martes, 25 de junio de 2024

El billete de $10.000, maremoto en las redes

Juramento a la Bandera ¿Sí o no?

El billete que origina esta nota

Por Miguel Carrillo Bascary

El pasado mes de mayo (2024) el Banco Central de la República Argentina puso en circulación el nuevo billete de $10.000, impreso en China. El anverso presenta el rostro del general Manuel Belgrano basado en uno de los retratos que le pintara el artista Francoise Carbonnier durante la misión diplomática que el primero desempeñó en Europa (1815) y la hipotética imagen de una joven María de los Remedios del Valle[1], en trazos obra de la artista Gisela Banzer[2].

El impacto mediático aparece en el reverso, una alegoría del momento en que el entonces coronel Manuel Belgrano mandó izar por primera vez la Bandera Nacional en el poblado de Rosario[3].

El autor de la viñeta es Eugenio Álvarez Dumont (Túnez, 1864– Bs. Aires, 1927), especializado en temas militares y costumbristas. En 1943 se proyectó usarla para un billete que nunca se emitió. Entre los años 1985 y 1987 se empleó como reverso del billete de 10.000 pesos argentinos. La misma imagen, con la adición de una “Juana Asurdui[4]” sable en mano, apareció en el billete de $10 del 2016. La composición se ha difundido a color o en blanco y negro en múltiples representaciones; posiblemente sea la más común de todas las que pretenden representar el primer izamiento de la Bandera argentina.

Los interesados podrán ampliar estos conceptos acudiendo a la fuente[5] del caso. Bastará señalar que la misma contiene aciertos históricos, pero incluye una serie de errores, algunos de bulto.

En el nuevo billete el grabado de Álvarez Dumont y se referencia con la expresión “Jura a la Bandera/ 27 de febrero de 1812”. Esto generó un alto impacto en las redes[6], hasta el punto que algunos postularon que la emisión ¡carece de valor cancelatorio! Esto me induce a tratar el tema en este Blog dedicado a las banderas y a la historia nacional.

 

La referencia en detalle

La polémica no es nueva, por supuesto, pero a juzgar por la repercusión que despertó obliga a replantear los hechos conforme a la documentación histórica disponible, de esto se trata nuestra nota.

La voz del Banco Central

El 7 de mayo del presente año la entidad difundió las características del billete[7] que ese mismo día puso en circulación. En lo pertinente informó:

El billete tiene las imágenes de […] y la recreación artística de la escena de la Jura de la Bandera realizada el 27 de febrero de 1812, en el reverso”. (Resalto la frase que se transformó en piedra de escándalo)

Efectos de la puja política

Lo expuesto se enmarca en el urticante momento de la política argentina y fue tomado como un ariete de los sectores más recalcitrantes de la oposición a la gestión gubernamental en curso que procura cuestionar hasta cuestiones nimias.

No me alineo con los opositores, todo lo contrario, pero en el punto indicado la crítica corre con plena razón, claro está que el equívoco no tiene entidad alguna que afecte el valor monetario de la emisión. Así, corresponde destacar con todo énfasis:

El 27 de febrero de 1812, ¡NO SE JURÓ LA BANDERA NACIONAL!” que ese día mandó izar su creador, Manuel Belgrano.

Lo que en 1812 ocurrió en Rosario

Afortunadamente contamos con un documento histórico indubitable que preservó lo ocurrido esa tarde estival a orillas del río Paraná. Se trata ni más ni menos, del oficio[8] que el prócer dirigió con claros términos y prolija letra al gobierno de entonces (Primer Triunvirato), acompañando una proclama que reproducía las palabas con que arengó a la guarnición, un informe que signó como entonces lo acostumbraba.

El héroe escribió al respecto:

“¡Soldados de la Patria! En este punto hemos tenido la gloria de vestir la escarapela nacional que ha designado nuestro Excmo. Gobierno: en aquél, la batería de la «Independencia», nuestras armas aumentarán las suyas; juremos vencer a nuestros enemigos, interiores y exteriores, y la América del Sur será el templo de la Independencia y de la Libertad. En fe de que así lo juráis, decid conmigo «¡Viva la Patria!».

