En el imaginario humano el
león (phantera leo) ocupa un sitio
preferencial, pero su apreciación nos ofrece aspectos positivos y negativos.
Se lo representa como el paradigma de la realeza, la fuerza; la
resistencia a todo dominio; su vigor sexual y otras características similares. Incluso
Cristo ha sido representado con la figura de un león.
También se lo señala como
un bicho sanguinario; implacable; feroz; egoísta.
En al fondo del pensamiento
atávico del hombre primitivo el león era
temido como depredador y admirado
por su fortaleza y poder.
No llama la atención
entonces que la figura del león fuera incorporada como pieza de heráldica de alto rango, campo en la que se lo presenta tanto
en posición rampante como pasante; muy raramente acostado (sentado) y excepcionalmente
yaciente. Aún pueden señalársele otras connotaciones de detalle.
Las banderas también toman
al león como motivo de sus diseños. Pretender recopilar los cientos que
contienen a esta gran felino en sus paños sería una tarea sin objeto.
Con este post iniciamos una
serie de tres entregas en donde se brinda un panorama suficientemente
ejemplificativo.
I.-
Banderas con león rampante
Es la posición tradicional, que plantean una referencia directa al diseño
netamente heráldico.
Divisa del antiguo reino de
Castilla y León, hoy adoptada por la
comunidad autónoma del mismo nombre.
Bandera
real de Escocia
Bandera
real de Noruega
Enseña civil del Gran Ducado de Luxemburgo
Región de Holanda Meridional, Países Bajos
Región del Chablais Saboyano, Francia
Región de Flandes, Bélgica
Ducado
de Limburgo en el siglo XIX
Región del Franco Condado, Francia
Hamoir, municipio del
distrito de Huy, Bélgica
II.-
Banderas donde el león rampante aparece cargado sobre una bandera:
Ciudad de Jerusalén, que porta un escudete con el
“león de Judá” sobre el fondo el Muro del Templo
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