jueves, 8 de junio de 2023

Jardines de infantes: pautas para el acto del Día de la Bandera

Un abordaje desde la confesionalidad + una experiencia práctica inolvidable

Abanderados de jardín de infantes 
(con bandera argentina y provincial de Santa Fe)

Por Miguel Carrillo Bascary

Motivación

El nivel prescolar toma plena intervención en los actos con que la comunidad educativa conmemora el Día de la Bandera y también “el paso a la inmortalidad del general Manuel Belgrano”. Seguramente que los niñas y niños participan de corazón y con el entusiasmo imaginable, alentados por la creatividad de las docentes y ayudados por todo el cotillón que se prepara a este efecto. La experiencia aporta hermosas actividades que complementan al formato del acto tradicional.

Caracteres de la bandera adaptada al nivel

El Decreto Nº1.650/ 2010, que regula las características de nuestra Enseña nacional, contiene precisas disposiciones técnicas que definen cómo deben ser las “banderas de ceremonia para niños” conforme a las Normas IRAM-DEF D, en el caso de los accesorios (asta, moharra, corbata, tahalí) se establecen sus características en la IRAM-DEF D 7675: 2003 (https://banderasargentinas.blogspot.com/2023/04/normas-tecnicas-sobre-la-bandera_22.html)

Esta “bandera para niños” (comúnmente llamada “para jardines de infantes) es un ejemplar adaptado al físico de aquellos que cursan el prescolar. Así:

  • el palo del asta tendrá un largo 1,2 metros y un diámetro de 22 mm (Ítem 3.1.1.2);
  • la moharra puede ser de bronce o zamac, pulido y cromado. Con un largo de 165 mm, una medialuna de 73 mm entre las puntas y el regatón, que con largo de 50 mm (Ítem 3.1.2.2);
  • la corbata se confeccionará en tela doble con los colores nacionales, de 70 mm de ancho (ítem 3.2). Su moño tendrá 500 mm de largo (Ítem 3.2.2) y sus dos cintas 400 mm, como mínimo, con flecos de 50 mm, en hilo tipo “lurex” dorado o similar, que figure ser de oro;
  • el tahalí se forma con una banda con los colores nacionales de 1000 mm de largo por 60 mm de ancho. La cuja tendrá 30 mm de diámetro y 60 mm de largo (Ítem 3.3.2); y
  • el pie soporte se estructura con una base redonda de 240 mm de diámetro, como mínimo, y un cilindro de 360 mm de alto por41 mm de diámetro, sumando un peso mínimo de 0,90 kg (Ítem 3.4.2)

La consulta recibida

Como proyecto conmemorativo del “Día de la Bandera” también corresponde una propedéutica adecuada al nivel, aquí es donde pienso que puedo aportar algunos lineamientos a partir del requerimiento de una docente que se desempeña en él prescolar de una institución confesional católica.

En lo personal el pedido fue todo un desafío ya que me obligó a salir de los cánones habituales con que me manejo, donde el Ceremonial se presenta con carácter neutral. En este aspecto, la personalidad del prócer se presta admirablemente como punto de partida para armar la propuesta que comparto.

Advierto que, pese al neto enfoque confesional, en las líneas siguientes existen varios elementos que podrán adaptarse a las instituciones que no revistan ese carácter. Veamos.

Belgrano, el blanco y el celeste

La religiosidad del prócer es un hecho histórico objetivo, que manifestó en numerosísimas circunstancias de su vida. Podemos decir que, está comprobado en numerosos documentos que Belgrano fue un católico de convicciones; más allá de sus fallas, que también quedaron reflejadas en diversas circunstancias.

En consecuencia, desde la perspectiva de una entidad confesional y católica es muy válido basarse en su ejemplo para rendirle homenaje en el día que la ley así lo dispone,

Al par se reseña el origen de los colores de la Bandera nacional un punto donde discurre la historiografía imbuida de ciertas ideologías. También aquí existen varias hipótesis, algunas insisten con la leyenda de que Belgrano se inspiró en las nubes y el cielo, mientras que otras llegan al absurdo de manifestar que fue azul y blanca, cuando su mismo creador dejó escrito con sus propios trazos que la hizo “blanca y celeste” (Oficio al Gobierno, Rosario, 27 de febrero de 1812)

Al respecto, es común escuchar y leer que su coloración se corresponde con la que identificaba a la “dinastía borbónica” (sic) y que esto se ve reflejado en la banda que distinguía a los miembros de la Orden de Carlos III.

