martes, 16 de marzo de 2021

Protocolo aplicado: dos ejemplos en el NOA

Aciertos y errores varios

Caso  1 - Tucumán

Por Miguel Carrillo Bascary

Internet nos aporta cotidianamente ejemplos concretos que podemos analizar para extraer conclusiones que sirvan al quehacer profesional del ceremonialista o del organizador de eventos. En la oportunidad tomaré dos casos correspondientes a dispositivos oficiales preparados en el contexto del NOA (Nor Oeste Argentino); foro institucional que agrupa a las provincias de esta región argentina.

Primer caso: TUCUMAN febrero de 2021

Trabajaremos sobre la foto que corresponde a una reunión formal del “Consejo Regional del NOA”. El evento se concretó en febrero de 2021 en Tucumán, como lo evidencia:

  1. el escudo que se observa en la mesa, un fino detalle; y
  2. la posición de la bandera tucumana, a la izquierda de la Bandera Oficial de la Nación (BON) colocada a la derecha del panel central.

Los protagonistas son los vicegobernadores de las provincias integrantes y actuó como anfitrión el gobernador tucumano.

En el panel central, el uso de los íconos obedece a un doble criterio, lo que no es bueno. Veamos: a la derecha se ubica al Escudo nacional, mientras que en las otras posiciones se optó por íconos basados en las banderas de las provincias que integran el nucleamiento. Lo ideal habría sido utilizar los escudos provinciales o bien, sustituir al Nacional por un ícono basado en la Bandera argentina, como el siguiente:

En cuanto a los íconos en conjunto, salvo el lugar de privilegio que correctamente se asignó al que representa a la Nación, los otros se dispusieron en orden inorgánico.

Lo correcto habría sido guardar las precedencias, asignando el primer nivel al Escudo nacional y a la provincia anfitriona; para continuar con las restantes según el orden alfabético. El siguiente esquema lo grafica:

En consecuencia, el olvido del ícono de Jujuy se revela como una grave falta de hospitalidad para con las autoridades de esta provincia ¿habrán formulado el correspondiente reclamo?

Otro buen detalle a señalar son las cartelas que identifican a los funcionarios presentes; lo que también se obvia en muchos dispositivos.

Analicemos ahora como se presentaron las banderas:

a. Todas están muy bien armadas, con expansor del paño; utilizan la lanza y moharra reglamentarias (Decreto Nº1650/ 2010)

b. Todas están niveladas, coincidiendo los vértices de las moharras.

c. Todas se observan coordinadamente expuestas en los espacios que quedan entre los funcionarios (pese a lo estrecho del espacio), lo que otorga buena visibilidad a los paños que están a una correcta altura, ya que sus emblemas centrales se ubican ligeramente por sobre el nivel de las cabezas.

d. Las corbatas, también son las reglamentarias, excepto en el caso de Jujuy, donde se usó una azul oscuro, blanca y azul oscuro, cuando desde el año 2013 la ley jujeña Nº 5.772 dispone con toda claridad que el adminículo debe ser “de color celeste y blanco, tal como están dispuestos en el Pabellón argentino. En su brazo superior, se bordará en letras doradas de 5 (cinco) centímetros de altura, con caracteres sencillos y legibles, la fecha “23 DE AGOSTO DE 1812”, en recuerdo del Éxodo, máxima gesta del pueblo jujeño. En el otro brazo, se bordará simétricamente y con iguales caracteres la fecha “18 DE NOVIEMBRE DE 1834”, en memoria de la fecha en que se alcanzó el pleno ejercicio de la autonomía provincial” (artículo 3. 7. b). Constan las leyendas reglamentarias, un aspecto que suelen olvidar quienes arman muchos dispositivos protocolares. Nota: luego de publicada esta entrada se me informó que la bandera jujeña fue regalada a la Gobernación de Tucumán hace varios años. hecha la aclaración para superar el problema solo habrá que reemplazar la corbata por una similar a la de la BON con las inscripciones reglamentarias. Agradecemos la info y cumplimos en destacar lo pertinente.

e. Corresponde destacar que la corbata de la enseña riojana lleva las leyendas ordenadas por la disposición que la creó, un detalle que suele pasarse por alto en el armado de otros dispositivos ceremoniales. ¡Muy bien! 

f. Lo mismo vale para la corbata tucumana, que muestra los grabados reglamentarios, aunque en este caso, tratándose de un dispositivo armado en la provincia hubiera sido el colmo que se olvidara.

g. En cuanto a la bandera de  Catamarca tiene el cantón del asta blanco, cuando en el modelo oficial debe ser celeste, a la inversa de lo que se muestra.

