esperanza y alcanzan de Dios muchas gracias. Quien venera una imagen venera en ella la persona que en ella está representada (Cc. Vaticano II: SC, 126)
Dijo Santo Tomás de Aquino: "El culto a las imágenes religiosas no se dirige a ellas en si mismas como realidades, sino como un camino hacia Dios". (Suma Teológica; 2-2).

Por eso quienes veneran la imagen de Nuestro Señor de la Misericordia, saben que no se dirigen al cuadro sino al mismo Jesús. 

domingo, 9 de abril de 2017

Símbolo de trascendencia: el olivo

Los olivos  del Domingo de Ramos


Por Miguel Carrillo Bascary

Según nos hacen saber los Santos Evangelios, el “Domingo de Ramos” que millones de católicos de todo el mundo celebran el previo a la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, corresponde a su entrada a Jerusalén, rodeado del júbilo de un pueblo que pocos días más tarde asistiría a su juicio y ejecución como si fuera un criminal. La liturgia de este día es la antesala de la consumación de la promesa que Dios hizo a Eva y Adán, redimir a la Creación mediante el sacrificio de su Hijo, nada menos.

En este blog, dedicado particularmente a las banderas, también tienen lugar otras expresiones vinculadas a la Semiótica y por eso consideramos pertinente analizar varios aspectos vinculados al olivo, como símbolo universal.

Referencias de las Escrituras

El relato evangélico nos manifiesta un acontecimiento histórico que como tal es contado por cuatro diversos puntos de vista. Por supuesto que, como siempre se advierte, no debe verse en las Escrituras una crónica detallada, sino que son un mensaje de profundo contenido espiritual, lo que explica algunas diferencias de detalle.
Los cuatro evangelistas remiten a la entrada de Jesús en Jerusalén, lo que demuestra la importancia de un hecho que debió grabarse profundamente en las vivencias de sus protagonistas y de la comunidad de los seguidores de Cristo. Años más tarde se recogerán por escrito como nos llega a nosotros, más de dos mil años más tarde en los relatos de Mateo; Lucas; Marcos y Juan.
Consideramos importante transcribir estos relatos para favorecer una más completa apreciación de los comentarios objeto de este blog. Hemos destacado en negrita las referencias más significativas para el análisis, no sin recomendar que para una mejor apreciación correspondería incursionar en sus contextos; por esta razón incluimos oportunos links que remiten a su lectura.
Como una introducción general recordamos que Jesús acababa de hacer resucitar a su amigo Lázaro de Betania, una población cercana a Jerusalén. El hecho conmocionó a la región y sin dudas que trascendió a la cosmopolita Jerusalén.
Después Jesús dispuso ir a Jerusalén para preparar la fiesta de la Pascua judía. Su ingreso a la ciudad, centro de la religión de Israel, parece haber concitado la expectación y el júbilo popular por entender muchos judíos que Jesús era el Mesías largamente prometido por sus tradiciones.
Los relatos nos muestran a Jesús entrar montado en una burra con su cría (1); usando como montura los mantos de sus seguidores, otro símbolo de reverencia para con el Maestro. Enterado de la llegada, el populacho manifestó su regocijo extendiendo sus propios mantos sobre el camino de Jesús, mientras lo reverenciaba agitando palmas y olivos; una demostración tradicional en el Medio Oriente que expresaba la dignidad de la persona homenajeada.
El gesto de Cristo al ingresar a Jerusalén es la manifestación del Salvador que “viene a su pueblo”; un anticipo de su llegada triunfal al final de los tiempos.
Posteriormente, Jesús, se reunió con sus discípulos en una cena ritual donde instituyó el sacramento de la Eucaristía, misterio fundamental de la fe católica. Luego vendría lo que se conoce como la pasión, muerte y resurrección de Jesús. La Iglesia Católica y las confesiones cristianas celebran estos acontecimientos en el periodo conocido como la “Semana Santa”.

