Veleidades
vexilológicas
Por Miguel Carrillo Bascary
Todos los
argentinos sabemos quien es Patoruzú. Conocemos también a toda su familia
(1) y a sus amigos.
Contarles a los extranjeros sobre él llevaría una
extensión considerable, pero intentaremos sintetizar sus rasgos más
característicos. El Indio, como afectuosamente le dice su padrino Isidoro
Cañones, es un entrañable personaje de
historieta que entretiene ya a cinco generaciones de argentinos. Sus
aventuras se comenzaron a publicar como tira cómica y evolucionó con los años
hasta convertirse en un clásico de la
cultura nacional, por lo que algunos lo consideran un auténtico superhéroe
argentino.
Representa al espíritu
telúrico argentino bajo el aspecto de un cacique tehuelche nacido en la Patagonia pero que vive en Bs.
Aires, desde donde se desplaza periódicamente a sus estancias y a otros lugares a los que lo lleven sus aventuras. Junto con sus hermanos, Patora y Upa, son los últimos descendientes de la indomable
dinastía de los Patoruzek.
Por esta razón Patoruzú
está plenamente identificado con la argentinidad y él mismo no pierde
ocasión de confesarse como argentino.
Así ha sido aceptado por sus connacionales, hasta el punto en que aparece en varios sellos postales, junto
convarios de sus amigos. En su hablar, directo y campechano usa algunos
términos que supuestamente provienen de su lengua madre, pero que en realidad no
puede remitirse al tehuelche; en todo caso son adaptaciones de la jerga
campera, como por ejemplo “canejo”; “maula” y su característico grito de
alegría ¡Huija!.
La imagen paradigmática de Patoruzú se nos representa
cubierto por su poncho, con una Bandera
nacional sobre sus hombros y tocado por una solitaria pluma, emblema de su cultura ancestral. Dueño de una
fuerza descomunal y de una fortuna inconmensurable tiene un corazón pleno de
bondad y otras cualidades que lo hacen un ser
de fantasía absolutamente querible. Siempre lucha por las buenas causas; y
es dueño de una generosidad increíble; sin un ápice de malicia, va por la vida
acompañado su alter ego, Isidoro
Cañones y un cúmulo de muy particulares
figuras.
Historia
de Patoruzú
El personaje en sus orígenes
Interesar conocer que Patoruzú está cerca de cumplir
los 92 años de su aparición, que
ocurrió el 19 de octubre de 1928 en
el diario “Crítica” de Bs. Aires y estuvo precedido de una poco frecuente
campaña de expectativa. Sin embargo, su autor tuvo diferencias con el periódico
y la tira fue de presencia efímera, el personaje reapareció unos años más
tarde, en la tira de “Don Julián de Montepío”.
Originalmente su nombre fue “Curugua-Curiguagüigua” algo que todo argentino sabe pero que resulta imposible recordar; precisamente por esto, su partenaire en el comic, “Don Gil Contento”, resuelve bautizarlo con el inmortal nombre de Patoruzú. Seguidamente se trascribe el diálogo entre ambos personajes:
Mientras las puertas de un vagón de tren de cargas se
abren aparece un indio que más tarde se revelará como cacique tehuelche, quien
a los gritos dice: "¡Guagua piragua! ¿Vos sos meu tutor che? Curugua Curiguagüigua te
saluda".
A tan efusivo saludo Don Gil contesta: “Por fin llegaste Parotruzu (sic), te bautizo con ese nombre porque el tuyo me
descoyunta las mandíbulas”.
En 1931 la tira tomó el nombre de “Patoruzú” y en ella ya se observa una reelaboración del
personaje. Cuatro años más tarde empieza a publicarse en el diario “El Mundo”
donde alcanza enorme popularidad. El
primer número de la revista “Patoruzú” apareció el 10 de diciembre de 1936; tenía
una periodicidad mensual. Luego salía cada 15 días (1937) y finalmente se
transformó en un semanario (1938) que en los momentos cúlmenes llegó a vender
más de 300.ooo ejemplares.
Bajo
diversos formatos se siguió difundiendo hasta 1977 luego de 2045 números; por
unos años se continuaron publicando aventuras actualizadas a la época. En la
década de 1940 saltó a la radio Su creador fue el humorista argentino Dante Quinterno (1909 – 2003).
Los
primeros 126 números de la publicación pueden encontrarse reproducidos en el “Archivo Histórico de Revistas Argentinas”
(https://ahira.com.ar/revistas/patoruzu)
Patoruzú y los símbolos nacionales argentinos
El
cacique se identifica con la Bandera nacional en numerosas viñetas como, por ejemplo:
En las fiestas patrias usa una escarapela desmesurada.
Cuando entona alguna canción o, en este caso, el Himno Nacional argentino, con su voz
potente y desafinada irrita a todos los presentes.
Una versión más aniñada, especialmente concebida para llegar a los más chicos resulta ser “Patorucito” (surgido en 1945), quien gusta montar a su fiel Pamperito un caballo tan cerril como su dueño. Como todo chico aplicado Patorucito es abanderado de su escuela, sin embargo el su versión adulta el Cacique es muy tosco y desconfía de la tecnología.
