jueves, 14 de agosto de 2025

En pocas palabras

Certezas e incógnitas de la bandera del Ejército de los Andes

 La bandera como se muestra hoy (Foto: Patricia Lissa y equipo)

Por Miguel Carrillo Bascary

El vexilo una reliquia cívica de enorme significado para los pueblos de Argentina y Chile. Su diseño despierta incógnitas que los historiadores aun intentan develar. Desde el año 2012 se exhibe en el memorial que le está dedicado, en el Centro Cívico de la ciudad de Mendoza. Un digno sitial que asegura su debida conservación. Efectivos del histórico Regimiento 11 de Infantería, con uniformes de época, le brindan custodia de honor.

Fue creada por decisión personal del general José de San Martín, en vísperas de iniciar el cruce de la cordillera para ir a libertar a Chile y el Perú [1]No fue resolución sencilla, desde 1816 las Provincias Unidas ya contaban con bandera oficial[2] y pudo parecer lógico que ésta fuera la enseña del Ejército de los Andes, pero es evidente que el Libertador no quería que los chilenos la vieran como un signo de ocupación. Por eso, recurrió a una antigua facultad de los capitanes generales, como de hecho él lo era de Cuyo[3], quienes tenían la facultad de dar a sus ejércitos una bandera particular, diferente a la del país. En 1814 San Martín había comandado el Ejército Auxiliador del Perú, al que el general Belgrano dotó de una enseña propia, blanca y celeste, en horizontal. A ella sumó San Martín un escudo de características coincidentes al de la Asamblea de 1813, con el agregado de unos montes alusivos a la Cordillera andina, lo que correspondía a la designación de la fuerza.

La presentó al ejército formado en Mendoza, durante la ceremonia cumplida el 5 de enero de 1817. Con toda solemnidad se la bendijo y fue jurada. Acompañó en combate la campaña libertadora y, en los campos de Maipú, el propio Libertador cargó a los hispanos llevando la divisa a su lado.

San Martín proclama a la Virgen del Carmen como patrona, en la ceremonia, hizo bendecir y jurar la bandera

Puede afirmarse, con toda seriedad, que su forma original tuvo un largo más extendido que el ancho, no como hoy se presenta. La pieza mide 1,44 m de ancho por 1,22 de vuelo, su forma atípica hace pensar que se recortaron sus extremos por haberse estropeado. Su historia particular da cuenta de azarosas circunstancias por las que debió pasar, hasta que finalmente pudo ser preservada.

Muestra un escudo (bordado en ambas faces) muy parecido al que usara la Asamblea General de 1813, y una reducida superficie del paño. Se debate si el blasón estaba originalmente en el centro o junto al asta, hay testimonios iconográficos que muestran ambas disposiciones, pero, lamentablemente, no es posible contar con referencias que resuelvan sin cuestión cuál fue su aspecto inicial. Advierto que, en ocasiones, se usan versiones cuyo escudo presenta notorias diferencias con el que aparece en la divisa histórica. 

Existe un relato muy difundido sobre su confección, que deriva de una carta donde la esposa del Coronel Olazábal explicó el proceso. Sin embargo, los investigadores Francisco Gregoric y Mario Golman[4] desnudaron enormes errores en el documento, tanto en la secuencia fáctica como sobre las personas involucradas, con lo que se concluye que la carta es una mistificación apócrifa. La versión tradicional expuesta en la misiva indica que las damas mendocinas cosieron sus joyas en el escudo de la bandera, pero las tareas de preservación a que se sometió la pieza en 2011 indica que ¡no existen evidencias que haya podido tener piedras engarzadas al paño! En 1968 la Junta de Historia de Mendoza difundió un estudio del prestigioso Esteban Fontana, quien señala a las monjas de la Buena Esperanza como las que elaboraron la bandera, una tarea que requirió varios meses. Esta hipótesis parece mucho más plausible, ya que es materialmente imposible concretar el bordado de los escudos en poco menos que diez días, como resulta de la versión contada por Olazábal.

