jueves, 23 de junio de 2022

Promesa a la Bandera y una interesante pregunta

¿Qué posición debe adoptar una bandera provincial presente en el acto?

La bandera Nacional y la de Mendoza
Foto: Osvaldo Balmaceda (fragmento)

Por Miguel Carrillo Bascary 

Una lectora del Blog me hizo llegar una pregunta cuya respuesta estimo que puede interesar a otras personas, por lo que será objeto del presente comentario.


Si en el acto de prestarse promesa a la Bandera Nacional está presente también la que representa a la provincia, ¿la única que permanecer en alto es la Nacional? ¿qué ocurre con la provincial?


Comentario


Es bastante común que se piense que en el acto de promesa solo puede estar la Bandera Nacional, pero no existe ninguna disposición en contrario y no resulta explicable segregar de un acto de tanta trascendencia a las enseñas provinciales y/o municipales. ¡Todo lo contrario!


Argentina es un estado federal, donde las provincias y aún la Ciudad de Bs. Aires tienen un rol constitutivo, además los municipios son instituciones necesarias, tal como lo demanda la misma Constitución en sus artículos 5º y 123. Lo mismo ocurre con respecto a la Ciudad Autónoma de Bs. Aires, a tenor de lo normado en el artículo 129 de la Constitución.


En lo concreto también debe tenerse presente una cuestión práctica, en ocasiones el espacio destinado al acto de promesas queda chico con relación al alto número de asistentes, delegaciones invitadas, personalidades, exalumnos y autoridades. Para facilitar el desarrollo la organización dispone que esté presente exclusivamente la escuadra que porta la bandera de ceremonia de la institución y, eventualmente, las de cada nivel de la misma. 


Esta decisión de hecho excluye a las banderas provincial y cualquier otra. De aquí entonces, que se haya divulgado como un precepto inexistente de que “solo debe hallarse presente la Bandera Nacional”.


Lo primero es lo primero


Una vez más me permito insistir en que las banderas oficiales representan al pueblo y al estado que se ha organizado para asegurar su existencia como sociedad.


En consecuencia, tratándose de un acto solemne como la promesa a la Bandera Nacional que tradicionalmente prestan los niños o también del juramento (1) que realizan los mayores de edad, eventualmente, ambos vexilos coinciden en asociarse entre sí.


Queda en claro que la promesa tiene como directa y única referencia a la Bandera Oficial de la Nación, lo que se evidencia en el posicionamiento del abanderado que la sostiene, ubicado directamente al frente del conjunto de los promesantes, quien estará asistido por ambos escoltas, lógicamente.


La enseña se colocará en la cuja, en posición de ser saludada, con el asta en perpendicular al suelo. Nunca inclinada (2), como desafortunadamente suele vérsela en algunas circunstancias. 


Errónea posición


Así permanecerá mientras se lee la fórmula de practica que es seguida del ¡sí prometo! del caso y durante la entonación de la tradicional marcha “A mi Bandera”. Se abandonará esta posición acto seguido, cuando se imparta la orden pertinente.


Si en estos momentos hay otras banderas presentes, como por ejemplo la de una provincia y/o la de un municipio, cada una con su abanderado y escoltas, éstos replican la posición de los portadores de la Nacional.


Del contexto de la ceremonia, de las palabras del locutor y de la autoridad que toma la promesa resulta evidente que es la Bandera nacional la que recibe el homenaje y no la/s restante/s.


¿Por qué entonces esta/s segunda/s se posiciona/n en la cuja?


Porque de esta forma se asocian, acompañando a la Nacional. Si así no lo hicieran se mostrarían “indiferentes” y aún podría interpretarse como una displicencia o falta de respeto para con la que goza de precedencia.


Veamos un ejemplo práctico tomado de la vida cotidiana: si hay varias personas sentadas a una mesa y se acerca otra, quien se dirige al principal de los comensales para saludarlo, es lógico que este último se ponga de pie retribuyendo la gentileza del con el recién llegado, los restantes también se pondrán de pie acompañando al primero. Sería un gesto de grosería que quienes acompañan al saludado permanezcan sentados indiferentes ante tal circunstancia.


La enseñanza deducida es plenamente aplicable como criterio que orienta la respuesta al interrogante planteado,


De esta manera, me permito considerar que la pregunta de origen queda respondida con el debido y necesario fundamento que lo ilustra.


-------


Notas: 


1.- En consecuencia, cada vez que en el texto se aluda a la promesa podemos aplicar lo expresado a un juramento.


2.- Véase: ¿Las banderas se inclinan? ¿Sí o no? La Bandera Argentina no se inclina ante nada ni nadie en  http://banderasargentinas.blogspot.com/2019/11/se-inclinan-las-banderas-si-o-no.html


No hay comentarios:

Publicar un comentario