Lo que nos dicen los Evangelios

San Mateo (Cap. 21, 1-11)
“Cuando se acercaron a Jerusalén y llegaron a Betfagé, al monte de los Olivos, Jesús envió a dos discípulos, diciéndoles: "Vayan al pueblo que está enfrente, e inmediatamente encontrarán un asna atada, junto con su cría. Desátenla y tráiganmelos. Y si alguien les dice algo, respondan: "El Señor los necesita y los va a devolver en seguida". Esto sucedió para que se cumpliera lo anunciado por el Profeta: Digan a la hija de Sión: Mira que tu rey viene hacia ti, humilde y montado sobre un asno, sobre la cría de un animal de carga. Los discípulos fueron e hicieron lo que Jesús les había mandado; trajeron la asna y su cría, pusieron sus mantos sobre ellos y Jesús se montó.
Entonces la mayor parte de la gente comenzó a extender sus mantos sobre el camino, y otros cortaban ramas de los árboles y lo cubrían con ellas.
La multitud que iba delante de Jesús y la que lo seguía gritaba: "¡Hosana al Hijo de David!¡Bendito el que viene en nombre del Señor!¡Hosana en las alturas!" Cuando entró en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, y preguntaban: "¿Quién es este?" Y la gente respondía: "Es Jesús, el profeta de Nazaret en Galilea".

“Cuando se acercó a Betfagé y Betania, al pie del monte llamado de los Olivos, envió a dos de sus discípulos, diciéndoles:"Vayan al pueblo que está enfrente y, al entrar, encontrarán un asno atado, que nadie ha montado todavía. Desátenlo y tráiganlo; y si alguien les pregunta: "¿Por qué lo desatan?", respondan: "El Señor lo necesita".
Los enviados partieron y encontraron todo como él les había dicho. Cuando desataron el asno, sus dueños les dijeron: "¿Por qué lo desatan?". Y ellos respondieron: "El Señor lo necesita". Luego llevaron el asno adonde estaba Jesús y, poniendo sobre él sus mantos, lo hicieron montar.
Mientras él avanzaba, la gente extendía sus mantos sobre el camino.
Cuando Jesús se acercaba a la pendiente del monte de los Olivos, todos los discípulos, llenos de alegría, comenzaron a alabar a Dios en alta voz, por todos los milagros que habían visto. Y decían: "¡Bendito sea el Rey que viene en nombre del Señor!¡Paz en el cielo y gloria en las alturas!". Algunos fariseos que se encontraban entre la multitud le dijeron: "Maestro, reprende a tus discípulos". Pero él respondió: "Les aseguro que si ellos callan, gritarán las piedras".

SAN MARCOS (Cap. 11, 1-11)
“Cuando se aproximaban a Jerusalén, estando ya al pie del monte de los Olivos, cerca de Betfagé y de Betania, Jesús envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: "Vayan al pueblo que está enfrente y, al entrar, encontrarán un asno atado, que nadie ha montado todavía. Desátenlo y tráiganlo; y si alguien les pregunta: "¿Qué están haciendo?", respondan: "El Señor lo necesita y lo va a devolver en seguida". Ellos fueron y encontraron un asno atado cerca de una puerta, en la calle, y lo desataron. Algunos de los que estaban allí les preguntaron: "¿Qué hacen? ¿Por qué desatan ese asno?". Ellos respondieron como Jesús les había dicho y nadie los molestó. Entonces le llevaron el asno, pusieron sus mantos sobre él y Jesús se montó.
Muchos extendían sus mantos sobre el camino; otros, lo cubrían con ramas que cortaban en el campo.
Los que iban delante y los que seguían a Jesús, gritaban:"¡Hosana! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!¡Bendito sea el Reino que ya viene, el Reino de nuestro padre David! ¡Hosana en las alturas!".

SAN Juan (Cap.12, 12-19)
“Al día siguiente, la gran multitud que había venido para la fiesta, se enteró de que Jesús se dirigía a Jerusalén. Y, tomando hojas de palmera, salieron a su encuentro y lo aclamaban diciendo: "¡Hosana! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor, el rey de Israel!".
Al encontrar un asno, Jesús montó sobre él, conforme a lo que está escrito. La multitud que había estado con Jesús cuando ordenó a Lázaro que saliera del sepulcro y lo resucitó, daba testimonio de él. Por eso la gente salió a su encuentro, porque se enteraron del signo que había realizado”.

Por esta razón los católicos concurren a la Eucaristía del “Domingo de Ramos” llevando mayormente ramitas de olivo o palmas, que el celebrante bendice antes de la misa y que después llevan a sus hogares.
Acto seguido puntualizaremos algunos aspectos de interés para nuestro análisis.


¿Qué significaba este tipo de homenaje público?