Consideremos ahora el orden protocolar, que se dispuso según el principio de la alternancia, a cada uno de los lados del panel central. Así: BON – Tucumán; BNLC – Catamarca; La Rioja – Jujuy; Santiago del Estero – Salta.

Aquí hay varios errores, muy evidentes:

a.  La primera dupla debió corresponder a las dos banderas nacionales; la BON y la BNLC; en la forma en que aparecen se subordina la BNLC a la enseña de Tucumán, lo que no está bien. Recordemos que la divisa histórica es de uso opcional, no obligatorio, pero si se emplea debe dársele el debido reconocimiento por lo que ira precediendo a todas las banderas provinciales. No ocurrió así en el caso tratado.

b.  El segundo descuido radica en privilegiar a la bandera de Santiago por sobre la de Salta, cuando el orden protocolar determinado por el alfabeto es el inverso al empleado.


Segundo caso: SALTA, mayo 2020

En la ocasión se trató de una reunión virtual conducida por las autoridades de esta provincia, que fue presidida por el vicegobernador local. Sus pares estuvieron presentes en forma remota, a consecuencia de la pandemia.

La reunión fue verdaderamente trascendental ya que se acordó reactivar el “Parlamento del NOA” un foro regional de enorme potencialidad que se mantuvo inactivo por más de cuatro años.

En el ambiente que se preparó destaca la colocación de tres banderas: la Bandera Oficial de la Nación; la Bandera Nacional de la Libertad Civil (símbolo patrio histórico) y la enseña de la provincia anfitriona, Salta. En principio la selección es la correcta, lo que debe destacarse.

En cuanto al orden protocolar; se eligió que lo defina la regla de la derecha, y en esta posición se ubicó a la BON, seguida en orden de precedencia por la BNLC y en tercero la bandera de Salta.

En el ceremonial argentino este ordenamiento esta admitido, pero tratándose de un número impar de banderas, no dejo de reiterar mi preferencia por disponerlas conforme al centro métrico, donde la principal ocupa este lugar y las otras se distribuyen a sus lados, alternativamente. Entiendo que las precedencias queda mejor expresadas utilizando este principio ya que el común de las personas tiene profundamente internalizado que el centro de la posición de privilegio.

El principal aspecto mejorable surge a partir de la posición central de la mesa, que está ocupada por la autoridad anfitriona que oculta casi en su totalidad al segundo emblema. 


¿Cómo pudo superarse la cuestión? De una forma muy sencilla:

Tomando como referencia a la autoridad que preside, se pudieron colocar a su derecha ambas banderas nacionales, la BON y la BNLC, en este orden:

 

Eventualmente y como forma de resaltar a la primera, pudo disponerse esta en primer término y la segunda a su derecha, pero levemente soslayada, aplicando la regla del orden oblicuo, lo que permite darle especial protagonismo, particularmente en planos cortos, como los que se utilizan en charlas virtuales o en televisión.

En ambos casos, la bandera de Salta irá sobre la izquierda de la autoridad huésped. 

En la toma pueden señalarse dos errores inexcusables en un ámbito oficial:

La BNLC se presentó sin dispositivo extensor de su paño; el que sí estuvo presente en la restante insignia nacional y en la de Salta.

La BNLC está colocada claramente a un nivel más alto que las restantes, una gaffe inaceptable ya que implica que la BON quede subordinada, nada menos.

Conclusiones

  • En ambos casos hemos visto varios aciertos, algunos de ellos merecen ser destacados, muy especialmente.
  • Por otra parte, consideramos dos dispositivos estáticos, donde los imprevistos deberían poder ser atendidos con suficiente antelación, si bien nadie está exento de algún equivoco, si tenemos presente que los armadores son (o deberían ser) profesionales calificados en la materia, hay errores que no debieron ocurrir.
  • Lo importante no es señalar responsabilidades, sino que la actitud correcta debe ser la de capitalizar estos deslices para superarnos a futuro ¿No les parece?

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