Aspecto hipotético (Dibujo de Francisco Gregoric)

En 1970 el Reglamento de Ceremonial del Ejército hizo de esta enseña el símbolo de la Fuerza. Desde 1992 es la bandera oficial de Mendoza, algo lógico ya que el ejército de los Andes mayormente se formó en esa provincia. Así lo dispuso la Ley Nº5.930, de 1992[5], una reforma posterior estableció un modelo patrón que definió un paño más ancho que largo, como hoy se muestra. El Regimiento de Granaderos a Caballo, el Regimiento 11 de Infanterías y otras unidades históricas[6] la emplean con el carácter de "bandera histórica".

En el siglo pasado, un grupo de damas de la sociedad mendocina inició la tradición de donar una réplica de la histórica bandera a las escuelas que cumplían cien años de actividad. La práctica se institucionalizó para la educación media por medio de la Resolución Nº394/ 1981 del Ministerio de Cultura[7] de la Nación pero, la transferencia de las escuelas a las provincias en 1991, determinó que la práctica quedara librada a lo que estas dispongan.

En suma, la bandera del Ejército de los Andes es un vexilo netamente militar, más allá de que la provincia de Mendoza la tenga por su enseña oficial. Ella materializa el ideal de libertad que encarnaron los hombres conducidos por el general San Martín y el aporte indiscriminado del pueblo cuyano, un enorme legado.


[1] Cuando inició la campaña al Perú, hizo lo propio con la enseña que llevó el Ejército Unido, bajo su mando. Era similar a la actual bandera de Chile, pero con tres estrellas en el cantón.

[2] Era la celeste, blanca y celeste, a franjas horizontales que dispuso el Congreso General reunido en Tucumán, el 20 de julio de 1816.

[3] Años más tarde, la gran provincia cuyana se dividió en las de Mendoza, San Juan y San Luis.

[4] La Bandera del Ejército de los Andes – Reflexiones sobre la carta que explica su confección. Editorial 4 Vientos. Bs. Aires. 2014.

[5] Texto actualizado: https://www.argentina.gob.ar/normativa/provincial/ley-5930-123456789-0abc-defg-039-5000mvorpyel/actualizacion

[6] Los regimiento de Infantería 7, 8 y 16; también los de Caballería Blindada 8 y Ligero 5; así como el Grupo de Artillería de Montaña 8.

miércoles, 13 de agosto de 2025

Los zurdos y el Ceremonial

A contramano de la tendencia

Por Miguel Carrillo Bascary

Hoy, 13 de agosto, es el “día internacional de los zurdos”, según lo promovió a partir de 1976 la entidad Left-Handers International, como forma de visibilizar esta condición que abarca a poco más del 10% de la población mundial. A partir de 1992 la decisión alcanzó trascendencia planetaria.

Como en cualquier circunstancia de la vida el ser zurdo plantea una atención particular en las relaciones propias del Ceremonial que los profesionales de la disciplina deben atender para cumplir con toda la prudencia que ello demanda.

La temática es tan obvia que pareciera no requerir tratamiento, pero esto no exime de algunas puntualizaciones.

En el armado de las mesas de un panel será pertinente disponer diferenciadamente la copa y el agua de los integrantes zurdos. Para esto los organizadores deberán informarse previamente sobre la condición de los integrantes. Nada más incómodo que ver a un zurdo volcar la copa, colocada a su derecha. Lo mismo vale para disponer los cubiertos, copas y vajilla accesoria en una mesa formal.

Igualmente procede en el caso del saludo militar y, particularmente, en lo que es la operatoria del sable, cuando así corresponde.