Era un reconocimiento explícito que el pueblo tributaba a su destinatario. En este caso quien era conocido como Jesús, de la familia de David, un humilde carpintero de Galilea que había adquirido merecida fama de maestro en la Ley de Moisés y realizado numerosos milagros en forma pública, el más reciente y espectacular, resucitar a Lázaro que llevaba varios días de muerto. Por estas manifestaciones e poder algunos israelitas veían en Él al Mesías prometido y lo expresaban en los términos que hemos transcripto.
Los signos de reconocimiento eran varios: el o la asno; aludía a una antigua profecía que anunciaba la entrada del Mesías en la capital de Salomón; los mantos sobre el mismo o directamente extendidos sobre el piso era un muy significativo tributo de la realeza y del poder con que se recibía al destinatario. El agitar de palmas; olivos y otros ramos verdes tenía profundas implicancias a las que nos dedicaremos especialmente. Los vítores y alabanzas eran obvios testimonio de aceptación; júbilo popular y honor.

¿Qué vegetales empleó el pueblo de Jerusalén?

San Marcos indica que usó “ramas que cortaban de los árboles”; esta referencia podría indicaría a los habituales de la región: olivos; palmeras; sicomoros o algún otro. Mientras que San Juan nos habla de “hojas de palmeras”. Lucas y Mateo omiten toda referencia concreta, pero al mencionar la cercanía con el “Monte de los Olivos”, permiten suponer que la gente arrancó ramas de los árboles que allí había.
Ante la diversidad en las fuentes debemos considerar que el pueblo entusiasmado apeló a cualquier rama que tuviera a su alcance. Justamente esto nos informan los Evangelistas.
Sin embargo, la tradición ha destacado al olivo y la palmera por ser los vegetales más ampliamente difundido en la cuenca mediterránea y al alcance de las primeras comunidades cristianas que celebraban el “Domingo de Ramos”. Desde entonces la usanza se difundió por todo el mundo cristiano dando predominancia a estas dos especies.
Esta alusión no es excluyente, ya que en regiones donde no existen olivos ni palmeras los fieles emplean ramas de los árboles y aún de los arbustos que tienen a su disposición.
Dicho de otra manera, para recrear el signo no es imprescindible hacerlo, ni con olivos, ni con palmas; basta cualquier rama de hojas verdes, pues esto color indica vitalidad, cualidad asociada al simbolismo indicado.

¿Por qué las preferencias indicadas?

Además de su disponibilidad, como se dijo, la palma y el olivo se justifican en la tradición simbólica, tanto en la cristiana como en las de otras culturas.

La palma: en la Antigüedad clásica era consideraba símbolo de triunfo. Cuando ingresaban a Roma los generales romanos con los trofeos de guerra se los recibía agitando palmas. Para los primeros cristianos la palma simbolizaba el triunfo de Cristo sobre el Demonio; del espíritu sobre la materia; del seguimiento de las enseñanzas de Jesucristo por sobre las tentaciones del Mundo. La palma crece desde adentro de la palmera, su núcleo vital; lo hace aún en el desierto; es fuente de alimento y de cobijo contra la intemperie; signo de hermosura y su tallo es recto, como deben ser los hijos de Dios. En algunos países las palmas se "tejen" formando complicados diseños o se confeccionan pequeñas cruces con algunas de sus hojas.


El olivo: tiene un significado mucho más antiguo. En la Biblia se lo menciona en el Génesis, cuando la paloma que libró Noé luego del Diluvio volvió al Arca portando una rama olivácea en su pico. Es un producto esencial en la economía y de la subsistencia de las culturas mediterráneas y del Medio Oriente; fuente de alimento y de luz; se lo emplea como cosmético, como bálsamo medicinal y fúnebre; con su aceite se ungía a reyes y sacerdotes; es sumamente resistente a las inclemencias del clima y del suelo; resulta fácilmente trasplantable y es sumamente longevo. Existen olivos en producción cuya data podría remontarse a dos milenios. También es símbolo de triunfo, como lo testimonia que los vencedores en los Juegos Olímpicos recibían como premio una corona de olivo. Otros apuntan que se los usaba en los sacrificios a los dioses paganos. En definitiva, el olivo posee un neto significado de victoria y eternidad; de realeza y de riquezaMás adelante nos referiremos especialmente al olivo, por ser el vegetal de uso más extendido, pero en la eventualidad todo lo dicho al respecto valdrá para las ramas de otros árboles o arbustos.


¿Qué significan las ramas de olivo bendecidas?

