miércoles, 9 de abril de 2025

Acto de entrega de banderas

Razón de una tradición


San Martín presenta la bandera al Ejército de los Andes (Mendoza, 1817)

Por Miguel Carrillo Bascary

Al aproximarse las Fiestas Patrias es natural que en algunas escuelas o instituciones se programe entregar/ recibir una nueva Bandera nacional. En esta nota aporto algunas referencias para planificar el acto y se explica el origen de la tradición que lo inspira.

Digamos para empezar, que la legislación argentina no ordena la forma en que se debe presentar una nueva bandera de ceremonia. Sobre las de izar me expresaré en otra oportunidad.

Este silencio autoriza diversos procedimientos, a condición de que la pieza no se vea afectada en su dignidad ni quede desplazada en la atención de los presentes. Advierto esto ya que en la práctica proliferan circunstancias que contravienen los principios indicados, con lo negativo que esto resulta.

En todos los casos se la entrega/ recepción se concretará en una ceremonia formal, con la participación de la comunidad con la que la enseña se caracterizará. Generalmente se integrará en el acto donde se conmemore una fiesta patria u otra o circunstancia especial como, por ejemplo: en la fecha que recuerde la inauguración de una escuela, el aniversario de la institución, el 2 de Abril y similares. La ocasión es un excelente medio para reflexionar en lo que significa nuestra Bandera, fortalecer la identidad común y afianzar los valores inherentes.

Las siguientes líneas también podrán aplicarse cuando se trate de una Bandera Nacional de la Libertad Civil, de las enseñas provinciales, de ciudades o pueblos. Igualmente, con respecto a las de otros países, lo que ocurrirá cuando la escuela lleve su nombre, o se trate de una institución referenciada con aquellos; en estos casos la actividad será en una fecha vinculada con dicho estado o con el establecimiento en sí mismo, ya que no corresponde en una fiesta patria.

En consecuencia, se definen dos formas básicas para el acto: la bandera se podrá entregar armada en su asta o plegada. Eventualmente es factible que se presente contenido en un cofre vidriado. 

La entrega de una bandera encofrada, puede servir como referencia

En ningún caso abullonada o encestada, una manera que se reserva para las enseñas de izar.

Nos detendremos ahora en analizar cómo proceder cuando la pieza se presente plegada.

Según la tradición, lo más solemne será hacerlo sobre una bandeja de plata, pero no es imprescindible que sea de este material, bastará con que tenga la debida dignidad. Hasta que la entrega se consume la fuente estará depositada sobre un tapete que recubrirá una mesa apropiada.

Origen

Es interesante referenciar la génesis de esta usanza, que nos remite al 5 de enero de 1817, cuando el general San Martín presentó la bandera que debía guiar al Ejército de los Andes en su campaña libertadora. Afortunadamente contamos con un relato minucioso que nos dejó el general Gerónimo Espejo[1], por entonces joven oficial. En sus célebres memorias, publicadas con el nombre de “El Paso de los Andes[2]” nos comparte sus vivencias, de las que extraemos lo pertinente:

“La columna hizo alto al llegar a la esquina del convento de San Francisco (noroeste de la plaza), para esperar que saliera del templo Nuestra Señora del Carmen, patrona electa, y escoltada como prescribía el ceremonial. Salió la procesión encabezada por el clero secular y regular, presidiéndola el Capitán General, acompañado del Gobernador Intendente, del Cabildo, los empleados y los más distinguidos ciudadanos, siguiendo majestuosamente la marcha hasta la iglesia Matriz[3], donde en un sitial cubierto con un tapete de damasco[4], estaba doblada la bandera sobre una bandeja de plata. En este momento, entró al templo una guardia de honor al mando de un capitán, compuesta de piquetes de las compañías de granaderos de los cuatro batallones de infantería y un abanderado que se situó en la nave del costado del Evangelio[5]. (…) el General San Martín se levantó de su asiento y subiendo al presbiterio[6] acompañado de dos edecanes, tomó la bandeja con la bandera y la presentó al preste (sacerdote) Este la bendijo en la forma del ritual (…) El General por su mano amarró la bandera en el asta, y colocándola de nuevo en el sitial volvió a tomar su asiento (…) y luego, tomando la bandera, se acercó al perfil de la plataforma, donde en alta y comprensible voz pronunció las siguientes palabras : - SOLDADOS: ESTA ES LA PRIMER BANDERA QUE SE HA LEVANTADO EN AMÉRICA-, la batió[7] por tres veces cuando las tropas y el pueblo respondían con un VIVA LA PATRIA, rompieron dianas las bandas de música, de cajas y clarines, y la artillería hizo otra salva de 25 cañonazos. El General entregó la bandera al abanderado para llevarla a su puesto, (…)”

Se advierte que la iconografía con la que distintos artistas han intentado representar la ceremonia, incluso la imagen que abre esta nota, adolece de diversos errores a la luz del testimonio del general Espejo.

La cita nos ofrece varias referencias que podrían adaptarse a nuestra realidad al momento de planificar la ceremonia.

Por ejemplo, en la provincia de Jujuy se estila presentar una bandera sobre un característico poncho[8] local.

