Un pasado “colorado”, escándalo en el presente
Serie: Errores de Ceremonial
Por Miguel
Carrillo Bascary
El acto cumplido por reciente aniversario del
trigésimo de la firma del "Tratado de Asunción" que configuró al MERCOSUR como
una organización de estados, generó repercusiones políticas que no son de las
mejores, si es que nos atenemos a los medios masivos de comunicación. En mi
caso me limitaré a un análisis desde el Ceremonial y el Protocolo.
En la reunión de los presidentes de los estados
miembros, se realizó en forma remota con motivo de la pandemia; la República Argentina
actuó como anfitriona.
El evento se concretó en dependencias del Museo de la Casa de Gobierno, con una sencilla pero muy agradable ambientación:
Tecnología y Protocolo
Para ello se dispuso de una renovada escenografía, como resulta de la fotografía que abre esta
entrada, donde se vio a la Bandera Oficial
de la Nación y a la del MERCOSUR, en cada extremo del dispositivo y,
ocupando el espacio central, una pantalla donde entre otros elementos, se presentó
un armado que incluyó imágenes alusivas a los estados miembros.
Me resisto a emplear el término de “banderas” ya que la disposición en vertical, contradice el concepto. De por sí esto implicó un apartamiento del principio rector del Ceremonial de estados, su
igualdad jurídica.
Sin embargo, entiendo que una sana crítica debe aceptar el uso de la tecnología; el inconveniente radicó no tanto en que la enseña argentina y la de la organización se presentaran en su forma tradicional, al contrario de los símbolos de los otros países (a los que se adicionó una "imagen" de su emblema; la crítica radica en que, con la dinámica implicada estas últimas quedaron marginadas, ya que se veían alternadas con el nuevo logo conmemorativo y la referencia al evento.
El tema de la bandera del Paraguay
En el caso, se
mostró una “bandera” irregular, preñada de connotaciones políticas que de
hecho implican inmiscuirse en cuestiones internas de este país.
Es increíble que se haya concretado en un ámbito diplomático como el de que se trata, donde el Protocolo debería estar aceitado con altísima precisión, si consideramos los siete lustros de acción conjunta de las cancillerías implicadas.
La legislación
sobre los símbolos nacionales paraguayos es sumamente prolija; así resulta
del Decreto Nº11.400 del 15 de
julio de 2013; norma vigente en la fecha (Ref.: http://digesto.senado.gov.py/ups/leyes/8871%20.pdf);
de forma que lleva casi ocho años de
vigencia.
Para este comentario me basaré en su copia oficial,
impresa en papel membretado del Poder Ejecutivo. Allí, con referencia al “Pabellón de la República” (sic) su
artículo 2do. lo describe en detalle, como resulta del segmento pertinente:
Trascripción:
"Pabellón de la República. Entiéndese por
"Pabellón de la República" el símbolo, compuesto de la bandera
paraguaya con la inserción de sus dos escudos, ubicados en el centro de la
franja blanca, en el anverso y reverso respectivamente, en la forma prescrita
en el Artículo Primero de la Resolución del Soberano Congreso General
Extraordinario del 25 de Noviembre de 1842, cuyo texto describe: "El
Soberano Congreso general extraordinario de la República del Paraguay declara
solemnemente manda y ordena que el pabellón de la República sea el mismo que
hasta aquí ha tenido la nación, con las variaciones convenientes, esto es, una
bandera compuesta de tres fajas horizontales colorada, blanca y azul. De un
lado el escudo nacional con una palma y una oliva entrelazadas en el vértice y
abiertas en la superficie, resaltando en el medio de ellas una estrella. En la
orla una inscripción distribuida que dice República del Paraguay. En el lado
opuesto, un círculo con la inscripción Paz y Justicia, y en el centro un león
en la base del símbolo de la libertad".
Más adelante la norma contiene un Anexo gráfico donde con los modelos-patrones del Escudo, anverso y
reverso, que carga el paño de la bandera; tal como se muestra:
El Decreto Nº11.400 destaca en sus considerandos que con su dictado se procuró recuperar la fidelidad histórica de los emblemas que en 1970 se vio alterada de hecho. El conocido diario asunceño ABC Color contiene un muy interesante artículo que revela un origen de la iniciativa que, según un grupo de miembros de la Academia Nacional de la Historia del Paraguay, fue introducido por Adolfo Stroessner, quien llegó al poder en 1954 mediante un golpe de estado militar y que se mantuvo en él hasta 1989 (nada menos que por casi 35 años) a través de sucesivas elecciones formales, al par que instauró un régimen tiránico. Su base de poder radicó en el Partido Colorado que se vio reflejado en la corona del símbolo (Ref.: https://www.abc.com.py/edicion-impresa/locales/bandera-con-escudos-de-carlos-a-lopez-desplazo-a-la-de-stroessner-1397760.html)
Esto ocurrió en la imagen del Paraguay proyectada en
Bs. Aires, un desliz inconcebible, repito, en el ámbito donde ocurrió. Entiendo
que el Estado implicado habrá manifestado su desagrado, aunque esto no
haya trascendido al gran público.
Más aun, el uso del modelo con la corona roja en la bandera del Paraguay es un error harto reiterado en Argentina por eso, esta entrada se presta admirablemente para puntualizarlo, con la esperanza que ceremonialistas y organizadores de eventos poco advertidos tomen conciencia de lo expuesto y eviten reiterar el error.
III. Otros detalles
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