jueves, 27 de abril de 2017

Un proyecto de Escudo que no fue

El escudo  argentino que pudo ser

Modelo de escudo nacional sugerido por
la “Academia Nacional de la Historia” (Filial Rosario), 1941

Por Miguel Carrillo Bascary

Antecedentes

A comienzos de la década de 1940 se hizo evidente la necesidad de fijar definitivamente la forma en que se debían representar los símbolos nacionales argentinos.

En el caso del Escudo, es conocido que su diseño deriva del sello oficial que usó la Asamblea General Constituyente reunida en el año 1813, esta lo impuso al poder ejecutivo de entonces, el Directorio. El mismo sirvió para acuñar las primeras monedas patrias, con lo que difundió en forma amplia.

Vemos también que este blasón se plasmó en la “Bandera Nacional de la Libertad Civil” que constituyó una proto-bandera del estado en ciernes, ya que llevaba el escudo en su paño, según la usanza vigente a fines del siglo XVIII y principios del XIX. Esta sería sustituida formalmente el 20 de junio de 1816, cuando el Congreso General reunido en Tucumán ordenó la “bandera menor” de las Provincias Unidas de Sudamérica; las dos franjas celeste encerrando una blanca, que hoy identifica a la República Argentina.

Cuando en 1818 se incorporó el Sol en el centro del paño como la bandera de guerra, la carga implicó una apócope o simplificación del escudo que se venía usando desde los tiempos de la Asamblea.

Sabemos que en aquellos primeros años de nuestra nacionalidad hubo una falta de control total en el diseño de la Bandera, situación que se prolongó durante todo el siglo y bien entrado el XX. Hubo banderas que ejemplifican una cantidad asombrosa de diseños de soles; muchas con el Escudo (también en múltiples diseños) y algunas con un sol en una cada y el escudo nacional en la otra.

Lo mismo ocurrió con el Escudo, del que se conocen cientos de variantes.

Como manera de afirmar la identidad nacional en el turbulento periodo que precedió a la II Guerra Mundial el Gobierno argentino solicitó antecedentes a la Academia Nacional de la Historia” para legislar debidamente sobre los símbolos patrios.

La ruptura del orden constitucional en 1943 impidió que el proyecto de ley consecuente pudiera sancionarse, sin embargo la decisión de tratar esta temática continuó adelante, hasta que luego de dictado un decreto de transición (en 1943), se perfeccionó su texto y se llegó a 1944, cuando definitivamente se fijaron los patrones de los símbolos nacionales; bien que en forma imperfecta a tenor de los cánones actualmente vigentes; se trató del Decreto Nº10.302/ 44. Aún hoy, a 73 años de ese último decreto, está faltando una norma que regule con precisión técnica al Escudo nacional; que diariamente se reproduce de muy variadas maneras.

Nuestro cometido

Hoy queremos dar a conocer un documento excepcional que pese a nuestras largas lecturas en la materia no llegamos a conocer sino hasta hace muy pocos meses.

Se trata de un diseño de escudo argentino que se elaboró en el curso de los escarceos que tuvieron como antecedentes el propósito de definir el que debía representar al Estado en forma oficial. Es el que encabeza este post.

Referencias sobre el prototipo

En este punto resulta necesario traer en consideración que en 1940 se convocó a un concurso nacional de anteproyectos para el monumento a la Bandera que se quería levantar en Rosario. Resultó vencedor el lema “Invicta”, en el que se planteaba reproducir el Escudo nacional en diversos sectores del monumento, pero como se trataba de un testimonio destinado a permanecer en el tiempo surgió la preocupación de que fuera correctamente representado.

Aquí fue donde surgió el problema: no había ninguna norma que estableciera con propiedad como ejecutar ese escudo.

En la ciudad  de Rosario funcionaba por entonces una filial de la “Academia Nacional de la Historia”, integrada por prestigiosos historiadores cuya opinión tenía la importancia suficiente para mantener un estrecho vínculo con su entidad madre.
El cenáculo rosarino, que estaba presidido por el doctor Calixto Lassaga, propuso a la Subcomisión del Concurso utilizar el modelo de escudo nacional que se presenta. Así consta en el reverso de la lámina que seguidamente reproducimos.

Dorso de la lámina analizada
En la cartela puede leerse: “Rosario, agosto 8 de 1941. Modelo de escudo que se acompaña a la nota de esta fecha dirigida a la Subcomisión del Concurso del Monumento a la Bandera Nacional. Más arriba consta en letra manuscrita: “Academina Nacional de la Historia (Filiarl Rosario). Agosto 8 de 1941”. Junto con la firma de su presidente y secretario.

Cuando la iniciativa fue recibida se difirió la decisión pues aún faltaba mucho para llegar a la etapa en donde era necesario tallar el escudo. Sabemos que en el ínterin se dictó el decreto Nº10.302/ 44 que estableció el diseño de escudo plasmado en las primeras monedas patrias. Así luce hoy en el Monumento Nacional a la Bandera que este año de 2017 está cumpliendo los sesenta años de su inauguración.

Escudo existente en la Cripta del Monumento,
similar en un todo a lo dispuesto por el Decreto 10.302/44

Juicio sobre el diseño

Llamativamente se utilizaron cuatro colores: el rojo (en el gorro pileo); el celeste (campo superior del blasón y la cinta del lemnisco); el blanco (sector inferior del campo y franja central del lemnisco) y un amarillo/ocre (para el sol, la guarda vegetal y la pica, con una ligera variante indicativa de la carnación correspondiente a las manos.

Como se observa, un modelo muy alejado al naturalismo con que tradicionalmente se había representado.

Entre otras peculiaridades destacan: la forma del pileo y la extraña estructura de la guarda vegetal.

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