jueves, 11 de abril de 2019

El estandarte de la Milicia de los Cielos

La bandera del Arcángel Miguel

San Miguel Arcángel
Por Miguel Carrillo Bascary

La pieza se encuentra en el Museo de Arte Sacro de la ciudad de Tucumán (Argentina), que depende del Arzobispado del mismo nombre. Por sus características se corresponde con el estilo de pintura cuzqueña, barroco americano. Su gran formato es coherente con el fin didáctico que tenía la pintura en aquellas épocas.

Tiene como tema a San Miguel Arcángel, quien según las Sagradas Escrituras comandó la milicia celestial en el combate contra los demonios. Su grito de batalla ¡Quien como Dios! así lo expresa desde el medallón que sostiene el querubín que le hace de escudero. A sus pies vemos una serpiente, representación del mal.

Miguel se presenta con una armadura que mucho recuerda al equipo de combate de los romanos. Sobre su pecho se advierte una imagen de la Virgen María, de quién el Génesis anuncia que pisará la cabeza de la serpiente. En su diestra muestra una espada y con su mano izquierda sostiene un estandarte farpado que lo identifica como el que en la concepción del artista corresponde a las huestes de Dios, la Milicia Celestial.

El vexilo que hoy nos ocupa es de color rojo, aludiendo a la púrpura real atribuida a Dios. En su centro hay un círculo blanco que contiene el triángulo con el "Ojo de Dios" (1), símbolo de su poder y de la presencia divina en toda la Creación, se lo pintó en azul; con lo que el estandarte compone los tres colores más utilizados en la iconografía. Vale recordar que esta figura geométrica que desde antiguo es usada para representar a la Santísima Trinidad.

El Ojo de la Providencia (Iglesia de San Pedro, Almoyola de Alquisiras, México)
Foto de Enrique López - Tamayo Biosca

Otro aspecto de interés es el fondo de la composición. Allí vemos nubes que se complementan con el suelo, simbolizando que la lucha ocurrió en los cielos, en el alba de la Creación y que también ocurre en la Tierra, durante la Historia humana, en que los embates demoníacos se ensañan con los hombres. Al respecto el triunfo de Miguel nos demuestra a los hombres que podemos derrotar al Mal. La figura del Arcángel se ve serena, triunfante, estableciendo un nexo entre la batalla primigenia y las luchas de los mortales.

En suma, es una pintura de alto valor icónico y artístico que contiene un vexilo, igualmente significativo, lo que amerita la entrada que le dedicamos.

Nota para quienes viajen a Tucumán: no se pierdan de recorrer el Museo; vale la pena. Fue establecido en 1968; se encuentra en un inmueble al lado de la Catedral, sobre calle Congreso.

Referencias:

(1) También llamado "Ojo de la Providencia" o "panóptico"; el ojo que todo lo ve.

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