Referencias prácticas
Por Miguel
Carrillo Bascary
Lo concerniente a las wiphalas demanda un enjundioso ensayo. Sabrán disculparme que, pese a los numerosos pedidos recibidos,al menos por ahora, no intentaré esta empresa.
¿La razón? Todavía hay numerosas incógnitas históricas que generan una evidente falta de coincidencia sobre su origen, su naturaleza, su simbolismo y otras cuestiones conexas. Para más, existen demasiadas líneas historiográficas que difieren en su análisis, sin olvidar que tambión surgen ríspidas polémicas entre los doctgrinarios[1]. Tampoco ayuda la enorme diversidad de wiphalas que se usan.
Parecería que resta mucho por andar, pero considero impostergable aportar un tratamiento lo más objetivo posible que, aunque parcial, quede a consideración de quien deba organizar dispositivos de Ceremonial. Por esto abordaré los vínculos más evidentes entre las wiphalas, la Vexilología y el Protocolo, con la esperanza de prestar un servicio que pueda resultar de utilidad. Como forma de abordaje apelaré a las preguntas que me suelen hacer, por tal razón calificó este aporte como una “nota de servicio”.
¿Las wiphalas
son banderas?
De las diversas fuentes
consultadas resulta una coincidencia que, más allá de sus diversos diseños, las wiphalas
son elementos culturales, no banderas, aunque se las use como tales[2].
Esto habilita que el Ceremonial las trate como vexilos y, por ende, es
admisible estudiarlas desde la Vexilología.
Para quienes habitualmente no transitan este Blog, referencio que la Vexilología es la disciplina dedicada a los objetos que a lo largo de los siglos diversas culturas han alzado sobre un asta significando la posesión de un territorio o sirviendo como una divisa a seguir, prescindiendo de que sean textiles (banderas, estandartes, pendones, gallardetes, etc.) o que se elaboren con otros materiales (madera, metal, cueros, plumas, crines, etc.) y, aún las tengan diversa estructura (estatuillas, formas geométricas, representaciones de elementos naturales, etc.) El vocablo remite a la costumbre de nombrar a las ramas del conocimiento con un término en latín o griego, con el aditamento de la raíz “logo”, que así lo expresa.
En consecuencia, se afirma que “la Vexilología es el estudio de los vexilos”, lo que poco ilustra al no versado en la materia. Por esto es necesario aclarar que los romanos llamaban “vexilos” a un pequeño trozo de tela que pendía de un palo cruzado en lo alto de una lanza, que un legionario portaba como emblema de su unidad de combate. En el mismo figuraban animales míticos, representaciones de divinidades o la designación del agrupamiento.
¿Wiphala o wiphalas?
Se escribe asiduamente “Wiphala”, utilizando mayúscula, como
si se tratara de una sola realidad. Pero, en un análisis como el presente entiendo que lo más correcto es usar el plural,
ya que existen muchos diseños y formatos merecedores de llevar esta denominación.
La mayor parte son multicolores y se integran con cuadrículas, pero también hay
wiphalas enteramente blancas, algunas cargan figuras, mayormente chacanas, a
las que suele llamarse “cruces andinas”, asimilación que no es apropiada aunque está muy difundida; también las hay que muestran triángulos. Lo que justifica el modo plural.
¿Cuál wiphala?
En otro estudio[3],
presenté 23 modelos de wiphala, una muestra de la diversidad
de sus diseños. Aún podríamos sumar muchos otros, advirtiendo que todos pueden
identificarse con ese sustantivo.
Como se ve predominan los formatos cuadrados, pero también se usa el modelo siguiente, tanto para izar como para ser portado.
¿Cuál es la wiphala
más conocida?
Por supuesto que el diseño más difundido es el compuesto
por 49 cuadrados (cubos, prefieren decir algunos) repartidos en siete columnas y siete filas, con diagonales
descendentes de izquierda a derecha, de color rojo, naranja, amarillo, blanco,
verde, azul y violeta; un posicionamiento en que el blanco (iuraj) va al centro porque de él emanan
los restantes. Con más precisión se dice que es la representativa del Qullasuyo, la porción sur del imperio inca. El vulgo suele entender que esta es la única y auténtica Wiphala, lo que por supuesto es lo adecuado, como se verá.
