lunes, 8 de julio de 2024

La Casa Histórica y la Bandera de la Libertad Civil

Un templo de argentinidad

Junio del año 2024 - Salón donde se declaró la Independencia, 
con nuestras dos banderas nacionales y guardia de honor

Por Miguel Carrillo Bascary

El 9 de julio se conmemorará un nuevo aniversario de aquel día de 1816 en que se declaró la independencia de las Provincias Unidas de Sudamérica, fecha excelsa de todos los argentinos. Eran tiempos difíciles, seguramente mucho más que aquellos por los que transcurrimos hoy. A despecho de los intereses de sector, de la amenaza internacional y de sus propias contradicciones se dispuso formalizar la decisión que venía macerándose en la lucha desde el lluvioso mayo de 1810.

Fue marco de la solemne declarcion un humilde salón, formado en el adobe telúrico, enmarcando las toscas baldosas, con sus aberturas azules talladas a fuerza de hachuela. Un ámbito donde 29 hombres de toda condición llegadsos desde los más lejanos rincones de la Patria asumieron el compromiso de representar a sus pueblos de origen y ahí, reunidos frente a una mesa prestada, presidida por un crucifijo[1], símbolo de su fe y testigo de las trascendencia del acto, proclamaron la libertad como principio de vida.

Ese instante sublime hizo historia, y cada momento posterior marcó el devenir del pueblo que pocos días después y por intermedio de sus representantes, eligió por divisa la enseña que se venía usando hasta entonces. La que hoy reconocemos como Bandera nacional, únicos colores capaces de superar cualquier grieta en la dimensión de las emociones que impulsan el grito que sale de todos los pechos: ¡¡¡¡¡¡AR-GEN-TI-NA!!!!!!

Más de dos siglos después del histórico 9 de julio de 1816 en que se proclamó que “las provincias de la Unión fuesen una nación libre e independiente de los reyes de España y su metrópoli” a lo que diez días más tarde se agregó “… y de toda otra dominación extranjera", desde Tucumán se intenta llegar a un consenso pluralista que nos abarque a toodos. 

Con justicia, la ciudad de “San Miguel de Tucumán y Nueva Tierra de Promisión”, tal el nombre con que se fundó el 31 de mayo de 1565, es conocida como la “cuna de la independencia nacional”. En 1813 sumó el apelativo de ser el “sepulcro de la tiranía[2]”. Estos son títulos de honor imperecedero en los que los argentinos nos vemos reflejados.

Testigo de aquel 9 de julio de 1816 es el salón donde se expresó esa resolución, culminando así semanas de debates, acuerdos y disensos sobre la forma en que debía concretarse. Fue entonces que esos 29 hombres dejaron escrito:

“… invocando al Eterno que preside el universo, en nombre y por la autoridad de los pueblos que representamos, protestando al Cielo, a las naciones y hombres todos del globo la justicia que regla nuestros votos: declaramos solemnemente a la faz de la tierra, que es voluntad unánime e indubitable de estas Provincias romper los violentos vínculos que los ligaban a los reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojados, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando séptimo, sus sucesores y metrópoli”.

La historia siguió su curso hasta el presente que nos reúne sobre la piedra angular de la Constitución que define un estado de matriz federal en una nación conciente de su destino común, a despecho de naturales diferencias de sector.

No presidió el recinto ese escudo que nos plantean las imágenes reconstruidas con propósitos didácticos, sino una humilde cruz, colocada sobre una mesa prestada, circunstanciales testigos del nacimiento de la Patria en tan humilde cuna. Entre ellas y como ejemplo les presento las siguientes:

Congreso de Tucumán, Francisco Fortuny (1910)

1816 - Declaración de la independencia, Antonio González Moreno (1941)

Congreso de Tucumán, George Roux

La decisión que fue recibida con júbilo indescriptible por aquella Tucumán. Días después, ese mismo Congreso General se pronunció en el siguiente párrafo que signó su presidente, el doctor Francisco Narciso de Laprida[3] y avaló su secretario, el Dr. Juan José Paso[4]:

Elevadas las provincias Unidas en Sud América al rango de una nación, después de la declaratoria solemne de su independencia, será su peculiar distintivo la bandera celeste y blanca de que se ha usado hasta el presente, y se usará en lo sucesivo exclusivamente en los ejércitos, buques y fortalezas, en clase de bandera menor, ínterin, decretada al término de las presentes discusiones la forma de gobierno más conveniente al territorio, se fijen conforme a ella los jeroglíficos de la bandera nacional mayor. Comuníquese a quienes corresponda para su publicación”.