Para la Iglesia Católica se trata de un “sacramental”, un término litúrgico que el Concilio Vaticano II define como un signo sagrado creado por la Iglesia y un elemento para que el hombre pueda rendir culto a Dios.
Un sacramental no tiene eficacia por sí mismo; sino por la intercesión religiosa de la Iglesia; o sea que no son talismanes que tengan “poderes”. Los beneficios que puedan obtenerse a partir de los sacramentales nos vienen de la disposición interior del hombre hacia la gracia y a la intercesión de la Iglesia como mediadora entre Dios y los hombres. Los sacramentales no son portadores de las gracias de Dios; disponen al hombre a recibir las que Él otorga; con ello contribuyen a su santificación y le ayudan a llevar adelante una vida conforme a las enseñanzas de Cristo.
Hay sacramentales de varias clases; las ramas de olivo se consideran una especie de bendición, porque ellas mismas se transforman en sacramentales (vale redundar) al ser bendecidas por el sacerdote en la ceremonia del “Domingo de Ramos”. De esta manera se las “separa” de la realidad cotidiana para consagrarlas especialmente al culto.
El Papa Pío XII supo destacar que mediante los sacramentales “la Iglesia multiplica con largueza los beneficios de la gracia en las circunstancias más diversas”.

¿Cómo se bendicen los olivos?

Una bendición es al mismo tiempo una alabanza a Dios y oración para obtener sus dones, por eso la Iglesia bendice invocando el nombre de Jesús y, generalmente, haciendo la señal de la Cruz.
Esto ocurre en una ceremonia especial que hoy se practica antes de las misas del “Domingo de Ramos” en todas las iglesias católicas. Anteriormente se realizaba en la misa principal de este día.
La práctica consiste en que los fieles elevan reverencialmente las ramas en recuerdo al tributo ofrendado a Cristo durante su entrada a Jerusalén, mientras que el sacerdote oficiante pronuncia una oración de bendición y, eventualmente asperge agua bendita (otro sacramental) sobre los fieles, lo que recuerda al bautismo. Cabe esclarecer que la bendición opera sin necesidad de que alguna gota de agua toque necesariamente al fiel o a las ramas que sostiene.
Luego de la bendición suele realizarse una procesión hasta ingresar al templo.

¿Es obligatorio para el cristiano llevar olivos el “Domingo de Ramos”?

La respuesta es negativa. Es un acto piadoso eminentemente voluntario.

¿Cuánto olivo llevar a la iglesia?

No se precisa gran cantidad, apenas unas ramitas, lo necesario para llevar a los hogares y, eventualmente, entregar como un piadoso presente a quienes no hayan podido asistir a la ceremonia. Es lamentable que algunas personas concurren llevando enormes manojos que en definitiva solo causan un daño innecesario a tan nobles vegetales; un verdadero atentado a la ecología.

… a voluntad?

Con esta frase suele recibirse a los fieles en los atrios de las iglesias los “Domingos de Ramos”. Quienes la pronuncian son personas necesitadas que piden una dádiva a cambio de algunas ramas de olivo. A veces el radio de acción se extiende varias decenas de metros, todo depende de la densidad de la concurrencia. En ocasiones se pone un precio, que suele disminuir con al avance de las horas.
El problema surge cuando el “… a voluntad” viene seguido de la afirmación: “Ya están bendecidos por el padre”. Debe quedar en claro que la Iglesia no autoriza la venta de una cosa bendita. Esta acción se encuentra descalificada desde los primeros cristianos y cuando se hace a sabiendas constituye el pecado de “simonía”, apelativo que recuerda a “Simón, el mago, que tentó a San Pedro proponiéndole comprarle el poder de hacer milagros (ver Hechos de los Apóstoles, cap. 8, versículo 20).
Ante las evidencias periódicas de esta práctica corresponde señalar que es adecuado que desde los púlpitos se explique suficientemente que no debe comprarse un sacramental como las hojas de olivo bendecidas. En cuanto a quienes intentan venderlas (en el hipotético caso de que verdaderamente estén bendecidas) habría que explicarles también, con la debida caridad.
Como una forma de superar esta situación, en algunas parroquias se compra a los indigentes que ofician de “proveedores habituales”, una cierta cantidad de ramas de olivos que se depositan en el atrio para que los fieles puedan munirse de ellas en forma gratuita antes de participar de la ceremonia.

¿Dónde se colocan las ramas bendecidas?