Usualmente se atribuye a las wiphalas reflejar una complejísima
cosmogonía a través de sus diseños y la representación de sus estructuras y sus colores. A su impronta tradicional, la aimara, se le suman
diversas construcciones conceptuales (no siempre coincidentes) que le aportan
una mística muy atractiva a las reivindicaciones étnicas y a la espiritualidad ancestral, hasta el punto de otorgarle
una validez continental americanistas[4]. Como las culturas andinas carecían de
escritura, las referencias vinculadas a las wiphalas
provienen de relatos posteriores a
la llegada de Pizarro, lo que condiciona la investigación en forma dramática.
Fundamentar su significado en una tradición
oral milenaria y algunas piezas
arqueológicas, parecería un camino muy ambicioso. Lo concreto y lo objetivo, es que
estas lucubraciones datan de hace pocas décadas. Cumplo en consignarlo.
Según la normativa del Estado Plurinacional de
Bolivia, que en su Constitución del año 2009 adoptó a una wiphala en particular como símbolo[5],
se refleja en ella la unidad en la diversidad de sus pueblos. El Decreto Supremo Nº241/
2009[6]
que la reglamenta indica que es:
… el “símbolo sagrado que identifica
el sistema comunitario basado en la equidad, la igualdad, la armonía, la
solidaridad y la reciprocidad”.
¿Cuál es la relación entre las wiphalas y el Ceremonial?
Si consideramos que son
elementos culturales y que el Ceremonial es parte de las ciencias de la
comunicación, es indudable que la
relación es íntima y que se expresará particularmente en las celebraciones
populares, en los actos institucionales y en otras manifestaciones similares.
Esto autoriza que en esta
nota analizemos diversos aspectos,
como por ejemplo: la forma en que se exhiben las wiphalas, la relación con otros vexilos, sus accesorios, su
incidencia en situaciones de duelo, las peculiaridades de su izamiento y
portación, así como su participación en rituales cívicos y sociales.
¿Cómo definir las precedencias en un dispositivo que
incorpore una wiphala?
La forma de colocar los
vexilos en un dispositivo evidencia una jerarquización indefectible. El orden de
precedencias es un principio básico en el Ceremonial de los símbolos, que se concreta conforme a la normativa y a los usos consuetudinarios.
Tiene por objetivo preservar la
dignidad de cada uno y procura asegurar el debido respeto entre las entidades
involucradas.
En un dispositivo donde se exhiban o presenten banderas, la que goza de preminencia se ubicará a la derecha[7],
al centro o en la posición más alta, para todo lo que sea pertinente.
Cuando se icen varias banderas en
un mismo mástil la precedencia corresponderá a la más cercana al tope y se
continuará luego en forma decreciente.
En el territorio nacional argentino el orden oficial de precedencias de las banderas de uso interno es el
siguiente:
1. Bandera Oficial de la
Nación,
2. Bandera Nacional de la
Libertad Civil,
3. Banderas de las
provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
4. de municipalidades,
5. de comunas,
6. de organizaciones de
pueblos indígenas argentinos[8]
de tercer grado,
7. de organizaciones de
pueblos indígenas argentinos de segundo grado,
8. de organizaciones de
pueblos indígenas argentinos de primer grado,
9. de comunidades de
pueblos indígenas argentinos y de las de institucionales civiles (en paridad) y,
por último,
10. las banderas sin carácter oficial, que son todas aquellas no comprendidas en la clasificación precedente.
Llegados a este punto es necesario aclarar que para el sistema jurídico argentino los conjuntos de originarios se califican en un orden propio: los de mayor entidad serán los “pueblos indígenas argentinos de tercer grado”, seguidos por los “de segundo grado”, luego por los de “primer grado”; a continuación, se ubican las comunidades. Pocas personas que no estén en materia conocen esta jerarquización, lo que resulta imprescindible.
Según informe del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) hasta febrero del año 2024, tenían reconocimiento oficial 39 pueblos originarios[9] y 1.923 comunidades[10]. Pero también existen otros nucleamientos que aún no alcanzaron tales status. Estas clasificaciones resultan de la Resolución INAI Nº328/ 2010[11], que creó el Registro Nacional de Organizaciones de Pueblos Indígenas (Re.No.Pi.), y de la Resolución INAI Nº4.811/ 1996[12], que estableció el Registro Nacional de Comunidades Indígenas (Re.Na.Ci).