En el Ceremonial Escolar la principal observación radica sobre un zurdo abanderado. De más está decir que jamás debe llevar la bandera sobre su izquierda, aunque esto pueda provocarle incomodidad. Será un gravísimo error pensar que el símbolo debe adecuarse al portador. Lo básico, lo elemental, indica que un zurdo debe contar con una instancia de capacitación intensa hasta que pueda adquirir la habilidad motora necesaria para llevar y maniobrar con el vexilo enastado.

Es patético ver las dificultades que suelen enfrentar los zurdos cuando no cuentan con este factor adquirido.  Al respecto quien debe colaborar en su capacitación es el docente de Educación Física, nadie mejor capacitado para dirigir el entrenamiento del caso.

No debe olvidarse tampoco la capacitación de los escoltas zurdos ya que lo natural será que estén en condiciones de reemplazar al abanderado titular en caso necesario.

Un adecuado entrenamiento contribuirá a dar seguridad subjetiva a quienes deben desempeñar estas funciones, con esto se contribuirá a favorecer su actitud.

martes, 12 de agosto de 2025

Los feriados y el general San Martin

Memoria oficial cambiante

 

Plaza "San Martín", Buenos Aires, acto oficial, 17 de agosto de 1950 (AGN)

Por Miguel Carrillo Bascary

Como todo argentino sabe, el general José de San Martín, a quien se honra como uno de los padres de la Patria, falleció el 17 de agosto de 1850 en la localidad de Boulogne-sur-mer (Francia), donde residía. Amargas circunstancias derivadas de las luchas fratricidas que conmovieron al país determinaron que el prócer dispusiera exilarse lejos de su patria.

En Argentina es tradición conmemorar ese luctuoso día como “feriado nacional”. Esta calificación implica la suspensión de actividades de la Administración pública en sus tres niveles, del comercio, la industria y los servicios no esenciales, incluyendo la Educación. Pero, no siempre fue así.

El feriado de 1878

La primera referencia de un feriado relacionado con el prócer es el decreto sin número del 14 de enero de 1878[1] que asignó, en forma excepcional, este carácter al día 25 de febrero del mismo año, en ocasión de conmemorarse el centenario del nacimiento del prócer. La norma fue dispuesta por el presidente Nicolás Avellaneda.

El “Día de San Martín”

Por Decreto Nº26129/ 1933[2], a solicitud del “Instituto Sanmartiniano”, el presidente Agustín P. Justo, estableció el “Día de San Martín”, a partir del 17 de agosto de ese año como “homenaje colectivo en el aniversario de su fallecimiento. Implicó “suspender por cinco minutos las actividades de la Administración pública; honores militares y navales; así como dar clases alusivas en escuelas y colegios nacionales, e invitó a adherir a los gobernadores y al pueblo en su conjunto.

Este fue el primer antecedente de la ley que se dictará posteriormente. Desde entonces el Instituto bregó incesantemente para que se estableciera ese día como feriado nacional.

La “fiesta nacional” de 1938

Faltaban pocos días para la conmemoración de tal año cuando se aprobó la Ley Nº12.387[3] que declaró al 17 de agosto como “fiesta nacional”, presidía la Nación Roberto M. Ortiz. Como se advierte, esta calificación no condice con el pesar general por el fallecimiento de tan gran hombre, debió ser otra la calificación, nunca la de “fiesta”.

Un gran acto patriótico de desagravio

En 1941 el mundo transitaba por la II Guerra Mundial mientras la Rep. Argentina mantenía su estado de neutralidad. Esto no era óbice para que su pueblo se mantuviera insensible al drama bélico. De hecho, la sociedad estaba desgarrada por las emociones consiguientes, ya que eran muchos los argentinos con familias afectadas por la puja, esto dio lugar a numerosos actos y hechos, tanto de aliadófilos como de germanófilos (entre los que se encontraba la gran colectividad de italianos y sus descendientes). Cada grupo buscaba inclinar hacia su lado al gobierno argentino. Las actividades perturbaron la tranquilidad pública y, en algunos casos ocurrieron agravios que implicaron a los símbolos nacionales.

