miércoles, 31 de julio de 2019

Más sobre banderas y el Apolo 11

Las otras banderas que llevó 
Apolo 11


Por Miguel Carrillo Bascary

Una de mis últimas entradas en este Blog, http://banderasargentinas.blogspot.com/2019/07/bandera-del-apolo-11-y-otras.html suscitó diversos comentarios, por lo que resolví ampliar la información.

Además de la bandera de los Estados Unidos y del banderín del Club Independiente que Amstrong y Collins llevaron a la superficie de la Luna, el módulo Eagle del Apolo 11 transportó 135 enseñas de otros países. Más abajo se consignan sus nombres.

La idea era asociar a la Humanidad en la trascendental empresa, aunque obviamente se trató de una etapa más de alta política internacional. Paralelamente se dejaría en la Luna un testimonio con mensajes de buena voluntad de numerosos mandatarios y una placa alusiva.

Una decisión política

La iniciativa había sido anunciada por el presidente Nixon en enero de 1969 y tuvo un cuidadoso desarrollo. Vemos entonces, que la decisión fue netamente política, lo que privó por sobre las perspectivas científicas del mando de la NASA.

En febrero de 1969, para definir lo pertinente la NASA creó el “Comité de Actividades Simbólicas”, con la misión de establecer: los elementos que se llevarían a la Luna; los que se dejarían allí y aquellos que se traerían de regreso.

Un primer análisis consideró tomar las banderas como referencia. Se sugirió plantar: la que representaba a la ONU, la de los Estados Unidos; o bien, un conjunto de enseñas de todos los países del mundo, además de depositar alguna placa o testimonio del logro.

Para resolverlo se pidió un asesoramiento plural, que incluyó al Comité Histórico de la NASA; al Instituto Smithsoniano, a la Biblioteca del Congreso, al Archivo de los E. Unidos, al Consejo Espacial y a diversas comisiones del Congreso. Finalmente, la recomendación fue la de colocar una bandera estadounidense y una placa conmemorativa que quedaría adosada a una de las patas del módulo de alunizaje, así se haría finalmente.

En consecuencia, se llevaron a la superficie selenita numerosas las banderas de diversos estados, pero no se izaron. Luego se trajeron a la Tierra. Como veremos, les estaba reservado un curioso destino.

La decisión de colocar una bandera de los Estados Unidos no dejó de despertar alguna polémica. Se objetó que la opinión pública mundial podía interpretarlo como un acto que revelara la intención de apropiarse de la Luna. A esto se contestó que tal parecer carecía de sustento por cuanto ya estaba vigente el “Tratado internacional sobre el Espacio Exterior” que eliminaba toda reclamación de soberanía sobre los cuerpos del espacio. Para desalentar definitivamente todo cuestionamiento, en noviembre de 1969 el Congreso de Estados Unidos sancionó una ley especial, que consagró el compromiso de no realizar reivindicaciones territoriales, a la par que rechazaba todo acto similar que protagonizara algún otro país.

En lo concreto, llevar estos elementos al suelo lunar no fue una cuestión menor. Por humildes que parezcan, su trasporte privó de espacio para equipos técnicos y, además, incrementó la masa, con lo que se agregó una nueva complicación al despegue del módulo desde el Mar de la Tranquilidad.

Algo más sobre la bandera de los Estados Unidos

La que sí se instaló en la Luna fue la enseña de Estados Unidos, cuyo despliegue aportó una de las fotografías más significativas de la Historia.

Kinzler y el boceto del mástil y bandera lunar

Cuentan las crónicas que originalmente se había planeado pintar una bandera de los E. Unidos en la sección inferior del Módulo Lunar, que permanecería en suelo selenita, pero el ingeniero vinculado a la NASA, Jack Kinzler (1), sugirió, disponer de un mástil telescópico con una barra transversal horizontal que iría insertada en un dobladillo sobre el borde superior de la bandera; el paño correría como si fuera una pequeña cortina. Ambos elementos del mástil estaban construidos con dos tubos de aluminio anodizado de 2,54 cm (1 pulgada), lo que insumió un costó de u$s 75. El conjunto pesaba menos de 10 libras (4,3 kg). El “paño”, que en realidad era de nylon, tenía 0,91 x 1,52 metros y fue adquirido de la fábrica de banderas Annin & Co. A un precio de u$s 5,50; como ya se informó en otra entrada de este Blog.

