Por Miguel Carrillo Bascary
Las últimas noticias dan cuenta de la
fractura en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, uno de cuyos segmentos se ha
puesto a las órdenes del gobierno del presidente Guaidó. Una noticia que alienta esperar que los venezolanos puedan reemprender su vida en libertad.
Para diferenciarse de la fracción militar que sigue prestando apoyo a Maduro utilizan bandas de color azul, como puede
verse en diversas fotografías que han circulado al exterior de ese martirizado país.
Voceros del gobierno democrático y
testimonios obtenidos desde el lugar de los hechos indican que “La banda
identifica a los venezolanos con o sin uniforme que se activan para el cese de
la usurpación”.
Se ha explicado que esta elección identifica
al azul como al “bando propio” en los “juegos de guerra” con que se entrenan las fuerzas militares
de todo el mundo; mientras que el “bando colorado” hace lo propio con las fuerzas “enemigas”.
Por lo que el distintivo posee connotaciones muy significativas que supera el
objetivo de diferenciar a grupos antagónicos que visten un mismo uniforme.
Agreguemos aquí que los partidarios de
Maduro y, anteriormente de Chávez, que no visten uniforme se auto identifican
con camisas y gorras rojas; por lo que la correspondencia entre los grupos en pugna con
los contendientes en los “juegos de guerra” es absoluta.
En estas dramáticas situaciones en que
pareciera alborear la libertad de Venezuela, no podemos olvidar que el color
azul tuvo un temprano protagonismo en la historia de ese país.
Fue el 2 de febrero de 1806 cuando Francisco
de Miranda, precursor de la independencia americana, desembarcó en las playas
de Ocumare y de Coro, actual estado Falcón, comandando las fuerzas patriotas
que lo acompañaban, dando inicio a la lucha contra la opresión española.
La enseña ondeaba en la arboladura de
la corbeta “Leander” usada en la ocasión, por lo que la historia venezolana la
conoce como “bandera naval de Miranda”. Lamentablemente no se ha conservado
pero diversos testimonios indican que era de color azulado, con un Sol naciente,
representativo de la libertad y una luna llena que expresaría la plenitud de la
victoria que se esperaba alcanzar. Un gallardete rojo que ondeaba sobre aquella
llevaba bordado en blanco la consigna de aquellos revolucionarios “MUERA LA
TIRANÍA Y VIVA LA LIBERTAD”, que hoy tiene plena vigencia.
Esta bandera inspiró el diseño del
nuevo emblema del estado Falcón (2006), que consta de consta de un paño azul
oscuro correspondiente a “la unión entre el cielo y la tierra que esta presenta
en la vista de todos los habitantes de Falcón”, que suma una franja roja en la
parte superior donde se muestra la consigna de Miranda.
Sustituyó a la empleada por Falcón entre 1997 y 2006, la que se definió oportunamente por medio de un concurso.
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