La banda de presidente de la Nación no es un símbolo nacional, pero Patoruzú fue representado con ella.
Y tratándose de la pasión nacional, el futbol, es
natural que Patoruzú vista la camiseta
del Seleccionado Argentino.
Las
banderas Tehuelches
Pero, si vamos a la realidad, en tanto que Patoruzú es
un cacique tehuelche se presenta un verdadero “dilema”. No hay duda alguna de que es argentino y que, como tal,
que tiene la bandera nacional grabada en
su corazón. Pero, como orgulloso representante de su etnia es “lógico” que lo exprese con su enseña. El “problema”
es que la Vexilología argentina nos hace saber que existen tres banderas vinculadas a los tehuelches (2)
La primera resulta ser la de los “mapuches - tehuelches” de la provincia de Chubut, que fue aprobada por las comunidades locales en 1991. Indudablemente que Patoruzú no pertenece a este conglomerado mixto, ya que es un tehuelche “puro” y auténticamente argentino, mientras que los mapuches son originarios del territorio que hoy se conoce como Chile, quienes en el curso del siglo XIX pasaron a la Patagonia para afincarse en su parte meridional.
Pero, además existe otra divisa particular, la de los Günün a Küna (tehuelches
septentrionales) que es una comunidad que habita en Rincón de los Sauces, en la
zona de Auca Mahuida, provincia de Río
Negro. Tampoco esta puede ser considerada “bandera de Patoruzú” ya que es
el emblema de una comunidad en concreto, no del pueblo tehuelche como ente colectivo
étnico.
Del
contexto de la historieta resulta que Patoruzú es oriundo de aún más lejanas
latitudes, una región que
correspondería a la provincia de Santa
Cruz. Precisamente, la bandera de los tehuelches
santacruceños es la siguiente, por lo que podríamos señalar como aquella
con la que podemos identificar al Cacique.
La
bandera “personal” de Patoruzú
Como todo “monarca tribal” Patoruzú tiene el legítimo derecho de tener una bandera personal. La imaginación de uno de sus admiradores que administra el
Facebook “Patoruzú vive”: https://www.facebook.com/100111241638335/posts/124104125905713
Para elaborarlo se partió de los diversos ponchos usados por el Indio, a los que suma las extrañas
cruces que recuerdan vagamente a los diseños pampas. A esta hipotética bandera
su autor la describe así:
“La franja de
arriba simboliza los colores del poncho que usó en su etapa más reconocida, la
de las “Andanzas de Patoruzú”.
“La franja del medio tiene los colores del poncho que solo apareció en el semanario Patoruzito (y, agrega quien esto escribe, también en algunas de las aventuras de adulto). Junto a su icónica pluma”.
“Y finalmente, la franja inferior
representa los colores del [poncho en el] primer “Patoruzú” que tuvo éxito, y que
es hoy injustamente no reconocido, el del diario “La Razón”.
Demás está decir que está bandera
representa también a su bondad, piedad, humildad, solidaridad y fuerza
inagotables”; dice el autor de
la iniciativa.
Desde la Vexilología, es evidente el acierto del diseño en cuanto síntesis
de la vida del personaje. Los colores son contrastantes y tienen sentido
“histórico”; junto con la referencia a los ponchos resume en la pluma los
principales atributos del Indio; la elección de las tres franjas se corresponde
con la Bandera argentina.
Agregados:
La popularidad de Patoruzú se manifiesta en algunos
íconos, desarrollados para circunstancias particulares. Por ejemplo, en los pines de combate que adoptaron algunos pilotos
argentinos que pelearon como voluntarios en la Royal Air Force durante la II Guerra Mundial, lo que evidencia la
identificación del mismo con el sentimiento
de argentinidad.
En cuanto a Isidoro,
su padrino y custodio en las contingencias de la vida urbana es el paradigma de
la mal llamada “viveza criolla”. Se trata de un porteño ventajero; jugador, mujeriego,
juerguista; tramposo; vago; aprovechador; a lo que suma otras cuantas “virtudes”
negativas. En la portada de la revista “Locuras
de Isidoro”, año V, Nro. 57, un desprendimiento de la historieta de “Patoruzú”,
lo vemos junto a su inefable amiga y compinche de las noches porteñas, Cachorra. Lleva la una bandera propia donde identifica varios
de sus vicios (las apuestas a los caballos; el póker; los dados y el fumar) en
ocasión de visitar un casino ubicado en
las islas Malvinas. Observar que es de color verde, en alusión al paño de
las mesas de juegos.
Sobre Patorzú
en el deporte puede consultarse otra entrada del autor: https://programa-rosariocunadelabandera.blogspot.com/2019/01/mas-sobre-patoruzu-y-rosario.html
Nota
1.- En el mundo de las historietas, se dice que
“Patoruzú” y su inocente hermano “Upa”, inspiraron a, célebre creador de
“Asterix”, René Goscinny. Donde Upa se ve reflejado en “Obelix” y Patoruzú en
el galo.
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