También hay varias provincias cuentan con organismos en
donde pueden registrarse los pueblos o comunidades originarios que, en tal
caso, obtendrán reconocimiento a nivel local. Obviamente, las banderas que los
identifiquen deberán ceder precedencia en favor de las que representan a
los pueblos y comunidades inscriptos en los registros nacionales.
Sobre las wiphalas: cuando por una ley o un decreto, una provincia las
haya reconocido expresamente[13],
el orden de precedencia que le corresponderá será del 6 al 8, según corresponda.
Pero, si la wiphala fue asumida como
emblema representativo de un pueblo o comunidad originaria solo en el
orden local, irá en la posición 9, según corresponda. Un caso más, si carece de
ambos reconocimientos, se posicionará en el orden 10.
¿Cómo izar una wiphala?
Cuando se la emplee como vexilo
se la endriza mediante pequeñas
cuerdas destinadas a tal efecto o bien, se dotará al paño de una vaina por la
que transcurrirá la cuerda.
Atento a su naturaleza, en Argentinan una
wiphala siempre se izará en un mástil
propio, NUNCA en el que vaya la
Bandera nacional, ni la de una provincia, municipalidad o comuna. Aclaro
que, si hay un solo mástil éste se destinará a la Bandera Argentina, por ser
emblema de soberanía; por debajo podrá ir la provincial y/o la del municipio o
comunal, pero no una wiphala.
El mástil destinado a una wiphala tendrá una altura tal que el vexilo deberá quedar en una posición inferior al borde inferior de la más baja de las banderas mencionadas en el párrafo anterior.
En caso contrario se infringirá un principio básico del
Protocolo y se configurará una falta
de respeto a los vexilos que simbolizan a las banderas de entidades oficiales, lo que
generará las responsabilidades consecuentes.
En algunos lugares es penoso constatar que, no solo se iza
una wiphala en el mismo mástil que la
Enseña nacional, sino que se la coloca por
encima. Esto evidencia un verdadero desprecio al símbolo patrio, susceptible de responsabilidades legales. La normativa es clara, la Bandera Nacional jamás se puede subordinar a otro vexilo y por esto siempre flameará en la forma más distinguida que sea
posible. Respecto de la wiphala más
difundida la situación es particularmente crítica porque tratarse de la segunda
bandera de Bolivia, como se explicó previamente, de manera que en el lenguaje del Protocolo, la nación del Altiplano contaría con una jerarquía superior a la Argentina, cuando es principio universal la igualdad jurídica de los estados.
Criterios equivocados
pretenden justificar que una wiphala
vaya por sobre la Bandera argentina entendiendo que representa a pueblos o
comunidades preexistentes al Estado nacional,
un argumento que no resiste el menor análisis, cuya razón demandaría un espacio
desproporcionado si lo tratara en esta nota. Reitero, las wiphalas no son emblemas
soberanos y por esto no pueden estar por arriba de la Enseña patria.
Además, el pueblo o comunidad originario de que se trate tampoco gozan de autonomía, cualidad que corresponde a una provincia
o municipalidad (arts. 5 y 123 de la Constitución Nacional), de manera que
tampoco pueden sobrepasar a los vexilos que las representan.
Una wiphala
¿puede izarse en solitario?
No habría inconveniente, a
condición de que no dé lugar a que es una forma de negar la soberanía de la Nación argentina,
como en algunas ocasiones ha ocurrido. Obviamente, tampoco cabrá emplearlas como
una suerte de marca de posesión por sobre el derecho de propiedad de
terceras personas.
¿Cómo se posicionan las wiphalas con respecto a las banderas de otros pueblos originarios?
Se izarán al mismo nivel, fundado en que no existe ninguna norma argentina que les reconozca supremacía respecto de los vexilos con que se identifican otros pueblos originarios. Para ordenarlos se aplicará el principio de la localía o el alfabético, según resulte apropiado. Por esto, tampoco podrán compartir mástiles y, menos aún, colocarse por debajo o por arriba. La siguiente toma expresa una muy lamentable confusión, incompatible con la soberanía nacional y con el principio de igualdad que debe primar entre todos los pueblos originarios.
¿Algún otro cuidado?
Cuando las wiphalas tengan forma cuadrada se deberá
cuidar que el lado de la driza no sea de
ancho superior al de la Bandera Argentina a la que acompañe. Si así fuera, la nacional se verá disminuida infringiendo el protocolo. Por el mismo motivo, tampoco puede contar con un largo superior al
de las banderas a las que deba reconocer precedencia.