El rey Fernando VII, con la banda de la Orden de Carlos III 

La afirmación expresa un error de base, el color dinástico tanto de la casa que reinaba en España como en Francia era solamente el blanco. Esta circunstancia generó una deplorable confusión en donde dos navíos hispanos se trabaron en combate al creer que uno llevaba pabellón francés, lo que implicó que el mismo Carlos III estableciera para su marina de guerra y mercante enseñas de color rojo y amarillo.

El celeste y blanco que vemos en la banda nobiliaria deviene de los colores del manto de la Virgen María en su advocación de la Inmaculada Concepción. Su imagen consta en las preseas de la distinción y a Ella se le rinde especial veneración en el ceremonial de la Orden.

Medalla de la Orden de Carlos III

Aclarado este punto es válido afirmar que Belgrano tuvo en cuenta lo explicado. Además, no se debe olvidar que cuando ingresó a la Universidad de Salamanca prestó juramento de promover la devoción a la Inmaculada Concepción. Siendo secretario del Consulado de Bs. Aires también diseñó su escudo y divisa en blanco y celeste. En consecuencia, esto avala la predilección del prócer por la combinación cromática.

Imagen de la Inmaculada Concepción

Pautas:

Notas:

Se formulan en lenguaje coloquial, para que pueda ser comprendido por los niños y niñas del nivel.

En base a los conceptos contenidos en el subtítulo anterior me centraré en la religiosidad de Belgrano como fundamento de los colores de la Bandera, cuyo “día” se conmemora. 

Cuando hace muchos años Belgrano creó la Bandera argentina las cosas eran muy distintas.

No había autos, ni celulares, ni TV, ni … (puede aprovecharse este espacio para que los/las propios/as chicos/as completen con sus propios conceptos “lo que no había”)

Las cosas eran tan distintas que la gente andaba a caballo, se alumbraba con velas, etc. etc. (se repite la consigna)

Como actividad práctica complementaria y para que perciban vivencialmente una de estas diferencias, puede plantearse cómo era un cepillo de dientes. Los mismos chicos/as podrían recrear uno tomando un palito y aplastando un extremo hasta separar las fibras.

Cepillos de dientes, antiguo y moderno

Manuel Belgrano tenía una mamá y un papá (María Josefa y Domingo) que eran muy religiosos. Con ellos iba a misa todos los domingos, junto con todos sus hermanitos que eran 15. Belgrano era el sexto hijo.

Cuando Manuel ya fue grande: rezaba todos los días el Rosario, iba a misa los domingos y en otros días en que su trabajo se lo permitía.

También rezaba junto con sus soldados y trataba de enseñarles, para que fueran buenas personas.

Le gustaba mucho rezarle a la Virgen del Rosario, a ella le pedía por el éxito de sus trabajos por la Patria y le ofreció sus victorias.

Cuando vino a Rosario para crear la Bandera Belgrano iba a la capillita que había cerca de la casa donde vivía. Pertenecía a la señora María Catalina Echevarría que vivía ahí con su esposo Manuel Vidal y sus dos hijos chiquitos, que seguro habrán jugado con Belgrano.

María Catalina (foto tomada en su ancianidad)

Seguro que Belgrano visitaba a la Virgen en su capillita todos los días. Es la misma imagen que hoy vemos en la Catedral de esa ciudad, de manera que cuando vamos a rezarle imitamos al general Belgrano.

Ntra. Sra. del Rosario (imagen que se venera en la Catedral de esa ciudad)

La Bandera argentina es celeste y blanca, como los vestidos que usó María en muchas de sus apariciones.

Puede ilustrarse con imágenes ad-hoc, particularmente las de Ntra. Sra. de Lourdes, Luján y tantas otras advocaciones (Ref. googlear Virgen María+ manto celeste)

Cuando Belgrano la izó por primera vez la hizo bendecir por el padre Julián (Navarro) que también era maestro y daba clases en la única escuela que por entonces había en Rosario. Era un sacerdote muy patriota, que después se hizo amigo de San Martín.

Presbítero Julián Navarro

La gente que vivía en Rosario se puso muy contenta con la Bandera. Muchos años después, cuando ya eran viejitos se seguían acordando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario