lunes, 27 de junio de 2016

Banderas inmundas

Más que un detalle; una muestra de desconsideración al ciudadano

Estado de las banderas de la Subsecretaría de Gestión de Recursos Humanos
(obtenida en mayo de 2015)

Por Miguel Carrillo Bascary

No nos cansaremos nunca de poner en evidencia aquellas situaciones donde las banderas se presenten en tan malas condiciones que afecten la dignidad de la sociedad a la que representan  y que evidencian la desidia y el desinterés de los funcionarios responsables.

Como objeto material, las banderas no “sufren”, pero como símbolo de un país, de una provincia, de una municipalidad o de una institución encarnan a esos cuerpos sociales y toda desatención es una afrenta a los mismos.

Veamos un ejemplo: si invitamos a un amigo a cenar, solo le demostraremos desprecio si la servilleta que le proporcionamos no guarda la higiene que es de esperar. En lo personal no me molestaría que contenga algún desgarro o que esté descolorida por el uso; pero lo consideraría una ofensa deliberada si presentara residuos de comida adheridos; alguna marca de lápiz labial; si fuera arratonado por la suciedad o resulta pringosa al tacto. Sin dudas que a vos te pasaría lo mismo.

Con las banderas ocurre algo similar.

Al comenzar presentamos la fotografía obtenida frente a una oficina del gobierno de la ciudad de Bs. Aires, Como se verá, el blanco prístino del paño hace mucho tiempo que dio lugar al gris/smog que hoy exhibe. Para contraste aporto otra foto, también de la ciudad de Bs. Aires, donde su enseña luce en plenitud. La comparación obvia mayores reflexiones.

Más aún la Enseña nacional hace tiempo que perdió su blanco para “lucir” un gris, que paradójicamente resalta el amarillo del Sol estampado.

Excelente estado de la bandera exhibida en la plaza de la República

Algo más grave

Sin embargo hay otra circunstancia mucho más grave, si pensamos que decenas de funcionarios, quizás algunos de alta jerarquía,  ingresan diariamente a sus trabajos, pasando bajo los pliegues inmundos de la bandera que debería representar al Gobierno y a la sociedad que sustenta sus emolumentos.

La imagen lo dice todo. Si no hay un mínimo de atención para con una bandera oficial, instalada en el acceso de la oficina, no quiero ni pensar con qué falta de atención deben desempeñar sus cargos. Ojalá me equivoque.

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