Siempre en algún lugar digno de la casa; oficina o lugar de trabajo. Por tradición: junto a un crucifijo o una imagen religiosa, pues se trata de objetos consagrados. Hay lugares donde se colocan en el lado interno de la puerta de acceso a la casa, de manera que al salir los fieles puedan verlas y eventualmente tocarlas, pidiendo la protección de Dios al salir a la calle; a la vida cotidiana.
Debe destacarse que las ramas son un recordatorio de la victoria de Cristo sobre el mal; el mundo y la muerte, lo que se concreta en la Resurrección. 
Es un equívoco guardarlas en un sobre; dentro de un libro (excepto si se trata de un impreso de oraciones o Biblia que se emplee habitualmente) o en un cajón. Lo indicado será que las ramitas se destaquen a la vista, como una invitación a orar o a ofrecer a Dios las actividades del día. En sí mismas son un permanente recordatorio de su condición de sacramental.

¿Qué prácticas se pueden realizar con las ramas bendecidas?

Como todo sacramental tienen que emplearse con prudencia y reverencia. Por ejemplo, podrán tocarse con los dedos o ser besadas, al mismo tiempo que se reza alguna breve oración; también, posarlas sobre algún enfermo mientras se reza por su salud.
Para los creyentes, un acto de piedad con referencia a un sacramental de este tipo implica ganar indulgencia para con los pecados veniales que ha cometido.

¿Cuánto tiempo se conservan?

La tradición indica que se preservan durante todo el año y que se reemplazarán por las ramas que se bendigan en el siguiente “Domingo de Ramos”.

¿Cómo disponer de las ramas bendecidas el año anterior?

También aquí debe prevalecer el debido respeto. Los usos tradicionales indican quemarlas con alguna particular relevancia, por ejemplo mientras se reza una oración; también se suele indicar enterrarlas en algún sector del jardín que no sea pisado.

¿Puede entregarse una rama de olivo bendecida a una persona no cristiana?

Evidentemente sí, pero previamente habrá que considerar con suficiente prudencia que el sacramental será debidamente respetado. Hacerlo puede ser una forma de predisponer el alma del recipiendario al mensaje de Cristo. Para ello el cristiano deberá explicarle el significado del sacramental y los respetuosos cuidados que implica aceptarlo.

Nota: (1) La tradición judaica indica que cuando Salomón entró en Jerusalén lo hizo montado en un burro, como símbolo de humildad y del servicio de la autoridad hacia sus semejantes. 

Para saber más: los interesados pueden acceder al "Directorio de piedad popular" desde el link oficial del Vaticano: 


Banderas con banderas

Las banderas "inclusivas"

Ver referencia al final de la nota

Por Miguel  Carrillo Bascary

En principio pareciera una incongruencia que una bandera contenga otra, sin embargo, en la realidad existen numerosos casos en que esto ocurre, aunque no son habituales.

En estas particulares "banderas inclusivas" principio general es que un paño se carga con otra indicando que existe una relación o vínculo entre ambas.

El ejemplo más típico lo constituye la Union Flag, es decir la enseña del Imperio Británico que, en realidad, está formada por la superposición de las banderas de Inglaterra; Escocia e Irlanda:


Como una derivación de su propia naturaleza esta verdadera “bandera/síntesis” fue utilizada en diversos servicios y departamentos del imperio, particularizándola con colores; cruces y otros atributos y se trasladó con naturalidad al sistema colonial, colocándola en el cantón, acompañada de escudos (“badges”) particulares; de esta manera se indica el vínculo entre la colonia o protectorado con la metrópoli. Una idea aproximada de esto lo ejemplifica la siguiente lámina cuyas variantes son muy familiares a los vexilólogos:


El modelo inglés sedimentó una tradición que fue asumida en muchos estados, donde las banderas de sus diferentes poderes y servicios adoptaron sus respectivas enseñas nacionales cargadas en el cantón. Esto ocurrió particularmente en los países de tradición británica; pero también se refleja en otros. Veamos algunos ejemplos con respecto al Canadá:


Constituye una rara excepción la bandera de Hawai ya que lleva la Union Jack, en virtud de que los diversos clanes locales del archipiélago se consideraban protectorados británicos, por lo que utilizaban aquella divisa. Cuando en 1816 se unificaron bajo el reinado del Kamehameha adoptaron este diseño.


