Una lección a capitalizar
Modelo de podio, París 2024
Por Miguel
Carrillo Bascary
Pasaron los Juegos Olímpicos
2024 y todavía quedan temas de interés, mientras esperamos los Paralímpicos.
Rescato uno de ellos, los podios, de especial interés para los ceremonialistas y
organizadores de eventos.
Ha sido una constante en la historia enaltecer a los
triunfadores, permitir que el pueblo los observe, destacarlos de entre quienes
asisten a una ceremonia multitudinaria .
Parece ser un gesto
atávico que quienes deseen exaltar a un compañero lo hagan llevándolo sobre sobre
los hombros. En la Roma antigua los generales victoriosos se paseaban en carros
ricamente ornamentados, mientras que los pueblos llamados bárbaros alzaban al
héroe sobre sus escudos.
Cuando los deportes de
masas generaron un ceremonial específico se fueron incorporan elementos y símbolos
propios, entre los que cabe incluir a los podios.
Los historiadores del
deporte coinciden en que el primer podio que se usó para destacar a los
ganadores de una competencia fue en 1930 durante los Juegos de la Commonwealth
Británica, realizados en Hamilton (Ontario, Canadá). El triunfador ocupó el
lugar central, con el segundo y el tercero a su derecha e izquierda; desde esta
posición, flanqueados por militares uniformados, fueron saludados por los presentes,
pero en ese momento no recibieron sus medallas. Como vemos, poco ha variado desde entonces la funcionalidad.
Se hallaba presente el
presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), el belga Henri de
Baillet-Latour (1876-1942), quien se inspiró en la experiencia para plasmar las
directivas sobre "Entrega de medallas, ceremonias de victoria, izamiento
de banderas y anuncios por altavoz" que rigieron a partir de 1932 en los III
Juegos Olímpicos de Invierno (Lake Placid, New York) en febrero, y en los X
Juegos de verano realizados de Los Ángeles, en agosto de ese mismo año. Allí se
dispuso que:
“Las medallas serán entregadas por el Presidente del COI
o su representante. Los atletas estarán de pie sobre tres pedestales, con el
del centro más alto que los otros dos. El ganador de la competición estará de
pie en el centro, con el atleta en segundo lugar a su derecha y el atleta en
tercer lugar a su izquierda".
En consecuencia, el 4 de
febrero de 1932, el patinador estadounidense Jack Shea (1910-2002) se
transformó en el primer atleta que recibió su medalla, erguido sobre el podio, tras
ganar la carrera de los 500 metros, lo acompañaron el noruego Bernt Evensen y
el canadiense Alexander Hurd. En rigor de verdad ese primer podio era muy precario, ya
que mostraba las varillas de madera con que estaba confeccionado.
Cuando al día siguiente Shea
ganó los 1.500 metros el podio se presentó recubierto por una tela con estrellas[1].
El término “podio” (del griego podion) corresponde a la base de mampostería sobre la que se alzan las columnas. De hecho, el podio es una plataforma sobre la que los distinguidos se muestran erguidos, lo que demanda que sean de poca altura, de manera que puedan subir con facilidad.
Como quedó dicho, se emplean en las competencias deportivas, pero también en otras actividades donde interesa destacar a ciertas personas de entre un conjunto. En la Antigüedad clásica los oradores se dirigían al público desde una posición sobre elevada que recibía tal nombre. Vgr.: en el Senado romano[2]. Durante algunos momentos los celebrantes u oradores religiosos se destacan ocupan lugares singulares, generalmente llamados ambones. Tradicionalmente los directores de orquestas cumplen su función usando podios, para que todos los integrantes puedan ver sus movimientos. También los emplean los artistas, para cantar o bailar sobre ellos[3]. Modernamente, los expositores utilizan una variedad de estos adminículos que les sirve tanto para destacarse como para soportar sus papeles o dispositivos electrónicos.
Lo usual es que los podios
puedan armarse y desarmarse con facilidad, para adaptarlos a los diferentes
espacios donde se realizan las competencias, por esto los primeros fueron de
madera, con forma de cajones yuxtapuestos.
Los deportistas que suben
a los podios sin dudas que lo hacen embargados
por una gran emoción, por lo que no es poco usual que pierdan el
equilibrio, más aún cuando en el lugar dan rienda suelta a movimientos
sincopados, reciben los trofeos y, como en el caso de ciertos deportes, descorchan
una botella de champan y rocían con su contenido a los presentes[4].
Esta faceta emocional también condiciona la preparación de podios, para que no
den lugar a desagradables sorpresas.
Los deportes de equipos
demandan podios donde todos sus integrantes puedan mostrarse en conjunto, obviamente
estos son de mayor largo y también deben ser especialmente robustos ya que los
festejos por el triunfo suelen deparar reiterados saltos sobre ellos.
París 2024
Tras el panorama histórico
llegamos a la reciente experiencia parisina que nos aportó un modelo de podio
que pueden capitalizar cuantos se dedican al ceremonial y a la organización de
eventos.
El detalle más original es
su forma de rampa con una pendiente
del 5%. esto no solo facilita el acceso a personas con discapacidades motoras,
sino que evita ocasionales tropiezos motivados por el nerviosismo o la alegría dela
premiación. Basta observar el diseño detenidamente y se advertirá la enorme
funcionalidad que aporta y cuanto disminuye la posibilidad de algún tropiezo. A
esto debe agregarse la superficie
antideslizante que los recubre.
Algunos criticaron el color gris, pero los organizadores
explicaron que es el predominante en los techos parisinos que son de zinc y que
de esta manera no compiten con los coloridos trajes deportivos; en definitiva,
es un detalle no vinculante para otras realizaciones Se construyeron en madera contrachapada
y plástico reciclado y, en conjunto todos los usados implicaron unas 40
toneladas. Se los confeccionó a manera de módulos
fácilmente encastrables entre sí, un detalla particularmente útil para
generar los podios que demandan equipos de muchos deportistas, de hasta unos 33
metros de longitud. En los Juegos Paralímpicos se utilizará una variante[5]
En conclusión, que París 2024 nos deja un excelente estilo de
podios que muy bien podrá adaptarse con diferentes funcionalidades.
[1] 1932: the podium makes its Olympic debut https://olympics.com/en/news/1932-the-podium-makes-its-olympic-debut
[2] En la actualidad los lugares desde hablan los políticos y
conferencistas habitualmente se designan como “estrado” o ambón.
[3] En este caso se habla de un/a bailarín/a “a go-go”, de donde se
deriva el baile en jaulas (cage dancing)
[4] Esta costumbre se inició en 1967 cuando en el podio de los ganadores
de las 24 horas de Le Mans (automovilismo), el corredor norteamericano Dan Gurney
descorchó una botella y mojó a todos los presentes
El rociar con champaña a los equipos que festejan en la F1, no tiene otra connotación que la de convidar, con esa copa de triunfo, a sus compañeros por la feliz culminación de las tareas realizadas, en conjunto, para llegar a ese podio exitosos todos.
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