Frase esculpida en la cara Sur de la Torre, Monumento a la Bandera, Rosario
(Seleccionada en 1943 por la Academia Nacional de la Historia)

La expresión no necesita ninguna interpretación, es directa, concreta, clara, terminante. Una detenida lectura esclarece que el juramento que requirió Belgrano fue:

“… vencer a nuestros enemigos, interiores y exteriores,[para que] la América del Sur sea el templo de la Independencia y de la Libertad[9]

En el párrafo del trascendente oficio no hay ninguna referencia a la Bandera que el prócer presentó en el momento de enarbolarla por vez primera.

Ergo, en el marco de la polémica actual la conclusión es absolutamente unívoca y puede resumirse en esta expresión:

“El 27 de febrero de 1812, en Rosario no se juró la Bandera. Se juró vencer a los enemigos interiores y exteriores de la libertad e independencia de América.

Voces equivocadas

En derredor de la existencia o no del juramento que se prestó en Rosario las interpretaciones antagónicas nos vienen desde mediados del siglo XIX.

Un testigo presencial y protagonista del acto, el luego general José María Paz[10], entonces uno de los más jóvenes subordinados del general Belgrano, al describir la ceremonia en sus “Memorias[11]”, aseveró erróneamente que:

“[…] hubo juramento, pero no juramento de la Independencia, sino de la bandera que se nos presentaba”.

Otro partícipe del momento, el general Lorenzo Lugones[12] (que revistaba como alférez en 1813), al rememorar la ceremonia expresó[13]:

“¡Oh Bandera de mi Patria guerrera! […], juré por la Patria, en cien batallas vencer o morir!”

Estos testimonios y cierto exagerado localismo indujeron al notable historiador Luis Oscar Colmenares (Salta, 1919- Salta, 2002)[14] a entender que en Rosario hubo un juramento fallido a la Bandera que no merecería ser reconocido sino como antecedente y que ésta se juró formalmente a orillas del río Pasaje, el 13 de febrero de 1813, por lo que considera que en ese lugar y fecha “nació la Bandera Argentina”. Esta tesis la defendió con pasión a lo largo de su vida y tuvo muchos continuadores, hasta el punto que se refleja en el señalamiento sobre la Ruta nacional 9, km 1510/1512 que en Google Street View[15] aparece marcado como “Lugar de creación de la Bandera Argentina”.

Portal de acceso al sitio histórico (Foto: DAVIDSRAM X)

Referencia histórica oficial del sitio
(Dirección Nacional de Vialidad, DNV/Automóvil Club Argentino)

Placa colocada bajo el mástil por el Gobernador de Salta y el Intendente
de la cercana ciudad de Metán, en el año 2010

Desde otra perspectiva, se anota que el Instituto Belgraniano de Rosario, en base a una sedicente “tradición oral local” sostuvo que en esta ciudad se juró la Bandera presentada por Belgrano el 27 de febrero de 1813. Así se expidió mayoritariamente[16] en su plenario del 5 de mayo de 2018 (Acta Nº783), con expresa y fundada disidencia del subscripto, que se instrumentó mediante informe escrito dirigido a la entidad, fechado el 30 de abril de ese año.

El dictamen del Instituto Nacional Belgraniano

Hace nueve años ya, con fecha 1º de diciembre de 2015, el Instituto Nacional Belgraniano, entidad académica de carácter oficial, dotada de autonomía, dictaminó sobre la cuestión haciendo suyo el voto de la comisión especial[16] que estudió el tema[17], en la Asamblea Ordinaria Nº576.

La consulta había sido solicitada por quienes entonces presidían el Instituto Belgraniano de la Provincia de Salta, el Dr. Alejando Pojasi Araya y el Instituto Belgraniano de Gral. Güemes (provincia de Salta), Agr. Alejandro Uballes.

