viernes, 19 de julio de 2019

Bandera del Apolo 11 y otras consideraciones

Cuestiones sobre la Luna y las banderas

La bandera desplegada en el Mar de la Tranquilidad

Por Miguel Carrillo Bascary

A cincuenta años del alunizaje del Apolo 11 parece válido recordar dos imágenes que hoy son patrimonio común de la Humanidad.

La primera es la huella del ingeniero aeroespacial y piloto Neil Armstrong, la primera pisada de un hombre sobre el polvoriento suelo del Mar de la Tranquilidad; más de 600 millones de personas pudieron apreciarlo “en vivo”.


La segunda es aquella donde Edwin Aldrin tributa honores a la bandera de los Estados Unidos desplegada en las inmediaciones del módulo lunar Eagle, con la profunda oscuridad del espacio como fondo, destacando sobre el desolado horizonte. Allí suspendida de un débil mástil desplegado, la tricolor norteamericana proclamó a los ojos del mundo la hazaña tecnológica y la decisión de una nación de nuestro continente, que auguraba una nueva era en el derrotero de la Humanidad que supo proyectarse desde el planeta azul que llamamos Tierra hasta su satélite natural, suspendido en el vacío a unos 384.400 kms. de distancia promedio.

Aldrin ante la bandera de su país

Mucho se ha escrito y seguirá escribiendo sobre esta última imagen, a partir de que algunos críticos expresaron sus dudas sobre si el histórico hecho se había producido verdaderamente o si se trató de un montaje propagandístico para posicionar a los Estados Unidos en la carrera a la Luna postergando a la entonces llamada Unión Nacional de Repúblicas Socialistas Soviéticas (U.R.S.S.) Hoy sabemos que las evidencias científicas que avalan la realidad del acontecimiento son abrumadoras, pero para completar esta faceta del comentario dejo a los interesados algunos de los infinitos enfoques que pueden hallarse en Internet (1)

La Vexilología y la Luna

Desde la noche de los tiempos los hombres fijaron su atención en nuestro satélite natural, al que muchos pueblos divinizaron. A su tiempo la Luna sirvió como símbolo para elaborar muchos escudos, desde ellos pasó a las banderas. Por caso la vemos hoy en las enseñas de Laos; Nepal; Palau y del Tibet; también en algunos cantones de Suiza; de otros estados subnacionales y de ciudades.

Figuró también en la primera bandera mirandina, en 1797. 


Numerosos pueblos indígenas de toda América incorporan la Luna en sus emblemas y en Argentina la vemos en las enseñas de puelches, comechingones y en guñelve de los araucanos.

Bandera del pueblo puelche

 La bandera que llevó Apolo 11

En los recuerdos de la Humanidad vale rescatar algunos datos vinculados a la segunda fotografía de la que hablamos.

La NASA informa que entre aquella toma de 1969 y la última misión norteamericana (1972), los astronautas dejaron sobre la superficie selenita un total de seis banderas de las “franjas y estrellas”.

Desplegando la bandera

La sencillez asombrosa de la bandera que colocaron Armstrong y Aldrin contrasta con el multimillonario presupuesto del Programa Apolo; solo habría costado u$s 5,50. La pieza era de nylon y había sido manufacturada por la compañía “Annin Flagsmakers” fundada en 1847, sobe la que prometemos una nota complementaria de la presente. Para conocer algo más sobre ella los ansiosos pueden remitirse a https://www.annin.com/about-us.

Saludo militar a la bandera

En el año 2012 el Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) de la NASA mostró que permanecían en pie cinco astiles que habían sido usados para desplegar estas banderas. Eran los correspondientes a las misiones Apolo 12, Apolo 14, Apolo 15, Apolo 16 y Apolo 17. No ocurrió lo propio con la del Apolo 11 que se habría destruido al momento de despegar el módulo de alunizaje cuando Armstrong y Aldrin retornaron a la nave que los trajo de retorno a la Tierra.

