Banderas institucionales a media asta
La bandera de Boca a media asta en el mítico estadio de "La Bombonera"
Por Miguel Carrillo Bascary
Cualquier persona medianamente informada sabe
interpretar que una bandera colocada a media asta expresa “duelo”, generalmente
por el fallecimiento de una autoridad o personalidad distinguida.
La noticia
Recientemente se difundió por las redes y los medios
de comunicación que el “Club Atlético Boca
Juniors” había colocado su bandera a
media asta como forma de respeto y emotivo homenaje a cuatro de sus “hinchas”
oriundos de la ciudad de Rawson (provincia de Río Negro) fallecidos en un accidente
de auto cuando se dirigían hacia el estadio boquense ubicado a unos 1.400 kms. de
sus residencias.
Sebastián Berra, César Jones, Malcom Viton y Franco
Silvestri eran cuatro de los miles de boquenses que se movilizaron desde todos
los rincones del país (literalmente), empeñando grandes sacrificios, para
llegar a La Boca (ciudad de Bs. Aires) y alentar a su equipo favorito. Se
aprestaban a presenciar la primera de las finales de la “Copa Libertadores de América” el certamen internacional de mayor
prestigio reservado para clubes de futbol a nivel continental.
Su lamentable muerte los transformó en verdaderos símbolos de la afición que llevaban
en la sangre.
Una explicación
Desde hace unas semanas los argentinos estamos pendiente de la final del trofeo que
disputan los mejores equipos de América. Los resultados deportivos de todo el
calendario determinaron que la puja se resuelva entre River Plate y Boca Juniors, los dos clubes más populares del país.
La expectativa es absolutamente extraordinaria ya que en el próximo partido se
dirimirá una rivalidad clásica surgida en los primeros años del siglo XX,
cuando el futbol en Argentina aún se disputaba en forma amateur.
Nunca hasta el momento habían disputado un partido de
tamaña trascendencia, hasta el punto que alcanza características de fenómeno social.
Análisis desde el Ceremonial
El izamiento a
media asta de la bandera nacional por lógica debe reservarse al Poder
Ejecutivo nacional. De hecho, lo dispone el Presidente de la Nación por medio
de un decreto. Obviamente la causa
debe estar en el fallecimiento de una alta autoridad o personalidad pública (nacional
o extranjera) así como en el pesar por alguna tragedia de particular entidad.
Con la disminución del saber en Ceremonial algunos gobernadores e intendentes se han atribuido
la decisión de colocar las banderas a media asta no solo de la jurisdicción
a la que pertenecen sino también respecto de la Enseña nacional; tema que
abordaremos en alguna otra entrada.
En forma correlativa las instituciones privadas
tradicionalmente han dispuesto diversas
medidas para exteriorizar su duelo: cierre del establecimiento; suspensión
de actividades; exhibición de crespones en vidrieras y otros elementos; uso de
brazaletes negros en la vestimenta del personal; realización de un “minuto de
silencio”; envío de coronas al funeral del fallecido; y otras muchas
demostraciones.
En el caso de Boca Juniors, conocidas las
circunstancias del fallecimiento de sus adherentes, trascendió que la directiva dispuso dos medidas concretas:
solicitar autorización para un “minuto de silencio” antes del partido al que
pensaban concurrir aquellos e izar a media asta la bandera del club.
Consideraciones
Desde el Ceremonial de banderas fue la decisión correcta; la divisa de un club es emblema de su
identidad y con toda razón la forma de su izamiento puede expresar el pesar de
la comunidad implicada.
En cuanto a lo formal, la media asta debe ordenarla en
presidente de la entidad, la más
alta autoridad institucional. Un gesto como el expresado tampoco puede dejarse
librado a la emotividad de un subordinado.
Algunos pudieron pensar que también se debió poner a media
asta la Bandera nacional, lo que habría sido un grave despropósito. Ninguna entidad privada puede tomarse esta
atribución ya que la Bandera nacional es representación misma de la soberanía
del Estado argentino.
Valgan entonces el ejemplo de Boca para ser seguido por otras entidades en
circunstancias parecidas.
Un gesto superador
Más allá de la tradicional rivalidad entre las
parcialidades de ambos clubes, personalmente pienso que también la directiva de
River Plate debió dar un excelente ejemplo de fair play; sensibilidad y solidaridad disponiendo que su propia
bandera, la que cotidianamente ondea en su sede social, se asociara al pesar
boquense y también fuera colocada a media asta en solidaridad con aquellos cuatro apasionados fallecidos. Al fin y al cabo, en el dolor todos somos hermanos.
De haber ocurrido la actitud hubiera trascendido en
forma extraordinaria incluso fuera del país.
Quizás para algunos de sus hinchas hubiera sido algo
muy fuerte, pero en esto radican los gestos transformadores, sobre todo en una
sociedad aquejada por la violencia, aún en el ámbito deportivo.
Hubiéramos visto así de como las banderas pueden expresarse en un lenguaje comprensible para la mayoría de las personas, aún en esta época tecnológica.
Fue una oportunidad perdida. A tener en cuenta esta
reflexión en alguna circunstancia futura.
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