El conjunto que se llevó a la Luna

Kinzler, dispuso de solo tres meses para cumplir la tarea. El mástil y la bandera se adosaron en el lado izquierdo de la escalera del módulo Eagle, dentro de un contenedor de acero y aluminio, para preservar el paño del calor causado por la ignición de los cohetes de desaceleración al momento del alunizaje, donde era previsible que se generara una temperatura estimada en 2.000 grados Fahrenheit (unos 1.090 grados centígrados). El conjunto pesó 9 libras y 7 onzas (4,3 kg). Lo curioso fue que su compleja protección insumió varios cientos de dólares, monto muy superior al costo del mástil y la bandera.

Para clavar la pieza en el suelo lunar se usó un martillo de muestreo de minerales; mientras que el otro tripulante desplegaba la sección traversa y adosaba la bandera; que seguidamente hizo correr por la canaleta. La operación no fue sencilla debido a las dificultades operatorias que presentaban los trajes espaciales. De esta manera se consumó el primer izamiento sobre la Luna.

Presentes de buena voluntad

Meses más tarde, cuando el éxito había coronado la Misión Apolo 11 el gobierno de Estados Unidos mandó a preparar unos testimonios destinados a cada uno de sus 50 estados, Puerto Rico y otros territorios, así como a países con los que mantenía algún especial vínculo (ver su nómina al final)

Básicamente consistieron en exhibidores de madera que contenía: una pieza de acrílico donde estaban incluidos cuatro pequeños fragmentos de roca lunar (0,05 gramos) y, en su caso la correspondiente bandera que se llevaron a la Luna, a lo que se sumó un mensaje del gobierno norteamericano que rezaba:

“Presentado al Pueblo de ___ (se incluía aquí el nombre del estado destinatario) ______ por Richard Nixon, Presidente de los Estados Unidos de América.

Esta bandera de tu nación fue llevada a la Luna y luego traída de regreso por Apolo 11 y este fragmento de la superficie de la Luna fue traído a la Tierra por la tripulación de ese primer aterrizaje lunar tripulado”.

La dedicatoria que acompañó el testimonio destinado a la Argentina. 
Fuente: Planetario Galileo Galilei

El éxito de la iniciativa fue tan significativo que sería reproducido más tarde como forma de evidenciar los éxitos de otras etapas del Proyecto Apolo (2).

Las minúsculas rocas lunares

La bandera roja que viajó a la Luna

Cabe señalar que Estados Unidos envió como presente de “buena voluntad” un exhibidor similar a su archirrival en la carrera espacial y adversaria en el marco de la Guerra Fría, la U.R.S.S. La entrega la concretó Neil Amstrong ante el premier Alexéi Kosyguin (http://photo.bondareff.ru/18092010.htm)

 

Sin dudas que debió ser un duro golpe al orgullo soviético, pero Kosyguin, procuró no evidenciarlo. El testimonio se muestra hoy en el “Museo de la Cosmonáutica” de Moscú; acompañado por un traje espacial norteamericano, tal como puede verse en la foto expuesta. Fuente: https://danielmarin.naukas.com/2011/03/20/la-bandera-sovietica-del-apolo-11)

Una bandera olvidada

Curiosamente, cuando la NASA se abocó a preparar los testimonios que Estados Unidos entregaría a los países representados por las banderas que transportó a la Luna el Apolo 11, se verificó que inadvertidamente no ocurrió así con la enseña de Venezuela. En su lugar se entregó una enseña alusiva a la misión.

A la distancia puede aventurarse que los encargados de preparar las piezas la hayan confundido con las banderas de Ecuador o Colombia y que esto fue la razón de la exclusión.

El presente entregado a la Argentina


 La donación del gobierno de Estados Unidos a nuestro país se concretó el 16 de abril de 1970 en una ceremonia oficial realizada en la “Casa Rosada” (sede del Gobierno), por conducto de su embajador, John Davis Lodge y fue recibida por el presidente de facto Juan C. Onganía.

