sábado, 11 de octubre de 2025

Novedad que sorprende

Avatares de las bandas gubernamentales

Por Miguel Carrillo Bascary

El uso de bandas como símbolos de autoridad o de dignidad es una constante universal. Indican el ejercicio de un significativo grado de poder en la sociedad, pero también la pertenencia a una orden. Los testimonios abundan en todas las culturas y en todos los tiempos. De su análisis, podemos detraer una serie de reglas para su empleo en concreto.

Para su uso rigen principios que determinan la etiqueta en el vestir que propone el Ceremonial público para diversas circunstancias, especialmente las que demanden mayor formalidad.

Uno de ellos dispone que penderán del hombro derecho, atravesando el pecho y la espalda, hasta la izquierda de la cintura; aunque hay estados donde la tradición es inversa. No dejo también de señalar, que existen representaciones pictóricas en que se presentan a la inversa, bien sea por licencia artística o desconocimiento del autor.

Cuando los funcionarios visten uniformes, las bandas van sobre el mismo, bien visibles, ya que indican el mando que sus portadores invisten.

Si se trata de un traje de calle, las bandas se llevan por sobre el saco; pero, cuando el conjunto es de etiqueta (frac, chaqué, spencer, generalmente) se revisten sobre el chaleco, pero con la chaqueta abierta, para permitir que se aprecie de forma discreta, pero suficiente. Las mujeres siempre portan la banda por sobre sus vestidos, aun cuando se trata de trajes sastres.

En ocasiones pueden llevarse sobre vestimentas típicas de alguna cultura, pero los casos son excepcionales. Los estados semitas prescinden de estos implementos.

La flexibilidad de la etiqueta que se manifiesta en las últimas décadas hoy tolera que algunos funcionarios prescindan de llevar corbata cuando revisten las bandas que evidencias su autoridad. En Argentina, la tendencia la inició el expresidente Mauricio Macri, a ella se adscribieron varios gobernadores. Obvio es decir que el detalle escandaliza a los puristas y que en el ámbito internacional no es bien visto, para nada pues señala un grado de displicencia extraño a la etiqueta de ámbitos estatales.

Lo escrito señala lo usual, pero, el poco respeto por las pautas de Ceremonial, justifica comentar la fotografía que abre esta nota. Fue tomada del periódico Infobae del pasado 2 de agosto de 2025 y muestra al gobernador de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e islas del Atlántico Sur con la banda que caracteriza su cargo colocada ¡sobre su camisa!

Quede en claro que el funcionario tiene el derecho de vestir como le plazca, pero su criterio no deja de ser calificar de disruptiva. Otros colegas seguramente serán mucho menos piadosos con el calificativo con que empleen para juzgar la imagen. Como mínimo no resulta elegante y esto afecta la imagen institucional.

Me queda un consuelo, ¡menos mal que se trató de una camisa lisa y de mangas largas! ¿Ustedes se representan qué concepto merecería si la prenda tuviera mangas cortas o fuera de un textil de fantasía?

1 comentario:

  1. La flexibilidad lleva a posibilidades infinitas. dado que permite traje de calle no me animo a exigir la corbata.
    Llegar a la camisa nos pone a un paso de la musculosa, o remera sin cuello o simplemente remera , una vestimenta absolutamente casual o deportiva.

    ResponderEliminar