Otro cuidado será no izar las
wiphalas en forma invertida, un error más común de lo que
se supone. Para no equivocarse, si se emplea la versión más extendida de wiphala, bastará colocar el cuadro
blanco sobre el vértice superior del asta (véase el error en la foto anterior)
¿Whiphalas a media asta?
Esta posición indica el pesar de la comunidad por el fallecimiento de una personalidad o que existe un sentimiento similar que afecta al conjunto social. Pese a que el posicionamiento es un uso prácticamente universal se evidencia cierta confusión al respecto, el siguiente cuadro debería esclarecer la cuestión:
¿Cómo manifestar el duelo en una wiphala de ceremonia?
Siguiendo la costumbre
ceremonial se le colocará un crespón
negro entre el tope del asta y el paño.
¿De qué tipo de textil debe ser las wiphalas?
Idealmente deberían
construirse con fibras orgánicas y
naturales, respetando así los origenes artesanales. Hay autores que consignan que las wiphalas ceremoniales llevaban
hilos de oro y plata para que brillaran con el sol.
Como sustancialmente las wiphalas no son banderas no existe norma
al respecto, por lo que podrá utilizarse cualquier textil, incluso es factible unir
entre sí los segmentos que la forman, a manera de un cobertor de retazos (véase la foto que abre esta nota). Una prevención, cuando se presente acompañando a la
Bandera Nacional argentina no corresponderá que tenga un género más lujoso que
el previsto para esta, cuyo estándar resulta de la Norma IRAM-DEF D 7675 contenida
en el Decreto Nº1.650/ 2010[16].
¿Cómo deben ser las astas de las wiphalas?
Para el neo simbolismo que
se asigna a una wiphala, el asta (también
el mástil) significa la deidad serpiente-rayo.
Sin duda alguna que el asta tendría que elaborarse en madera, en lo posible idéntica a la que prevé la Norma IRAM-DEF D
7675 contenida en el Decreto Nº1.650/ 2010, para la Bandera Oficial de la
Nación. Es lo más apropiado, primero porque no desentonará cuando la whiphala acompañe a la primera y porque evidenciará
similar dignidad. Eventualmente se podría tomar una caña, conforme a las tradiciones del pueblo o comunidad
originaria que la emplee.
¿Cómo será su terminal?
Por idéntico motivo corresponde
que sea idéntica a la moharra que prevé la norma
para la Bandera Oficial de la Nación. Reconozco que algunos afirman
la improcedencia de que el asta sea de metal, aduciendo que no debe ser en forma de arma, ya que las wiphalas no
son banderas que puedan estar o haber estado en acciones bélicas. Recordando lo
dicho sobre la representación de la serpiente-rayo que tendría el asta, se
afirma que su terminal debe ser una piedra
labrada en forma triangular que se sujetará al asta por medio de cuerdas.
Empero, la observación de
la realidad aporta que las wiphalas
enastadas que se usan en ceremonias oficiales mayoritariamente emplean moharras
idénticas a la de Bandera argentina.
De ninguna manera puede sustituirse el tope por una cabeza de cóndor como aparece
representado en una popular imagen que se difunde por Internet. Mostrar un
elemento animal de esta manera es verdaderamente chocante, excepto que sea una
talla de madera con su forma. En otros
casos se observan las figuras de un Sol, un puma o jaguar y a dos
serpientes entrelazadas vinculadas por un arco iris. Lamento no poder aportar
los fundamentos que sustentarían estas variaciones.
Eventualmente hay wiphalas que presentan plumas de ave en el vértice del asta.
De suri (ñandú), que indicaría alegría/baile/fiesta o de kuntur (cóndor), trabajo o esfuerzo conjunto. También se las verá
adornadas con frutos o flores,
referenciando los ciclos productivos y eventos sociales, tales como nacimientos,
enlaces, un fallecimiento o la que se terminó de construir una casa.
¿Las wiphalas
llevan corbata?
Desde mi perspectiva la respuesta es negativa. Recordemos
que, ontológicamente, la wiphala es un emblema cultural
y no una bandera.
Empero, la falta de
regulación determina que algunos ceremonialistas adopten diversos criterios
para proveerla de este accesorio. He desarrollado la cuestión en una nota anterior: Corbata para la Wiphala ¿sí o no? Un nuevo planteo sobre el Ceremonial
del símbolo[17], me remito a las consideraciones
vertidas en ella.
¿Cómo es el tahalí de las wiphalas?
