martes, 26 de noviembre de 2024

Ciudad de Santa Fe, banderas propuestas

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Por Miguel Carrillo Bascary

En otra nota me referí a la reciente creación de la bandera de la ciudad de Santa Fe[1], en cuyo proceso de génesis tuve el inesperado honor de participar como jurado. Respondiendo a la inquietud de varios lectores, curiosos de conocer qué otros diseños se presentaron, cumplo con ellos aportando algunos comentarios que pienso podrán ser de interés.

De esta manera veremos que una experiencia en concreto permite sacar conclusiones para procesos futuros que puedan llegar a emprender otras ciudades y comunas.

Se sabrá disculpar la iregular calidad de las reproducciones. Por otra parte, tengamos en cuenta que la mayoría de las propuestas fueron elaboradas en su mayoría por personas que no tienen expertise en diseño, mucho menos en Vexilografía y que los medios gráficos de los que dispusieron fueron absolutamente básicos.

Recapitulando, se muestran los diseños seleccionados por el Jurado y, seguidamente, los que merecieron las menciones estipuladas por el Reglamento:

El proyecto ganador fue "Guardián del Colgante" de Jeremías Martínez de Mattia, se estructura sobre el diseño primigenio de la Bandera nacional, el puente colgante que identifica a la ciudad orlado de laureles que cierran con un libro que representa a la Constitución argentina.

La primera mención fue para "Santa Fe cordial" de Alberto Lalouf, destaca por su composición cromática y la novedad de su partición; el emblema se particulariza con el libro de la Constitución timbrado por el Sol naciente, orlado todo de laureles que llevan la imagen del puente a manera de lemnisco.

La segunda correspondió a "GLA" de Esteban Cicarilli, ofrece un elaborado motivo central que sintetiza el monumento levantado a la Constitución superpuesto con la cabecera del puente. 

El Jurado resolvió también entregar otras dos menciones especiales:

"Dragón de Santa Fe", de Diego Ingignoli:

"La Cordial", de María Cecilia Kieffer:

El diseño que sigue recibió una mención estímulo que otorgó el Jurado atento a la creatividad y la imaginación que evidencia. Fue elaborado por los niños de una escuela primaria. Para los que no conozcan la ciudad de Santa Fe: en el vexilo aparece, el puente colgante (habilitado en 1928), el faro de la Costanera (inaugurado en 1996) y el paseo ribereño. También se ven:  una canoa que destaca el vínculo con el entorno isleño y un carpincho ¡tomando mate!



Panorama sobre otros diseños

Se hizo evidente que el elemento al que los autores consideraron más característico de la ciudad fue el puente colgante “Ing. Candioti”, incluido por 33 trabajos sobre el total de 60 que se presentaron. La adopción de elementos industriales en Vexilología se desaconseja porque el avance de la tecnología los descoloca de la realidad ante el transcurrir del tiempo, sin embargo, la gran coincidencia habida no deja de ser un factor legitimante. Eso sí, la mayor parte de las propuestas no fue feliz en cuanto a la forma de dibujar el puente.

En segundo lugar, en cuanto coincidencias, con 17 menciones, se hizo evidente el carácter de Santa Fe como “cuna de la Constitución Nacional”, la que se representó con el libro que la contiene, un pergamino o bien, con una pluma.

Considerando que el nombre original de la ciudad fue Santa Fe de la Vera Cruz, se verificó que solo dos diseños que captaron esta referencia. La composición es atractiva desde lo vexilológico, pero el Jurado consideró que expresaba una impronta confesional que excluía a sectores de la población que no profesan el Cristianismo. Eventualmente pudo colocarse el libro de la Constitución en blanco y colocar otro color a la cruz que expresada en negro resulta negativa.

Una segunda apeló a líneas más modernistas para representar a la Cruz fundacional.

