lunes, 16 de noviembre de 2020

Banderas locales, opciones superadoras

 Las banderas con doble diseño

Lomas de Zamora, bandera de izar y de ceremonia

Por Miguel Carrillo Bascary

En los últimos años se multiplicaron en Argentina las banderas municipales o comunales, pero es lamentable que por falta de un adecuado apoyo profesional muchas incumplen las pautas de diseño que aconseja la Vexilología (disciplina que estudia estos emblemas)

Apoyo profesional en Vexilología

Si bien son pocos los vexilólogos serios que existen en el país, esto no debería ser obstáculo para que un municipio o comuna pueda contar con un prudente asesoramiento. Entre otros aspectos positivos, un diseño de mejor concepción aumentará la posibilidad de que el símbolo alcance la trascendencia que de él espera.

La especificidad de la temática es de significación; implica vastos conocimientos de diversas vertientes que confluyen en la Vexilología.

Digamos desde ya, que las competencias profesionales de un licenciado en diseño no son suficientes. Tampoco un graduado en Comunicación; ni en Publicidad; ni en Bellas Artes; ni en Ceremonial cuentan con la capacitación objetiva que les permita diseñar una bandera acorde a las reglas vexilólogicas.

Como en cualquier orden además de un título universitario de base se deberá analizar la trayectoria laboral, como evidencia de competencia y de la responsabilidad implicada en la adopción de un emblema que representará a un conjunto social institucionalizado como municipio o comuna, nada menos.

Una dura realidad

Son verdaderamente excepcionales las ordenanzas que disponen modelos patrones de banderas confeccionados en forma acorde a las escalas de colores estandarizadas a nivel internacional; también es muy común que no contengan imágenes vectoriales, las que deberían asegurar la exacta reproducción del emblema. Además, muchísimas veces se omite disponer sobre las proporciones del paño; así como las características y colores de la corbata; del tahalí y de las bandas para escoltas.

¡Parecen ser demasiados olvidos para la importancia que se espera de una bandera municipal o comunal! Sin embargo, en la práctica suele haber urgencias políticas que demanden apurar los “tiempos” de los proyectos, lo que incide en el resultado final. En otras, los aspectos técnicos inherentes conspiran para el trámite de la norma por cuanto los legisladores dudan a consecuencia de no contar con asesoramiento idóneo.

Es lógico que cada comunidad adopte la bandera que ella misma decida. Generalmente lo hará a través de un concurso. Como evidencia de la autonomía de la voluntad, la decisión merece el condigno reconocimiento; pero no deja de ser una pena cuando vemos algunos muy pobres resultados.

En lo cotidiano es muy común que se aprueben enseñas que cargan en sus paños emblemas muy complejos. Más aún, algunas contienen excesivos elementos que se transforman en una mezcolanza ininteligible, particularmente cuando se izan en lo alto de un mástil.

A título de ejemplo se muestran algunos diseños de banderas locales, todas ellas de Argentina, que muestran un notorio alejamiento de los cánones vexilográficos:

San Antonio (Misiones)                              Ullum (Mendoza)

Pto. Gral. San Martín (Sta. Fe)           José C. Paz (Bs. Aires)

Colonia Protestante (Entre Ríos)            Cañada de Gómez (Santa Fe)

Va. Constitución (Santa Fe)                  Los Antiguos (Santa Cruz) 

En ocasiones la complejidad es de tal grado que el costo de los ejemplares llega a cifras considerables, debido a la gran cantidad de bordados o de los muchos colores que requieren. Este factor crematístico conspira contra la amplia difusión del símbolo. condición de base para que arraigue en el conocimiento popular. A mediano plazo el importe de las reproducciones determina que se abandone el uso de la enseña.

Procedimiento superador

En esta oportunidad me dedicaré a explicar uno de los medios que podrían mejorar el diseño de una bandera, sea que esta ya se encuentre en uso o que surja por medio de un concurso. 

Consiste en oficializar que el paño tenga sus cargas en dos dimensiones, ya sea de ceremonia o de izar. En consecuencia, constituirá una “bandera de doble diseño”, sobre lo que abundaré seguidamente.

Desde ya que existen dos opciones; ya se trate de la adopción de una nueva bandera o bien, que se procure reformarla, perfeccionándola.

a) Bandera en proceso de concurso

En este primer caso las bases del concurso se redactarán de tal forma que, contando con el asesoramiento vexilológico adecuado, la autoridad municipal pueda introducir algún cambio en el diseño que resulte ganador. Cabe descontar que la gestión que encare el proyecto aspira a que el emblema tenga la calidad técnica-vexilológica necesaria y que anhela que sea positivamente aceptado y mantenido por la comunidad.