El texto del dictamen y sus fundamentos obran como Anexos[18] al final de esta nota. En lo medular se expresó ahí:

“1º) Que el 13 de febrero de 1813, tres días después de acampar a orillas de la margen norte del río Pasaje, en Salta (inmediatamente denominado río “Juramento”) Manuel Belgrano hizo jurar a sus tropas del Ejército del Norte fidelidad a la Asamblea General Constituyente del Año XIII por orden de la autoridad central y con instrucciones especiales; según consta en los documentos oficiales que registraron tales hechos y que pueden leerse en adjunto[19].

2º) Que el propio general Belgrano informa dicho día al Gobierno: “Cumpliendo con lo que Vuestra Excelencia me ordena con fecha de 1° del corriente, procedí en este día al reconocimiento y competente juramento de obediencia a la Soberana representación de la Asamblea nacional bajo la solemnidad respetuosa de las armas de mi mando y según la fórmula que Vuestra Excelencia me prescribe[20]”. Acto seguido relata de su puño los detalles de la solemne y regocijante ceremonia.

3º) Que tal orden gubernamental del 1° de febrero de 1813 previene a Belgrano que “no obstante que se le ha comunicado por separado lo conveniente acerca del reconocimiento y jura de la Asamblea General Constituyente[21]debía sujetarse “a la fórmula del juramento de bandera que se acostumbra tomar a los reclutas[22]”.

[…] 20º) Que como se colige claramente de los documentos de la época y de la bibliografía principal sobre la guerra de la independencia americana[23]; es indudable que el juramento no fue a la bandera, sino a la Asamblea, en presencia sí de la bandera blanca y celeste; símbolo creado por Belgrano poco menos de un año antes en las barrancas del Río Paraná y jurado y bendecida por primera vez en Jujuy el 25 de mayo de 1812 en conmemoración de la gesta de 1810”.

Pese a este pronunciamiento entidades vinculadas a la ciudad de Metán, principalmente, y otros actores sociales continúan sosteniendo el parecer de Colmenares, mientras que otras fuentes y comunicadores hacen lo propio sin mayores consideraciones críticas y sin reparar en el debate ventilado. De hecho, es una paradoja que en la misma provincia de Salta se sostengan posturas discordantes, aunque la placa instalada en el lugar histórico revele que el criterio oficial se corresponde con la posición del Instituto Nacional Belgraniano. 

Conclusiones

  • En Rosario no se juró la Bandera nacional, sino vencer a los enemigos interiores y exteriores de la libertad e independencia de América.
  • Más allá del respeto que se merecen, quienes sostienen lo contrario omiten considerar un documento indubitado, como lo es la proclama anexa al oficio del 27 de febrero de 1812, suscripto por el general Manuel Belgrano o, eventualmente, la malinterpretan.
  • Omiten también el tenor del criterio que expuso el Instituto Nacional Belgraniano.
  • La confusión de origen pudo deberse a que la Asamblea dispuso que en las ceremonias de reconocimiento a su autoridad se siguieran los lineamientos de la jura de banderas[24] que realizaban los reclutas al incorporarse a los ejércitos reales.
  • En definitiva, cabe afirmar que la leyenda estampada en reverso del billete de $10.000 emitido en mayo de 2024 es absolutamente errónea.

Anexo: Texto completo del dictamen del Instituto Nacional belgraniano en: http://manuelbelgrano.gov.ar/bandera/dictamen-del-inb-sobre-el-juramento-del-rio-pasaje-13-de-febrero-de-1813/

Para saber más:

Bandera Argentina: puntualizaciones, errores, dudas y certezas: https://banderasargentinas.blogspot.com/2017/01/la-creacion-de-la-bandera-nacional.html

1862 - La primera celebración del 27 de febrero: https://banderasargentinas.blogspot.com/2021/05/a-50-anos-de-la-creacion-de-la-bandera.html


[1] Sobre la iconografía de esta heroína, recientemente “descubierta” por el gran público, existe un excelente ensayo de la Doctora en Historia y Teoría de las Artes (UBA), María de Lourdes Ghidoli, Los múltiples rostros de la Madre de la Patria. Retratos de María Remedios del Valle, una heroína afrodescendiente en la Argentina contemporánea https://caiana.caiana.com.ar/articulo/2020-1-16-a03/

[3] En 1812 lo que hoy es la ciudad de Rosario era un pequeño poblado de poco más de 700 habitantes que oficiosamente se nominaba "Capilla de Nuestra Señora del Rosario en el Pago de los Arroyos" lo que solía abreviarse como “Capilla del Rosario”. Por supuesto que no era ciudad, ni siquiera un pueblo, rango que recién adquirió en 1823.

