Fachada de la Cámara
Interior del recinto de sesiones
Por Miguel Carrillo Bascary
Si bien el Ceremonial de banderas tiene sus reglas generales y muchas son compartidas por toda la comunidad internacional, existe un amplísimo margen en
el que las manifestaciones locales dan lugar a costumbres enriquecedoras.
El principio básico es que esas particularidades no disminuyan la
consideración que se debe a los símbolos oficiales. Calificación donde
provisoriamente caracterizamos a los emblemas que representan a:
- Estados nacionales
- Organizaciones internacionales de estados
- Entidades políticas sub-nacionales, entendiendo por tales a: los
estados integrantes de uno de mayor entidad, provincias, departamentos, oblast, distritos, gobernaciones, condados, entidades de ultramar, unidades administrativas, prefecturas, voivodías, krais, autonomías, cantones, emiratos,
circunscripciones y otras denominaciones.
- Regiones y otras entidades que agrupen a varias de menor desarrollo
territorial.
- Gobiernos municipales en sus diversas graduaciones (ejs.: ciudades
autónomas; municipalidades; ciudades; áreas metropolitanas)
También se les asignan consideraciones propias de
banderas oficiales, aunque no lo son, a las que representan a organizaciones
que gozan de especial reconocimiento por la comunidad internacional. El
ejemplo clásico es la Soberana Orden de Malta; pero con mayor amplitud podría
extenderse al Comité Internacional de la Cruz Roja.
Tras estas aclaraciones entiendo que es factible sumar o desarrollar
expresiones particulares relativas a las banderas oficiales a condición de que
no se desnaturalicen las pautas generales del Ceremonial vexilológico.
Un ejemplo
En mi reciente visita a la provincia de Misiones pude apreciar una
costumbre singular durante la apertura de sesiones de su Cámara de Representes.
Se trata del acompañamiento continuo del izamiento de banderas con aplausos.
El izar la bandera del país en un recinto parlamentario tiene un profundo simbolismo, particularmente en los estados
democráticos, por cuanto ella hace presente al pueblo, titular
de la soberanía o autonomía vernácula. Dicho de otra manera, indica que el
pueblo asiste al desarrollo de las sesiones, en donde sus representantes debaten para legislar en procura del bien común. El gesto evidencia uno de los
principios fundamentales de toda república: la publicidad de los actos de
gobierno.
Como es usual en otros órganos deliberativos de Argentina (1), en el
primer mástil que se ubica en el lugar de precedencia (la derecha de la
presidencia) se dedica al izamiento de la Bandera Oficial de la Nación. El
segundo (colocado a la izquierda del punto de referencia), se aplica a levantar
la enseña de la provincia de Misiones, la tricolor que otrora fue divisa del
comandante general Andrés Guacurary Artigas, hacia 1815.
El protocolo vigente dispone que, como primer acto en el desarrollo de
la sesión, el presidente de la Cámara anuncia el inicio dando cuenta del número
de legisladores presentes.
Seguidamente invita por sus nombres a los legisladores designados para izar
las banderas y se dirige a los presentes pidiéndoles que se pongan de pie para
participar del acto. Cabe aclarar que, pese a su cotidianeidad, esta
designación es una verdadera distinción para los nominados, hasta el punto en
que merece un lugar en el Diario de Sesiones; en consecuencia, los citados
reciben el aplauso de sus pares y se dirigen a tomar posición junto a los mástiles.
Las banderas aprontadas en sus mástiles
Ambas enseñas se encuentran endrizadas, en la base de sus respectivos mástiles.
Comienzo del izamiento de la Bandera nacional
Al comenzar el izamiento los legisladores, acompañados por los demás
asistentes, inician un aplauso que se extiende con regularidad mantenida, hasta
que ambas banderas llegan a sus topes, mientras suena la tradicional canción
“Aurora”.
Los legisladores aplauden el izamiento
Como es lógico, en primer lugar lo hace la Bandera nacional,
instantes después ocurre lo propio con la que representa a la provincia. A tal
fin se coordinan los movimientos de las personas encargadas de la operación.
Las banderas al tope de sus mástiles
Nota:
(1) Según tengo registrado
y salvo mejor información (cosa que mucho agradeceré que me hagan conocer), la
instalación de mástiles en los recintos se sesiones fue formalmente aprobada
por primera vez en el país por decisión de la Cámara de Diputados de la Nación,
mediante la Resolución sin número de su presidencia, fechada el 16 de
septiembre de 1948. Desde allí se multiplicó la práctica, extendiéndose al
Senado y a otros recintos legislativos del país.
Logo de la Cámara
Más info:
En https://youtu.be/vC1g2JArA2k podrá apreciarse lo expuesto durante los primeros
minutos de la sesión desarrollada el 14 de junio 2018.
Una aproximación a las instalaciones
de la Cámara de Representantes de Misiones puede verse en su web oficial: https://youtu.be/68Y6IrDcJws
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