Aquella casa levantada hacia 1760 pasó por distintas vicisitudes, con toda justicia se la conoce como la “Casa Histórica de la Independencia[5]”. En 1903 su decrepito estado general llevó a su demolición, preservando el salón donde tuvo lugar el trascendental acto. Como testimonio del pasado argentino, en 1941 fue declarado monumento histórico nacional[6], y al año siguiente comenzó su reconstrucción[7] que finalizó dos años más tarde.

El templeto, en contrucción (ca. 1905)

Dibujo del histórico salón, contenido por el templete

Según fotografías de comienzos del siglo XX, el interior del salón no contuvo originalmente a la Bandera oficial de la Nación. Queda pendiente una investigación determine cuándo vino a sumarse. Los testimonios más recientes son discordantes.

Foto tomada hacia 1890

Unos años más tarde

Aspecto en el año 2021[8], con la Bandera nacional a la derecha

Fotografía del año 2023, donde la Bandera ha desaparecido

Desde hace pocas semanas, el ambiente presenta una trascendente novedad, con la incorporación de la Bandera Nacional de la Libertad Civil, “símbolo patrio histórico”, como la reconoció la Ley nacional Nº27.134 en el año 2015.

Para quienes no lo conozcan, este emblema constituye el testimonio material con que el general Belgrano reconoció el sacrificio del pueblo de Jujuy en las aciagas jornadas de 1813 y los esforzados triunfos en las batallas de Tucumán y Salta. Fue preservado por los jujeños y hoy goza es reconocida por todos los argentinos. El término “libertad civil” es una antigua forma de referirse al concepto de estado de derecho[9], pauta de vigencia universal. La pieza original se guardó desde 1927 la Casa de Gobierno de la provincia de Jujuy. Desde el año 2021 se halla en el centro de interpretación que forma parte de la sede gubernamental.

La visual de este símbolo en el “Museo Casa Histórica de la Independencia[10]”, tal su nombre formal, es una reivindicación de enorme trascendencia. Instalarla en su recinto central fue de las primeras disposiciones que adoptó a poco de asumir su actual director, el Dr. José María Posse[11].

Dr. José María Posse

Con esta decisión, las decenas de miles de argentinos que desde el presente ingresen al sagrado recinto podrán ver la Enseña Nacional y a la Bandera Nacional de la Libertad Civil junto a la mesa que recuerda que allí se firmó el acta de nuestra independencia. Sobre la pared del fondo, en el centro métrico del recinto, resalta un antiguo crucifijo que expresa la decisión que los congresales plasmaron en el Acta del 9 de Julio cuando invocaron “… al Eterno que preside el universo en nombre y por la autoridad de los pueblos” que representaban.

La instalación de este vexilo también es un acto de justicia si se observa que, desde la aprobación de la Ley Nº27.134 en 2015, que le reconoció como símbolo, anteriores gestiones a cargo del Museo inexplicablemente hicieron caso omiso a reiterados pedidos para que fuera mostrada.

La pieza que hoy se muestra en tan significativo sitio tiene una plusvalía ya que fue donada por el Instituto Nacional Belgraniano[12] cuyo titular es el Lic. Manuel Belgrano, descendiente directo en quinta generación del prócer de nuestra independencia, a raíz de un pedido que le realizó el Dr. Posse.

Nuestra bandera histórica, modelo patrón

La forma en que se disponen ambos vexilos es adecuada a los cánones del protocolo de banderas, pues se reconoce primacía a la Bandera Oficial de la Nación. Ambas tienen sus accesorios reglamentarios, como resulta de las fotografías mostradas.

En ocasiones solemnes ambas enseñas son custodiadas por efectivos con uniforme de época correspondiente al Regimiento 10 de Montaña “Gral. Racedo[13]”, en las ceremonias son acompañados por la Banda Militar “Sargento Primero Pedro Bustamante”. 