Por hallarse gravemente enfermo su titular, ejercía el Poder Ejecutivo nacional el vicepresidente, Ramón S. Castillo, quien el 12 de agosto dictó el Decreto Nº98.151/ 1941[4] que pergeñó un gran acto para el día 17 de agosto de 1941 (91º aniversario de la muerte del Gral. José de San Martín), en “homenaje a los símbolos nacionales, los próceres y tradiciones argentinas y como reafirmación de los principios democráticos que estructuran las instituciones de la Nación”. Para esto dispuso el cese de toda actividad pública por dos minutos (a partir de las 11 hs.); el izamiento inmediato de la Bandera en los mástiles erigidos en los lugares sujetos a la jurisdicción nacional; la irradiación del Himno nacional (a las 12hs.) por todas las emisoras del país y una alocución a cargo del Ministro del Interior (a las 21 hs.), por la radio del Estado. También ordenó que, en la víspera, se impartieran conferencias en los establecimientos nacionales de enseñanza sobre “el carácter democrático de las instituciones y el papel que han tenido en el engrandecimiento del país y en su evolución política, social y económica”.

Como se verá, el de 1941, tuvo carácter excepcional que tomó como referencia la figura del general San Martín y la efeméride de su fallecimiento. En realidad, se trató de llevar a la reflexión al pueblo de la Nación para que se superara la dicotomía ideológica ventilada en aquellos tiempos. Cabe señalar que ese 17 de agosto era domingo, por lo que la actividad general no se vio mayormente comprometida. Lo significativo es que la oportunidad hizo eje en la personalidad del general San Martín, como indiscutido referente de la Historia argentina.

Homenaje al “Soldado Desconocido de la Independencia”

En 1945 en Argentina se procuraba reafirmar la identidad nacional, uno de los medios radicó en rendir un profundo homenaje al general San Martín y a la memoria del “soldado desconocido de la Independencia”. Esto se concretó a partir del Decreto Nº14.392/ 1945[5], que tomó como referencia al día 17 de agosto. La norma fue suscripta por Edelmiro Farrell, presidente de facto, por iniciativa del entonces presidente del Inst. Sanmartiniano, Coronel Bartolomé Descalzo. Sobre esto se publicó una extensa nota en el presente Blog, a la que me remito[6].

Feriado administrativo

Corría 1950 en que hubo numerosísimas actividades conmemorando el centenario del fallecimiento del Libertador. En este marco, el presidente Perón decretó al 17 de agosto como “feriado administrativo”, por Decreto Nº17.149/ 50, lamentablemente no he podido contar con la norma como para poder referenciarla adecuadamente. La fecha de publicación en el Boletín Oficial no arrojó resultado positivo, eventualmente se agradecerá cualquier colaboración que permita llevar este bache en la información.

17 de agosto: día no laborable

Cuando el 21 de marzo de 1955 el presidente Perón dispuso “intensificar la labor pública y privada para un mayor  incremento de la productividad y el bienestar social”, por Decreto Nº3.991/ 1955[7] se declaró al 17 de agosto como “día no laborable”, abarcando la actividad oficial y privada.

El 16 de septiembre de ese mismo año asumió el poder un gobierno de facto que, en una primera instancia, encumbró como presidente provisional al general Eduardo Lonardi, quien en octubre emitió el Decreto- Ley Nº554/ 1955[8]. En su artículo 2 consignó como “no laborable” al “quince de agosto” (sic), un evidente error material, ya que hubiera correspondido consignar al 17. Esto no tuvo más efecto que el anecdótico, ya que la norma fue modificada, como se verá en el párrafo siguiente.

Feriado nacional (1956 -1988)

Llegado el 9 de febrero posterior, el nuevo presidente de facto, Pedro E. Aramburu suscribió el Decreto Nº2.446/1956[9], que elevó al 17 de agosto al rango de “feriado nacional”. Así, por primera vez la conmemoración evocativa del fallecimiento del general San Martín, alcanzaba este reconocimiento cualitativo en el panorama de las celebraciones públicas argentinas.