[4] Utilizo la correcta grafía del nombre de la heroína, conforme la investigación del Dr. Norberto Benjamín Torres (miembro de la Academia Boliviana de Historia Eclesiástica y de la Sociedad Geográfica y de Historia Sucre), en su obra  Juana Asurdui de Padilla (1780-1862): la historia detrás de la leyenda. Ciencia Editores. Sucre, 2016. ISBN 999748276X, 9789997482761

[6] Vide, por ejemplo, Diario Uno: "Di adiós a los billetes de $10.000 pesos: controversia por un error histórico en el reverso": https://www.diariouno.com.ar/sociedad/di-adios-los-billetes-10000-pesos-controversia-un-error-historico-el-reverso-n1328339

[8] Se llama “oficio” a las múltiples comunicaciones oficiales que intercambian las autoridades en el curso de su gestión.

[9 Trascripción con la imprescindible licencia determinada por la extracción del texto.

[10] Córdoba, 1799- Buenos Aires, 1854.

[11] José María Paz. Memorias Póstumas. Biblioteca del Oficial, anotada por el Teniente Coronel Juan Beverina. Bs. Aires. 1924. Tomo I, pp. 112-113: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/7/7e/Memorias_p%C3%B3stumas_del_general_Jos%C3%A9_Mar%C3%ADa_Paz.pdf

[12] Pampayasta, provincia de Santiago del Estero, 1796- San Miguel de Tucumán, 1868.

[13] Lorenzo Lugones. Recuerdos históricos sobre las campañas del Ejército Auxiliador del Perú en la guerra de la Independencia. Imp. La Revista. Buenos Aires. 1888, pp. 46-46: https://books.google.com.ar/books?id=yzE0AQAAIAAJ&printsec=frontcover&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false

[14] “Belgrano en el Rio Pasaje”. Separata del Boletín del "Instituto de San Felipe y Santiago de Estudios Históricos de Salta" Instituto San Felipe y Santiago de Estudios Históricos de Salta. 1961 (Separatas; Tomo VIII - Nº 29), tesis que reprodujo en otras de sus obras.

[17] Se integró con los académicos: Víctor E. Rodríguez Rossi, Claudio Morales Gorleri, Carlos M. Marturet, Luis Grenni y Miguel Carrillo Bascary.

[18] Con base a la competencia que define el Art.15 del Decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nº1.435/1992.

[20] Cfr. A.G.N., Sala X, 44-8-30 y A.G.N., Sala X, 3-10-5. Cfr. asimismo “Gaceta de Buenos Aires del miércoles 10 de marzo de 1813”, en Gaceta de Buenos Aires (1810-1821), Junta de Historia y Numismática Americana, Nº48, tomo III. Buenos Aires. Compañía Sudamericana de Billetes de Banco. 1911, pp. 116-117.

[20] Fuente: A.G.N., Sala X, 44-8-30.

[21] Fuente: A.G.N., Sala X, 44-8-30.

[22] Fuente: A.G.N., Sala X, 44-8-30.

[23] El dictamen anotó: “Por caso pueden citarse la explicación de Bartolomé Mitre en su Historia de Belgrano y los comentarios y anotaciones del propio Julio Beverina a la obra póstuma del Gral. Paz”.

[24] Según lo había ordenado la Circular del 1º de febrero de 1813 (AGN. División Nacional, Sección Gobierno, Bandera y Escarapela, 1812-1818 (X 44-8-29)

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