Emplear un tahalí es propio
del Ceremonial de las banderas. Los usos tradicionales no muestran que los portadores de wiphalas empleen este accesorio
La estructura de las wiphalas más comunes implica un problema
para ejecutar un tahalí según los cánones vigentes para otros vexilos. A mi juicio la
solución más simple y, al mismo tiempo, más conforme a los cánones del
Ceremonial es que el tahalí sea enteramente blanco, porque este color sintetiza
a todos los otros.
Como un detalle podrían
llevar una pequeña reproducción de la wiphala, de tal manera que luzca
sobre el pecho.
¿Los abanderados y escoltas de las wiphalas, deben pertenecer a una comunidad o pueblo originario?
Es lo natural.
¿Cómo se designa a los abanderados y escoltas de las wiphalas?
Salvo que alguna
disposición provincial lo determine expresamente, cada establecimiento
educativo o institución a la que pertenezca puede definirlo con ecuanimidad. Es aconsejable que la decisión se concrete con la forma de una resolución que
contenga su debida fundamentación y justifique la pauta dispositiva. De esta manera se aventará posibles
conflictos y se fijará criterio por adelantado sobre las circunstancias más
comunes. No corresponde que tan delicada cuestión quede librada al arbitrio de la autoridad.
¿Las wiphalas
llevan escoltas?
No es necesario ya que son emblemas culturales y no propiamente
banderas. Pero, como la generalidad de la gente la percibe como tal, es usual que la acompañen dos escoltas.
¿Cómo deben ser las bandas de los escoltas?
Teniendo presente lo
antedicho, también deberían ser blancas.
Como decorado podrían terminarse con borlas de lana coloreada. Eventualmente
cabrá aplicarles una pequeña reproducción de wiphala a la altura del pecho.
¿Se bendicen las wiphalas?
Una bendición en la forma
que la define el culto católico y otras iglesias cristianas consiste en una invocación a Dios para que por medio
del emblema inspire a quienes se identifiquen con él.
No existe ninguna norma que exija la bendición de una wiphala. La decisión de hacerlo corresponderá a la comunidad o
institución con la que se particularice y se realizará segun el ritual de la
confesión religiosa que así se determine.
En su caso, el mejor
consejo será que, de concretarse, se disponga por medio de una resolución debidamente incorporada a
los registros del establecimiento educativo o al libro de actas de la entidad
de que se trate.
¿Los escolares, pueden prometer a una wiphala?
A los que pertenezcan a un
pueblo originario y se identifiquen con ella, les corresponde cultivar los
valores culturales que represente, por lo que la promesa a una wiphala solo ignificará mantener los valores culturales de origen. logicamente diferente a lo que implica el acto
con referencia a la Bandera Oficial de la Nación. A falta de una fórmula
reglada definida por el Estado, sería válido que la autoridad institucional o comunal la implemente para la ocasión.
No tiene sentido que un alumno no originario prometa a una wiphala, ni aun como gesto de respeto o simpatía por las culturas vernáculas.
No es conveniente que quienes estén en la etapa de formación su personalidad confundan
las cosas.
Eventualmente, ¿cuándo se podrá realizar esa promesa? No en la misma ceremonia donde se preste promesa a la Bandera Oficial de la Nación. Téngase en cuenta que este acto es de naturaleza diferente a la de una eventual promesa a una wiphala.
En consecuencia, como pauta general, cabrá que
los alumnos originarios presten su promesa a la wiphala en alguna fecha
significativa para su pueblo o comunidad. En algunos casos podrá ser el
solsticio de invierno o el 1º de agosto,
fecha en que algunos pueblos conmemoran a la Pachamama.
Otras apreciaciones
Se ha visto que todas las wiphalas
son vexilos culturales, que representan a diversas expresiones. Es
inconcebible pretender que haya un simbolismo canónico ya que la diversidad
étnica implica que no hay una autoridad que tenga la potestad de fijarlo. Las conclusiones de
los doctrinarios no tienen más entidad que el reconocimiento que se les
dispense.
La wiphala
no representa a todos los pueblos originarios de América. En Mesoamérica y en México ni siquiera se
la conoce a nivel popular. También le niegan representatividad: el pueblo mapuche, muchas comunidades mbaya y de otras etnias.
Por el mismo motivo,
tampoco se les puede atribuir que representen a todos los pueblos andinos, agreguemos a esto que hay comunidades del Nor Este
Argentino (NEA) que la usan en sus celebraciones.