La enseña también puede mostrarse en la caja con que los fabricantes suelen presentar sus productos. 

En este caso, jamás, debería hacerse con la tapa colocada, el vexilo debe verse con toda claridad, no solo para destacar la dignidad del símbolo, también porque de lo contrario pareciera que lo entregado es una pizza.

Una empresa en particular ofrece cajas con visor que permiten observar la pieza; es una solución creativa; aunque en siempre será preferible que en el acto se presente el vexilo habiéndose retirado la tapa.

Se advierte que, si en la misma caja se acompaña la corbata y/o el tahalí, conviene colocar estos elementos bajo el paño, para que no tapen el bordado del Sol.


Bandera de E. Ríos, casi totalmente cubierta por la corbata y el tahalí

Cuando la bandera venga en una bolsa de material transparente, lo adecuado será quitarla previamente.

En cuanto al tapete

En 1817 se usó una pieza de damasco, textil de calidad que habitualmente es rojo pero que bien pudo ser de otro color, como dorado, blanco, bronce, verde, naranja o azul.

No lo aclaró Espejo, pero la tradición consagra el uso del colorado.

Obviamente que este tipo de tela tan fino puede no estar disponible, en cuyo caso la opción más general será emplear una de color blanca, sin estampado alguno, o bien, puede ser un género azul oscuro, gris o negro, para que la bandera destaque con toda nitidez. Otro material habitualmente utilizable es el terciopelo.


Si fueran varias las banderas a entregar se ubican sobe una misma mesa procurando resaltarlas debidamente.

Jamás de los jamases se utilizará una bandera para recubrir la mesa del caso. De hecho, servirse del símbolo nacional para estos menesteres u otro parecido es, objetivamente, una supina falta de respeto.

Tras la recepción …

Recordando lo ocurrido en 1817 durante el acto se podrá armar la enseña colocándola en el asta que le estuviera destinada[9]. La operación la protagonizará el/la titular del establecimiento o entidad, con la ayuda de una o más personas. En el trámite se evitará que el paño toque el piso. Advertimos que el procedimiento puede presentar su complejidad por lo que conviene ensayarlo previamente. Posteriormente dicha autoridad entregará el conjunto al abanderado quien estará acompañado de los escoltas.

Enastando una bandera de Entre Ríos

Obviamente que la Bandera argentina es conocida por todos, pero si fuera la Bandera Nacional de la Libertad Civil, la de una provincia, ciudad o pueblo, es factible que esto no ocurra y que exista una cierta curiosidad al respecto. En consecuencia, la persona que recibió la pieza bien podrá desplegarla, para que aprecie el diseño, lo hará preferentemente con ayuda de un tercero y luego la plegará para colocarla en su caja o la bandeja.



Claro que se debe cuidar de presentar correctamente el paño

Observaciones finales

Será elemental precaución asegurarse que la bandera se corresponda exactamente con el modelo oficial. Nada más patético que constatar que no es así. 


El Sol de la entregada no corresponde al legal

Recordemos que las características técnicas de la Bandera Oficial de la Nación están reguladas en el Decreto Nº1.650/ 2010.

Esquema de colores

Proporciones

De mostrarse la bandera en su caja corresponderá estar atento para que el Sol “mire” a los presentes o al objetivo de la cámara. Es bastante usual que se encuentre invertido o torcido y esto afecta a la solemnidad del momento.

Si estuviera previsto hacer bendecir el símbolo, el sacerdote lo hará con el mismo enastado, en su caja o sobre la bandeja, nunca con el paño desplegado sobre la mesa. De ser varios ejemplares, es factible que el acto litúrgico sea conjunto.

Finalmente, es fundamental señalar que un correcto dispositivo de ceremonial evidencia la imagen institucional de la entidad o escuela que lo protagonice. Es factible que cualquier desliz pueda ser percibido por los presentes, pero esto no quedará ahí; debido a la cultura de la imagen en que vivimos, cada filmación, cada registro fotográfico puede divulgarse por las redes proyectándose hasta el infinito.


[1] Nació en Mendoza en 1801 y falleció en Bs. Aires en 1889. Los interesados en su biografía tienen una síntesis a su alcance en: https://liceoespejo.edu.ar/lmge/biografia-del-general-espejo/

[2] Google Books aporta la versión virtual de esta interesantísima obra, que los interesados podrán leer o bajar íntegramente https://books.google.com.ar/books?id=Caw923yhBSQC&printsec=frontcover&redir_esc=y#v=onepage&q&f=false

[3] El templo matriz es el más antiguo de la ciudad.

[4] El damasco es un tipo de tejido de sarga o raso de seda, que se prepara formando dibujos característicos su anverso es brillante y mate el reverso. Toma su nombre de la ciudad de Damasco, por ser una producción originaria en el Medio Oriente.

[5] A la derecha del altar, izquierda de los fieles que participan de la ceremonia.

[6] El presbiterio es la parte del templo en donde se ubica el altar mayor, el lugar destinado a las ceremonias litúrgicas más significativas.

[7] El batir la bandera era una forma de proclamar la investidura que caracterizaba al vexilo.

[9] Es un requisito obvio que el asta y la moharra sean las reglamentarias, conforme al Decreto Nº1.650/ 2010.

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