miércoles, 3 de julio de 2024

“Incalificable ofensa” (sic)

Confesión de supina ignorancia

Foto:  Sebastián Tavaglia para el diario "La Capital"

Por Miguel Carrillo Bascary 

Puede parecer una anécdota, pero es un excelente ejemplo de como las ideologías inciden en la realidad si además se carece de un conocimiento que no debió faltar.

Aquel 4 de julio del año 2000, aniversario de la declaración de independencia de los Estados Unidos, como es habitual desde la década de 1960, la enseña norteamericana se izó en el mástil izquierdo ubicado en el Patio Cívico del Monumento Nacional a la Bandera.

Con este gesto se rinde homenaje en su día festivo a todas las naciones con que la República Argentina mantiene relaciones diplomáticas.

Fue entonces que un concejal de la izquierda, secundado por otros de sus pares, interpretó que se trataba de un gesto de obsecuencia de las autoridades del Ejecutivo municipal, del cual depende el Monumento. Indignados plantearon que el Cuerpo repudiara la conducta que ellos atribuían a la Intendencia. No faltó alguno que, incluso, consideró llevar a los tribunales a su titular bajo acusación de "traición a la Patria".

Menuda fue la sorpresa cuando se les informó la razón protocolar de tal reconocimiento.

Con esto, los que auspiciaban la repulsa quedaron en ridículo, ya que como concejales de la ciudad era de suponer que conocían que se trataba de un gesto de amistad idéntico al que se presta a todos los países, Más aún, que la sede del Concejo Municipal se encuentra justo al frente al memorial patrio.

Como ejemplo de esta práctica,  se acompañan otras fotografías que testimonian el izamiento de las banderas de Bulgaria y Noruega en sus respectivos días nacionales.



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