El misterio del vexilo vacío
Por Miguel Carrillo Bascary
Hugh Everett III, físico nacido en Washington D.C.
(1930-1882), formuló en 1956 la Teoría de los Muchos Mundos, también
llamada de los Universos Paralelos o de los Multiversos, que desarrolló a partir de la
mecánica cuántica. Rápidamente se divulgó concitando entusiastas adhesiones y
agrias críticas. Lo notable fue que a través de la Ciencia Ficción llegó a la
opinión pública y hoy la acepta una ingente cantidad de
personas, que por supuesto nada saben de física. Todo es teórico ... por ahora.
A partir de esta introducción pareciera abrirse la
posibilidad de plantear una hipotética
prueba de la veracidad de las ideas de Everet. Partiremos de un ejercicio de
imaginación basado en las realidades que nos presentan la República Argentina y el municipio de La Argentina, cuya
semblanza se aporta.
Claro está que ambos, la nación y esa ciudad, conviven
en nuestra misma realidad histórica y cada
una ocupa su respectivo espacio físico. La semejanza es solo de nombres.
La República
Argentina
Doy por sentado que el lector conoce a qué evoca su
nombre, por lo que inmediatamente sigo adelante.
El municipio de La
Argentina
Posiblemente los colombianos tengas noticias al respecto,
pero, al menos para mí, resultó ser una novedad cuando a través de su curiosa bandera tomé conocimiento de su
existencia.
Precisamente, La
Argentina, es un municipio de
Colombia, enclavado en las lujuriantes Serranía de las Minas, desprendimiento
de la Cordillera Central, departamento de Huila. Esta referencia orográfica explica
que por su otrora función de centro minero argentífero llegó a considerarse como
“capital minera de Colombia”. Sabido es lo voluble que son las ciudades de este
origen que crecen tan rápidamente como desaparecen al agotarse las vetas.
Las semejanzas con la República Argentina no radican solo en el
nombre, uno de sus distritos es “Buenos
Aires”, y hay otra correspondencia en el río de La Plata que transcurre entre los montes cercanos.
Advierto a los lectores de nacionalidad argentina que
los municipios colombianos abarcan amplias zonas rurales y encierran diversas
poblaciones, de las que una resulta ser su capital; al estilo de los “partidos”
de la provincia de Bs. Aires.
En contraposición a la complejidad urbana de la estructura porteña, La Argentina se caracteriza por su perfil
rural definido en sus numerosas fincas, donde se cultiva café, cacao y otros
frutos, ya que la geografía y el clima se prestan perfectamente para ello.
El territorio
de La Argentina registra evidencias de población desde hace
1.000 años a. C. La penetración española fundó su primer asentamiento en 1551,
pero no fue sino hasta un siglo más tarde que la población ocupó el sitio de la
Villa de San Sebastián de La Plata. Las minas de plata de la región le dieron un
incipiente sustento económico. Pero pronto se abandonó su explotación y cayó en el abandono. Lo que se conoce
como el “Vacío histórico” que persistió hasta que a mediados del siglo XIX
comenzó a repoblarse. Fue el 15 de octubre de 1884 que se refundó la ciudad en el mismo sitio de la primera instalación. Con la década de 1940 comenzaron a radicarse en la zona migrantes de otros distritos.
En 1960 La Argentina fue reconocida como
municipio. La ciudad está a unos 1.560 mts sobre el nivel del mar, cuenta con 360 km2 y una población estimada en 14.000
habitantes, de los que 5.000 son urbanos.
La Argentina cuenta con escudo de armas de compleja
elaboración. En apretada síntesis podrían destacarse algunas
similitudes con la nación del Plata: por timbre el municipio lleva un Sol
naciente, sin cara y con solo 6 rayos rectos; también se advierte el gorro de la
Libertad que lo corona, mientras que en el país del Sur es el atributo central.
Por lo demás, en una partición de 9 cuarteles se
advierte: la representación del río de la Plata, la Cruz cristiana, cristales
de esmeraldas y amatistas, un carcaj de flechas indígena, una pala, un machete
y un hacha, una orquídea, un árbol de café y las cabezas de un caballo y un
toro; cargas que señalan distintos aspectos característicos de la zona. Por
debajo una cartela azul porta el lema: “Justicia/
Paz/ Trabajo” y los guarismos “1551” (primera fundación) y “1960” (año en
que se constituyó el municipio, como ya se dijo.
Contraviniendo lo
usual en la Vexilología, donde los escudos suelen figurar como atributos
centrales de los paños, en el caso de La Argentina, es la bandera la que
aparece en el corazón (centro) del blasón, pero con un agregado, ya que suma
las iniciales “A/H/C/Y/S” que remiten
a la secuencia “ARGENTINA/ HUILA/
COLOMBIA/ Y/ SURAMERICA”, en color oro (amarillo) (oro). Una característica,
realmente notable.
Este vexilo es blanco, con 28 estrellas pequeñas de cinco puntas en color verde oliva, dispuestas en forma absolutamente original, lo que singulariza el diseño hasta el punto que el observador no advertido puede pensar que faltó dibujar algun elemento.
Los astros se desarrollan a
partir de otra estrella, igualmente verde, pero de seis rayos, señalando una
magnitud relativa mayor, que representa al centro urbano principal, San
Sebastián. La cauda estelar se despliega “en forma de espiral de cola recta” (sic).
Cada una de las estrellas menores alude a uno los 28 distritos llamados “veredas”, término con el que se designa a pequeñas comunidades agrarias, de entre 50 y
100 habitantes, cuyas parceles se unen por medio de caminos rurales.
No tengo elemento concreto alguno para explicar la razón que define la ausencia en la bandera del monograma que consta en el escudo. Solo cabe
especular que su complejidad llevó a la supresión en el textil, con lo que este adoptó la
forma “vacía” con que lo vemos.
En suma, más allá de fantasías cuánticas, La Argentina y la República Argentina
conforman una de las curiosidades que nos ofrece la Geografía analizada desde
la Vexilología.
Más info: http://www.laargentina-huila.gov.co/municipio/nuestro-municipio
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