Esto pudo verificarse a partir de fotografías tomadas por el LRO, donde se observaron claramente las sombras que los mástiles proyectaban sobre la superficie lunar; sin embargo, no se ha podido comprobar la conservación del cuerpo de esas enseñas. Las fotos referenciadas pueden visualizarse correctamente en https://es.wikipedia.org/wiki/Lunar_Reconnaissance_Orbiter. Con mayor actualidad puede consultarse: http://mouse.latercera.com/las-banderas-en-la-luna y a la misma NASA, https://www.nasa.gov

La permanencia de esos restos no ha dejado de sorprender considerando las condiciones extremas de su exposición. Se estima que las fluctuaciones de temperatura, que van desde los 120 grados Celsius sobre cero a los 140 grados bajo dicha marca; debieron incidir sobre su materialidad. Además, si se considera la intensísima radiación ultravioleta los colores de las banderas han de haberse degradado, de manera que, si conservan sus “paños” o al menos algún trozo, hoy serían uniformemente blancos. De esta manera lo representó: el portal principia.io 


Desde una perspectiva ecológica esto debería hacer reflexionar a la Humanidad sobre la supervivencia en el tiempo de los materiales con que aquellas enseñas fueron confeccionadas.

¿La bandera flameaba?

Obvio que no, ya que la Luna carece de atmósfera por lo que cualquier brisa es un imposible físico, pero los pliegues que se ven en la bandera contribuyeron a que muchos pensaran en una superchería.

Al respecto, Annie Platoff, de la Univ. de Santa Bárbara y destacada experta en la colocación de banderas del programa Apolo explica que los mástiles usados en la Luna tienen tres partes:

“… hay dos secciones verticales y luego la barra transversal horizontal con bisagras en la parte superior. Una vez que levantaron la bandera, varios factores hicieron que pareciera que estaba volando. Primero que había arrugas en ella debido a la forma en que se había guardado, por crea la ilusión de que la bandera está ondeando. Además, los astronautas no siempre consiguieron que la barra transversal horizontal se extendiera hasta el final, después de todo, estaban trabajando con trajes espaciales presurizados con guantes realmente engorrosos, lo que provocó que el cuerpo de la bandera se amontonara en algunos lugares. Eso también hizo que pareciera que se estaba moviendo”.

¿Plantar bandera es acto de soberanía?

Las banderas tienen como función marcar una posición y desde esta afirmación, de conformidad con una inveterada tradición puede decirse que representan a la soberanía del pueblo al que identifican. Es así, que durante la era de los descubrimientos la nación que colocar su enseña en una tierra vacante o, agreguemos, en aquella que estaba ocupada por civilizaciones de menor desarrollo relativo, certificaba que tomaba posesión de la misma y la incorporaba a su dominio. Con este simple acto se excluía a las apetencias de otras potencias a su altura. La Historia señala muchísimas experiencias al respecto, aunque el acto del aventurero se limitara solo a eso: “plantar bandera”, como se decía.

Colón toma posesión del Nuevo Mundo

En plena carrera espacial las Naciones Unidas auspiciaron la celebración de varios convenios internacionales vinculados con la temática. El más importante de ellos es el: “Tratado sobre los principios que deben regir las exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la luna y otros cuerpos celestes” o “Tratado del Espacio Ultraterrestre”, como también se lo conoce.

Se transcriben sus dos primeros artículos que proscriben de que algún estado pueda apropiarse de la Luna u otro cuerpo celeste:

“Artículo I.- La exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes, deberán hacerse en provecho y en interés de todos los países, sea cual fuere su grado de desarrollo económico y científico, e incumben a toda la humanidad.
El espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes, estará abierto para su exploración y utilización a todos los Estados sin discriminación alguna, en condiciones de igualdad y en conformidad con el derecho internacional, y habrá libertad de acceso a todas las regiones de los cuerpos celestes.
El espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes, estará abierto a la investigación científica, y los Estados facilitarán y fomentarán la cooperación internacional en dichas investigaciones.

Artículo II.- El espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes, no podrá ser objeto de apropiación nacional por reivindicación de soberanía, uso u ocupación, ni de ninguna otra manera”.