El exhibidor que contenía la bandera argentina que cumplió tan excepcional destino y los fragmentos lunares, se destinaron al planetario “Galileo Galilei”, ciudad de Bs. Aires. Este centro de investigaciones y de difusión de la ciencia astronómica acababa de ser inaugurado y por entonces era el sumun. Las piezas pueden verse hoy, en el primer piso del edificio, destinado a su museo interactivo. https://planetario.buenosaires.gob.ar/rocas-lunares

El Planetario de Buenos Aires y su logo


Otro fragmento de mayor tamaño, contenido también en una esfera acrílica, fue expuesto durante unos 15 días en el Teatro Municipal General San Martín (Bs. Aires), donde se formaron largas filas de curiosos y de inquietos porteños de todas las edades. La presentación era parte de una gira promocional que Estados Unidos organizó en diversos países (https://www.lanacion.com.ar/sociedad/la-roca-lunar-fue-muy-visitada-pese-a-la-tarde-de-sol-nid171522


La imagen nos muestra un diseño de Sol que no es el de uso oficial (Decreto Nº10.302/ 44), pero que sin embargo era muy usado por las banderas comercializadas en aquellos años.

Las 135 pasajeras

Esta es la nómina de los estados cuyas banderas fueron transportadas por Amstrong y Collins hasta la superficie lunar:

Afganistán, Alemania (Occidental), Alto Volta, Argelia, Andorra, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Austria, Barbados, Bélgica, Bután, Bolivia, Botswana, Brasil, Birmania, Burundi, Camerún, Canadá, Camboya, Centroafricana, Rep., Costa de Marfil, Chad, Chile, Colombia, Congo (Brazaville), Congo (Kinshasa), Corea del Sur, Costa Rica, Chipre, Dahomey, Dinamarca, Ecuador, Egipto, El Salvador, Etiopía, Finlandia, Filipinas, Francia, Gabón, Gambia, Ghana, Grecia, Guatemala, Guinea, Guinea Ecuatorial, Guyana, Haití, Honduras, Islandia, India, Indonesia, Irán, Iraq, Irlanda, Israel, Italia, Jamaica, Japón, Jordania, Kenia, Kuwait, Laos, Líbano, Lesoto, Liberia, Libia, Liechtenstein, Luxemburgo, Madagascar, Malawi, Malasia, Maldivas, Malí, Malta, Mauritania, Mauricio, México, Mónaco, Mongolia, Marruecos, Mascate y Omán, Nauru, Nepal, Nueva Zelanda, Nicaragua, Níger, Nigeria, Noruega, Países Bajos, Pakistán, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, Reino Unido, República Dominicana, Ruanda, San Marino, Senegal, Sierra Leone, Singapur, Somalia, Sudáfrica, España, Sudan, Sri Lanka, Suazilandia, Suecia, Suiza, Siria, Taiwán, Tanzania, Tailandia, Togo, Trinidad y Tobago, Túnez, Turquía, Uganda, Uruguay, Vaticano, Vietnam del Sur, Samoa Occidental, Yemen, Yemen del Sur, y Zambia.

Por razones políticas también se incluyeron las correspondientes a la URSS, como ya se destacó y a sus estados satélites: Albania, Cuba, Checoslovaquia, Hungría, Polonia, Rumania y Yugoslavia.

A esta nómina se agregaron las banderas de los 50 estados de la Unión; del estado libre asociado de Puerto Rico y de los territorios de: Guam, Islas Marianas del Norte y Samoa Estadounidense. También se transportó el pabellón de las Naciones Unidas.

Display correspondiente a California
Notas:

(1) Kinzler también diseñó la placa conmemorativa instalada en el Módulo Lunar. Construida en acero inoxidable incluía facsímiles de las firmas de todos los astronautas de la misión y del presidente de los Estados Unidos, junto con una representación del hemisferio oriental y occidental de la Tierra. La placa del Apolo 11 incluía la inscripción: "Aquí los hombres del Planeta Tierra pisaron la Luna por primera vez. Julio de 1969 DC. Llegamos en paz para toda la humanidad". Además se le debe a Kinzler el diseño de los seis palos de golf con la que el astronauta del Apolo 14, Alan Shepard, realizó sus dos famosos juegos en la Luna. Posteriormente tuvo a su cargo el proyecto del escudo antifricción del Skylab (1973)



 
Facsímil de la nota citada

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