Otro ejemplo similar lo vemos en Francia, donde para señalar que algunas jurisdicciones estaban bajo su administración o tutela (aunque no eran sus colonias), se usó la divisa gala. Como se referencia aportamos los siguientes casos, correspondientes a:

Rep. Autónoma de Togo; 1953 / 1960 (Mark Sensen/FOTW)

Siria, 1925 – 1930 (Antonio Martins/FOTW)

Marruecos Frances, bandera civil; 1919 – 1946 (Z. Heimer/FOTW)
  
Como indicativo de la unidad nacional, las banderas de los condados subnacionales de Liberia incorporan su pabellón oficial en sus respectivos cantones. En este caso presentamos la siguiente fotografía las correspondientes a: Bomi; Bong; Gbarpolu; Grand Bassa; Cape Mount; Gran Gedeh; Gran Kru y Lofa.


Por su parte, la integración de la isla de Zanzíbar en la federación de Tanzania determinó que la enseña de esta última se cargue sobre la que identificaba a la isla.


También entre las banderas estatales de los E.E.U.U. hallamos que las correspondientes a Georgia y Missisipi integraron en sus paños la que identifico a la Confederación Sudista:


Un caso realmente extraño lo plantea el pabellón de la Unión Sudafricana (1928  - 1994) ya que en su punto central contiene tres diferentes banderas. Estas presencias tienen fundamentos históricos.


En la siguiente imagen las vemos ampliadas. Ellas son: la Union Flag, que referencia a la colonia británica de El Cabo, desde donde irradió el poder británico hacia el interior de la región; la enseña del Estado Libre de Orange, uno de los más importantes países boers, finalmente subyugado por el Imperio y la de Transvaal (llamada Vierkleur) que anteriormente perteneció al estado que se llamó "República Sudafricana" (1852). Interesa destacar que estas dos últimas contienen, a su vez, la bandera de los Países Bajos, origen de sus poblaciones (afrikaans) y parte esencial de la identidad boer.

(Dibujo de Clay Moss /FOTW)
  
Un caso particular resulta de la bandera de la Organización de Estados Americanos (OEA/OAS), que en su centro contiene la reproducción de las insignias de todos y cada uno de los países que la forman.

  
La colectividad territorial de Saint Pierre et Miquelon (San Pedro y Miguelón) está integrada a Francia y emplea una bandera que contiene a otras tres: la Ikurriña vasca; la bretona y la normanda. La variedad responde a que las ricas pesquerías del bacalao que rodean a las islas atrajeron navegantes de estos tres orígenes cuyos descendientes hoy forman su población.


Otro pabellón con mucha historia es el de la comunidad autónoma de Castilla y León, que se define sumando las enseñas de estos antiguos reinos.

  
            Pero el caso más notable, donde hallamos nada menos que seis banderas cargadas sobre un mismo paño, es el “Moldavalst”; un estado imaginario inspirado en Moldavia, cuyo pabellón también consignamos. Claro está que la naturaleza ficticia de esa entidad relativiza la validez de su ejemplo.

Moldavlast

Moldavia

       Otro ejemplo, esta vez histórico es el de la república boer de Niewe (traducir como: Nueva República) (1884 - 1888) cuyo paño lleva las banderas del Transvaal; el Estado Libre de Orange; la enseña de la colonia británica de El Cabo y, junto a la vaina, la Unión Jack; si bien, para simplificar, usualmente se empleaba sin estos cuatro aditamentos. En la actualidad esta bandera ha sido resignificada y reinstalda como símbolo oficial de la ciudad de Vryheid (Kwazulu-Natal), ignoramos si con las pequeñas enseñas cargadas en su original.


        Finalmente hallamos la bandera de Zambia adoptada en 1964, que en el vértice inferior derecho porta la que corresponde al "Partido Unidad Nacional", principal grupo político en tiempos de su independencia.

     
      También es bastante común que las insignias de los jefes de estado y de gobierno; así como las que representan a las fuerzas armadas de muchas naciones contengan la imagen de sus bandera nacionales, primordialmente ubicadas en el cantón. Como ejemplo les presentamos las que corresponden a la Armada y al Ejército de Sudáfrica, un país que ha sabido capitalizar la herencia vexilológica británica con verdadero rigor científico.



Como una curiosidad reseñamos la bandera del estado ficticio de Westantartica, también denominado “República Unida de la Antártida Occidental”, que de existir, estaría integrada por tres unidades subnacionales: Nueva Granada, Byrd y Achean, cuyos pabellones constan en el centro del paño. Esta apariencia nos remite claramente a la bandera de la antigua República Sudafricana.