En este caso, el pertinente asesoramiento permitirá corregir algún detalle de la composición para adecuarlo a los cánones requeridos, sin que el autor de la iniciativa deba verse molestado por la mutación y preservando a la autoridad local de todo cuestionamiento que pudiera generar un artista. Hay experiencias donde la sociedad misma se fracturó en torno a una controversia en la materia.

Un ejemplo paradigmático es la bandera de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Del pertinente concurso fue seleccionado el proyecto de la arquitecta Teresa Martínez.                                    

Antes de ser aprobado se me consultó y sugerí una ligera modificación que permitió la confección de la para que resistiera mejor los fuertes vientos de la región. De haberse mantenido el diseño original los ejemplares de flameo habrían sido más susceptibles al desgarro. A la larga el ahorro presupuestario que esto implicó debe haber sido considerables. Las siguientes imágenes dan cuenta de lo que se adelantó:

  
                         Diseño original                                          Modelo oficializado

b) Banderas ya oficializadas

En el segundo caso cabrá dictar una ordenanza que reformule parcialmente la norma que oficializó el símbolo, en atención a las reglas que inspira la Vexilolografía.

Cuando una bandera vigente tenga una característica disvaliosa, puede ser factible superar el déficit sin incorporar una modificación sustancial al diseño que ya cuenta con la adhesión primaria de la población.

Lo primero será analizar el diseño para determinar si puede perfeccionarse el símbolo. Si así ocurriera, corresponderá dictar una ordenanza complementaria, aunque esto demandará una redacción técnica y jurídica forma muy cuidadosa.

Una forma de superar el problema de visualización de la bandera izada consiste en amplificar el emblema que cargue el paño y, eventualmente, modificar algunos de sus trazos. A veces la mutación será tan mínima que no será advertida por quien no esté en materia.

Un ejemplo muy interesante radica en la bandera del partido de Lomas de Zamora, provincia de Bs. Aires, cuya imagen abre esta nota. Fue concebida para solemnizar los 150 de la creación del partido (Ley provincial N°336 de 1861). Se preseleccionó a cinco diseños, de los que finalmente surgió el que se adoptó. Se presentó oficialmente el 9 de julio del año 2011. La propuesta ganadora correspondió a las niñas: Laila Castillo; Camila Ciccone y Carolina Gaja, alumnas del 3º Año de la modalidad “Arte” del Instituto “Presbítero Dr. Antonio Sáenz”, establecimiento que pertenece al Obispado de Lomas de Zamora.

Si se analiza detenidamente ser verá que el emblema central del ejemplar para izar es de mayores dimensiones que el que corresponde a la bandera de ceremonia. Con esto resulta fácilmente advertible por el observador que la contempla al pie del mástil o a la distancia. Por otra parte, el menor desarrollo de la carga en el paño de ceremonia, disminuye la magnitud del bordado y con ello se abarata el costo; además resulta una composición más delicada, menos masiva, que si tuviera el diámetro de la versión usada para izamientos.

 

Un ejercicio de aplicación

Para que el procedimiento sea más claro tomaremos la bandera de Turkmenistán en ella existe una guarda lateral que la convierte en una de las más complejas del mundo, ya que en ella se reproducen cinco diseños, típicos de las alfombras que enorgullecen a esta nación, los que representan a las etnias de mayor presencia en el país; con la sumatoria de las ramas de olivo que aparecen en la enseña de Naciones Unidas.

Cuando se exhibe en un mástil los detalles de la guarda son prácticamente ininteligibles. Izada en el mástil monumental emplazado en Ashgabat que con sus 133 metros es el quinto en el mundo, la aplicación se hace aún más confusa, pese a las dimensiones del paño. Lo que se agudiza si el viento no es suficiente para desplegarlo.

Mástil de Ashgabat

Eventualmente la legislación local podría autorizar que cuando se traten de banderas de izar de uso no oficial, se empleen ejemplares con rasgos simplificados (opción 1) o, más radicalmente, eliminarlos, quedando el color rojo ocupe todo el segmento (opción 2).

Turkemistán, diseño oficial

Variante 1, para izar                                   Variante 2, para izar

En definitiva, cuando existe voluntad política de perfeccionar la estructura oficializada,  las opciones son muchas. Hemos visto una de ellas. Lo fundamental será lograr un buen asesoramiento para intentar no incurrir en nuevos desvíos.

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