lunes, 12 de diciembre de 2016

Bandera de un pueblo originario

Bandera de la comunidad comechigona del valle de Paravachasca


Agradecemos mucho los datos aportados por Silvio Fernández que sirvieron de base para preparar este post

Por Miguel Carrillo Bascary

En el proceso de valoración de las diferentes herencias étnicas y de la diversidad cultural de nuestro país (Argentina) la adopción de banderas es una fuerte señal de presencia y protagonismo creciente que involucra a los pueblos originarios, como a sus comunidades en particular; observamos un fenómeno similar respecto de otras minorías.

Los cami-chimgones

Según miembros de la propia etnia esta designación puede traducirse como “amigos de la tierra”. En la bibliografía consultada consta que un pueblo vecino, los sanavirones, los llamaban “kamichingan”, que en su lengua remitía a las 'vizcachas' (un gran roedor que habita cuevas que construye) o 'habitantes de cuevas', por el tipo de viviendas semi subterráneas que empleaban, también aprovechaban las grutas o aleros naturales propios de la región. La designación común que reciben es la de “comechingones”, con este nombre se refiere una serranía de importante altitud, también han perdurado como toponímicos los nombres de muchos de sus caciques.

Reconstrucción de viviendas de comechingones

Se trata de un pueblo dividido en diferentes facciones (los hênia y los kamiâre), que a la llegada de los españoles (siglo XVI) habitaba las laderas de las sierras de Córdoba y San Luis (región central de Argentina) sobre ambas vertientes y se extendían hacia el Norte, algunos estiman que hasta el río Dulce, en la hoy provincia de Santiago del Estero. Hablaban varios dialectos, cuya especial curva tonal (tonada o cantito) hoy caracteriza a los habitantes de la provincia de Córdoba que, por supuesto, hablan el español.

 Ubicación del Valle y área de asentamiento original de la comunidad que tratamos

En cuanto al tipo físico es significativo que los hombres tuvieran barbas, en lo que nada se parecían a otras etnias nativas; también eran de mayor altura promedio que sus vecinos; muchos de sus individuos presentaban cráneos caucasoides y hay referencias de que también había una significativa proporción de personas con ojos verdes. Esto ha dado lugar a todo tipo de lucubraciones, en las que preferimos no incursionar.

Los relatos indican que en solían vestir una especie de delantal ceñido con faja y que en invierno usaban casacas, mantas de lana de llamas y un cubre nuca que les caía hasta los hombros. Calzaban ojotas de fibra vegetal trenzada. Los caciques, guerreros y chamanes usaban trajes complementados con prendas de cuero.

Su dieta original incluía algarroba y chañar (geoffroea decorticans); se completaba con carne de ciervos, vizcachas, guanacos, zorros, liebres e iguanas. También aprovechaban la pesca que hallaban en los riachos utilizando redes fabricadas con fibras naturales. Construyeron represas y acequias para regar cultivos de maíz, porotos, zapallos y papas.

Vaina de algarroba

Han dejado testimonios líticos (morteros) practicados sobre la roca natural y también una rica contribución de pinturas rupestres ejecutadas con colores naturales entre los que predominan el rojo, el blanco y el negro, conformando elaborados conjuntos donde se representan escenas de caza; rituales; enfrentamientos con otros pueblos y con los españoles.

Elaboraban alfarería y cestería. Cercano a la localidad de Merlo, en San Luis, existe un parque temático “Yucat” que recrea algunos aspectos de la forma primitiva en que vivían los comechingones.

Pintura que representa un combate entre españoles y comechingones

Defendieron bravamente sus tierras, como lo dan cuenta muchas de las pinturas rupestres. El cacique Olayón que vivía en la zona de Cruz del Eje es uno de sus héroes legendarios; murió en combate singular en el año 1620 a manos del capitán español Tristán de Allende, que falleció poco después por las heridas recibidas.

Una vista de la pampa de Achala (aprox. 2000 metros sobre el mar)

La comunidad de Paravachasca

En el valle de este nombre existe una comunidad comechingona en pleno proceso de reafirmación de su cultura.


Este valle es desde antiguo un centro turístico en pleno desarrollo ubicado a unos 35 kilómetros de la ciudad de Córdoba. En su amplitud comprende el dique Los Molinos, las antiguas estancias jesuíticas de “Santa Catalina” y “Alta Gracia” (declaradas patrimonio de la humanidad por la UNESCO), la segunda contiene el Museo Nacional “Casa del Virrey Liniers”, tradicional residencia de los sacerdotes de la “Compañía de Jesús”. Entre sus más modernos iconos se cuentan: el autódromo “Oscar Cabalén”, la sede del centro de desarrollo tecnológico automovilístico de Oreste Berta y el Museo “Manuel de Falla”. Esta área alberga además un rosario de pequeñas localidad turísticas: Anisacate, La Bolsa, La Paisanita y Los Aromos, entre otras.