La mayoría de los estudios de Etnología definen que las wiphalas
tienen origen aimara, pero este
pueblo no ha reivindicado a ninguna de ellas como representativa de su identidad en particular
y, si bien la mayoría de sus comunidades las usan, no siempre coinciden con el
mismo diseño.
Bajo ninguna manera puede considerarse
a la wiphala como “bandera
del Tiwantinsuyo” (Incanato). Las evidencias étnicas y arqueológicas
indican que esta cultura no utilizó el concepto colecticio que inspiró a las
banderas propias de la civilización occidental ni de Oriente. Las crónicas de
Indias describen diversos tipos de estandartes que acompañaban a cada Sapa Inca (supremo gobernante) quien
encarnaba al Inti (Sol), pero estos vexilos eran de características personales y de variados diseños; entre los que se
cuentan: arcoíris, pájaros, mascaypachas,
soles y otros atributos; mientras que sus paños eran blancos o rojo, de forma
cuadrangular y de un tamaño relativamente pequeño.
Es cierto que en algunos
cuencos y pinturas se representan a personas portando algunos tipos de wiphalas, pero estas evidencias son posteriores al advenimiento de la
dominación hispana[18].
Una delicada cuestión
radica en torno a la wiphala que el Estado
Plurinacional de Bolivia reconoció como su segunda
bandera en la Constitución del año 2009[19],
veamos:
“Artículo 6. II. Los símbolos del Estado son
la bandera tricolor rojo, amarillo y verde; el himno boliviano; el escudo de
armas; la wiphala; la escarapela; la flor de la kantuta y la flor del patujú.”
En consecuencia, es un
emblema que evidencia la soberanía
boliviana por lo que debe tenerse presente esta cualidad cuando se la
utilice en territorio de Argentina; particularmente en dispositivos oficiales,
de tal manera que no se infrinja el protocolo. De podrá incurrirse en una afrenta a la soberanía
nacional ni tampoco o en un destrato para con el símbolo de un estado amigo.
La falta de un adecuado conocimiento respecto de la naturaleza de las wiphalas permitió que su tipo más extendido (la que tiene una linea blanca central) haya sido apropiado por las tendencias culturales de la new age, la que le atribuyen significados herméticos, vinculados a un sedicente culto primordial centrado en la Madre Tierra. Así, la promiscuidad del uso de wiphalas en recuerdos turísticos, prendas de vestir, productos regionales y similares no hace más que despojarlas de su verdadero sentido étnico para transformarlas en una suerte de marca de origen o emblema de un capitalismo comercial. Tal vanalización no es positiva.
Una observación, cuando
las wiphalas se presenten con la
forma de bandera "de sitio", o sea, colocadas sobre un pie, corresponde adicionales un dispositivo que permita
armarlas debidamente para que destaquen del entorno. Al respecto me remito a otra nota publicada en este Blog “Detalle super profesional: expansores[20]”.
Para saber más leyendo este Blog:
He tratado anteriormente algunas
cuestiones relativas a este símbolo, seguidamente consigno el nombre de la nota y el pertinente link que les permitirá acceder a
ellas:
Wiphala, la bandera de la Pachamama.
Pero, ¿cuál de ellas? http://banderasargentinas.blogspot.com/2020/07/wiphala-la-bandera-de-la-pachamama.html
Anomalías en torno a la Wiphala. La
Wiphala con negro https://banderasargentinas.blogspot.com/2023/09/anomalias-en-torno-la-whiphala.html
Wiphala; vientos de polémica.
Izamiento de la Wiphala en el Monumento a la Bandera http://banderasargentinas.blogspot.com/2019/12/wiphala-vientos-de-polemica.html
1830 - Una antigua descripción de la
wiphala. Valioso y objetivo testimonio https://banderasargentinas.blogspot.com/2022/08/1830-una-antigua-descripcion-de-la.html
Corbata para la Wiphala ¿sí o no? Un
nuevo planteo sobre el Ceremonial del símbolo https://banderasargentinas.blogspot.com/2023/09/corbata-para-la-wiphala-si-o-no.html
Banderas de los pueblos indígenas
argentinos. Pautas de su identidad
https://banderasargentinas.blogspot.com/2018/04/emblemas-de-los-pueblos-originarios.html
Banderas indígenas de Chile/ 2: Los
pueblos del Norte. Sol, piedra y
cerámica; https://banderasargentinas.blogspot.com/2022/07/banderas-indigenas-de-chile-2-los.html
Notas y referencias:
[1] Así: https://boliviaverifica.bo/wiphala-los-registros-y-la-disputa-sobre-su-origen/
[2] De hecho, el término “wiphala”
suele traducirse como “bandera”, lo que no resulta exacto. Con mejor sentido
aludiría al susurrar del viento. Referencialmente también se la nombra como: wifala, wiphala, wiphayla, wiphailapx, laphaqay,
laphala y aún admite otras designaciones. En la cuenta de X RAEconsultas se consigna que debería
escribirse huipala o wipala, en todo caso su origen no
hispánico demanda escribirla en cursiva. Dejo estas cuestiones a los
lingüistas.