Transcurrieron los años y esta condición sería ratificada por medio de la Ley Nº21.329[10] de 1976, y más tarde por la Ley Nº22.655 (1982), ambas emanaron de sendos gobiernos de facto.

Feriado trasladable

Las costumbres sociales fueron modificándose hasta el punto que una nueva realidad irrumpió bajo la forma de “feriados trasladables”, mediante los que se buscó impulsar el turismo yuxtaponiéndolos a los sábados y domingos, una opción sumamente discutida pero que privó a partir de los intereses canalizados a través de las peticiones de gobiernos de provincias. De esta manera el 17 de agosto pasó a conmemorarse el lunes anterior o el subsiguiente, según como se acomodara en el calendario del año. Es indudable que la emotividad patriótica se vio afectada y la razón de la conmemoración perdió vuelo en la consideración popular. La mutación se instrumentó por medio de la Ley Nº23.555[11], de 1988, aprobada durante el gobierno de Raúl Alfonsín.

Feriado inamovible

La negativa reacción que ocasionó la movilidad del 17 de agosto fue captada la Ley Nº24.360[12] de 1994, que anuló todo traslado de la efeméride.

Las alteraciones experimentadas por el calendario oficial a lo largo de los años, determinaron la oportunidad de establecer un régimen integral contenido en una sola norma. Fue el DNU Nº1.584/ 2010 de la presidenta Fernández, que posteriormente fue ratificado por el Congreso Nacional. Pareció que de esta manera la conmemoración alusiva al general San Martín había quedado definitivamente caracterizada en la normativa. No fue así, como se verá.

Traslado excepcional

Las demandas del sistema electoral fueron la causa de una nueva postergación, esta vez para el día 22 de agosto del 2011, ocurrió que los comicios estaban previstos para el 15 de ese mes, la proximidad con el 17 hizo temer que se registrara un gran ausentismo motivado por un éxodo turístico. Esto determinó que la presidenta Fernández resolviera la cuestión mediante un nuevo DNU, el Nº521/ 2011.

Concluyendo

Queda expuesta aquí la ajetreada evolución que registra la conmemoración del fallecimiento del general José de San Martín a lo largo de la Historia.

A la luz de las vivencias actuales puede extrañar que no se dispuso ningún día de luto cuando se conoció su deceso, pero debe comprenderse que las vivencias sociales de 1850 distaban mucho de la sensibilidad propia de nuestra actualidad.



[1] Registro Nacional de Leyes y decretos, Tomo VIII, p. 3.

[2] Boletín Oficial de la Rep. Argentina, edición del 19.8.1933; https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/11346493/19330819?busqueda=1

[3] Trámite en la Cámara de Diputados, Tomo 1938 III, p. 712. En el Senado, Tomo 1938 I, p. 588. B. O. edición: 1.9.1938, https://www.argentina.gob.ar/normativa/nacional/ley-12387-231841/texto

[6] Pálido recuerdo para tantos héroes. Postrer homenaje al “soldado desconocido”, https://banderasargentinas.blogspot.com/2025/07/palido-recuerdo-para-tantos-heroes.html

miércoles, 6 de agosto de 2025

Nota servicio: himnos provinciales argentinos (Parte 1)

Identidad para leer y escuchar

Por Miguel Carrillo Bascary

Les presento un panorama general sobre los himnos y canciones que las provincias argentinas han adoptado como expresión de sus identidades locales. Considero que esta es una "nota servicio" que podrá orientar en la investigación a los interesados en la materia y servirá de eficáz actualización a los profesionales que se desempeñan en la temática.

Se trata de un fenómeno cultural que, en algunos casos, se remonta hasta comienzos del siglo XX, en otros es más reciente.

