La tierra en vuelo
Por Miguel Carrillo
Bascary
El uso del marrón en el diseño de banderas es
minoritario, como bien lo enseña
la Vexilología. Sin embargo, hay numerosos exponentes, lo que justifica
detenernos para considerar la cuestión. Es toda
una paradoja que, siendo este el color de la tierra, lo veamos ondear
contra los cielos, contenido en vexilos de estados, ciudades, regiones y
pueblos.
Todo Vexilólogo, todo vexilógrafo,
debería ser lector de Michel Pastoureau
(París, 1948), titulado con toda como el “historiador
del color”. Mucho podría decir para presentarlo a quienes no lo conozcan,
pero me llevaría un extenso espacio. Les dejo su nombre para que los
interesados puedan googlearlo y
sorprenderse con su muy original aporte a la cultura general, tanto desde la
perspectiva del color como de la Semiótica.
Aun así, considero
necesario señalar que es Director de Estudios de la “Escuela Práctica de Estudios
Superiores” de la Universidad de la Sorbona, donde es titular de la cátedra de “Historia de la Simbología Occidental”.
También preside la “Sociedad Francesa de Heráldica y Esfragística” (Sigilología)
y es autor de una larga secuela de títulos, a cuál más interesante. En lo
personal lo descubrí hace varias décadas, cuando todavía ignoraba que con el
tiempo me dedicaría a la Vexilología. Ese primer encuentro fue al leer una reseña
de su obra[1]
“Azul, historia de un color” en el diario “La Nación” de Bs. Aires del 15 de
abril del 2001.
Tras esta breve anécdota
cito a Pastoureau, quien en su “Diccionario de los Colores[2]”
escribió: “En francés, el adjetivo marrón,
derivado en el siglo XVIII del nombre del fruto que designa la castaña grande”.
De manera que para la lengua española el término es un galicismo.
Esto explica la relación
entre ese color y el popular fruto seco, cuya harina salvó del hambre a
numerosas poblaciones de Europa en épocas de escasez, aunque haya llegado del
Asia Menor. Apunto que, al menos en
Argentina, se emplea habitualmente el término “marrón” y muy escasamente el
“castaño”, excepto para prendas de vestir.
Otra notable obra de
referencia imprescindible es “Sicología del color”, de Eva Heller[3].
Ella informa que “… el marrón es el más rechazado de los colores… Es
más, una mezcolanza de colores que un color”. Avanzando en la lectura lo
califica como “el color de lo feo y lo
antipático”, por sus connotaciones escatológicas. También dice que refleja
la “pereza y la necedad”, lo “anticuado y lo común”, con referencia la
vestimenta de los pobres de la Edad
Media, razón por la que lo eligieron para su hábito las ordenes de frailes mendicantes,
como los franciscanos. La autora también le encuentra connotaciones positivas, hasta el punto de ser identificado con lo
acogedor, y con los “materiales robustos”
en alusión a la madera, también con los “amores
secretos” (ilegítimos).
Por su parte, Kassia St. Claire[4]
en “Las vidas secretas del color[5]”
nos brinda otra interesante información. Afirma que el marrón ilustra la riqueza de la tierra y destaca que no se
encuentra en el arco iris, de manera que para fabricarlo hay que mixturar
numerosos colores. Señala que fue de los
primeros en ser empleados por el hombre primitivo, pero que al carecer de un
matiz brillante fue generalmente despreciado por el arte, aunque lo hayan usado
tradicionalmente para componer sus esbozos y líneas bases. Indica con toda
razón que es uno de los colores más
abundantes en la Naturaleza. Hace constar, además, que durante el siglo XIX
se empleó en los uniformes militares para contrastar con los rojos y azules,
hasta el punto que la tonalidad caqui fue aceptada como pauta de camuflaje
mínimo en las grandes guerras del siglo XX.
Héller ha investigado las
relaciones entre las diferentes tonalidades
del marrón y nos aporta nada menos que 96, de entre las que selecciono
diez: café, caoba, cigarro, cieno, tostado, pardo, caca, carmelita (con
referencia al hábito de esta orden religiosa), chocolate, tabaco, madera y
castaño, sin olvidar el tierra, por supuesto. El color en sus diversas
variantes es fundamental en los uniformes
de baja visibilidad[6]
Desde el portal “reddit.com” Udzu nos ofrece una imagen
que contiene numerosas banderas que usan el castaño, lo que servirá como
referencia al interesado[7]:
Por mi parte, aporto otra buena cantidad:
En conclusión, aunque podamos coincidir o no con las investigaciones de Eva Heller quien caracteriza al marrón como "el más rechazado de los colores" , cuenta con su presencia en banderas que identifican a pueblos, estados, ciudades y otras muchas realidades polìticas y sociológicas.
[1] Fue en la nota de Alejo Schapire, “El azul, según pasaron los siglos”.
[2] Paidós. Barcelona, 2009, originalmente publicado en francés en 2007,
como “Dictionaire des coleurs de notre
temps. Symbolique er societé”. 316 pp.
[3] Eva Heller (1948-2008) fue una socióloga, psicóloga. Existe una muy buena reseña que sin dudas les será de interés (https://olgacarreras.blogspot.com/2008/11/resea-psicologa-del-color-de-eva-heller.html). Barcelona, ed. 2012. 310 pp.
[4] Nacida en 1985. Graduada en Historia y Artes, las universidades de Bristol
y Oxford. Especializada en vestimentas.
[5] Edit. Indicios (2ª. Ed.) Valladolid, 2017. 360 pp.
[6] Véase: “Banderas miméticas, tácticas o de baja visibilidad” - https://banderasargentinas.blogspot.com/2025/11/banderas-mimeticas-tacticas-o-de-baja.html
[7] https://www.reddit.com/r/vexillology/comments/f1qff8/some_flags_with_brown_in_them/?tl=es-419#lightbox









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