Oficial y suboficial (Reglamento de Uniformes del Ejército)

En forma concomitante, en la sala donde se referencian las luchas en el Norte argentino acaba de rescatarse un ejemplar enmarcado de la histórica bandera que corresponde a la versión oficializada como enseña oficial de la provincia de Jujuy[14], la misma tiene un diseño anterior al que fijó la Ley Nº5.772[15] que la regula. La pieza se encontraba en la reserva técnica del Museodonde permaneció por años

Lejanos precedentes

No es este el primer vínculo entre la Bandera Nacional de la Libertad Civil y la Casa Histórica. Fue en1898 que la reliquia histórica se expuso en Tucumán, durante una escala rumbo a su destino en la ciudad de Rosario, hacia donde se la llevó en tren para enaltecer la colocación de la piedra fundamental del Monumento a la Bandera Nacional que se intentaba en memoria de su primer izamiento. La comitiva oficial que la transportaba descendió del tren y fue recibida por el progresista intendente tucumano Zenón Santillán (1849-1910) acompañado de una nutrida comisión. El pueblo tucumano se encolumnó en el trayecto para brindarle su reconocimiento y luego desfiló ante ella. A su regreso, el símbolo recibió idénticas demostraciones.

Incluso hubo una tercera ocasión en que la histórica Bandera visitó el “Salón de la Independencia”. Fue julio de 1906, cuando Argentina celebraba los primeros noventa años de tan solemne declaración. Para entonces las malas condiciones edilicias de la Casa determinaron su demolición, ocurrida en 1905, con la debida preservación del Salón, sobre el que se construyó un templete de acero y vidrio, muy a la usanza de aquellos tiempos. Se escribió respecto del acontecimiento[16]:

Allí se la veneró con sensibles muestras de entusiasmo. Una verdadera lluvia de flores señaló su periplo. Otra vez se la expuso en el histórico salón donde se declaró la Independencia. Ante ella desfilaron los tucumanos y otros argentinos venidos desde todo el país. Cuenta la crónica que la solemnidad fue realmente impresionante; miles pasaron ante la reliquia, los hombres con sus cabezas descubiertas, como si fuera un objeto sagrado compusieron una escena tan grandiosa y humilde “como un pesebre de Belén”.

Para la ocasión se trasladó la bandera contenida en una urna vidriada, ya para entonces se habían recortado los extremos del paño que se encontraban muy estropeados. Se la mostró en la posición que muestra la fotografía[17] y ante ella hizo uso de la palabra destacó el acontecimiento el Dr. Joaquín Carrillo[18], hoy considerado el “primer historiador de Jujuy”.

 El gobernador Villafañe y el Dr. Carrillo (con su sombrero en la mano)
ante la bandera reliquia, Salón de la Independencia (1906)

 Público agolpado en derredor del Salón, dentro del templete (1906)

Además del citado, en representación del pueblo de Jujuy acompañaron entonces a la reliquia cívica: el gobernador de esta provincia, Benjamín Villafañe, junto a Manuel Buitrago, Julio Carrillo, Carlos González Pérez (senador de la Nación), Gabriel Carrillo, Ricardo López Iriarte, Eulogio Solari, Genaro González, Arturo Mendoza y Manuel Carrillo. Se sumaron a la comitiva muchos estudiantes jujeños, que con los años tendrían señalado protagonismo, entre ellos: René Buitrago (como presidente de los jóvenes), Miguel Zenarruza, David Carrillo, Domingo Baca, Adolfo Meyer, Julio Wiaggio, Raúl Bertrés, Ernesto Claros y David Arias.

 El gobernador de Jujuy, Benjamín Villafañe, y el Dr. Joaquín Carrillo

La ocasión se encuadró en un amplio programa de festejos sobre el que abundaré próximamente. También concitó la adhesión de grupos de estudiantes llegados de diversos lugares de país, deseosos de participar en tan especial reconocimiento. Valga como ejemplo que desde la ciudad de Rosario se sumaron veinte alumnos de la “Escuela Nacional de Comercio” y un grupo de profesores; también arribaron desde otros puntos del país. Para conmemorar estas peregrinaciones patrióticas se acuñó una medalla que se muestra:

Anverso y reverso

Conclusiones

  • No corresponden a la verdad histórica las imágenes que intentaron reconstruir la escena en que se declaró la independencia nacional, donde aparece un escudo similar a los usados desde 1813.
  • Es válido que en el salón donde se proclamó la independencia esté presente un ejemplar de la Bandera argentina ya que ella representa tanto a la Nación como al gobierno que la misma se ha dado.
  • El acompañamiento a la Bandera Oficial que presta un ejemplar de la Bandera Nacional de la Libertad Civil en la sala principal del “Museo Casa Histórica de la Independencia” es un hecho justo, pertinente y muy oportuno.
  • La exhibición que se concreta de esta manera repara la inexplicable omisión que persistió por casi una década.
  • Las condiciones de presentación de ambos vexilos son las adecuadas al protocolo.
  • La presencia de la histórica reliquia cívica en el lugar y su público reconocimiento a cargo de las autoridades y pueblo de Tucumán aportan legitimidad al símbolo y a la exhibición en curso.