Sus letras y músicas descubren las raíces mismas de estos pueblos, algunas fueron  oficializadas por medio de normas, como manera de resaltar su carácter en la consideración general.

Las realidades no son uniformes, hay piezas con aquilatada aceptación, otras devienen de un voluntarismo que interpela al carácter que les asigna la normativa. El polimorfismo de la cultura vernácula, particularizada en las diferentes regiones, nos aporta un rico panorama. Los estilos musicales son plurales, algunas piezas poseen una estructura clásica y otras son aires netamente populares.

La diversidad y, sobre todo, la extensión temporal de estas composiciones demanda una actitud de prudencia a los profesionales del Ceremonial y la Organización de Eventos.

Las pautas del ceremonial determinan que las composiciones características de cada provincia se entonen en los actos oficial y escolares, a continuación del Himno Nacional.

La Historia devela que en torno a ciertas composiciones se registran agrias polémicas, cuya realidad cuestiona su representatividad. Un factor que parece no haber sido prolijamente considerado por los poderes públicos.

La vigencia de estas obras-símbolos es un proceso no acabado, las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, San Luis y la Ciudad Autónoma de Bs. Aires, aún no han transitado por este derrotero.

En cuanto a las músicas, en Internet se podrán encontrar muchas versiones, particularmente de las piezas más difundidas, acá se linquean las que subjetivamente elegí, queda hecha esta observación. 

Otro ítem a destacar es que las fuentes de información son bastantes desparejas, la tarea de recopilación no ha sido fácil, ni mucho menos. Hubiera sido de esperar que tanto los portales oficiales del Gobierno nacional como en los de cada una de las provincias contuvieran datos completos estos símbolos, no es así.

Se agradecerá toda rectificación que corresponda hacer a la información aportada.

En razón de la extensión de este aporte se fracciona en dos segmentos, el segundo se publicará en días próximos.

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BUENOS AIRES

No posee. Desde el año 2001 se presentan periódicamente proyectos de leyes en procura de definir un himno provincial, hasta el momento ninguno tuvo tratamiento. Suele asignarse carácter de himno local hasta el punto que en muchos casos se entona en los actos oficiales, el “Canto a la bandera bonaerense[1]”, composición destinada a realzar a este símbolo, pero no cuenta con aprobación legal.

CATAMARCA

Designación oficial: Himno oficial de la provincia, “Himno a Catamarca”.

Duración aproximada: 3,20 minutos.

Música: José Moltó; https://www.youtube.com/watch?v=VHH7rDszuCg

Letra: Guillermo Gerván Varela; https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/himno_a_catamarca.pdf

Norma que lo oficializó: Ley Nº5.358 (2012), https://www.saij.gob.ar/LPK0005358

CHACO

Designación oficial: Canción oficial, "Tú vencerás” o “Canto al futuro” de la cantata "Canta tu canto, Chaco". Se entona en actos oficiales, escolares y se enseña en el sistema educativo provincial.

Duración aproximada: 2,26 minutos.

Música: Raúl Oscar Cerrutti; https://www.youtube.com/watch?v=w_zoGzrww18

Letra: Martha de la Cruz Quiles y Raúl Oscar Cerrutti; https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/cancion_del_chaco-himno-provincial.pdf

Norma: Decreto Nº4.194/ 2008[2]; https://direccionregional12.wixsite.com/regional12/normativa-vigente

CHUBUT

Designación oficial: Himno oficial “Chubut Espera”. Surgió de un concurso público[3]. Su día es el 28 de febrero, fecha en que la composición se interpretó por primera vez, en el año 1925.

Duración aproximada: 1,30 minutos.