[3] Wiphala, la bandera de la
Pachamama. Pero, ¿cuál de ellas? http://banderasargentinas.blogspot.com/2020/07/wiphala-la-bandera-de-la-pachamama.html
[4] Cabe reconocer a Inka Waskar Chukiwanka /Germán Choque Condori
(1955-2021), como principal exponente de la moderna entelequia del símbolo.
[5] Sobre la problemática puede verse: Soberanía
y Ceremonial aplicado: el caso de la Escuela Normal de Jujuy; https://banderasargentinas.blogspot.com/2019/12/soberania-y-ceremonial-aplicados-el.html
[7] Se considera “derecha” la que corresponde al punto del espacio,
considerado al frente de donde se ubiquen los asistentes.
[8] Terminología que define la Constitución Nacional (1853-1994), artículo
75, inciso 17.
[9] Nómina de pueblos reconocidos, el número entre paréntesis indica el
número de comunidades que registra cada uno: Atacama (19), Chané (8), Charrúa
(3), Chicha (1), Chorote (27), Chulupí o Nivaclé (3), Comechingón (12), Corundí
(1), Diaguita (101), Fiscara o Tilcara (2), Guaraní (193) en el que se
distingue al Ava Guaraní, Chiriguano y el Tupí Guaraní; Guaycurú (3), Huarpe
(26), Iogys (3), Kolla (257) con varias subdivisiones; Kolla Atacameño (1),
Lule (3), Lule Vilela (14), Mapuche (274), con varias subdivisiones; Mapuche-Tehuelche
(43), con varias divisiones; Mbya Guaraní (127), Moqoit o Mocoví (65), Ocloya
(10), Omaguaca (47), Pilagá (27), Qom (203), Quechua (24), Ranquel (23) también
llamado Rankulche, Ranquel o Mamulche; Sanavirón (2), Selk'Nam (1), Tapiete
(3), Tastil (12), Tehuelche (17) o Aonikenk, con varias subdivisiones; Tilián
(4), Toara (1), Tonokoté o Surita (47), Vilela (9), Wichí (296) y Yagán (1).
[10] Listado de comunidades reconocidas a febrero 2024, último dato
disponible: https://datos.jus.gob.ar/dataset/32967733-0d1b-4246-a8ef-e9b84ad33b1f/resource/f9b57566-3e7c-4449-b984-49a26897eb77/download/listado-comunidades-indigenas-20240223.csv
[11] http://digesto.desarrollosocial.gob.ar/normaTexto.php?Id=156&organismo=Instituto%20Nacional%20de%20Asuntos%20Ind%EDgenas
[12] http://www.mpd.gov.ar/index.php/marconormativo-diversidad-cultural/leyes-nacionales-decretos-y-resoluciones/3144-resolucion-sds-n-4811-1996-instituto-nacional-de-asuntos-indigenas-inscripcion-de-comunidades-indigenas-en-el-registro-nacional-de-comunidades-indigenas
[13] Es el caso de: Catamarca, Chaco, Jujuy, Misiones, Salta y Tucumán, así
como de varias ciudades.
[15] Sí, también el gobernador, ya que así lo admiten las características
del sistema jurídico argentino de asignaciones de competencias.
[18] Por ejemplo, el cuadro “Entrada
del Virrey Arzobispo Morcillo en Potosí”, datado en 1716, hoy en el Museo
de América, Madrid.
[19] Texto en: https://sea.gob.bo/digesto/CompendioNormativo/01.pdfPosteriormente
se dictó el Decreto Supremo Nº241/ 2009 que sistematizó lo atinente a la wiphala reconocida como símbolo de ese
estado.
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