lunes, 29 de enero de 2018

Los “Pinos de San Lorenzo”, en Rosario

Dios le dio vida, San Martín  historia

El pino hacia 1913

Por Miguel Carrillo Bascary

La afirmación que titula este Blog constaba en una placa que se colocó en 1917, cuando se cumplieron cien años del triunfo en Chacabuco, como perenne recuerdo al vínculo que unió al pino con el Libertador San Martín.

El histórico árbol, a cuya sombre San Martín redactó el parte de la victoria en el combate de San Lorenzo finalizó su vida luego de la intensa granizada del 23 de octubre de 2012 que precipitó su extinción. Los medios empeñados para recuperarlo no dieron resultados positivos. Se perdió así un entrañable patrimonio natural, muy caro a los afectos de todos los argentinos.

El pino, poco antes de la infausta granizada del 2012

Se trataba de un pinus pinea o “piñonero” y estaba sobre la actual avenida San Martín de la ciudad de San Lorenzo, a la altura del 1300. Había sido plantado en el fono de la quinta conventual, cuando los Franciscanos se instalaron en sus inmediaciones a fines del siglo XVIII, por lo que al tiempo de terminar su ciclo vital se le calculaba una edad cercana a los 220 años estimación que convalidó un estudio del INTA, que le calculó unos 215 años, con un margen de error de 10, en más o en menos.

Como silente testigo de la presencia de San Martín en nuestra zona fue caracterizado como “árbol histórico” por decreto presidencial de 1946. Hay varias decenas de árboles que reciben esta caracterización pero el de San Lorenzo siempre fue el más venerado.

Desde mediados del siglo pasado fueron numerosísimos los retoños que otorgó el ilustre pino y que se distribuyeron hasta los más lejanos rincones del país. Muchos sobreviven en la actualidad.

Solo un triste y venerado muñón

Rosario, los granaderos y el Pino

En 1813 el entonces pequeño poblado de la capilla del Rosario tuvo rol fundamental en la naciente gesta sanmartiniana, hasta el punto que sin la colaboración de los rosarinos no habría sido posible el triunfo en San Lorenzo.

Rosario aportó la caballada que usaron los Granaderos para combatir el 3 de febrero en el “Campo de la Gloria” y los milicianos de la zona colaboraron activamente como baqueanos; controlaron el desplazamiento de los realistas; condujeron a San Martín y a sus granaderos hasta el Convento y también sirvieron como reserva estratégica a su carga inmortal.

Un primer retoño

El retoño de la plaza "San Martín", hace pocos días

Cuando en 1950 se conmemoró en todo el país los cien años del fallecimiento del Libertador, se plantó un retoño del pino histórico en la plaza “San Martín”, a la sombra de la estatua ecuestre que recuerda al prócer. A setenta y siete años ya, el ejemplar “hijo” goza de espléndida salud y brinda una fresca sombra sobre quienes transitan por el lugar. Sus características permiten entender por qué el general San Martín se acogió bajo la sombra del Pino para redactar el parte victorioso, el tórrido 3 de febrero de 1813.


La placa, enero de 2018

Una pequeña placa, colocada en el año 2016 testimonia el origen de este árbol; sustituye a una similar que desapareció hace cosa de veinte años dando origen a una jugosa anécdota. La pérdida de la referencia histórica hizo que algunos olvidarán que ese árbol era retoño del histórico, fue así que hace unos años la Municipalidad de San Lorenzo donó a Rosario uno similar que se colocó justamente frente a su antecesor. 

La plantación se realizó un 17 de agosto, como parte del acto oficial en homenaje al prócer; con la presencia de autoridades; escolares; efectivos militares; público y, por supuesto, un piquete de Granaderos a Caballo. En la oportunidad los más veteranos de los presentes, sonreíamos, sabedores de que un retoño del histórico pino, casi amparaba con su sombra el nuevo ejemplar, detalle que la falta de la placa ocultaba a los jóvenes. Pocos meses más tarde el pinito se secó y quedó su hermano, silencioso testigo de la frágil memoria de una sociedad desatenta.

Como puede verse la placa no luce su mejor aspecto, al observarla se constata una tosca pintada en rojo; también restos de una anterior (esta vez en color negro), crueles evidencias de algunos a quienes el pasado poco les importa.

El segundo
El retoño, en enero de 2018

Sobre la traza del boulevard Oroño, entre las calles Mendoza y 3 de Febrero (justamente), se extiende el “Paseo de la Reforma” que recuerda el movimiento estudiantil que en 1918 modificó sustancialmente el sistema educativo argentino.

Allí, frente a la Facultad de Cs. Económicas de la Universidad Nacional de Rosario, por un lado y la sede central de la “Empresa Provincial de la Energía”, por el otro se yergue el segundo retoño del “Pino de San Lorenzo”, que se plantó a mediados de la década de 1960.

 Puede ampliarse la foto para poder leer el texto de la placa

La placa de bronce que recordaba el hecho desapareció hace muchos años. Hoy existe otra, mucho más reciente (2012). También sobre ella se advierten vestigios de otra agresiva pintada, también en rojo, que fue removida recientemente.

¿Otros?

Es factible que dentro del ejido rosarino pueda haber otros retoños del histórico pino. Mucho agradeceremos si algún lector pudiera enviarnos su ubicación, alguna referencia de la fecha de colocación y su foto. Prometemos publicarla.

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