sábado, 1 de agosto de 2020

Gregoria Matorras, madre del Libertador

Noticias sobre la madre de San Martín y su hogar de origen

Gregoria Matorras de San Martín

Por Miguel Carrillo Bascary

En las escuelas argentinas los niños aprenden los nombres de los progenitores del Libertador José de San Martín, pero poco más; por esto considero de interés difundir algunas referencias sobre su madre, al igual que previamente hicimos con su padre (http://banderasargentinas.blogspot.com/2020/07/agosto-mes-sanmartiniano-nota-1.html)

Gregoria Matorras del Ser, nació el 12 de marzo de 1738 en la localidad de Paredes de Nava, municipio de la comarca de Tierra de Campos, en la provincia de Palencia, hoy integrada en la comunidad autónoma de Castilla y León.

Gregoria tuvo seis hermanos mayores, hijos todos de Domingo Matorras González (1692-1797) y de María del Ser Antón (1696 -?)

Los orígenes de Paredes de la Nava se remontan a tiempos pre-romanos. A fines del siglo XVIII era una pujante ciudad, pero pronto comenzaría disminuir; en el censo de 1842 contaba con 1156 hogares y 6013 vecinos; hoy registra unos 2.000 habitantes. El principal templo está bajo de la advocación de Santa Eulalia, fue finalizado en 1586.

Santa Eulalia

El poblado está muy cerca de Cervatos de la Cueza, por lo que no sería extraño que esto haya favorecido que Gregoria se conociera con quien luego sería su esposo, Juan de San Martín sin embargo, no hay coincidencia entre los investigadores, otros consideran que la pareja trabó relación en la ciudad de Bs. Aires.

Cervatos de la Cueza (rojo); Paredes de Navas (amarillo)

El novio viajó al Río de la Plata para seguir su carrera militar y Gregoria quedó en Paredes. Contaba casi 30 años cuando se dio la ocasión de que viajara hasta América acompañando a su primo Jerónimo Matorras, lo que ocurrió en 1767. No deja de llamar la atención esta edad, más que elevada para los usos de entonces.

La más difundida imagen de la matrona

En 1770 Juan fue comisionado a la Banda Oriental para enfrentar a los portugueses. Antes de partir suscribió un poder para casarse en ausencia, lo que ocurrió con fecha 1º de octubre. En su representación se desempeñó su camarada de armas, capitán de Dragones, Juan Francisco de Sumalo. Celebró el obispo Manuel Antonio de la Torre, en la propia iglesia Catedral, lo que indica la significación que se dio al enlace, contrastando con la modestia de los contrayentes.

La novia viajó luego hacia la localidad de Calera de las Vacas (Banda Oriental) donde se hallaba su esposo comenzando así la convivencia conyugal de la que nacerían cinco vástagos: María Elena; Manuel Tadeo; Juan Fermín Rafael; Justo Rufino y José Francisco, el menor. En su testamento la matrona consigna “… me quedaron cinco hijos”; de lo que puede inferirse que habría tenido algunos más que murieron infantes.

Otra representación de Gregoria

En 1783 la familia retornó a España. En 1796 falleció su esposo que fue enterrado en parroquia castrense de Santiago, en Málaga. Gregoria le sobreviviría 17 años, hasta que entregó su alma al Señor el 1 de junio de 1813, en Orense (Ourense), provincia de Málaga. Se la inhumó en el convento de Santo Domingo de esa ciudad, conforme a ser profesa en la Tercera Orden de Santo Domingo.

Los restos del matrimonio fueron traídos a nuestro país en 1947, como parte de las actividades previstas para celebrar los cien años del fallecimiento del Libertador y se los sepultó en el Cementerio de La Recoleta (Bs. Aires). En el año 1998 se los exhumó; fueron llevados primero a la sede del Regimiento de Granaderos y luego, en un avión Hércules, hasta la ciudad de Corrientes, allí quedaron por breve tiempo en su catedral. Posteriormente llegaron a Yapeyú donde se encuentran aunados en una sola urna en el templete que protege los restos de la casa en donde se dice que habitó el matrimonio, en tiempos que el capitán San Martín gobernó las Misiones. (Puede ampliarse en: http://estudiosamericanos.revistas.csic.es/index.php/estudiosamericanos/article/download/237/241&a=bi&pagenumber=1&w=100)

 

Esta última decisión (http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/45000-49999/48015/norma.htm) fue impulsada por las asociaciones sanmartinianas de Posadas, Gobernador Virasoro y Yapeyú, con la anuencia del municipio de esta última localidad y de la Gobernación misionera; la oposición de la “Asociación de Amigos del Cementerio de la Recoleta” generó una desagradable polémica (https://www.clarin.com/sociedad/restos-padres-san-martin-llegaron-yapeyu_0_SynPoAg0Yg.html)

Fue en 1978, cuando se conmemoraban los doscientos años del nacimiento del general San Martín que, en Paredes de la Nava, más concretamente en la plaza de San Juan, a instancias del gobierno argentino se levantó un monumento que recuerda a la madre del Libertador.

El monumento que la recuerda


En cuanto a las banderas implicadas en este relato, nos remitimos a lo consignado en la entrada que antecede a la presente (http://banderasargentinas.blogspot.com/2020/07/agosto-mes-sanmartiniano-nota-1.html), a la que corresponde sumar la que distingue a Paredes de la Nava, consiste en el histórico blasón cívico aplicado sobre un paño enteramente púrpura. En él destacan dos calderos, recordando que la villa contribuía con el respetable número de dos contingentes de milicianos, en caso de ser requerido por el Rey. Lleva en bordura los escudos de Castilla y León; suma una corona real, señalando su fidelidad al monarca.

Bandera comunal de Paredes de Nava






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