Como forma de preparar la Navidad este Blog, que no solo está dedicado a
las banderas, se adentra en otro símbolo cultural, muy caro en el sentimiento
popular.
Por Miguel Carrillo Bascary
La leyenda de Santa Claus tiene cientos de variantes en las diversas culturas del mundo.
Para los más pequeños hay una sola verdad: Santa
Claus existe, es bueno, es jovial; muy trabajador; la gustan mucho los niños
y sabe un montón de cosas; en definitiva es
sinónimo del espíritu navideño.
Comenzando por el principio; Santa Claus habita cerca del Polo Norte, como
ya lo explicamos suficientemente en (https://banderasargentinas.blogspot.com.ar/2016/12/donde-vive-santa-claus-una-historia-de.html),
pero no hay acuerdo en qué parte precisa
tiene su preciosa casita de troncos ni la fábrica de juguetes donde
trabajan sus amigos gnomos.
Tampoco hay coincidencias sobre los vehículos que usa, obviamente que el trineo fue el primero con el que
“surfeaba” por la nieve bajando desde el Polo hacia el Sur. Por lo general se lo ve conduciendo su antiguo trineo, arrastrado por renos.
Hay consenso en que Santa empieza su recorrido desde la
quebrada “línea internacional del cambio de fecha”, más precisamente en las
islas de Kiribati, cuya bandera vemos.
Desde allí se desplaza anticipándose
al Sol del 25 de diciembre, para terminar en la isla habitada más oriental de las Aleutianas, que se llama Attu [1], donde
Santa se despide de la última de las banderas que jalonan su ruta anual, la de Alaska (Estados Unidos)
Después de dejar sus últimos regalos
a los niños de Attu, Santa vuelve a su
casa ya totalmente agotado por su mágico periplo. Allí lo esperan Mamá
Claus y los gnomos justo a tiempo para ¡festejar la Navidad, todos juntos!
Otro punto de coincidencia en los
relatos es dónde comienza Santa su
extenso recorrido, se trata de otra isla, la de Kiritimati,
también llamada Christmas o “de la Navidad”. A ella nos referimos extensamente en este blog en la pasada
Navidad.
Pero bien sabemos que nada es lo que
parece, Kiritimati no es el primer lugar que visita Santa Claus, todo el mundo sabe, y en esto también hay
acuerdo universal, que su primera parada es en un humilde pesebre, en Belén de
Judea. Allí llega Santa con su comitiva para adorar al Niño Jesús y saludar
a nuestra madre común, la Virgen María y a San José.
¿Qué lleva de regalo? La inocencia de todos los niños del mundo, para ofrecérsela a Él, a ese Niño que es Dios. Y también, no lo olvidemos, las esperanzas e ilusiones de quienes ya no son tan niños.
En la tradición navideña del hemisferio
Norte ese notable momento se conoce como la “Santa's first stop”. A lo largo de los años los artistas ilustraron el encuentro en muy diversas y tiernas formas, como las que les muestro.
Aquí tenemos a Santa con su ropaje tradicional
En las siguientes imágenes Santa se
presenta ante el Niño Dios acompañado de algunas de las ovejitas de los pastores de
Belén, a los que se suman conejos, ardillas; un ganso y un pajarito azul.
Otra imagen muestra a un Santa sin
posibilidad de viajar en el tiempo, pero que reconoce que el verdadero centro
de la Navidad es el “Niño Jesús”, que él mismo coloca en el lugar principal del
pesebre familiar.
Y finalmente, vemos la “primera parada” donde Santa, adora al “Niño
Dios” en silenciosa oración, acompañado de María y de san José.
Notas
1.- La isla de Attu (originalmente llamada “San Teodoro”, como la bautizó el ruso Chirikov en 1742) está a unos 1700 kms. de la costa de Alaska. Desde 1985 es un monumento histórico nacional de los Estados Unidos por que allí se libró la única batalla de la II Guerra Mundial que se dio en su territorio, luego de ser invadida por tropas del Japón. La lucha se prolongó desde el 11 de mayo de 1943 y causó la baja de 3.929 norteamericanos (580 fueron muertos). Se estima que los japoneses caídos fueron una cantidad similar, solo se tomaron 28 prisioneros. Para conocer más recomendamos: http://www.lasegundaguerra.com/viewtopic.php?t=1601
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