Iglesia de Nuestra Señora de la Merced; Alta Gracia

Fachada de la iglesia de “Santa Catalina”Resultado de imagen para iglesia de santa catalina cordoba
              También abarca el parque nacional “Quebrada del Condorito”, donde habita una significativa población de cóndores andinos, animal que ha sido adoptado como elemento de sus banderas por algunas comunidades comechingonas.

Logo del parque nacional

Bandera de la comunidad


Como evidencia de este protagonismo reivindicador recientemente adoptó un estandarte o bandera identificatoria que posee los característicos colores de la etnia, con los que se pintaban para ir al combate.

Su simbología es una obra de conjunto. Silvio Fernández[1], elaboró el diseño. Contribuyeron a su fundamentación semiótica Elvio Altamirano (naguan ‘cacique’ en dialecto henia, de la comunidad Paravachasca) y Luis Ferrari (escritor e historiador).

Existe como variante un diseño más despojado, sin su guarda característica, que en realidad debe considerarse una simplificación.
  

Simbología

Los colores rojo y negro que distinguen el paño son los que identifican al pueblo cami-chimgones, en recuerdo de la forma en que pintaban sus rostros los guerreros de este pueblo.

El emblema se centra en un árbol de algarrobo (Prosopis alba o prosopis nigra).base del sustento, ya que el fruto se recoge; se muele y con él se elabora harina (patay) con múltiples propósitos y de la misma también se destila una bebida alcohólica, la aloja. Este árbol resinoso tiene un significado mucho más profundo pues a partir de su característica vital de crecer continuamente hacia adentro y hacia fuera representa la esperanza de desarrollo indicando que el ser humano ha de crecer tanto en su dimensión externa como interna, en lo físico como y en la espiritual; en fuerza y en sabiduría.

Morteros, llamados cananas o tacanas

Dos yaguaretés o jaguares (panthera onca) refieren la fuerza vital; uno mira hacia el pasado, el origen de la comunidad y el otro hacia su futuro. La guarda que forma el perímetro indica que la comunidad está incluida en el pueblo comechigón. La cartela que incorpora para referenciar el nombre de la comunidad es un procedimiento no habitual en la Vexilología argentina, pero muy extendido en los emblemas usados por las “primeras naciones” de Norteamérica.

Silvio Fernández entrega la enseña al naguan de la comunidad
Elvio Altamirano acompañado por su hija, Museo Ferroviario de la ciudad de Alta Gracia

Él mismo se define como auditor de Normas de Calidad y Seguridad; presidente y fundador del CESAHYCAG, artista, heraldista, investigador; coleccionista y miembro del Instituto Belgraniano de Tigre, entre otras varias entidades académicas.

Emblema del Cesahycag

Fue oficialmente presentada el 9 de abril de 2016, “día del indio americano” en el teatro Solares espacio cultural de la misma ciudad.

Otras banderas de la etnia

De diferentes fuentes hemos registrado varias banderas de este origen. Mucho agradeceremos recibir información adicional.
  
Diseño cuya referencia no hemos podido identificar. Contiene un ave estilizada; un algarrobo y un conjunto formado por el Sol y la Luna

Bandera de la comunidad de Ticas

 Bandera de la comunidad Tulián de San Marco Sierrasincorpora el llamado “Sol Rojo” fue sustraído de una cueva ceremonial de Inti Huasi, cercanías de Tulumba (Córdoba) por el antropólogo inglés Samuel Gardner (Universidad de Oxford), en el Museo Británico (Londres) desde 1926 a 1982, fue retirado de exhibición durante la Guerra por las Malvinas. Según la información disponible pesa 3,2 toneladas y mide un metro con sesenta centímetros de diámetro.
 
Antigua fotografía del Sol Rojo
  
Enseña de la Comunidad de La Toma donde se han referenciado los elementos que la cargan: una mazorca de maíz; un condor; el dios Sol; el algarrobo y el río Suquía; fue presentada el 18 de agosto de 2010
  
 
 Otro diseño atribuido a la comunidad de La Toma

 También se referencia esta reelaboración atribuida a la misma comunidad

Bandera de la comunidad Sikiman

 Bandera de la comunidad Chavascate

Bandera presentada por una comechingón en Bolivia, en ocasión de asunción de su presidente Evo Morales (2010); en este caso además del perímetro del Sol Rojo encontramos una rana; un cóndor; un suri (ñandú) y una víbora

Para saber algo más:



[1] Centro de Simbología Argentina Heráldico y Cultural de Alta Gracia, provincia de Córdoba; que es una entidad afiliada al Consejo Federal de Folklore de Argentina (COFFAR)

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