Notas y referencias:

[1] El crucifijo fue retirado del Salón de la Independencia en el año 2016, inmediatamente surgió una amplia repulsa popular lo que determinó que las autoridades del Museo lo restituyeran a su lugar.

[2] Así la consideró el general Manuel Belgrano en el oficio que dirigió al gobierno el 29 de septiembre de 1812 donde le informaba sobre la victoria obtenida en Tucumán cinco días antes.

[3] Nacido en San Juan, en 1816 contaba con solo 29 años de edad.

[4] Su nombre era el de Juan José Esteban del Passo, porteño, de 58 años al declararse la independencia.

[5] Es erróneo llamarla “Casita de Tucumán” como se la conoce comunmente en la capital Federal, en las provincias del Litoral y en  la Patagonia.

[6] Decreto Nº98.076/ 1941.

[7] Ley Nº12.640 (1940) y Decreto N°102.303/ 1941.

[8] Foto de la web del Inst. provincial Mixto “San Agustín”: (Córdoba):  https://institutosanagustin.com.ar/9-de-julio-dia-de-la-independencia/

[9] En pocas palabras indica que los gobiernos no deben realizar su gestión según sus propios designios, sino que están obligados a conducirse según lo marcan la Constitución y las leyes en procura del bien común, respetando los derechos fundamentales de los habitantes.

[10] Depende de la Secretaría de Cultura del Gobierno Nacional.

[11] Es abogado, historiador, columnista del diario “La Gaceta”, miembro del Instituto Belgraniano de Tucumán, del Centro de Estudios Genealógicos de Tucumán y delegado del Instituto Nacional Browniano, fue Director de Patrimonio Histórico y Cultural de la Municipalidad de Yerba Buena, impulsó el proyecto que busca se declare “héroe nacional” a Bernabé Aráoz y es promotor de la “Ruta de la Independencia”. Algunos de sus libros: Bernabé Aráoz. El tucumano de la Independencia (2018), Cien años de épica aeronáutica argentina (2019), Y eran tucumanas (2021), Mujeres de Tucumán, la maliciosa invisibilidad (2022) y Crónicas de guerra, Tucumanos en Malvinas (2023)

[12] Se trata de una entidad de carácter oficial, dotada de autonomía académica, que acaba de cumplir 80 años de actuación velando por mantener vigente el testimonio de la vida del general Belgrano y su legado para las nuevas generaciones.

[14] Así lo dispuso la Ley provincial Nº4.816 de 1994: https://boletinoficial.jujuy.gob.ar/?p=56230

[15] Fue sancionada en el año 2013:  https://boletinoficial.jujuy.gob.ar/?p=61166

[16] Carrillo Bascary, Miguel. La Bandera Nacional de la Libertad Civil, su historia y su pueblo. Instituto Belgraniano de Jujuy. San Salvador de Jujuy. 2ª. Edic. 2018.

[17] En algunas publicaciones de la época consta que “la bandera se colocó sobre la mesa donde se firmó la declaración de la Independencia”, pero las fotografías preservadas la muestran contenida en su caja/ vitrina; además el mueble original se encuentra en la sacristía del templo de San Francisco, en Tucumán.

[18] Era de una familia con amplia actuación en la historia de Jujuy. Nació en su ciudad capital en 1854 y falleció en la finca que tenía en Yala, en el año 1935. Es autor de la primera obra histórica de carácter regional,  Jujuy provincia federal argentina– Apuntes para su historia civil, editado en 1877. Alto magistrado, docente, catedrático en la Universidad de La Plata, vicerrector de la misma, naturalista de nota, promotor del desarrollo económico y social de su provincia, poseía profundas convicciones religiosas y tuvo una rica vida de familia. Más información en: https://banderasargentinas.blogspot.com/2021/07/dia-del-historiador.html

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