Musica: Delfor Ap-Iwan; https://www.facebook.com/GobiernodelChubut/videos/3516675915296049/ o bien https://www.youtube.com/watch?v=99dmv8atP6Y

Letra: Delfor Ap-Iwan; https://chubut.edu.ar/wpcontent/uplo-ads/2025/06/anexo_2_partituras.pdf

Norma que lo oficializó: LEY I – 813 (2025)  https://sistemas.chubut.gov.ar/digesto/sistema/consulta.php?idile1=89479

CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES

No posee. En el año 2018 se concretó una mesa de diálogo sobre la conveniencia de adoptar un “himno cultural” que expresara la autonomía de la ciudad. Sus conclusiones pueden verse en: https://buenosaires.gob.ar/sites/default/files/media/document/2018/10/31/a168a6bdbbd48d00738c8a5363be6faeb7a9599c.pdf

CÓRDOBA 

No posee. Hay iniciativas particulares al respecto, pero ninguna con carácter oficial. Sin información. Hay sí un himno a la ciudad de Córdoba, pero obviamente se relaciona con esta localidad. 

CORRIENTES

Designación oficial: “Himno provincial correntino”. La composición se remonta al año 1910.

Duración aproximada: 4,45 minutos.

Música: Enea Verardini; https://www.youtube.com/watch?v=LexEf2UX7vI

Letra: Gabriel Monserrat; https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/himno_a_corrientes.pdf

Norma que lo oficializó: Ley Nº6.487 (2018);  https://www.hcdcorrientes.gov.ar/Leyes-texto/Ley6487.pdf

ENTRE RÍOS

Designación oficial: “Marcha de Entre Ríos”. Se canta desde el año 1935. En 1962 el Consejo General de Educación la reconoció como “canción oficial de la escuela entrerriana” y dispuso que se entone al finalizar los actos escolares.

Duración aproximada: 1,25 minutos.

Música: Andrés Longo; https://www.youtube.com/watch?v=qbEv7elp8Io

Letra: Isidoro Rossi; https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/himno_entre_rios-letra.pdf

Norma que lo oficializó: Decreto Nº1.040/ 2001, ratificado por Ley Nº9.385, art. 7º); https://es.m.wikipedia.org/wiki/Archivo:Ley_9385_de_Creaci%C3%B3n_de_la_Bandera_de_Entre_R%C3%ADos_-_Foja_1.jpg y https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Ley_9385_de_Creaci%C3%B3n_de_la_Bandera_de_Entre_R%C3%ADos-_Foja_2.jpg

FORMOSA

Designación oficial: “Marcha a Formosa”. La composición se remonta al año 1955. En 1964 se aprobaron sus arreglos, y desde entonces adquirió el carácter representativo que posteriormente determinó su oficialización.

Duración aproximada: 2,20 minutos.

Música: Víctor Rival; https://www.youtube.com/watch?v=sRX57ZHCvD0

Letra: Armando de Vita; https://guiaamarilladeformosa.weebly.com/himno-marcha-a-formosa.html

Norma que lo oficializó: Por Decreto N°1.471/ 1988, se dispuso su enseñanza en el sistema escolar y que se cante en los actos públicos; https://www.facebook.com/photo/?fbid=1158448779646515&set=a.312426970915371

JUJUY

Designación oficial: “Himno al Éxodo Jujeño”. Con propiedad no es un "himno a la provincia" sino a esa gran epopeya cívico militar que implicó el Éxodo Grande, el de 1812, cuando el general Belgrano mandó dejar a Jujuy como tierra arrasada para dificultar el avance realista. El acontecimiento es parte misma de la identidad jujeña, por lo que resulta natural que la tradicional composición haya sido oficializada.

Duración aproximada: 3,42 minutos.

Música: Laureano Rodríguez; https://www.youtube.com/watch?v=okPQXOVNc44  

Letra: Manuel Corte; https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/himno_a_jujuy.pdf

Norma que lo oficializó: Ley Nº5.745 (2012), dispuso la obligatoriedad de entonarlo en todos los establecimientos educativos de la provincia, https://boletinoficial.jujuy.gob.ar/?p=61693

Nota: este informe continuará en una próxima entrega.