Contra de lo esperable una sola iniciativa incluyó elementos alusivos a los primeros pobladores a través de un palo de Justicia, bien que florecido, como representación del crecimiento de la ciudad a lo largo de los siglos. Interesante alegoría, pero limitada. Cuatro trabajos incluyeron la fecha fundacional como un detalle de los emblemas cargados.

El mariscal Estanislao López, figura paradigmática en la historia de la provincia fue captado por 2 propuestas, sin advertir que se trata de una figura de dimensión provincial, por lo que se entendió que excedía al ámbito local de la convocatoria cívica.

Hubo 19 trabajos que apelaron a coronas cívicas para denotar el honor adquirido por la ciudad a lo largo de su historia. Este caso destacó por los colores elegidos:

Llamó la atención que 17 proyectos incluyeron a la bandera provincial a través de sus colores, y que varios la replicaran. No era lo adecuado ya que el objetivo de la convocatoria era afianzar la identidad particular de la ciudad.

En la misma línea de confusión se presentó un diseño basado en el escudo provincial, como resulta de la comparación siguiente:

Otro diseño equívoco resultó ser el que adaptó el isologo que empleó una pasada gestión gubernamental (1996/ 1997). En suma, un plagio solapado, quizás preñado de alguna intencionalidad política, lo que sorprende por ser sus autores un grupo de jóvenes estudiantes en aquella fecha eran de corta edad.

Contraviniendo las indicaciones provistas para orientar los diseños, en las que se advirtió no representar banderas ya existentes, hubo cinco que se correspondieron con la enseña del Paraguay y otra con la de Venezuela.

En cuanto a las particiones del paño: prevaleció en número la de tres segmentos en vertical (18), lo que remite a la enseña provincia. Fue seguida por la de tres franjas horizontales (9), el paño pleno (5) y el divido en dos secciones horizontales, mientras que el cruzado por una banda se eligió en cuatro oportunidades. El biselado fue elegido por dos autores.

Siete iniciativas fueron decididamente abstractas, entre las que hubo para todos los gustos.

Solo 6 propuestas hicieron referencia a factores de la producción y 4 a la pesca, actividad ancestral en la zona. Esto podría señalarse como acorde al perfil tradicional de la ciudad que es la sede de la administración provincial.

Nueve ideas utilizaron el Sol como motivo central.

No faltaron aquellas que incluyeron complejos diseños, más allá de las motivaciones que sugerían una buena representatividad en los elementos escogidos. Es el caso de la que sigue, donde destaca el camalote, especie vegetal endémica de las costas fluviales y de la laguna que rodean a la ciudad de Santa Fe.

Y, por supuesto, no faltaron las que inscribieron al escudo oficial de la ciudad, una modalidad siempre presente en este tipo de concurso.

Finalmente, el proyecto elaborado por un joven de 13 años representó la tradicional puja entre los principales cuadros de futbol santafesinos. La partición se basa en el rojo-blanco de Unión y el negro- rojo de Colón. En el centro, sobre el blanco que tradicionalmente significa “paz”, se colocó el puente que une ambos colores dominantes  y dos espadas cruzadas ¿emblema indicativo de que las pasiones futboleras, y sus violencias, pueden superarse en base a la concordia? En el mismo concepto de inscriben las espadas que se muestran superadas, trascendidas, por el vínculo expresado en el puente. El faro de la Costanera podría interpretarse como factor de guía hacia el ideal pacífico sugerido. Quizás los trazos no ayudaron, pero la construcción conceptual fue muy sutil y, al mismo tiempo, dotada de una gran fuerza impulsora.

Más allá de los resultados y prescindiendo de los gustos subjetivos, este panorama permite señalar las virtudes de algunos conceptos y observar aspectos poco convincentes desde la técnica vexilográfica. Lo cierto y positivo es que el experimento de participación popular alcanzó su objeto y que el diseño finalmente seleccionado fue el que concitó mayores adhesiones lo que es un punto de partida favorable para el enriquecimiento del símbolo.

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