Entró en vigor el 10 de octubre de 1968, casi un año antes que el primer alunizaje. Hoy suman 107 los estados partes, entre ellos las principales potencias espaciales como Estados Unidos, Rusia, China, Japón y los miembros europeos de la Agencia Espacial Europea (ESA), así como otras potencias espaciales emergentes: Brasil, Corea; India, Israel e incluso México.  La república Argentina lo ratificó por medio de la Ley Nº17.989, de 1968 (http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/205000-209999/208688/norma.htm)

Desde esta perspectiva en 1969 la superficie lunar no era res nullis, tierra vacante, por lo que no es válido que los Estados Unidos hubieran generado derechos de soberanía territorial a partir del descenso de la Apolo 11.

Un rojo banderín

Además de lo expuesto interesa contar que la misión Apolo 11 llevó hasta la Luna otro vexilo, un banderín con mejor propiedad. Se trata de aquel que representa al Club Atlético Independiente, de Avellaneda, provincia de Bs. Aires, Argentina. Este club es un múltiple campeón de torneos internacionales de futbol (17), por lo que se lo llama "Rey de Copas". Su camiseta es roja con vivos blancos, lo que justifica que su equipo sea denominado como los “Diablos rojos”. Meses antes de la partida de Apolo 11 la dirigencia de la institución hizo socios honorarios a los tres astronautas y les envió sus correspondientes carnets y un banderín; en lo que hoy se conocería como una inspirada acción de marketing.

El carnet de asociado a Independiente

Armstrong respondió muy amablemente aceptando la distinción y cuando en octubre de 1969 visitó Argentina hizo saber que había llevado el banderín hasta la Luna, como un amuleto para la buena suerte. Ignoramos la forma que tuvo ese banderín pero aquí les presento uno, propio de aquella época:


 ¿Por que no usaron la bandera de la Tierra?

Hoy algunos critican que Estados Unidos haya desplegado su bandera en el Mar de la Tranquilidad y no la del planeta Tierra. Considero que esta manifestación es totalmente anacrónica.

En primer lugar, Estados Unidos tenía todo el derecho de hacerlo por tratarse de una verdadera empresa de ese pueblo.

En segundo, por cuanto entonces no había ninguna bandera que representara al género humano ni al planeta. Tampoco la hay en la actualidad. Es cierto que a lo largo de los años se han propuesta varios diseños como tales, pero hasta el momento ninguno logró el consenso necesario.

La más difundida es la propuesta que hizo en 1973 el pacifista norteamericano John McConnell, donde figura una imagen del planeta obtenida por la NASA.

Diseño original de McConnell

Versión definitiva

Pero también hubo intentos anteriores. Posiblemente que puede considerase como el primer emblema de la Humanidad es el que propuso otro norteamericano, el pastor metodista William Van Kirk, desde 1913 y que más tarde aprobó el “Congreso Universal de la Paz”.


Les acompaño algunos diseños, a título de ejemplo:

George Dibbern - 1940                    Jean-Sylvain Delroux - 1070

                                 James Cadleen - 1970                    Pedro Quesada López -2008

                                David Bartolomew - 1996                        María Bonet - 2011

                                   Johnn Sherrington - 2012                  Social Enterprises - 2017

  
La propuesta de la NASA

Lo paradójico de la cuestión es que en septiembre de 2015 la mismísima NASA lanzó su propuesta de “bandera para la Tierra”. Da que pensar que hubiera ocurrido si esta iniciativa hubiera existido en 1969; de todas maneras, la cuestión se actualizará cuando se concrete la llegada del primer hombre a Marte, ya que este sería el declarado propósito que inspiró al proyecto.


La idea es que todo país que llegue a un cuerpo celeste extra planetario lo haga en nombre de la Humanidad y que lo manifiesta con el empleo de esta bandera.

Fue diseñada por el artista sueco Oskar Pernefeldtm como un proyecto de graduación para la “Beckmans College of Design”, quien así explica su significado:

Centrado en la bandera, los siete anillos forman una flor, un símbolo de la vida en la Tierra. Los anillos están vinculados entre sí, lo que representa cómo todo en nuestro planeta, directa o indirectamente, está conectado. El campo azul representa el agua, que es esencial para la vida, y también cómo los océanos cubren la mayor parte de la superficie de nuestro planeta. Los anillos exteriores de la flor forman un círculo que podría ser visto como un símbolo de la Tierra como planeta y la superficie azul representaría al Universo”.


Astronauta flanqueada por banderas de la Tierra

Notas

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